lunes, mayo 31, 2010

LA MULA



Tengo un amigo devorador de libros: cada semana se lee uno. Desde hace casi un año, cada vez que nos encontramos y comentamos sobre lo que estamos leyendo, él me pregunta: ¿Has leído “La mula”?¡No te la pierdas!

Y ha sido más que nada por quitarme de encima la promesa de leerla que le hago cada vez que me lo encuentro, que me traje de la biblioteca ese libro. Y ha resultado ser la mejor novela sobre la Guerra Civil Española que he leído





















Una vez que lo empiezas, ya no lo dejas, te absorbe completamente. El vocabulario es el mismo de los acemileros y soldados que lucharon en la guerra, algunos vocablos vienen explicados a pie de página.

Se desprende del libro que la mayor parte de los españoles que lucharon en la Guerra Civil lo hicieron en un bando o en otro no por sus convicciones sino porque fue el lugar físico donde les tocó, aunque muchos no estaban convencidos de las ventajas de aquello por lo que luchaban y se pasaban de una bando a otro.

Tiene escenas impresionantes: El protagonista no encuentra a su mula y en medio de un feroz combate se lanza a buscarla, se pierde tras las líneas enemigas y cuando regresa con la mula se encuentra frente a un tanque que le corta el camino y dirige su cañón hacia él.

Los moros que luchaban en el bando franquista robaban a los muertos y un día a la semana montaban sus tenderetes y formaban un pequeño mercadillo. En el suelo, esparcidos sobre las mantas, mostraban toda clase de objetos: Condones lavados con vinagre y rellenos de papel de periódico para que no se pegasen; dentaduras, anillos; máquina de coser, ropa…

—¿Esos condones son de confianza?

—¿Condones? ¡Ahhhh, paisa, tú saber manera, tú saber, manera! Condones de Mohamé ser de mucha confianza. Una piseta, un condón bueno, bonito, barato...

—Tu estás loco, hombre. ¡Anda con el moro! Te doy una perra chica y vas que ardes.

—Por perra chica tú no follar con condón, tú hacerlo a pelo y coger metralla. Tú ir a hospital y tinir purgaciones. Practicante meter aguja por pito y doler mucho…


La escena de una joven viciosa de la alta sociedad que desea probar cómo lo hace un palurdo campesino, no tiene desperdicio


LA MULA está basada en hechos reales y parte del argumento de la novela tiene mucho que ver con la biografía del padre de Juan Eslava.


Es una novela tierna, que describe con humor las más importantes ceremonias hasta convertir en caricaturas los valores militares y religiosos, como el Honor, la Patria, Dios... y resulta una novela antibélica. La imagen que ve desde el tren de los vencedores cuando pasa por los campos le rompe el alma: ancianos y niños hambrientos que saludan brazo en alto con cara de espanto a los soldados.

A lo largo de una vida, uno lee muchos libros. La mayoría pasan al olvido cuando se lee otro nuevo, y sólo unos pocos dejan huella y sus historias quedan grabadas para siempre en la memoria. Este es uno de ellos, y os lo recomiendo



Mario Casas

Mario Casas es "Juan Castro" el protagonista de 'La Mula', la nueva película de Michael Radford, que acaba de rodarse en Andalucía.


viernes, mayo 28, 2010

SUGERENCIAS PARA SOLUCIONAR LA CRISIS

Dibujo de Juan Kalvellido

Además de las sugerencias del autor del dibujo yo añado otra:
Acaban de regalarle a los sindicatos 16 millones, según publica el BOE «En proporción a su representatividad, por la realización de actividades de carácter sindical.
¿Por qué no se los quitan y el que quiera pertenecer a la CNS que se lo pague de su bolsillo? Total, si son cuatro gatos los que quedan afiliados.

