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sábado, mayo 12, 2012

CÓRDOBA: GRANDE, ÚNICA E INMORTAL



 

¡Hola, amig@s!
Estoy de vuelta de mi viaje a Córdoba, ¡La ÚNICA! No en balde los Califas  la eligieron como capital del Ándalus. Desde pequeño, sentía fascinación por Córdoba. El tren Expreso de Andalucía se detenía casi una hora en la vieja estación cada vez que finalizaba el curso escolar y me iba a mi pueblo, y luego, cuando regresaba al colegio tras finalizar mis vacaciones. 

Entonces, sudorosos y agotados por las largas horas de viaje, nos asomábamos a las ventanillas  a tragarnos el humo espeso de la máquina y pintarnos el rostro de hollín, y, jadeando de calor como pollos enjaulados, llamábamos a gritos al gitanillo de no más de diez años que iba de un lado a otro, descalzo, con un botijo lleno de agua fresca, ofreciendo a los viajeros un trago por "la voluntad". Mucho a llovido desde entonces...
Este viaje se lo prometí a mi esposa  hace un par de años cuando ella vio en Canal Sur Televisión un reportaje de los patios cordobeses; pero hasta ahora no he podido complacerla por una razón u otra. ¡Misión cumplida!
Vengo cargado con 710 fotos que me llevará varios días organizar para mostrároslas. De momento las he dividido en 12 carpetas: Museo de Arte y Julio Romero de Torres, Parques y jardines, calles de Córdoba, Patios de Córdoba, El Alcázar, Puente Romano y Torre de Calahorra, De  Tapas, Casa Andalusí, Casa de Sefarad, Museos, Palacio de Viana, Palacio de la Diputación.

Me he pateado con mi mujer  el barrio de  la Judería varias veces en todas direcciones para visitar 30 de los 60 patios distribuidos por toda la ciudad, los cuales competían en el Concurso de Patios del mes de mayo. 
 


Son  patios particulares que abren gratuitamente sus puertas al público en estos días.
Hemos degustado especialidades gastronómicas en la Judería.


 Hemos paseado por sus calles engalanadas de   primavera

                                                                            
Hemos gozado de un tiempo espléndido, alcanzando temperaturas de hasta 34 grados, lo que nos conducía a sentarnos en la sombra de bellísimos parques.
 


 He visitado la casa de Julio Romero de Torres y he admirado sus obras, ya saben ustedes: «Julio Romero de torres, pintó a la mujer morena, con el rostro de misterio y el alma llena de pena»
Lamentablemente, no dejan hacer fotos en el interior, cosa incomprensible puesto que en el mismo patio, en la puerta de en frente, se halla el Museo del Arte, donde se pueden  fotografiar todos las obras, incluidas algunas de Julio Romero.


 
 Así mismo hemos entrado en el Museo Arqueológico para conocer las raíces cordobesas y ver en qué ocupaban su tiempo quienes nos precedieron.
 
El Alcázar de los Reyes Cristianos es una maravilla que no podíamos obviar, y por ello entramos dos veces: una para admirarlo de día; otra para ver el espectáculo de sus fuentes de noche.






La Casa de Sefarad, una muestra de cómo vivían los judíos cordobeses y su denuncia por el trato recibido por la Iglesia católica, la misma que tanto preconiza el Amor.

 


Casa Andalusí, testigo de nuestra manera de vivir en el medievo.




El Puente Romano y la Torre de Calahorra. Ésta fue construida por los árabes para proteger el puente romano, entrada a la Ciudad de los Califas. Actualmente es un museo.


  El Palacio de Viana es una prueba más de cómo en este país los reyes y los nobles siempre han vivido de puta madre y no hubo capricho que les fuera denegado. Sirva de ejemplo la biblioteca del salón del marqués, compuesta de 7000 volúmenes, gran parte de ellos tratando de  la caza, pasión endémica de la Nobleza.
Tampoco permitieron hacer fotos del interior y sus colecciones, auténticos tesoros artísticos, a pesar de cobrar a 8 euros por cabeza. Quizás la nobleza  evita escandalizar a los ciudadanos con la ostentación pública de sus riquezas, sabiendo que  mientras ellos suplantan a Dios en España, el pueblo  llano vive, como siempre ha sido, en la pobreza. 




