sábado, noviembre 26, 2016

LA AMISTAD Y EL MAR





Las amistades son como las olas del mar:
Unas llegan suavemente y llenan la playa acariciando la arena y dejando sus esencias. Y hay otras que parecen tranquilas, sólo muestran un pequeño encrespamiento y llegan a la playa sin dañar nada. Son traicioneras. Es el mar de fondo, que te abraza y te lleva consigo sin darte cuenta cuando nadas.




Otras son impetuosas, llegan arrasando y golpeando rocas y acantilados, balanceando peligrosamente las barquillas amarradas, y descargan su fuerza en la arena, arrastrándola. Éstas dejan sus huellas destruyendo y modificando la estructura de la playa.

Las primeras olas citadas representan para mí la amistad de aquellas personas que viven en la distancia y aún después de varios años sin conocernos en persona no dejan escribirme o saludarme casi a diario con un buenos días, buenas noches, ¿cómo estás de tus huesos?, y te cuentan cosas de sus lugares, de sus familias y proyectos. Es el caso de mis amig@s de ultramar: May, Mario Garza, M.Susana del Ochio, Mirta Miguel, Claudia Isabel Lonfar, con quienes me comunico casi a diario desde 2006.

También es verdadera amistad la que quienes además de comunicarnos en foros y grupos literarios desde antes de que existieran las redes sociales, llegamos a quedar en una ciudad para conocernos en persona. Son mis amig@s Darilea, Manuel Recio, " La Conchi"..., a quienes sigo, escribo y consulto con toda confianza cuando les necesito.

Luego están los otros, los del mar de fondo, de quienes uno duda si procede exponerse al efecto de sus olas. Se acercan, se muestran receptivos y cariñosos pero notas cierto interés egoísta. Un día son muy amigos, pero si no les compras el disco o el libro que te ofrecen, se alejan y te olvidan, incluso te borran de su lista de amigos.

Y por último están los que llegan con ímpetu y en dos días te tratan como si los conocieras de toda la vida, te buscan en los eventos literarios para estar juntos, te abrazan, comemos juntos... Pero a medida en que nos vamos conociendo y ven que no estás a su mismo nivel económico ni cultural, ni puedes ofrecerles una casa donde venir a pasar unos días, se limitan a saludarte y te dejan a un lado. Esas amistades suelen durar poco. A ésos soy yo quien los borra.

Entre éstos no están quienes me demostraron todo su afecto y me han dejado por culpa mía. Por volver atrás daría yo media vida. 

En el mundo de la Poesía he conocido en los cinco últimos años a muchas personas. Cada año me reúno con ellas en distintas ciudades, y algunas se han convertido en verdaderos amigos; otras, la mayoría, son sólo conocidos. Aquí también procede aplicar la metáfora de las olas.

Yo he asumido una máxima de un autor, para mí desconocido, que dice:

El verdadero amigo es el que se queda cuando los demás se han ido.
El que te acepta tal como eres sin intentar cambiarte y convertirte en un apéndice de sí mismo.
El que está cuando se le necesita.

Los demás, aunque los veas a diario y tomes café con ellos, sólo son conocidos

miércoles, noviembre 23, 2016

ESTAMOS MALITOS




Buenos días. Lo tengo, lo he cogido. Como Pan que me llamo debo ser un manjar exquisito, pues desde hace casi dos meses no me abandonan los catarros malditos.
¿Que cómo he pasado la noche? A ver, ¿ cómo lo explico?:

¿Recuerdan ese anuncio del rollo de papel higiénico que lleva un perrito precioso color canela por todo el pasillo?
Pues se queda corto el anuncio: yo he gastado más papel esta noche secándome los mocos.
Venían en oleadas, cual tsunami asesino. Me impedían respirar y me ahogaban, hasta que ya bien entrada la madrugada mi cuerpo, vencido y rendido, se ha entregado y se ha quedado dormido.
¡Mi cuerpo, no yo!
Porque si así fuera no estaría ahora mismo chateando contigo, que yo soy muy responsable y no olvido saludar a mis amig@s.