La mayoría de trabajadores pertenece a la pequeña y mediana empresa, y en esas no hay afiliados porque a los trabajadores problemáticos
no se les renueva el contrato cuando éste acaba. Son pues en las antiguas empresas del INI, en las multinacionales y en el funcionariado donde podemos hallar afiliados a estos sindicatos. Por eso cuando se cierra una pequeña empresa, nadie se entera; en cambio, cuando se cierra una de las grandes, como DELPHI, se arma la de dios, y se derrochan millones de euros en prejubilaciones y en idemnizaciones.

Los afiliados se descuentan su cuota en la declaración de Hacienda, sería fácil comprobar y publicar cuántas personas están realmente afiliadas, así sabríamos a quienes representan los sindicatos; pero eso no le interesa al Gobierno porque tal como está montado el chiringuito tiene a cuatro tíos viviendo como reyes a costa de los presupuestos, a condición de que le firmen lo que sea para joder al trabajador.

Ahí tenemos a Cándido Méndez, que va a durar más en el poder que Franco. ¿Cómo se puede permitir que una persona permanezca tantos años como Secretario? ¿No tiene la UGT a nadie más capacitado? ¿Qué pasará entonces si se muere?, ¿se acabará con él la UGT?.
Lo mismo pasa con Trillo, el secretario de CC.OO en Jerez de la Frontera, que lleva en el sillón treinta años, o sea: desde el principio de la Transición. ¿Hay democracia en el seno de los sindicatos?

En los años 80, los sindicatos se echaban a la calle ante cualquier atropello de los derechos de los trabajadores; no recibíamos ninguna subvención, los cargos no cobraban eran voluntarios; con las cuotas de los afiliados pagábamos el alquiler de los locales y los servicios de la Asesoría Laboral, la luz y el agua..., ¡y teníamos un millón de afiliados reales en cada uno de los sindicatos grandes, y otro millón entre la USO, ELA, y CAT!
Ahora leo en el Diario de Cádiz que el Secretario provincial de la UGT disfruta de tarjeta, móvil y hasta coche a cargo del sindicato. ¿Y todo esto por representar a quién, si tenemos el índice de desempleo más alto de Europa con cinco millones de parados y tres millones más en economía sumergida?
En el país de mierda que hemos construido es más fácil recortar las prestaciones sanitarias y las pensiones y sueldos de los trabajadores que las subvenciones a las instituciones.

miércoles, mayo 26, 2010

CUANDO LLAMA LA LUNA

LA AUTORA DE ESTE POEMA ES MI AMIGA SISIFA., A QUIEN LE AGRADEZCO SU COLABORACIÓN

Cuando llama la luna

Cuando pulsa una nota o algún signo en mi sangre

Me convierto en la otra

En la cosa, en el tótem

Y entonces, acontece que ya nada es bastante

No, ya nada es bastante

Para mi monstruo devorador de la ternura

Cuando llama la luna

Debo hundirme en tu carne

Desflorarte la boca

Que mis labios se inflamen de todo lo besable

Y soy yo sin cadenas

Y sos vos sin ambages

Cuando llama la luna

Necesito morderte

Y no hay nada virtual, te aseguro, en mi marca

Sentirás que algo fluye a mis labios y queda

Goteando en la pantalla, borroneando las letras

Que la poesía huele a muslos entreabiertos

Y no a mar encerrado, a vieja enciclopedia

Ni a dedos trasnochados en teclas que componen

El gran puzzle del hombre solo de nuestro tiempo

Cuando llama la luna

Se adelgaza la línea entre el ansia y el éter

Y el poder del deseo me permite alcanzarte

Y te muerdo los dedos y poseo tus manos

Saboreo tu carne, la humedad de tu lengua

Cuando llama la luna

Tengo que devorarte

Para que estés en mí

Porque nada es bastante

Para mi monstruo devorador de la ternura

Así que debo hacerlo, mi amor

Debo matarte

Para que seas mío

Cuando llama la luna.


sábado, mayo 22, 2010

EL CASO MEDINA SIDONIA


Acabo de leer este libro y aún no sé cómo catalogarlo. Con una tercera parte de sus 330 páginas como ensayo sobre la aristocracia, otra tercera parte de Historia, y una parte periodística, en la que el autor entrevista a cada uno de los miembros de la casa ducal, donde se tiran los trastos unos a otros y se descubren las más diabólicas artimañas para heredarse unos a otros y aumentar sus patrimonios.
El libro acaba con la respuesta de la Duquesa a la pregunta del autor del libro sobre la relación que la une a sus hijos: «Yo, a esos señores, no los conozco».