La Diputación Provincial ha escogido un enorme centro religioso para instalar sus oficinas: Nuestra Señora de la Merced. En su patio porticado hemos disfrutado de una exposición de bonsáis.

 








Bueno, pues ahora sólo queda  organizarlas en temas para ir mostrándolas poco a poco en mi Blog de Viajes. Ya tengo tarea para un mes. ¡Hasta pronto!

sábado, mayo 05, 2012

ENTRETENIMIENTO PARA DÍAS DE LLUVIA





En Cádiz llevamos unos días muy tontos, muy feos: siempre nublado o lloviendo. ¿Donde viven ustedes sucede lo mismo?

Como distracción  en  días lluviosos, les propongo realizar trabajos manuales. Mi mujer ha aprendido hace poco en una revista a hacer rosas de punto para  adornar solapas,  y ya las hace casi sin darse cuenta mientras mira la televisión. 
 
 
Las podemos hacer también los hombres y regalárselas a ellas el Día de la Madre, ¿quién se va a enterar?

Bueno, yo no, ¿para qué las voy a hacer si mi mujer ya tiene para dar y regalar? Las de las  imágenes ya están repartidos. Para mí hay una rosa con una gomita detrás para ponérmela en determinado lugar, a ver si así recupera el esplendor perdido.

¿Qué les parece? ¿Se atreven?


DEDICADO A TODAS LAS MADRES

Yo tuve una dulce madre,
concediéramela el cielo,
más tierna que la ternura,
más ángel que mi ángel bueno.

En su regazo amoroso,
soñaba... ¡sueño quimérico!
dejar esta ingrata vida
al blando son de sus rezos.

Mas la dulce madre mía,
sintió el corazón enfermo,
que de ternura y dolores,
¡ay!, derritióse en su pecho.

Pronto las tristes campanas
dieron al viento sus ecos;
murióse la madre mía;
sentí rasgarse mi seno.

La virgen de las Mercedes,
estaba junto a mi lecho...
Tengo otra madre en lo alto...
¡por eso yo no me he muerto!
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Fragmento de:
A mi madre,
de Rosalía de Castro


viernes, mayo 04, 2012

POEMAS DE AMOR


http://www.elconfidencial.com/espana/2011/900000-jovenes-parados-tienen-condiciones-trabajar-20110710-81248.html


POEMAS DE AMOR  

En este mundo  virtual encuentras
miles de páginas de poemas de amor
Mientras por el mundo real campa
libre la parca, el desánimo, el dolor

«Nada nuevo bajo el Sol», escribió Salomón,
el  rey sabio,  hace más de tres mil años.
Por eso el astro sale a diario alumbrando
 las mismas bondades y defectos de antaño.

Dicen de España que es una, pero está partida en dos:
La primera  goza de  felicidad plena; la otra,  del dolor.

 Nada  extraña que mientras unos viven
disfrutando por esos mundos de Dios,
comiendo  a 20 o 40 euros cubierto.
 Otros vivan  alarmados,  aterrorizados
ante la crueldad de un futuro incierto.

¿Pueden los enamorados prodigarse
carantoñas delante de un moribundo?
  Pueden; pero aunque lícito no es ético.
¿Pueden hablar de amor los poetas
 cuando el pueblo de hambre  muere?
Pueden; aunque no es ético, es lícito.


Siempre hubo trovadores  distrayendo
 a los cortesanos separados del pueblo
 por murallas defendidas por ejércitos.
 Cuando el hedor entra por la ventana
 miran hacia  otro lado y alegremente
 cantan, ríen, saltan y se auto aclaman.

Olvidan que la palabra que verdades expresa
puede ser daga que hiere,  un arma poderosa
Que  profundiza, divide, hasta el tuétano llega,
que al triste anima, consuela, exalta, sosiega,
abriga, acaricia y puede  cambiar las cosas.

