viernes, julio 14, 2017

LE 14 JUILLET, FÊTE DE LA LIBERTÉ


Foto de internet, Ignoro el nombre del autor

Hoy se celebra en Francia la Fiesta del 14 de julio,  día en que, en 1789, el pueblo se alzó contra el absolutismo, dando comienzo a la Revolución Francesa, que traería importantes e irreversibles cambios en el mundo.
En aquella ocasión se instalaron guillotinas en las plazas, donde los miembros de la Monarquía fueron ejecutados, otorgándose el poder al pueblo.
Pero el poder corrompe y más tarde Napoleón se hizo coronar emperador por el Papa y se convirtió en un absolutista igual o mayor que los reyes que había ajusticiado.
La historia está ahí para enseñarnos nuestros errores y podamos corregirlos; pero desgraciadamente volvemos siempre a tropezar con la misma piedra.
Hoy haría falta que el pueblo se plantase ante el Parlamento de muchos países democráticos, pues los gobernantes, abusando de sus poderes, se erigen en dioses con capacidad de decidir sobre la vida de los demás, castigando a los pueblos que les votaron y recortándoles sus medios de vida y derechos, al tiempo que se otorgan a sí mismo sueldos y privilegios que ni los reyes ni dictadores tuvieron.
La Historia suele repetirse, y algún día, al igual que en París aquel 14 de julio de 1789, los pueblos esquilmados, esclavizados y pisoteados dirán ¡Basta! Y renacerán las guillotinas.

jueves, julio 13, 2017

EL HOMBRE DEL CORAZÓN DE HIERRO, la película


Esta es la película que he ido a ver esta tarde. Me ha tenido enganchado sin pausa durante las dos horas que dura la proyección.
Llevaba un mes sin ir al cine porque la cartelera no me atraía, todo eran películas de guerras espaciales, de monstruos o dibujos animados, géneros que no me gustan.
En los trailers previos he visto que durante el verano voy a poder ver más películas de los géneros que más me gustan: policiacas y de espionaje, y de hazañas bélicas, como la de esta tarde.

La película ha estado muy bien en todo: la interpretación de los protagonistas, el color y belleza de los paisajes, la fotografía y la música.  Pero debo confesar que el final no me ha gustado, esperaba otra cosa. La última escena, donde dos jóvenes hacen autostop, para mí sobra.

Sinopsis de la cartelera:


'El hombre del corazón de hierro" está en la cartelera de 117 cines hoy. 
Del director Cédric Jiménez ('Conexión Marsella'), llega 'El hombre del corazón de hierro', una historia sobre una de las figuras más peligrosas del régimen nazi, y sobre los hombres y mujeres valientes de la Resistencia que intentaron acabar con él. El meteórico ascenso de Reinhard Heydrich al convertirse en una de las principales figuras del régimen nazi fue tan feroz e implacable como los horrores que infligió a la gente de Europa antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Heydrich, que entró en contacto con la ideología nazi a través de su mujer, Lina, una miembro de aristocracia que lo acompañó en su recorrido hacia el poder, fue el principal arquitecto de la Solución Final y una fuerza imparable. Sin embargo, un pequeño grupo de luchadores de la Resistencia checa, entrenados por Gran Bretaña y comandados por el gobierno checoslovaco en el exilio, intentaron parar lo imparable. En una arriesgada operación, estos paracaidistas, dirigidos por Jan Kubi? y Jozef Gab?ík, atentaron contra Heydrich



miércoles, julio 12, 2017

TOMY, EL AMIGO DE LOS NIÑOS


En el colegio había un perro mastín que cuidaba el pabellón de los niños. Se llamaba Tomi.

 Cada vez que alguien se acercaba a la puerta de entrada Tomi enseñaba los dientes, gruñía y ladraba. Cuando pasaban cerca de él daba saltos con tal ímpetu, que parecía que acabaría rompiendo la cadena que lo mantenía sujeto a una argolla clavada en el muro. Lo tenían atado porque solía subirse a la tapia del colegio y saltaba al otro lado para pelearse con los perros grandes de los pastores. Ya los había vencido a todos y había dejado alguno en mal estado.
 Y el visitante que llegaba al pabellón, fuese cura o monja, niño o niña, auxiliares o empleados entraba pegando su espalda contra la pared contraria, encogido y aterrado, hasta pasar al otro lado. Mi compañero Joaquín y el señor Gaspar, el encargado de mantenimiento, eran los únicos que se atrevían a acariciarlo. El chico, que solo tenía nueve años,  se acercaba sin temor, lo acariciaba y jugaba con él. A veces le hacía rabiar, tirándole de las orejas y el rabo. ¡Y el perro no le hacía nada! 