El caso de Medina Sidonia arrasaría en los programas basura televisiva, y es de extrañar que aún no hayan llamado a los platós a los titulares del ducado para arrojarse unos a otros los trapos sucios y al mismo tiempo ganar un poco de dinero, algo de lo que tanto han escaseado.
Después de un largo y tedioso primer capítulo de 36 páginas, en el que nos quiere hacer comulgar con ruedas de molino explicando las virtudes intrínsecas de los aristócratas, a quienes define, según el término original griego, aristoi, como hombres excelentes, inteligentes, poderosos y valiente que aportan grandes avances y beneficios a la humanidad, nos presenta la biografía de la XXI Duquesa de una forma inmisericorde, con numerosas páginas irradiando odio, donde el lector aprende la turbulenta vida de Isabel de Toledo y de todos sus ascendientes y retoños, enquistados unos con otros a causa de las herencias y los títulos nobiliarios.

Una duquesa, Isabel, que no solo abandona sus hijos al nacer sino que les roba la herencia cambiando, en complot con el notario, el testamento de su abuela que legaba a sus bisnietos sus propiedades. Una madre que prefiere donar sus palacios y archivos a una fundación con tal de que no lo hereden sus hijos.

Lo que más me ha gustado es la parte histórica, el origen de los ducados y de los señoríos en España desde Guzmán El Bueno, primer Duque de Medina Sidonia, hasta nuestros días, pasando por la conquista y fundación de Melilla en 1497, tras expulsar a los árabes y judíos de la península.

Sorprende leer que Hitler no inventó nada nuevo con el holocausto: Ya se aplicaban en España sus técnicas en 1405 cuando el rey Enrique IV ordenó que los judíos fueran distinguidos con un paño azul sobre el hombro, y una luna a los moros. Y el patrón de Valencia, el tan venerado San Vicente Ferrer, les dio la puntilla en 1412 ordenando que ningún cristiano tuviera ningún trato comercial ni social con ellos, viviendo separados de esos miserables. Los judíos, obligados a salir por piernas, vendían sus casas por dos monedas, o los campos por un caballo Así se enriquecían estos aristócratas que aportan tantos bienes a la humanidad, se enriquecían tanto, que aún viven de ello sus descendientes.

Sólo por el último capítulo vale la pena de leer el libro: es una entrevista a la Duquesa en la que sin pelos en la lengua describe a todos los personajes que nos gobiernan, comenzando por el Rey, don Juan Carlos, de quien afirma que es quien dirige los hilos de toda la trama que estamos viviendo. Sí, detrás de esa carita de bonachón e inocente, hay un hombre educado y preparado especialmente para dirigir el país. Y lo hace. Según la Duquesa, nada se mueve en España sin su consentimiento, incluso el golpe de estado de Milans y Tejero, simples chivos expiatorios del plan diseñado en el entorno del Rey. En Estoril, durante el franquismo, los reyes vivían de lo que les daban, y ahora es una de las más grandes fortunas del mundo. ¿De donde?, pregunta Isabel.

Afirma que vivimos en una falsa democracia, donde cada partido juega el rol que se le ha asignado y del que no pueden salirse. La izquierda come en la mano de la derecha y ésta obedece al Rey, que dirige el país. Toda la prensa es de derechas, incluso El País, y aplican mayor censura que durante el franquismo.