Poeta que dedicas versos a amores inciertos o prohibidos.
¿No sabes que  sólo las golondrinas regresan a sus nidos?
Pon los pies en tierra, amigo. Despierta, defiende lo público,
Escribe y declama, muéstrate  con la sociedad comprometido

¡Qué extraña sensación producen
los  carcamales hablando de pasión!
Qué pena que  miren hacia otro lado
cuando los jóvenes pierden la ilusión.
 Media España sufre  recortes atada al potro
 cada día estiran  un poco más sus miembros
hasta dejarlos inexorablemente rotos.

Y la otra media, la de los riñones cubiertos,
batallón de  nostálgicos de amores pretéritos,
publica poemas encendidos de pasión y deseo
que jamás llegarán a buen puerto.
¡Y en eso pierden el tiempo!

jueves, mayo 03, 2012

CUANDO LEAS ESTA CARTA.


Fue la portada lo que me atrajo. Una especie de relámpago iluminó hasta el último recoveco de mi memoria al ver el nombre del autor: Vicente Gramaje
Mis recuerdos me situaron en Valencia, en la primavera del año 1971. Mi esposa y yo nos habíamos venido definitivamente de  Francia. Ella estaba  embarazada de seis meses; yo buscaba con  desesperación un trabajo porque si ella daba a luz sin  estar yo dado de alta, la Seguridad Social me pasaría factura de los gastos del parto.
Así era  antes.
Yo iba andando por el arcén de la carretera  después de haberme pateado un polígono industrial ubicado a tres kms de la ciudad, cuando un hombre, que iba montado sobre una moto  Lambretta, se apiadó de mí y me invitó a subir tras él.
Así era antes.
Cinco minutos más tarde, cuando atravesábamos un puente sobre el recien estrenado desvío del cauce del Turia, una fuerte ráfaga de viento nos golpeó de improviso de tal manera, que ambos caímos sobre la  calzada, provocando un frenazo del coche que venía detrás y algunos cristales rotos y abolladuras en los vehículos que le seguían. 
 Antonio Gramaje así  llamaba el hombre recogió su moto y, circulando muy despacito, me llevó hasta su casa, situada en el mismo centro de Valencia, a cien metros del Ayuntamiento, donde me puso un vendaje en la mano y me untó mercromina en las desolladuras de la pierna. De ahí surgió una buena amistad y volvimos a encontrarnos varias veces durante los ocho años que permanecí en esa bella ciudad.
Antonio Gramaje era el portero de una lujosa finca de estilo modernista sita en la calle Correos, nº 10 en Valencia; tenía un par de hijos: uno era aún pequeño y el otro, Vicente Gramaje, estudiaba Medicina en la Universidad.
De ahí que al ver la coincidencia del nombre y apellido, y tras leer en la sobrecubierta que era valenciano y médico que ejercía en un pueblo cercano a Valencia, pensé que tal vez fuese él. Y me hice con el libro.
 Descubrí entonces que «Cuando leas esta carta» había ganado el Premio Círculo de Lectores 2011, y que había sido publicado en este año 2012, datos que  estimularon mi interés.

El argumento de la novela  es el siguiente: Victor es un médico que ha sufrido la pérdida de su esposa y está convencido de que él había contribuido a ello. Abrumado por el sentimiento de culpabilidad, coge tal depresión  e inseguridad en sí mismo que no puede ejercer como médico y pide una excedencia de un año para recorrer mundo.

Cuando se halla en Monte Arruit, una aldea marroquí, descubre un grupo de gente gesticulando al borde de una zanja: la excavadora ha encontrado restos humanos. Pertenecen a un grupo de soldados que defendieron la posición en 1921 en los acontecimientos conocidos como “El desastre de Anual”.
Victor ve asomar en el montón de tierra que ha formado la excavadora el extremo de una botella. La coge con disimulo y se la guarda. Más tarde, ya  en la habitación del hotel, la limpia de tierra en el lavabo y descubre en su interior  un sobre enrollado con una dirección:
 Noelia Claramunt
Calle de la Iglesia , nº 12 
Villargrueso( Teruel)

 Se imagina al soldado en el momento en que la escribió: viendo el campamento rodeado de indígenas moros sedientos de sangre, y convencido de que iba a morir, se afana en escribirle una carta  a Noelia, probablemente su novia o esposa, para decirle que su último recuerdo es para ella.

