sábado, abril 25, 2020

Y JULIA RETÓ A LOS DIOSES



Otro libro más en mi lista de lectura. Un tocho de 745 páginas, de las cuales las últimas 90 son notas, mapas y citas.

El libro es la segunda parte del Yo Julia, Premio Planeta de 2018.
Sigue el mismo ritmo, el mismo estilo, la misma protagonista cuya ambición, belleza  e inteligencia cambiaron el modo de administrar el Imperio Romano, apoyándose en la fuerza militar y relegando al Senado.

Pero dicen que segundas partes nunca fueron buenas, y quizá por eso este libro no me ha gustado tanto como el primero.

Yo Julia es Historia pura, uno lee y aprende cosas de un imperio que ocupó España y nos dejó abundantes monumentos, carreteras y acueductos para llevar el agua a las ciudades. Concretamente, aquí en Cádiz construyeron un viaducto que traía el agua desde mi pueblo, Algar, y tras recorrer 64 kms a través de túneles, acueductos y puentes llegaba a Puertas de Tierra en la capital gaditana. 

Las luchas y maquinaciones  por el poder, las guerras por mantener el territorio conquistado, la admiración del emperador por su esposa, quien lo aconseja y dirige en la táctica de las batallas atraparon mi atención del principio al fin.
Esta segunda parte sigue el mismo tema. La ambición por el poder de Julia, senadores y pretorianos, el proyecto de Julia por crear una dinastía en la que sus hijos y nietos heredasen el trono, se ve amenazado continuamente por las intrigas y traiciones del entorno del Senado, que logra enfrentar a los dos hijos de Julia.

Este libro me hubiera gustado más que el anterior si el autor no hubiera incluido cinco o seis capítulos que en nada tienen que ver con la Historia de Roma, y me confundían.

 Al parecer, los dioses romanos: Júpiter, Minerva, Apolo, Diana y Marte, divididos en dos bandos, unos a favor de  Julia, y otros en contra, programaban las batallas, las intrigas y las penurias que la emperatriz hubo de sufrir hasta conseguir que un nieto suyo tras la muerte de sus dos hijo,  ocupara el cargo de emperador.

Incluso después de muerta, esperando su paso al Olimpo en el Hades, Julia encuentra al que asesinó a su hijo y logra vengarse de él, destruyendo su alma y arrojándola al olvido.

 Una cosa es la Historia, otra la Ciencia ficción.

domingo, abril 12, 2020

DOMINGO DE RESURRECCIÓN 2020





Hoy, Domingo de Resurrección, que espero me despoje de mis males y resucite la salud de mis hombros, tal como ha resucitado esta orquídea que compramos en Lid hace un año cargadita de flores, que a las dos semanas se cayeron todas, quedando solo el solitario tronco. Mi mujer no quiso tirar la maceta y la ha estado cuidando como a las otras, y esta mañana se ha dado cuenta de que  al tronco desnudo, despojado de belleza y arrinconado en un estante, le han brotado unos capullos que en breve se abrirán y llenaran de alegría mi terraza y nuestras almas.

En otro orden de cosas, hoy me he levantado cansado, he sacado a mi amigo Tomy, hemos desayunado los dos  y he preparado el desayuno de mi Carmen.

Cuando ella se ha levantado yo me he dado una ducha y me he pesado, como todos los domingos. Me alegra poder decir que a pesar de mi inactividad y de los excesos culinarios que hemos disfrutado algunos días, conservo mis 78 kilos, los mismos que conseguí caminando una media de 6 kms diarios desde el 2 de enero hasta el día del confinamiento. El día 1 de enero pesaba 85Kgs.

Mi amiga Lucía, madrileña y poeta (por ese orden), que trabaja en un laboratorio del CESID desde que RAJOY decretó la Reforma Laboral, y llevan a cabo un experimento para eliminar la obesidad que padecen el 39´001 % de los españoles y española ( mis respetos s la igualdad) me ha enviado el resultado de sus investigaciones en el susodicho laboratorio, y me ha animado a ponerlo en práctica como ha hecho ella, para así poner mi nombre como aval en el libro que publicará tal fantástico descubrimiento.

Resumiendo, para no liaros con los datos científicos:
Mi amiga Lucía se ha pesado y ha visto la pantallita marcaba 70`93  kilos, y ella lleva cinco meses intentando rebajar hasta los 70. Entonces ha puesto en práctica sus conocimientos científicos:
Se ha afeitado el pubis y los sobacos, y ¡Chachán!, el peso ha descendido a los 69´9. ¡Lucía está radiante de alegría!

Me dice por teléfono que no sea tonto y haga lo mismo; pero eso a mí no me dará resultado, pues tengo el pubis como un bebé, desde que otra amiga de Los Pedroches me dijo que si yo me depilaba con laser el pubis, tendría la picha dos centímetros más larga, pues el vello oculta la realidad.

 Y le hice caso.

 Ella me dijo, tras comprobarlo con el metro de costura, que ahora la tengo casi igual que la de su marido, lo cual me produjo tal  alegría, que  invité al matrimonio a comer gambas en Romerijo.
Pero eso sucedió hace seis años, y ahora mi hermanito cuelga muerto mirando al suelo como si hubiera perdido algo. Solo un milagro del cielo por ser Día de la Resurrección, puede solucionar mi problema. Concretamente le he pedido al Señor que me haga el mismo favor que al Rey David cuando era muy viejo y sentía frío en los huesos: 
La Biblia, 1 de Reyes, vesículos 1 y 2
1El rey David era ya viejo, entrado en días, y lo cubrían de ropas pero no entraba en calor. 2Entonces sus siervos le dijeron: Que se busque para mi señor el rey una joven virgen para que atienda al rey y sea quien lo cuide; que ella se acueste en tu seno y entrará en calor mi señor el rey.…

¡Así cualquiera!