Poco a poco Joaquín fue presentándonos a todos a Tomi. Nos cogía de la mano y se acercaba al perro diciéndole: — Tomi, te traigo otro amigo. El animal nos olfateaba primero y luego se dejaba acariciar. Los domingos, si hacía buen tiempo, las monjas nos llevaban de paseo al campo y nos adentrábamos por una zona donde había toros bravos, rebaños de ovejas, perdices y conejos; pero también animales salvajes: zorras, lobos, jabalíes y serpientes. Joaquín se llevaba a Tomi con nosotros y él nos cuidaba.
  Un día se fueron las monjas por discrepancias con la presidenta de la Fundación, y llegaron otras con diferentes hábitos. Y con diferentes corazones. 
Como Tomi no las conocía se ponía a ladrar saltando y tirando de la cadena. Una semana tardó la superiora en ordenar a Gaspar que le pegase un tiro. 

En su memoria, pero cambiando la i por una y para diferenciarlos, le puse su nombre a mi mascota actual: Tomy 
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EL MOLINO DE CARVAJAL EN ALGAR ( CÁDIZ)








El progreso acaba con la naturaleza. En la foto de mi amigo Lucas Gil R, el estado en que se haya hoy el Molino de Carvajal. Se puede ver gracias a la bajada del nivel de agua del pantano que lo cubre.

Abajo, la descripción que hago del mismo lugar en mi novela " La pista del Lobo", según lo recuerdo de cuando yo vivía allí en los primeros años de mi vida.

"El valle formaba un llano de más de quinientos metros de ancho por unos cinco kilómetros de largo. Comenzaba en los canchos de la Penitencia y llegaba a la carretera de Cortes, al sur, a los pies de la sierra de las Cabras. Allí el río tuerce hacia la derecha, y se dirige hacia el Tempul, donde empieza la cola del pantano de Guadalcacín. En medio del valle, destacando sobre la verde arboleda del río, estaba el Molino de Carvajal.
El Sol iluminaba la imponente mole del peñasco y las cumbres del desfiladero, dejando en sombras el húmedo bosque de las márgenes del río, que bajaba abriéndose paso con fuerza en el fondo. En el cielo azul una bandada de buitres volaba haciendo círculos y emitiendo graznidos; de vez en cuando, en el prado cercano se escuchaban los cencerros de los cabrestos y el mugido de los toros bravos. El murmullo del agua abriéndose camino entre las rocas, formando pequeñas cascadas de líquido cristalino; el trinar de los pájaros ocultos en el bosque de las orillas del Majaceite; el piafar de los dos caballos, que caracoleaban inquietos, contagiados, tal vez, del nerviosismo de sus jinetes... Eso era todo lo que se escuchaba en aquel hermoso paraje"

El Molino de Carvajal era una casa grande construida en medio del río. El muro del edificio formaba una pequeña presa de cuatro metros de profundidad.
Las aguas se introducían a través de una ventana abierta que dirigía el agua por una canalización subterránea hasta la sala donde estaba el molino propiamente dicho. El paso del agua hacía girar las aspas del eje, en cuyo extremo se hallaba una rueda grande de granito. La piedra estaba colocada dentro de un cajón grande, en donde se echaba el cereal que se quería moler. Una vez molido se recogía en sacos de lona, llamados quintales, que se colocaban en la parte inferior del cajón bajo una ventanilla, por donde salía la harina. Allí se molían todas las clases de cereales que producía la comarca.

El molino tenía su entrada hacia poniente. Era una puerta grande, por donde entraban las carretas y las caballerías, y por la que se accedía al patio interior para efectuar la carga o descarga de los productos. La puerta del edificio daba paso a un pasillo empedrado y en el centro de éste había una puerta a cada lado. La de la derecha daba al horno, donde se amasaban y cocían con leña las teleras de pan (barras de dos y tres kilos de peso); las tortas de pan con aceite, pasas y matalahúva; los roscos, los chuscos y molletes. Luego se cargaban en carretas y se llevaban a Algar. También se llevaban a los cortijos y caseríos de la zona cargados sobre mulos, que en fila india subían todas las veredas que rodeaban al molino.
La puerta de la izquierda daba a la vivienda de los dueños del molino: don José Sánchez y Ana García, quienes vivían con sus tres hijos: Miguel, Bartolo y Mari Pepa.

El agua del río atravesaba todo el patio por una canalización subterránea que iba desde la ventana del muro norte hasta la ventana del lado sur, por donde salía el agua en cascada después de hacer girar la rueda de granito. Junto al molino había una huerta con árboles frutales y hortalizas.

En los años del hambre (1941 a 1944), este molino salvó a centenares de personas, que hubiesen muerto irremediablemente por falta de alimentos: diariamente acudían grupos de personas hambrientas, con los niños a cuesta a través del monte, por senderos tortuosos, cubriendo los siete kilómetros que separan Algar del molino. A todo el que llegaba se le daba una rebanada grande de pan con aceite, mientras hubiera.

En las fotos de Lucas Gil, se muestra lo que queda de uno de lo molinos más conocidos y queridos de la sierra.Totalmente ecológico y respetando el entorno, sin necesidad de luz eléctrica, abastecía de harina y pan a Algar y su entorno.

Inundado por las aguas del pantano de Guadalcacín, una presa de 72 metros de altura, construida pensando que jamás se llenaría y cuyo arquitecto y propietarios cruzan los dedos cuando las aguas se acercan al limite de capacidad.
Bajo las aguas se halla también la ermita del Mimbral, donde me bautizaron.