Y desde ese momento Víctor toma la decisión de entregar personalmente la carta  a la familia de la destinataria.
Contará para ello con la valiosa ayuda de Cristina, la mujer que dirige el rescate y  traslado de los huesos al Panteón de los Héroes, la cual  ostenta el grado de capitán del ejército en Melilla. Cristina  saca de los archivos militares un documento secreto y se lo entrega a Victor: El expediente Picasso. 

Redactado por el general de división Juan Picasso González, el informe detalla minuciosamente los hechos acontecidos en la Comandancia General de Melilla durante el verano de 1921 en que varias posiciones defendidas por más de tres mil soldados fueron abandonadas a su suerte, dejando morir a sus defensores de hambre, sed y enfermedades, ofrecidos en bandeja a los moros sublevados para que éstos los degollaran y desmembraran sus cuerpos.
El Expediente Picasso acusaba a los altos oficiales del Ejército del desastre de Anual. Sus investigaciones y pruebas alcanzaban hasta el rey Alfonso XIII, por lo que el Ministro de Defensa obligó al general  Juan Picasso a editar el informe y a no seguir investigando más allá de la responsabilidad de los oficiales de rango inferior.
 ¿Por qué surge ahora de los recovecos de mi cerebro  el nombre de Udargarín y la Casa Real?  No lo entiendo, la mente humana es un misterio.

Bueno, pues, como les decía, nuestro personaje se dedica a buscar a Noelia,  la destinataria de la carta;  sigue la dirección y encuentra el pueblo en ruinas y abandonado; la casa que busca está como todas, en ruina; va al cementerio y descubre la tumba de Noelia, y cuando se dispone a dejar la carta  al pie de la tumba y dar por terminada su aventura descubre una inscripción semi cubierta de tierra y  broza que dice «Tu hijo no te olvida».¡Noelia tuvo un hijo! El médico entiende que su investigación no ha terminado y decide continuarla  hasta entregarle la carta al hijo. ¡Pero antes debe encontrarlo!
En el relato el autor, que es médico en activo,  se explaya con explicaciones sobre determinadas enfermedades terminales  y cómo les afecta a quienes la padecen. Creo que abusa de ellas, pues por momentos uno ve que se aleja  del tema central. Pero, en resumidas cuentas, debo reconocer que me ha gustado mucho, que he aprendido mucha historia real de nuestra querida España, muy diferente a  la historia  oficial que nos cuentan.
 Decirles que las últimas cien páginas las leí sin respiro, emocionado hasta sentir lágrimas resbalando por mi mejilla.
Tiene un final con sorpresa incluida, que merece por sí solo la lectura del libro
La estructura de la obra se compone de dos historias paralelas: la del capitán que vive cercado en el Monte Arruit al frente de un centenar de soldados  y la del romance que viven Victor y Cristina, la joven capitana del Ejército, quien se involucra de tal modo en la historia que pide unos días de  permiso para compartir las emociones de la búsqueda y  presenciar el momento de la entrega de la carta.
 La pareja de investigadores visita diferentes  pueblos en distintas provincias españolas siguiendo las pistas que encuentran sobre la familia de Noelia. Los capítulos son alternos: el uno trata de los sucesos del año 1921 y el siguiente de la investigación que realizan la chica y el médico. De manera que, si se quiere, saltándose los capítulos se pueden leer de seguido dos historias distintas.
He tenido suerte en la elección de los últimos libros que he leído, ninguno me ha defraudado ni dejado frío, al contrario: me han hecho sentir toda clase de emociones, me han regalado muy buenos momentos de distracción, me han hecho reflexionar y se han ganado un hueco entre mis favoritos.
Éste, también.

lunes, abril 30, 2012

EL PRISIONERO DEL CIELO



La semana pasada estuve leyendo la novela «El prisionero del cielo», que forma parte de la trilogía del Cementerio de los Libros Olvidados con la que Carlos Ruiz Zafón ha conseguido vender millones de ejemplares en todo el mundo: La sombra del viento, El juego del ángel y El prisionero del cielo.