Mi Carmen está peor que yo. La probe no se pué aguantá. Ella es tan generosa que comparte conmigo todo lo que ella tiene, incluidos los catarros, cosa que yo caballerosamente correspondo con un obsequio similar en calidad y precio.
Y así estamos, el uno se lo pasa al otro y viceversa.


Yo estoy convencido de que empezó ella, pues cogió frío una tarde hablando en la esquina con un vecino guardia civil, marido de una amiga suya, que se quejaba de lo torpes que son los ciudadanos de a pie.

Resulta que una pareja de guardias paraban a la gente por la calle y les mostraba una foto de un delincuente que andaban buscando:

- ¿Conoce usted a este hombre? ¿Nos avisaría si lo viera?

- No señor.No lo conozco. Si lo viera lo reconocería enseguida porque solo tiene una oreja.

- ¡Pero hombre, es usted gilipollas! ¿No ve que es una foto de perfil?

Y cabreado el cabo se acerca a otro peatón y le hace la misma pregunta:

- Usted lo conoce?

-¡Que va, mi cabo. No se me olvidaría esa cara: solo tiene un ojo.


El cabo saca las esposas y detiene a los dos por resistencia a la autoridad. En esto se fija en un viejo jubilado (No era yo, lo juro) que estaba tomando el sol echado contra la pared y le pregunta:

- ¿Usted reconocería a este hombre? ¿Nos avisaría si lo viera?

- No le quepa a usted la menor duda, señor guardia. Ya me he dado cuenta de que el sujeto lleva lentillas.

- ¡¡¿LENTILLAS?!! Pero cómo lo sabe usted, ¿es amigo suyo?

- ¡Nooooo, qué va! Pero debe llevar lentillas porque solo tiene una oreja y no se puede poner gafas.

Y así fue, intuyo, como escuchando tantas pamplinas mi mujer cogió frío.

Y a raíz de eso, mi Carmen y yo estamos tomando medicinas y leche calentita con miel. Eso sí, ahorramos luz, pues tenemos dos semáforos rojos en la narices

viernes, noviembre 18, 2016

ARCOS DE LA FRONTERA (DE MIS MEMORIAS)

Foto de mi amigo Manuel Tellez
                     

Hacía poco que trabajaba en la empresa Talleres Vento, sita en la avenida del Puerto, en Valencia, y un día me entero de que van a enviar a un par de montadores a Arcos de la Frontera para instalar una caldera en una empresa vitivinicultora.

 Me apresuré a  hablar con el director. Le dije que mi esposa era de Jerez y yo tenía familia en ese lugar, por lo que solicitaba me enviase a mí a realizar ese trabajo ya que hacía dos años que no veíamos a mis suegros.
El jefe fue comprensivo y me cambió por uno de los empleados que tenían ya asignado el trabajo. Eso me  causó enemistad con ellos, pues ambos eran veteranos en la empresa y estaban acostumbrados a ir juntos a todos los montajes. Mi intervención les rompía todos los planes.

Faltaban dos semanas para Navidad y se calculaba que para esa fecha estaríamos de regreso en Valencia.
La empresa pagaba el viaje en avión hasta Sevilla, pero yo le dije que me llevaba conmigo a mi mujer y a mi hijo, que me pagase el kilometraje de mi SEAT 600 D en vez del billete de avión. Y así se hizo.
Llegado el día, nos levantamos  muy temprano y salimos hacia Cádiz.
Entonces no había autovías ni autopistas, hasta llegar a la de Sevilla _ Cádiz y el viaje se nos hacía largo y pesado, llegando a casa de mis suegros ya de noche.
Decidimos que mi mujer y mi hijo se quedarían con sus padres mientras yo iba y venía cada día a  Arcos a realizar mi trabajo. Al día siguiente fui al aeropuerto de Sevilla a recoger a mi compañero, tal como habíamos acordado mi jefe y yo.

