miércoles, abril 27, 2022

EL TORERO DE LA PLAZA

 



Hoy he ido al hospital a una revisión semestral. “Estás bien bien, Juan, los análisis lo confirman”, me ha dicho la doctora. Sin embargo yo no me encuentro bien, tengo algunas molestias, pero me conformo. Sé que no soy yo el enfermo, es el cuerpo que me cobija. Los años le pesan y su estructura se resiente; pero yo me encuentro sano y joven dentro.
No he querido coger el autobús para regresar a mi casa, sita a tres kilómetros. He dado un feliz paseo disfrutando del sol y del ambiente portuense.
Al llegar a la Plaza de Toros me he detenido a ver al torero que fotografían todos los turistas que vienen a El Puerto. Le saludo:
—¿Qué haces toreando aquí al sol, chaval? Vas a coger una insolación.
—A vé, tendré que practicá pa que me zalgan bien la coza, ¿no? Con ecte Gobienno en contra de lo toro, llevo ya tre año zin una corría. Anda, vé a aqué bá y tráeme una cerveza, que aquí hace munsho caló. Luego te la pago.
—Invito yo.
Diez minutos más tarde estamos brindando los dos con dos tercios de Cruzcampo. Y de pronto me pregunta:
—Oye: ¿Tú también ectá en contra de la corría?
— ¿Yo?, ¡qué va! ¡Me encantan! Las corridas me dan vida, me elevan el ánimo. Eso de estar con una tía en una habitación a media luz, con una botella de cava rodeada de hielo y dos copas altas… el licor resbalando por el canalillo de..
—¡¿Pero qué dice, hombre?! Te he preguntao zi te gugtan la corría, y ectá hablando de no zé qué tía y copa de hielo…
— Exactamente. Yo te digo que a mí me gustan las corridas, las otras.
—Ya. De eza tengo yo un montón en mi hictoriá. Mira, cuando yo vaya a toreá una corría de la mía, te viá a invitá, y va a ectá en medio de dó tía guapízima que me ziguen a toa parte.Te la viá a precentá. El resto ( es que si pongo el recto, os voy a confundir), te lo dejo a ti.
—No gracias, yo no entro en una plaza de toros ni veo corridas en la televisión. Prefiero las otras, las de quitar las medias y el camisón.
— ¡No joa!
—Yo sé que todo el mundo tiene que comer y respeto que otros coman de los toros; pero con mi dinero, no. Lo siento.
—Po vete al carajo.
—Po allá voy.

martes, abril 05, 2022

VINOS DE LA RIBERA SACRA

 Hoy he abierto una de las botellas de vino que se producen en la Ribera Sacra. Es un vino de uva Mencía, cosecha de 2020, de 13`5 º.

Gracias a mi hijo Rubén y mi nuera Paula que me la trajeron desde Orense.
La Consejería de Turismo de Galicia la presenta así:
«La Ribeira Sacra es la zona de Galicia que comprende el entorno de los ríos Miño, Sil y Cabe y se extiende total o parcialmente por 23 ayuntamientos del sur de Lugo y el norte de Ourense. Aparece esta denominación por primera vez en el documento fundacional del Monasterio de Santa María de Montederramo de 1124. En él, el historiador Fray Antonio de Yepes señala que se hace referencia a la zona como Rivoira Sacra.
Su orografía escarpada, riquísimo patrimonio románico, etnográfico y cultural, los antiquísimos viñedos colgados en laderas de hasta 85 grados de inclinación y sus increíbles paisajes otoñales han supuesto que se proponga la Ribeira Sacra como Patrimonio de la Humanidad. Su parte más conocida es el cañón del Sil, una brecha de hasta 500 metros de profundidad y en cuyas laderas los romanos plantaron las primeras vides. Casi veinte siglos después, la filoxera y la despoblación de las zonas rurales pusieron en riesgo el actual paisaje del cañón.»
Maravillado quedé yo en una de mis visitas al ver las laderas del río Sil cubiertas de viñedos. Los vendimiadores debían subir las cestas de uvas recolectadas en cada fila del bancal por una senda en pendiente casi vertical a ambos extremos. Actualmente, según explicaron en el catamarán cuando navegábamos en el río, se hace por medios mecánicos: la uva se vierte en una especie de vagoneta que es jalada hasta la cima por medio de un cable enganchado a una máquina.



TIERRAS DE NIEBLA Y MIEL


Durante la pasada semana, y hasta ayer que la terminé, he estado leyendo la novela “Tierras de niebla y miel”, de 520 páginas.
La sinopsis que publica  la Editorial Planeta  es la siguiente:
"Año 1899. La joven Martina de Icaza regresa a su Cádiz natal huyendo de un matrimonio fracasado. Pero al desembarcar descubre que se ha quedado huérfana y sin hogar.
Desamparada, tiene que trabajar como sirvienta en la humilde pensión de su tía Balbina, hasta que un buen día su prima Candela desaparece.
A partir de entonces, Martina se ve envuelta en una trama de intrigas, aventuras, crímenes y pasiones que la lleva a adentrarse en la Casa Baena, una imponente mansión malagueña llena de secretos y misterios.
En una España de contrastes donde se conjuran criadas y señoras, bandoleros y burgueses, Martina deberá impedir un crimen tiempo atrás profetizado, enfrentarse a un amor imposible y alcanzar su propio destino, aunque este la transforme para siempre.
Un secreto familiar. Un crimen profetizado. Una historia de coraje y destino."

Mi reseña:
 Me ha gustado mucho porque está ambientada en tierras que conozco: Antequera con su  dólmenes, El Torcal y la Peña de los Enamorados; Cádiz, con sus negocios y estrechas y misteriosas calles. Málaga y el valle del Guadalhorce…

Se me ha hecho difícil a veces por la gran cantidad de nombres de protagonistas y sus apodos, usando la autora a veces los unos, y a veces los otro lo cual me confundía un poco.

La historia se desarrolla a finales del siglo XIX y principios del XX, época de señores y siervos, de bandoleros que atracan las diligencias, y secuestran a familiares de los ricos, de males de ojo y curanderas, de brujería y rituales paganos, incluidos los sacrificios de niños a los dioses.
También narra historias de amor apasionadas, entre personas capaces de asesinar a la competencia.

Me ha recordado a la serie “Tierra amarga” por los siguientes detalles:
La trama principal se desarrolla en una gran mansión dominando una enorme extensión de tierras propias, donde conviven señores autoritarios y semi esclavos; criadas que se enamoran del señor y llegan hasta asesinar por quedarse con la herencia.
La Guardia Civil en su eterna persecución de bandoleros por el monte y en los poblados, entrando en las chozas e interrogando a los inquilinos de malos modos. Incendios intencionados dentro de la mansión…

Al mismo tiempo, leemos la historia de los Dólmenes, el uso que tenía entre los druidas, el porqué de su ubicación justamente en el lugar en que se halla; la historia de la Peña y de otras cuevas. El misterio del Torcal y su uso por bandoleros y guerrilleros, etc.

Se la recomiendo a quienes les gusta este género de novelas. A mí me ha gustado porque he visitado todos esos lugares y desconocía algunos datos.
Si no fuera por eso quizás se me hubiera hecho pesada por el gran número de protagonistas que intervienen en la trama cuyos nombre confundía a veces.