 
  La sombra del viento fue un boom editorial que sacó al autor,  Carlos Ruiz Zafon, del anonimato, pues sus anteriores novelas no eran conocidas a pesar de que una de ellas ganó un premio; sólo llegaron al público tras la compra de derechos y la reedición por Planeta después del éxito de La sombra del viento. 
En ambas novelas, el protagonista nos conduce a través de las calles, plazas, lugares de negocio y de  encuentros de la Barcelona de la mitad del siglo XX; nos habla del mundo editorial y del amor de los barceloneses por los libros, como demuestra que cada año   se dedique una fiesta a regalar libros y rosas:  el día de San Jordi.
En  El prisionero del cielo   reaparece el Cementerio de los Libros Olvidados que nos deslumbró en La sombra del viento siguiendo las aventuras de Daniel y Fermín,  quien nos descubre en esta entrega la experiencia  terrible de su vida como preso  en el castillo de Montjuic durante la Guerra Civil, un siniestro lugar del que nadie salía vivo. Nos describe las torturas que  sufrían los presos políticos antes de ser fusilados y el modo espectacular en que llevó a cabo  su increíble fuga del más seguro de los penales franquistas. Hubo de cambiar su identidad y  esconderse durante años, pero cuando más tranquilo estaba, y a punto de celebrar su boda con su novia embarazada de varios meses, aparece un siniestro personaje.

Es una novela que, al igual que La sombra del viento, atrapa al lector de tal modo que una vez iniciada la lectura ya no puede dejarla. 
Con decirles que en la primera semana se vendieron 250, 000 ejemplares tan solo en Catalunya... 

Ya tengo en la sala de espera de mi lector de libros electrónico el siguiente libro de la trilogía: El juego del ángel. Pero lo dejaré para más adelante, pues me gusta la variedad de temas y autores.
Ahora estoy enganchado con otro que comencé ayer y ya llevo 120 páginas leídas: « Cuando leas esta carta», Premio Círculo de Lectores del año 2011.

viernes, abril 27, 2012

EL DESALIENTO

Foto de http://elcuadernodesamuel.blogspot.

Preguntábase el anciano
si de algo había servido
el haber luchado tanto
por un mundo mejor
 para él y para sus hijos. 

Sentado ante el televisor
escuchaba las noticias
y apretaba, impotente,
sus manos sarmentosas
 huesudas, cuarteadas,
temblorosos los labios,
rojo el rostro por la ira,
húmedos los párpados
 corazón roto, deshecho
ante el robo perpetrado
 de todos sus derechos
por la misma ideología
que setenta años antes
arrasó  todos los sueños
sembrando los campos
con un millón de muertos.



Por su mente desfilaron
 aciagos años de la infancia
en que para comer nada tenía
y rebuscaba en la sierra
 tagarninas y cardos borriqueros

que  su madre luego  hervía.

 Media telera de pan
y cuarto litro de aceite:
salario de todo un día.
Y al que por desgracia
le tocaba caer enfermo
por la dureza de la vida
 mejunjes caseros bebía. 
Ni médicos ni  boticarios,
 ¡para eso, dinero no había!


 Un hombre escuálido, desarrapado
Con más hambre que un galgo viejo
 que  afirmaba   ser maestro
 visitaba las chozas y se ofrecía
  a enseñar a leer por unos chavos.
«¿Para qué queremos leer
 si para comer no tenemos ?
–le respondían los esclavos—
 El Saber es manjar para ricos;
 los pobres,  suficiente tenemos
 con trabajar de sol a sol
por un poco de pienso,
al igual que los borricos».


Y ahora que tras tantos sacrificios,
 sus hijos son libres ciudadanos,
 que  sus nietos son universitarios.
Ahora que su cuerpo no puede consigo 
 y  de todos los demás necesita.
Ahora que  deberían ayudarle
tal como está escriturado
en el seguro que toda su vida
 ha estado pagando…
¡Llegan estos salvapatrias
y rompen el contrato!  