En 1987 se dieron cuenta del ascenso inusual de Mario Conde, y lo denuncia; pero nadie podía tocarlo porque había sido puesto por el Rey.
Del expresidente de la Junta de Andalucía, “El virrey Chávez” según ella, afirma que algún día se destapará el pastel y saldrá lo inimaginable.
De Felipe González dice que figuraba en la lista para formar parte del Gobierno junto a Milans del Boch cuando lo de Tejero.
El Rey le ofreció un título a Felipe, pero éste no lo aceptó por coherencia consigo mismo.
De Santiago carrillo asegura que “Es un ladrón, y el mayor sinvergüenza que ha conocido”. Mientras era el Secretario del Partido Comunista en la clandestinidad, vivía en un palacio en la Avenue Foch, en París. Venía a asistir a fiestas de la nobleza, como la que organizó Fina Calderón, escritora, poetisa, música y compositora española recientemente fallecida, que era amiga de la Reina de Bulgaria, y casada con un marqués.
De Argala, el de ETA, dice que fue un héroe de la lucha antifranquista y que no es de recibo que se metan a Otegi en la cárcel por hacerle un homenaje.
La Duquesa es propietaria del archivo mayor y más importante de España y uno de los mejores del mundo. Por ello puede permitirse el destripar aportando pruebas documentales el entramado de la religión católica, sus orígenes, sus crímenes, su avaricia… la garra de la Inquisición al servicio del poder.

A partir del levantamiento de esclavos en Sicilia en la época de Claudio, Pablo elige a uno de los cabecillas, llamado Cresto, y crea un personaje, Cristo, a quien atribuye los hechos y milagros de las religiones de la época. Por ejemplo: Mitra también tiene doce apóstoles, hace un sermón de la montaña, enseñaba con parábolas, lo llamaban la Verdad, la Luz, el Mesías. El mérito de Pablo, lo que lo convierte en aristos, es de lograr que, partiendo de un mito, su doctrina inunde el mundo y llegue hasta nuestros días.Todo disidente es eliminado a partir de la coalición Estado-Iglesia con el emperador Constantino. Los sucesivos duques de Medina-Sidonia estuvieron a punto de ser quemados en la hoguera varias veces, y no fue sino entregando grandes sumas de dinero que lograron escapar.

La verdad es que si bien el primer capítulo me pareció un tostón y estuve a punto de cerrar definitivamente el libro, luego me he alegrado mucho de haberlo leído y creo que os gustaría.

viernes, mayo 21, 2010

NO PUEDO OLVIDARTE


No puedo olvidarte, lo intento y no puedo: te descubro en todas partes provocando mi agonía. En la luna sonriente, en el amanecer del día, en la arena de la playa en la palmera escondida, en el reflujo de las olas, en la bruma del calima.

Dicen las malas lenguas que estoy loco, que hablo solo y a veces me da por llorar. Quién sabe lo que es cordura en un mundo en que produce dolor la ternura. ¿Saben de lo que es capaz un hombre dolorido al perder al ser más querido?

¿Que hablo solo? Cuando me asalta el recuerdo de tu piel, suave como el plumaje de la tórtola, estremeciéndose con mis besos; tus ojos semicerrados, embriagados de deseo, y los labios entreabiertos exhalando suspiros, y luego tú, entregada a mis caricias, me dices: “Te quiero”…, ¿qué puedo hacer yo si no es buscarte por las calles, por el prado y por la playa y suplicarte que regreses y comencemos de nuevo?

No, no puedo olvidarte, mi amor, y te juro que lo intento. Safe Creative #1005216352300

foto de
http://arjonadelia.blogspot.com




















martes, mayo 18, 2010

TODO SE ACABA





Todo se acaba y anoche, con la demostración artística de los fuegos artificiales, se puso fin a la Feria de Primavera.

Cada año la Feria de El Puerto se dedica a una ciudad, y éste le ha tocado el turno a la hermosa y antigua ciudad de Oporto. No voy a comentar nada que no sepan de la Feria: exceso de alcohol, baile por sevillanas y música pop por las noches, paseos en carrozas y caballos, y los diversos carruseles y atracciones de los feriantes. Y, sobre todo, las comidas en las casetas. Detallada información publica hoy el Diario de Cádiz.