El primer chasco nos lo llevamos al llegar a la fábrica y comprobar que los cimientos que debían soportar la caldera estaban mal hechos y no garantizaban la seguridad de la instalación.
A pesar de las protestas del dueño de la factoría, mi compañero dijo que no montaba la caldera en esas condiciones. Llamó al jefe y le explicó la situación. Seguidamente le pasó el teléfono al dueño de la fábrica y éste habló con nuestro jefe.
Al parecer los cimientos no se habían hecho siguiendo el plano que mi empresa  le había entregado y ahora no coincidían los puntos de anclaje ni el hueco para el vaciado de las cenizas. Tardarían una semana o diez días en solucionar el problema.
Entonces mi jefe nos ordenó regresar a Valencia y volver a Arcos después de la navidades.  Eso me contrarió y me enfadé. Me negué a regresar tan pronto después de haber realizado un viaje tan pesado con  mi mujer y  mi hijo. Le propuse a mi jefe que me descontara todos esos días de mis vacaciones, y él aceptó. Llevé a mi compañero al aeropuerto de Sevilla y yo regresé a Jerez.

Una tarde nos encontramos con Rosario, una  amiga de Carmen que se había convertido en Precursora de los Testigos de Jehová y había alquilado con otra compañera un piso en Arcos, donde desarrollaban su apostolado. Rosario era pelirroja, bajita y de buen ver, además de simpática y amable. Tenía novio y pensaban casarse pronto.  Al enterarse de que yo iba a trabajar en esa ciudad nos invitó   a compartir la vivienda y así ahorrarme los setenta kilómetros  del viaje diario de ida y vuelta a Jerez.  Aceptamos.

La casa era amplia, tenía tres dormitorios, sala de estar, cocina y cuarto de baño. Nuestras amigas nos asignaron una habitación y nos instalamos.
Los siguientes días nos dedicamos a hacer turismo, visitando el pueblo y su entorno. Declarado Monumento Histórico Artístico Nacional el 15 de marzo de 1962, Arcos es uno de los pueblos más bonitos de Andalucía, En sus calles se ha rodado la  película "La pícara Molinera", con Carmen Sevilla y Francisco Rabal.

 Las dos chicas debían comenzar su evangelización de casa en casa a las diez de la mañana,  pero a veces, la mayoría de los días, les daban las doce  en la cama. Cuando se levantaban, mi esposa ya  había limpiado la vivienda.
Dos veces por semana venía un joven americano, un misionero de los Testigos de Jehová, a recabar datos y asesorar a las dos amigas en cómo abordar y entablar conversación con  las personas. El chico era rubio, alto y bien parecido. Rosario se quedaba prendada mirándole y notamos cierta complicidad entre ellos. Merche, su compañera, era catalana, pequeña y jorobada. Al contrario que Rosario, era muy seria y desagradable, parecía amargada.
Dormían juntas, pues la habitación de Merche la ocupábamos nosotros. La tercera habitación la dedicaban al estudio y a  las reuniones con las personas que convencían de las bondades de la Biblia.
Mi mujer me comentaba extrañada de que al arreglar  la habitación de ellas  se encontraba las bragas de ambas debajo de la cama. Eso nos hacía pensar morbosamente. ¿Eran lesbianas? ¿ En tal caso, qué había entre Rosario y el
joven y  apuesto americano? ¿ Y qué posición ocupaba su novio? ¿ Le gustaban ambos sexos?

Comenzamos a mirarlas de otro modo, y a detalles sin  importancia que antes pasaban inadvertidos, le encontrábamos significado.