 No descansa el Señorito
 de incordiar y hacer daño
 demostrándose así mismo
 que es superior al rebaño


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lunes, abril 23, 2012

«DIME QUIEN SOY», por Julia Navarro


Reconozco que Julia Navarro no era mi autora favorita, pues la obra que leí anteriormente, «La hermandad de la Sábana Santa», me pareció aburrida e inverosímil, y estuve a punto de abandonar la lectura. Mi esposa, en cambio, no la soportó y  la dejó en la página 90.

Esta vez, con “Dime quién soy” Julia Navarro se ha superado. El narrador, un periodista en apuros económicos, recibe el encargo de reconstruir la historia de su bisabuela, una mujer que resulta ser excepcional, y  para ello se desplaza por medio mundo en busca de información. Es una obra de acción, en la que se retrata a la vieja Europa de los últimos 70 años del siglo XX: espionaje, amor, guerra, campos de exterminio y dolor, mucho dolor.
 Amelia Garayoa, la protagonista de esta historia, es uno de esos personajes memorables literarios que aparecen de cuando en cuando. Su vida discurre a través de un millar de páginas, enganchando al lector desde las primeras, aunque ciertamente haya fragmentos prescindibles.
 Siguiendo la estela de Amelia, el periodista nos lleva a París, Moscú, Varsovia, El Cairo, Buenos Aires, México, Londres… Un recorrido a través de medio mundo, hasta llegar al inesperado y emotivo final.
Con «Dime quién soy», Julia Navarro pasa a ocupar un sitio en mi librería entre los mejores escritores mundiales de novelas de acción y espionaje, mi género preferido.

Hija de una familia acomodada y republicana, Amelia no duda en abandonar a su marido y a su hijo para seguir a su amante, un líder comunista que la utiliza para sus fines políticos. Vivirá la convulsa historia de la  España de los años 30, el golpe de estado de Franco y sus secuelas, conocerá de primera mano las purgas de Stalin, luchará contra las SS de Hitler; se unirá a los grupos de la resistencia en Alemania, Italia y Grecia, sufrirá  torturas  con la GESTAPO en campos  de concentración y cárceles; vivirá la mitad de su vida en Berlín Este, tras el telón de acero, y conocerá la desilusión de los berlineses, quienes en 1945 vieron a los rusos como libertadores de Hitler para acabar comprobando que habían salido de un infierno para meterse en otro peor…
Una novela apasionante que no les va a defraudar.

Lo que menos me ha gustado:
A) Párrafos con diálogos que se repiten varias veces a lo largo del libro: El periodista se ha desplazado a otro país para conocer la historia de la protagonista y, tras escuchar un fragmento de la historia, le pide a sus informadores más detalles sobre Amelia. Éstos le responden invariablemente: «Tenga paciencia.Vaya paso a paso para recomponer el puzzle, y luego venga de nuevo.»
B) Me resulta extraño que para conocer una anécdota de Amelia de boca de un familiar, de historiadores, o de profesores de universidades el periodista deba tomar el avión y viajar a Barcelona, Paris, Londres, Berlín, Nueva York, Roma…, habiendo teléfonos, video llamadas, Messenger, correos electrónicos etc. Sólo encuentro justificados los viajes a Londres cuando se trata de leer documentos  clasificados como secretos que no pueden salir del país.


 A continuación  les presento la opinión que sobre esta  novela escribió mi amiga Mamen, en su  blog “Te invito a un café”, http://teinvitoauncaf.blogspot.com.es/2010/11/amelia-garayoa.html