La verdad es que este año sólo he ido un día al recinto ferial, la crisis se hace notar y existen otras prioridades más urgentes. Creo que el fantasma del desempleo campaba por la feria: se notaban más claros, más mesas vacías, menos niños montados en los cacharritos…


Y es que la feria es cara y el bolsillo está agobiado desde hace muchos meses. Y si bien a todos nos gusta divertirnos, también es cierto que a nadie le agrada que abusen en los precios y les pidan 3euros por montar al niño en un tío vivo durante tres o cuatro minutos; 7 euros por una ración de calamares o tortillas a medio hacer, montaditos o pimientos; doce euros por un platito de langostinos o de jamón ibérico, 1´50 el vaso de cerveza o copa de vino y de 8 a 9 euros por la jarrita de rebujito. Pero la feria se llena durante el fin de semana, pues acuden miles de personas de toda la bahía gaditana y las hay afortunadas que cuentan con buenos sueldos y empleos fijos.

Lo único a destacar este año es que el Ayuntamiento ha recortado gastos anulando el concurso y entrega de trofeos en el apartado de hípica. También llama la atención la originalidad de la caseta de la ciudad invitada, Oporto:
En las casetas de la feria, el suelo es de albero, como en las plazas de toros.


En la de Oporto han puesto una alfombra azul que cubría toda la caseta. Las sillas suelen ser de madera plegable o sillones de plástico como en las terrazas de los bares; pero en la casa de Oporto nos han puesto cómodos sillones. El vino que se ofrecía y las tapas eran cosas muy distintas a lo que se ofrecía en el resto de las casetas, pues lógicamente la representación de Oporto lo que deseaba era promocionar los productos de su ciudad. Así pude degustar el Oporto-tónico: una especie de rebujito hecho a base de mezclar vino de Oporto blanco y dulce, con tónica y limón

Oporto-tónico

Se podían adquirir botellas de las diferentes clases de vino de Oporto: blanco, rosado y tinto. Las tapas eran de bacalao en diferentes presentaciones: Bacalao con cebolla y maiz gratinado al horno; bacalao en escabeche, ensalada de bacalao, croquetas y albóndigas de lo mismo.

Ración de bacalao en escabeche

La ensalada de bacalao nos encantó tanto que mi esposa pidió la fórmula: garbanzos y bacalao cocidos a parte. El bacalao se gratina y forma una pasta blanca que se mezcla con los garbanzos y con rodajas de aceitunas negras. El bacalao en escabeche también estaba rico, y el gratinado de cebolla con bacalao una delicia.

Curiosamente el bacalao, alimento para los pobres en los años sesenta («Sólo como papas con bacalao», solía decirse para expresar las penurias económicas), en cuya captura participaban miles de portugueses y gallegos, quienes permanecían durante largos meses embarcados lejos de sus hogares, se ha convertido en nuestros días en una especie esquilmada y casi extinguida, un manjar de lujo cuyo precio iguala al de los productos del cerdo ibérico. Cada ración a 7 euros; los vasos de oporto-tónico a 4, las botellas de rosado a 10 y las de tinto a 20 euros



Como recuerdo de mi visita me entregaron una revista turística, un libro de 150 páginas de Oporto, y folletos con productos de sus bodegas. Me ha gustado mucho, aun siendo todo muy caro. Pero ya se sabe: « Una vez al año….»

domingo, mayo 16, 2010

VUELVE LA NOCHE OSCURA




Han eliminado a Garzón callándole la boca, cortándole las manos. Han arrojado la imagen de la Libertad al suelo, inundado por el agua fétida que brota de las cloacas, cubriéndola de excrementos y de barro. De nada ha servido la sangre derramada de nuestros seres queridos y de los poetas, aquéllos que entregaron sus vidas por un mundo en el que brillase la Libertad, la Fraternidad, la Igualdad; y donde imperase la Justicia, el respeto, el conocimiento y el amor en libertad.

Nos han engañado, esto no es una democracia; aquí siguen mandando ellos: los señoritos, los curas y los jueces que sólo defienden a los ricos.