El día antes de la Nochebuena, ETA asesinó a Carrero Blanco y España se conmocionó temiendo lo peor. Nosotros nos despedimos de nuestras amigas y nos fuimos a pasar las navidades con la familia en Jerez, y al finalizar éstas, regresamos a Valencia. El día diez de enero la empresa envió a dos operarios a Arcos a montar la caldera. Yo me quedé en el taller. La vida continuaba.

miércoles, noviembre 16, 2016

"UN MONSTRUO QUE VIENE A VERME", la película




El Monstruo ha venido a verme es una película que desde que se estrenó está batiendo récords de taquilla, y ese dato hace que cada vez más espectadores acudan a verla, pues tantos cientos de miles de personas no pueden equivocarse. Preguntados algunos amigos que la vieron la pasada semana sobre ella, respondían, no sé si por no ir contra corriente, que la película, aunque triste,  les había gustado. "Prepárate para llorar", me advirtieron.
Nada de eso, dramatismo barato.

 Seré yo la excepción a la regla, pero la película no me gustado nada.

Un tema archiconocido como es el acoso escolar a un niño de 12 años, los problemas que originan en los hijos pequeños las separaciones de sus padres y el sufrimiento que produce en el chico la enfermedad incurable de la madre convierten al protagonista en un ser introvertido que sufre terroríficas pesadillas. Un monstruo que sólo él puede ver, le obliga a reflexionar sobre las miserias humanas. Este argumento, aderezado con impactantes efectos especiales, que al final, por repetidos, llegan a cansar, resume la película.


 

martes, noviembre 15, 2016

SE HACE CAMINO AL ESCRIBIR - 2






Acabo de leer el libro "Se hace camino al escribir –2", que es la segunda entrega que publica un grupo de soñador@s de El Puerto de Santa María, alumn@s del CEPER "La arboleda Perdida".

Como se suele decir, cada persona es un mundo y existe un mundo dentro de cada persona. Algunas llegan a sacarlo a la luz; otras se lo llevan con ellas, privándonos de disfrutarlo.
Afortunadamente en este caso l@s autor@s del libro han podido compartir  experiencias vividas por ellas mismas o personas conocidas en épocas pasadas, que gracias a ellas formarán parte de la Historia.

Pienso que la historia debe conservarse, ella nos retrata y nos enseña. Porque los historiadores cuentan las cosas importantes de una nación, de los pueblos que la componen y sus personajes ilustres. Es la Historia que se estudiará en las escuelas y universidades, pero no hablarán del día a día de las personas comunes, de sus proezas y dificultades, de los sentimientos, de la camaradería, de la solidaridad de los vecinos en una época dura abundante en dificultades y carente de oportunidades.
 Una época desconocida para las nuevas generaciones, aquélla donde el respeto a las personas se ejercía por defecto en todas partes, aquélla en que la familia se ocupaba de sus ancianos hasta el fin de sus días sin llevarlos a residencias, aquélla en que los vecinos compartían alimentos en los momentos difíciles.

 Historias que se perderían para siempre, como se han perdido oficios y costumbres. Historias que los jóvenes no  conocerían si no fuera porque hoy las que las conocieron o protagonizaron la cuentan en este libro.

  El libro contiene treinta y un capítulos (veinte de Narrativa y once de Poesía), donde cada autor@ expresa las experiencias e inquietudes que han dejado huella en ellos.
A destacar el relato del amor imposible entre los retratos del Marqués de la Vega del Guadalete y el de la Condesa de San Cristóbal, quienes  se miran y se enamoran y acaban exiliándose de España como tantos otros españoles. Una fantástica historia maravillosamente contada.
Así mismo me ha encantado conocer las andanzas de una niña alegre y traviesa que formaba parte de una banda de chicos, hasta que se dio cuenta de que aquél no era su sitio.
Enternecedora la Navidad que viven en un patio de vecinos los abuelos de una niña y los pollitos que le habían regalado.
 La nostalgia de una nonagenaria al recordar su infancia viviendo en una choza  en plena naturaleza, lejos del bullicio y la frialdad de la ciudad;  la siembra y la recolección del cereal, la era y sus paseos en el trillo al lado de su padre, cantándole a la mula.
 El enternecedor poema  que dedica una madre a su hijo ausente, un adolescente que no tuvo tiempo de disfrutar de la vida.
Y  otras historias más, que sólo comprando el libro podréis disfrutarlas como yo las he disfrutado.