«El libro merece la pena ser leído porque refleja maravillosamente una época convulsa, donde todo perdió completamente el sentido. En España, Italia y Alemania se asentaban en esos años (la novela arranca en 1935) regímenes totalitarios que acabaron con las libertades y con las vidas en nombre de la derecha más extrema. Y a la vez en la Rusia de Stalin, abanderado del comunismo, se llevaban a cabo purgas contra todo aquel que se consideraba disidente.
La Europa democrática, la que siempre sale a la palestra dándonos lecciones de libertad, miró hacia otro lado y permitió que acampara a sus anchas la locura, protagonizando, en el caso de Francia, acciones vergonzosas como el confinamiento de los exiliados españoles en campos de concentración, disfrazados de buenas intenciones.
Y en medio de todo, el pobre personaje de Amelia: una mujer luchando contra los dictadores, contra la moral basada en el machismo exacerbado y contra ella misma, quizás por permitir al corazón sentimientos que estaban profundamente condenados y penados, en el juicio sumarísimo que su cerebro de mujer española y burguesa de la época, se había hecho a sí misma»

 

domingo, abril 22, 2012

LOS PATIOS PORTUENSES

Día 21 de abril. Brilla el sol en el cielo añil de la cálida primavera portuense,  se engalanan las flores y los árboles de los jardines y los campos para recibir a los ociosos paseantes. El aire se impregna de aromas y   las casas lucen, orgullosas, sus patios de paredes  blancas  moteadas de macetas florecidas.

 Patio de c/ Larga, nº70                                                                                              Patio de c/ Cruces,84
 

  

                                                                       Patio de c/ Ganado,nº 88











 Se respira ya  la Feria, bulle en los corazones la esperanza de superar el duro invierno que atraviesa esta España de derechos sustraídos, de  despiadados  ataques conservadores a jóvenes y pensionistas, del regreso al vasallaje y a la humillante emigración de los jóvenes, de la pérdida de la soberanía e independencia como país sometido al IV Reich, que lo conduce en sus trenes de alta velocidad en pésimas condiciones sanitarias al exterminio en los hornos crematorios de los  mercados.
 

 
 
Fotos del patio ubicado en el nº 88 de la calle Ganado, galardonado con el  primer premio del concurso de Patios
 Ajenos al drama, los geranios me sonríen agolpados en las paredes, el cactus “Pluma de santa Teresa” me  muestra sus flores y me saludan las hortensias, las begonias, las rosas grandes y las piti-mini, los pensamientos,  los pendientes de la reina… Me rozan al pasar los lirios y las trompetas, helechos y mimosas, pilistras y enredaderas… Todo el patio es  una fiesta.
 
Patio con bodega en calle Vicario nº 17
Los  mayores se reúnen en torno a una mesa en el patio, junto al cerrado pozo y la bodega familiar, para comentar el futuro que nos impone el resurgimiento  de una clase rencorosa y vengativa dispuesta a recuperar los privilegios perdidos en cuarenta años de sacrificios, luchas con pancartas, claveles y libros, y se jura acabar con el conocimiento adquirido impidiendo el acceso a las universidades a los hijos de los obreros.
¿Volverá a abrir el brocal el viejo pozo que preside el patio para satisfacer las necesidades de la casa? Al precio que están facturando el agua, con más impuestos que metros cúbicos, no es improbable que eso suceda.
Con los recortes en Cultura, privados de subvenciones, pronto veremos desiertos  los centros culturales de los barrios donde aún se prodiga el saber y la creatividad popular.








 
 
                                                                    Local de la Peña Flamenca"La Mezquita"

Y todo esto es posible por la desidia de la legión de parados y estudiantes, quienes asqueados de la corrupción que impera en la política, el incierto futuro para sus carreras, y el obligado sometimiento al chantaje a los  parados (“Si quieres trabajar, acepta mis condiciones”), no sale a  protestar ni vota en las elecciones, dejando libre el camino para que la otra España, la de la Banca y la Cruz,  salga victoriosa en su Cruzada. 
No creo que Europa aguante mucho tiempo esta situación: cuando la gente entienda que son ellos, los trabajadores y pensionistas, quienes pagan la crisis mientras los poderosos viven como si nada sucediera especulando y avasallando los unos y cazando elefantes o ciervos los otros mientras la mayoría de la gente pasa hambre y algunos mueren porque no pueden pagar medicamentos, ya  no tendrán nada más que perder, y entonces la masa se tirará a la calle y será difícil de contener. Y entonces las amapolas llenarán los campos y las cunetas en primaveras sangrientas. Miedo me da pensar en que nos dirigimos a eso.