Las palabras del poeta llegan con el viento y se pegan en mi rostro. Intentan esconder la vergüenza que lo cubre al percibir que el papel que publica sus poemas sólo sirve para envolver bocadillos de obreros humillados y de pensionistas asustados; y para encender fuegos de chimeneas burguesas, presididas por el cuadro del Innombrable, la bandera del águila y la cruz gamada.

Hoy quiero dar la vuelta al mundo a través de Internet y esparcir a los cuatro vientos el testamento de aquel hombre humilde de condición, que prefirió renunciar a los medicamentos que le ofrecía el chantajista vestido de púrpura para curar su enfermedad, antes que renegar de sus ideales.





Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo, doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.


[Miguel Hernández, Para la Libertad,
1938-1939, de su poemario El hombre acecha].


viernes, mayo 14, 2010

FERIA DE EL PUERTO




La gente pasea por las calles de la feria
La música por sevillanas inunda el aire, es primavera.Las mujeres lucen trajes de lunares y volantes,
y enamoran a los hombres bailando en las casetas.Pasean caballos y carrozas por las avenidas,
desde las aceras la gente los admira
los jinetes sonríen, orgullosos y felices:llevan en la grupa del caballo a sus queridas.
Y unos niños con los ojos espantados,
agarraditos de la mano de su madre,
admiran los carruseles, la noria y los cochecitos
esperando que en todos ellos puedan montarse.
Es la feria de El Puerto
Todo el mundo está contento,
beben, bailan y se dan besos.
Y así, sin darse cuenta, pasa el tiempo.
Te he buscado en las calles y en las casetas
y no te he visto en todo el día.Me faltas tú, mi amor…
Te necesito, compañera mía
... ¡Qué bonita sería la feria, si tú estuvieras a la verita mía!
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sábado, mayo 08, 2010

LA CUEVA

«Yo soy yo y mis circunstancias». Ortega y Gasset

«La cueva» era un sótano anexo al antiguo Palacio de la Sagra, convertido durante la posguerra en colegio mixto. El local se comunicaba con un pozo y estaba inundado de agua. La sala era rectangular, y calculo que sus lados medían diez por treinta metros. Un rayo de luz penetraba por un ventanuco abierto en la puerta y se proyectaba en el agua al pie de la escalera.
Todos los chicos sentíamos pánico a que nos encerraran en aquel lugar oscuro en compañía de aquel pez raro y con bigotes que se acercaba hasta la escalera y se quedaba fijo mirando al intruso.
Porque sor María, la monja que impartía clases con los libros de Dalmau y Carles, solía castigar a los alumnos más traviesos encerrándolos allí cuando éstos cometían alguna fechoría. Y Joaquín y yo nos encontrábamos allí por haber roto el cristal de la ventana jugando al fútbol.
















A veces discutíamos en el recreo sobre el liderazgo del grupo. Y para demostrar nuestros méritos apostábamos a ver quién era capaz de bajar a la cueva, lanzarse al agua y llegar hasta la pared del fondo. Algunos afirmaban que no tenían miedo a hacerlo y se apostaban cromos de jugadores de fútbol que coleccionábamos comprando tabletas de chocolates «La Colonial», entidad que promocionaba un álbum donde se hallaban todos los equipos de primera división. Yo había conseguido completar varios equipos. Recuerdo algunos cromos del Atlético de Bilbao: Lezama, Gainza, Zarra, Panizo… Del Sevilla tenía también varios: Bustos, Guillamón, Campanal, Araujo…Del Real Madrid: Juanito Gonzalez, Pazos, Marquitos, Muñoz, Zárraga, Lesmes, Distéfano, Gento...



Y, además, estaba María Ortega, una alumna nacida en Ceuta, guapísima, que lucía una trenza de cabellos rubia como el oro, y unos ojazos azules y grandes como soles. En el comedor todos la mirábamos como si fuera un hada milagrosa, y ella, que se daba cuenta de nuestro arrobo, nos lanzaba furtivas miradas y sonreía. Era la novia de Joaquín. Y la de Miguel. Y la mía.
Era la novia de todos, y eso conllevaba algunas escenas de celos y peleas en el recreo y en los dormitorios para dejar claro a quién pertenecía la hermosa niña. Tan solo quedábamos dos contendientes: Joaquín y yo. Y ahora nos la jugábamos.

