Han eliminado a Garzón callándole la boca, cortándole las manos. Han arrojado la imagen de
Nos han engañado, esto no es una democracia; aquí siguen mandando ellos: los señoritos, los curas y los jueces que sólo defienden a los ricos.
Las palabras del poeta llegan con el viento y se pegan en mi rostro. Intentan esconder la vergüenza que lo cubre al percibir que el papel que publica sus poemas sólo sirve para envolver bocadillos de obreros humillados y de pensionistas asustados; y para encender fuegos de chimeneas burguesas, presididas por el cuadro del Innombrable, la bandera del águila y la cruz gamada.
Hoy quiero dar la vuelta al mundo a través de Internet y esparcir a los cuatro vientos el testamento de aquel hombre humilde de condición, que prefirió renunciar a los medicamentos que le ofrecía el chantajista vestido de púrpura para curar su enfermedad, antes que renegar de sus ideales.
Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo, doy a los cirujanos.
Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho: dan espumas mis venas,
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.
Para la libertad me desprendo a balazos
de los que han revolcado su estatua por el lodo.
Y me desprendo a golpes de mis pies, de mis brazos,
de mi casa, de todo.
Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.
Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.
[Miguel Hernández, Para la Libertad,
1938-1939, de su poemario El hombre acecha].
Mi querido Juan, que manoseada que esta la palabra libertad!
ResponderEliminarde que manera impune se nos prohíbe tantas veces ejercer ese derecho...
Un abrazo inmenso
me quedo con ese maravilloso poema de Miguel Hernandez, gracias!
¡Ah....Miguel Hernández!...¡Qué maravilloso poeta!
ResponderEliminarUna de las poesías que más me gustó en toda mi es Elegía (y si a esa inspiración exquisita le uno la musicalización de Serrat, se hace inevitable que me emocione cada vez que la escucho)
Gracias Juan por tu posteo y la poesía y...¿sabes qué?... te dejo un regalo en mi blog.
Porque siento que después de todos estos años de fiel compañía mutua se me hace imprescindible hacerlo...
Un beso enorme...
http://sicontigocuento.blogspot.com/2010/05/premio-tejiendo-suenos.html
Hola Claudia, se cumple el dicho «En casa del herrero, cuchara de palo"
ResponderEliminarResulta que España, que ha permitido la investigación y procesamiento de dictadores y asesinos extranjeros, no permite que se investigue los asesinatos españoles de las posguerra.
Libertad sólo para los poderosos, los demás, a tragar ruedas de molino. Un beso, amiga.
Hola, Silvia, me alegro de que Miguel Hernandez te guste, es un gran poeta. La elegía,y sobretodo la de "la cebolla",que escribió al nacer su hija, son inmortales.Voy a tu casa a ver qué me has dejado. Un beso.
ResponderEliminarHola!!!
ResponderEliminar¿Cómo anda mi amigo de la cibernética???, por aquí muy ocupada por la cosecha, gracias que está terminando, sino mi cuerpito no aguanta……cuando se entenderá que la sociedad quiere otra cosa……..y aveces los poetas, los artistas, los cantantes dicen lo que pensamos.
Buena semana y un abrazo de oso.
PD: te quiero presentar a Emilio
Hola, Común! Ya he leído en tu blog tu excelente reportaje sobre la cosecha.He conocido al señor Emilio UBOLDI,una de las admirables y nobles personas que, al igual que tú, construyen tu país.
ResponderEliminarGracias por tu visita y comentario, yo también me hago esas preguntas.
Un beso.