viernes, noviembre 04, 2016

TOLEDO, MON AMOUR



Buenos días, amig@s!
De nuevo en mi casa. Menos mal, porque si tardo un día más tiene que interceder por mi Carmen y por mí el Cristo de la Vega.
Nos hemos levantado con agujetas en los muslos y pantorrillas, de tantas subidas y bajadas, que no es Toledo ciudad sencilla para personas de edad avanzada.
No es Toledo la más bonita ni la más fea de las  ciudades que he visto; es diferente: calles estrechas y empedradas donde no caben a la vez un coche y una persona y es ésta la que tiene que buscar refugio en un portal si no quiere acabar en el hospital. Aún así te rozan los espejos retrovisores en el vientre si el portal está cerrado y te pegas a la puerta como una lapa.

Toledo ofrece al visitante museos, iglesias, conventos, mezquitas, sinagogas y edificios públicos con historia para enriquecerle culturalmente. Todos cierran pronto: entre las 17´45 y las 18 horas, así que hay que darse prisa si se desea ver algo. De todas formas haría falta al menos una semana para verlo todo, y yo sólo he estado en la ciudad dos días y medio.
 Fui con la intención primera de entrar en el Alcázar y rememorar la historia que me enseñaron en el Instituto malagueño los profesores franquistas. Pero el ala del Museo del Ejército, que era donde contenía las pruebas de la historia, estaba cerrado el miércoles por descanso del personal.  El día anterior tampoco pude entrar porque como era festivo cerró a medio día.

Creo que es una falta de consideración hacia las personas que se desplazan desde lugares lejanos a visitarlo. En casi toda España son los lunes cuando cierran los museos, habida cuenta de que los fines de semana la gente acude en masa para visitarlos. Pero éste pertenece al Ejército, y uno debe aguantarse y no abrir la boca no sea que saquen los tanques a la calle.

 De momento ya no me creo la famosa historia del general patriota que  prefiere que maten a su hijo prisionero del enemigo antes que entregar el Alcázar. De patriotismo nada. Los patriotas se llevan el dinero a Suiza y a las Bahamas, y de este señor general no consta que así lo hiciera.
Intuyo que el general Moscardó tenía miedo: sabía que  si se entregaba acabaría fusilado, y confiaba en que llegaran refuerzos y lo salvaran. A su hijo que le den, ya sabía   a lo que se arriesgaba al ser militar.
En fin...

 De Toledo me traigo buenos recuerdos y no tan buenos:

Del hotel  Hacienda del Cardenal tengo que decir que  es precioso: es un edificio medieval de dos plantas, ubicado en la muralla que rodea a la ciudad. Se ha procurado mantener su mobiliario y la fachada como en la época. La puerta de entrada da acceso a un jardín-merendero precioso y acogedor. El personal muy atento y amable, pero hace falta un ascensor como el aire para respirar.

No es de recibo obligar al cliente a subir cargado con una o dos maletas veinte o treinta escalones hasta el primer piso, donde está la recepción, y luego a las habitaciones de la segunda planta. El corazón se me salió por la boca subiendo la maleta. Menos mal que mi esposa iba conmigo y lo recogió en el aire antes de que cayera al suelo y se rompiera como el vidrio. Me lo introdujo rápidamente en la boca y pude continuar.

Aparte de eso todo bien. Es un bonito lugar para descansar lejos del bullicio de la vida. Silencioso, no se escucha ningún ruido en las habitaciones. Tiene de todo: piscina, jardines, restaurante y cafetería. Pero nosotros solo fuimos a dormir, para comer preferimos hacerlo en la ciudad viendo cosas. Porque para relajarme tengo aquí el mar inmenso.