— ¡Venga, tírate!
—No, tú primero

Joaquín me miró con desprecio y se lanzó al agua.

Se tiró en plancha y el agua me salpicó. Una ola negra alcanzó el escalón donde me encontraba y me cubrió los pies. El agua estaba helada.
A cinco a seis metros de distancia, la cabeza de Joaquín avanzaba lentamente dejando atrás el haz de luz que penetraba por la ventanita de la puerta, proyectando en el agua un cuadro amarillo cruzado de vez en cuando por el “Monstruo”, nombre que asignábamos al enorme pez de largos bigotes que habitaba en la cueva



Joaquín llegó a la pared y gritó:

— ¡Venga, Juanito! Aquí te espero. Si no te atreves, has perdido…
Y me lancé al agua. Y nadé y nadé muerto de miedo, crucé por medio del cuadro iluminado y continué avanzando, intentando descubrir a mi compañero en la oscuridad. Cuando llegué junto a él nos quedamos descansando un rato, mirando hacia el lado derecho, el más largo. Nadie había osado nadar en aquella dirección sumida en la negrura, donde se escuchaba un constante goteo de agua. Una vez acostumbrados a lo oscuro, nuestros ojos podían adivinar objetos alineados a los largo de las paredes que sobresalían del agua. Parecían puñales o espadas. Joaquín y yo nos miramos sin decir palabra, pero nos pusimos de acuerdo. El agua nos llegaba hasta la barbilla, pero nos cogimos de la mano y fuimos caminando hacia adentro, a la tenebrosa boca que se abría ante nosotros.

Lo primero que alcanzamos no era un puñal, sino la bayoneta de un fusil sobresaliendo del agua. Al intentar cogerlo tropezamos con un objeto, algo así como un orinal, y pisamos lo que parecía ser un palo o una rama seca. A poco menos de un metro había otra bayoneta, y más allá, otra. Todo el sótano estaba lleno de ellas, y nuestros pies pisaban cosas que se volcaban o crujían bajo el peso. Respiramos profundamente y nos agachamos en el agua para coger algún objeto: yo saqué un casco de soldado oxidado y agujereado; Joaquín, los huesos de un brazo y parte de una mano. Lo soltamos todo y salimos nadando hacia fuera, gritando aterrorizados.

Cuando salimos del agua y nos sentamos en la escalera, comenzamos a dar voces hasta que vinieron a abrir la puerta.
Los empleados del colegio se echaron las manos a la cabeza al vernos allí solitos y empapados de agua, y fueron a quejarse a la directora del centro.

La noticia corrió por el pueblo de casa en casa, y el alcalde reunió una cuadrilla de obreros y les ordenó vaciar la cueva y sacar todos los huesos. De allí sacaron esqueletos, calaveras y huesos sueltos suficientes para cargar dos carretas, que vaciaron luego en una fosa anexa al cementerio.
¿Quiénes eran esos muertos? Unos decían que eran soldados heridos que se refugiaron en el sótano; otros, que eran desertores; otros en fin, que los enemigos, al saber que estaban allí, habían inundado el sótano y los habían ahogado. La batalla de Brunete fue una de las más sangrientas de la guerra y ninguna hipótesis parecía descabellada.
Todo quedó en misterio.

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miércoles, mayo 05, 2010

MENÚ DE ACTIVIDADES

Estas dos últimas semanas han sido muy moviditas para mí. Me iba al mercado a comprar la fruta, el pescado y la carne. Dejé la lectura y retomé un lienzo que tenía a medias desde el verano pasado y pinté a mi nieta. Asistí a una conferencia sobre la expulsión de los jesuitas de España en el siglo XVIII por el rey Carlos III; publiqué en este blog un par de poemas y artículos y pasé buenos momentos en el Bar Andalucía viendo los partidos de fútbol Madrid-Barcelona, y Tenerife –Barcelona por canal +.

