martes, julio 04, 2006

ALGAR de Santa María Guadalupe









ALGAR es un pequeño pueblo situado a horcajadas sobre un monte. Está a 20 kilómetros de Arcos de la Frontera, en el corazón de la provincia de Cádiz. Pertenece al grupo de los llamados "Pueblos Blancos” de la Sierra de Cádiz, y esto es así porque sus casas son blancas, encaladas cada año, y la blancura destaca sobre el paisaje.
Algar es un pueblo relativamente joven, no ha cumplido aún ni tres siglos de historia, y su fundación tiene algo de mágico:
Cuentan que allá por los años 1750, un rico hacendado, don Domingo López de Carvajal, que vivía en su palacio de El Puerto de Santa María, viajaba de regreso de México, donde tenía minas de oro. En mitad del oceano Atlántico sufrieron una tormenta que puso en peligro la vida de todos los pasajeros: los golpes de mar zarandeaban la nave de un lado al otro, tenía sus amarres rotos y la carga suelta por la cubierta… todo presagiaba el hundimiento rápido de la goleta en que viajaban. Fue entonces que don Domingo López de Carvajal se puso de rodillas ante un cuadro de la patrona de México, Nuestra Señora María de Guadalupe,que él había comprado en el país azteca, y que había sido pintada por un artista anónimo. Desesperado y preso del miedo y la ansiedad, don Domingo le hizo esta promesa:
“Virgen santa, María de Guadalupe: si me salvas de morir en estas aguas, te construiré una iglesia en el sitio más seco de la provincia de Cádiz. Y para que vayan a verte compraré todas las tierras alrededor de la iglesia, la tuya, y construiré viviendas y se lo daré todo a los más pobres del lugar”.
Milagrosamente, el mar se calmó y don Domingo se salvó y llevó a su mansión el cuadro de la Virgen. Años más tarde, en los días 15 y 16 de agosto de 1757 el hombre cumplió su promesa: le compró por 155,200 ducados de vellón al Ayuntamiento de Jerez de la frontera la llamada Dehesa de Algar, una finca de 5,220 aranzadas, equivalentes a cuatro mil metros cuadrados cada una, en total 2,080 hectáreas. La dividió en parcelas y las repartió entre las noventa familias más pobres de la Sierra de Cádiz. En el centro de la finca, sobre un monte, edificó el pueblo: una pequeña iglesia del mismo estilo que había visto en México; una posada para albergue de los caminantes; una cárcel para alborotadores y bandidos; la casa del Ayuntamiento y un palacio para él mismo.
Para labrar las tierras le dio a cada colono una yunta de bueyes y los aperos de labranza, y edificó una casa con granero para cada uno. Fue en 1776, tras largos años de pleitos con el Concejo de Jerez, cuando por fin se escribieron los nombres de los 90 colonos que debían recibir las tierras.
Por su gesto bondadoso, don Domingo recibió de Su Majestad Carlos III el título de Marqués de Atalaya Bermeja y Vizconde de Carrión.
Este pueblo, construido en la zona más seca de la provincia en lo alto de un monte, tiene en su límite Sur uno de los mayores embalses de Andalucía: El Guadalcacín.
Este pantano abastece a Jerez y a toda la Bahía de Cádiz, una población de ochocientas mil personas, que aumenta casi a un millón durante el verano, debido al turismo.
En este pueblo nacieron mis abuelos, mis padres, mis hermanos y este que escribe. Aún quedan en el Algar personas que llevan el apellido Pan, y unas ruinas conocidas como “El rancho de los Panes”.
En los años sesenta hubo una gran emigración de familias hacia el norte de España y Europa. Con ellas se fue la mía.
http://www.cadiznet.com/algar/

1 comentario:

  1. Amigo Juna:
    Me gusto mucho la historia,las fotos y el lugar.
    Aqui en Mexico se sabe de milagros asi de la Virgen y que llevaron a construir Iglesias en agradecimineto.

    un placer leerte mario

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