El hotel Hacienda del Cardenal está ubicado en la parte baja de la ciudad, pero justo al lado hay una escalera mecánica de varios tramos que te sube hasta las cercanías del centro histórico. Te ahorras subir a pie unos cien metros de altura. Una vez arriba, ya comienzas a ver cosas bonitas.
Elegí este hotel porque en el interior de las murallas es casi  imposible aparcar, y menos aún usar el coche por sus estrechas calles. Se han dado casos según he visto en Internet en que un coche se ha quedado empotrado entre los dos muros y ha necesitado de la ayuda de los bomberos para salir. Para los que van en tren no tienen ese problema y pueden encontrar ofertas de alojamientos más económicos y mejor situados en el mismo centro urbano.

 Mi esposa y yo compramos un bono turístico por 18 euros, gracias al cual pudimos visitar ocho edificios, entre ellos la capilla donde se guarda el famoso cuadro de El Greco "El entierro del Conde de Orgaz", el único del que no permiten hacer fotos. Intenté hacer algunas pero no me dieron tiempo ni a sacar el móvil: ¡Fotos no, por favor!, me dijeron tres guardas a la vez.

 Lo que más me ha gustado es visitar la Casa de El Greco y su Museo.  También me gustó mucho visitar una sinagoga que había muy cerca. Porque las iglesias y sus retablos son parecidas a las que vemos en todas partes. La Catedral no llegamos a verla por dentro porque llegamos a las cinco y media  y ya no nos dada tiempo porque cierran a las seis. Además, no entraba en el bono y debía comprar la entrada aparte: 8 euros cada uno. Preferimos gastarlos sentados en una cafetería cercana.

 Toledo es caro, muy caro. Al menos en comparación con mi Cádiz del alma. En ninguna terraza callejera  me cobrarían aquí 5 euros por dos copas de cerveza ni por dos cafés. Café con leche y media tostada para mi mujer y para mí= 9 euros. El casco histórico de El Puerto está lleno de cafeterías y terrazas de bares que ofrecen el desayuno compuesto de café, tostada con aceite o manteca y loncha de jamón por 2´30 euros. ¡Y es El Puerto de Santa María nada menos! Donde Cristóbal Colón realizó el Mapa-Mundi.

 Los menús del día oscilaban entre 11 y 20 euros. Comer a la carta, como en todas partes = entre 8 y 15 euros cada plato. Pero la famosa Gastronomía Castellana de la que tanto alardean me ha decepcionado. Originales de  Castilla sólo tienen las migas y la sopa castellana, el resto, los productos ibéricos y los cocidos y carnes a la brasa los encontramos también en Andalucía.
 Llama la atención la cantidad de tiendas de todas clases en las calles del centro: dulces, espadas y navajas, ropa, joyerías, souvenirs, bares y restaurantes.

No vi ningún gimnasio, no hace falta. Porque amig@s, eso de estar todo el día subiendo y bajando  calles mantiene la línea pero destroza a cualquiera. Nostros hubimos de comprar Termagil para el dolor de piernas. El tercer día al levantarnos no podíamos dar ni un paso, y decidimos regresar a casa. También influyó el enterarnos de que el Tomy estaba deprimido y no comía, y que el dinero que habíamos llevado para el viaje se había agotado y ya estaba tirando de tarjeta.

La mejor comida que hemos hecho mi esposa y yo en estos tres días ha sido en el Restaurante Casa Eloy, de La Luisiana ( Sevilla), donde nos solemos detener para comer al regreso de nuestros viajes: un plato de puchero buenísimo, como nunca lo habíamos comido, calamares fritos con ensalada, tarta casera y café.
De bebida, tres cervezas, y el pan hecho a mano y cocido al horno con leña  Además de estar buenísimo ha costado 10 euros por persona.
¿Comprenden ustedes ahora el por qué decimos " Como Andalucía no hay ná?