Y es que, cuando se quiere, se pueden hacer muchas cosas interesantes en vez de pasarse el día postrado en el sillón viendo programas basura en TV con las horteradas de la Belén Esteban, o jugando a las cartas o a las damas en el bar del Hogar del Pensionista.

Paso a detallar cada plato del menú:

1º La compra:

Compré fresas de la sierra gaditana; concretamente, de Puerto Serrano. Están riquísimas se pongan como se pongan: lavadas y enteras como llegan; cortadas en trocitos y servidas con zumo de naranja natural; cortadas en trozos y con nata; cortaditas con zumo de naranja y una copa de ron.

2º Tertula Literaria

La conferencia, organizada en la intimidad de la cafetería My Lord por la Tertulia Literaria Tresantié, versaba sobre la expulsión de la Orden de La Compañía de Jesús de España. Asistimos diecisiete personas. Fue muy amena,y ,aunque mi memoria no es todo lo buena que desearía, pude retener algunos datos interesantes. La profesora de secundaria, Carmen Cebrián, que para presentar su tesis como historiadora investigó en el Archivo de Indias de Sevilla, acompañó su disertación con una proyección de diapositivas


Ya sabemos que los gobiernos españoles no han inventado nunca nada, sino que copiaban y copian lo que hacen los demás. Por eso no es de extrañar que en 1768, sin otra justificación que la que en Europa estaban expulsando a los jesuitas, el rey Carlos III ordenase hacer lo mismo en todo su Imperio. A partir de ese momento se inició una costosa e impiadada detención y traslado de los frailes de esa Orden a la península. Desde la misión de Baja California fueron llevados a la ciudad de Potosí, en Bolivia, medio centenar de religiosos, que luego siguieron a pie hasta Córdoba, en argentina, pereciendo la mitad en el camino. Los 2800 jesuitas españoles esparcidos en America Latina fueron agrupados en Mar de Plata y desde allí embarcados y conducidos a España, donde fueron hacinados en hospicios y conventos sin apenas alimentarlos, para luego ser expulsados a Roma, con su único jefe: el Papa.

Los gobernantes europeos no aceptaban que los jesuitas no les jurasen obediencia a ellos, que estaban acostumbrados a las lisonjas cortesanas y a nombrar a dedo a los obispos leales. Los jesuitas sólo obedecían al Papa, al mismo que declaraba la guerra a los reyes por retener posesiones de tierras. Y a reunirse con él los enviaron.

Los países del Imperio dieron un salto hacia atrás en su desarrollo cultural, no en vano los jesuitas eran catedráticos, líderes en impartir conocimientos, y disponían de las mejores universidades del mundo. Al ser expulsados, la ciencia y la educación se derrumbaron en los países conquistados.

Quince años más tarde, los jesuitas fueron reinstalados en sus puestos; pero el daño ya estaba hecho. Aún hoy, nadie sabe a ciencia cierta los motivos que impulsaron al rey a actuar de esa forma.

El Bar Andalucía.

Mientras en el estadio Santiago Bernabeu se disputaban la liga el Real Madrid y el Barcelona, en el bar Andalucía el tiempo retrocedía a los años cincuenta, cuando se ataban las caballerías a las rejas de las casas para irse a tomar una copa en la taberna o a comprar en las tiendas. He aquí la foto del caballo que pasea a los niños por el barrio mientra el dueño veía el partido cómodamente en la mesa del bar, bebiendo y degustando los pinchos de tortilla.




4º La pintura.

Mi última pintura: mi nieta, copiada de una foto. Hace un año que la comencé, pero la dejaba, incapaz de sacarle parecido. Esta semana me decidí a terminarlo y lo logré. Le envié la foto del cuadro por MSN a mi hija y reconoció al instante a su hijta. Mejor prueba del éxito conseguido, no cabe.