sábado, abril 29, 2017

PRESENTACIÓN DE MI NOVELA EN ALGECIRAS


Dicen que a la vejez la persona regresa a la infancia: pierde el cabello, camina torpemente, balbucea en vez de hablar y... se hace sus necesidades encima.

Bueno, yo todavía no soy tan viejo: sé lo que hago, controlo mis esfínteres y, aunque escasea mi cabello, aún no estoy calvo.
Pero sí les puedo decir hoy que el próximo sábado, día 6 de mayo voy a regresar a una ciudad entrañable de la que guardo buenos recuerdos de mi adolescencia y de los últimos años de mi vida laboral: ALGECIRAS


Cuando yo estudiaba en Málaga, al finalizar el curso pasábamos un mes en un campamento situado en la sierra de Cortes de la Frontera. Y una de las actividades del campamento era las "marchas volantes", lo que ahora se llama senderismo, que consistía en dirigirse en fila a algún lugar digno de ver caminando campo a través cargado de mochilas.
Desde el campamento veíamos el mar y el Estrecho.
Una de estas marchas fue a la playa de Algeciras llamada "El Rinconcillo", donde por cierto me picaron la medusas, llamadas aquí "Aguas vivas", y el médico del campamento hubo de pedir ayuda a la Cruz Roja.
Tardamos tres días en hacer los de 80 kilómetros que separaban el campamento de la playa siguiendo el río Guadiaro. El viaje de vuelta lo hicimos en tren.
También recuerdo que cerca de la Estación de Renfe, íbamos en grupo andando por la calle y alguna mujer se acercaba a nosotros, abría el escote y nos enseñaba un manojo de cadenas de oro alemán con medallas o crucifijos. Las vendía a 25 pesetas, el salario de un día de mi padre . Yo compré una y la tuve durante casi veinte años. 
Luego, a principios de los 80 he trabajado en Palmones en la construcción de la central térmica, y venía a veces con compañeros de trabajo a cenar a Algeciras.
Pero desde que construyeron la autovía de Jerez — Los Barrios, cada vez que he viajado a la Costa del Sol, Algeciras se quedaba a un lado y no he pasado por ella.
Los conocimientos geográficos adquiridos en esas largas caminatas por la sierra los usé al escribir mi relato Castillo Viejo y un par de capítulos de "La pista del lobo".
Y es por razones literarias que vuelvo a la capital del Campo de Gibraltar.
El sábado día 6, a las 19,30, Dios mediante, presentaré mi novela "El amargo sabor de la miel" en el Casino de Algeciras.

Estáis tod@s invitad@s.

lunes, abril 24, 2017

NO SE PUEDE TENER TODO


foto de google Images para descargar.

Tras el accidente, la operación fue un éxito, pese a la avanzada edad del paciente.
Dos años después, el órgano transplantado funcionaba normalmente. Al principio, Paco notaba  un hormigueo continuo, señal inequívoca de que  la sangre  circulaba por el órgano transplantado. Aunque parecía dormido, los médicos  aseguraban que,  si no había rechazo, podría hacer  vida normal.
Julia, su esposa, le animaba diciendo:

— Seremos muy felices, cariño, como  cuando éramos jóvenes.

Los últimas pruebas y análisis  fueron positivos y le dieron el alta médica. Ambos decidieron celebrarlo.

 Después de cenar y brindar con champán, hicieron el amor apasionadamente. Julia, entregada, disfrutó un orgasmo  como jamás lo había sentido. Repitieron una vez más. Pero al alcanzar el clímax Paco sufrió un infarto y falleció.  Julia, fuera de sí,  gritaba maldiciendo al médico que no consideró necesario trasplantarle a Paco el corazón del joven  donante cuando le trasplantaron su espectacular y vigoroso pene.


Total= 150 palabras
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viernes, abril 21, 2017

A UN PANAL DE RICA MIEL, DIEZ MIL MOSCAS ACUDIERON...



"A las dictaduras les pasa como a las bicicletas, si se paran, se caen". Maruja Torres.

Eso es lo que le ha debido pasar al Partido de la Corrupción Española, que durante muchos años se ha estado enriqueciendo a costa de esquilmar el erario público y cuando se han parado por la acción de la policía y de los jueces, se cae día a día.
Ya no vale decir que el vivir por encima de nuestras posibilidades ha originado la crisis que nos agobia, impidiendo que respiremos con normalidad al llegar a la última semana del mes.
No vale decir que ha sido nuestra culpa el que se haya recortado el poder adquisitivo de los salarios y pensiones, la calidad de la Sanidad, la de Educación y el gasto en obras públicas que dan empleo.
Lo que ha pasado es simplemente que un funcionario público se ha llevado el dinero de la caja con guante blanco pero a cara descubierta. Se ha llevado varios millones a paraísos fiscales, los ha lavado y los ha puesto a secar en sus cuentas particulares, logrando hacer llorar a la inocente dama que le dio el cargo. La pobre vivía " sin enterarse de nada", dedicada como estaba a hacer lo mejor para lo madrileños.
¡Pobre mujer, con lo buena persona que es! Una presidenta entregada a su Comunidad, capaz de chulear a la policía y mofarse de la Ley aparcando donde le daba la gana y desafiando a los guardias que le amonestaban segura de su impunidad. ¡Ella, que miraba para otro lado y ponía la mano en el fuego por su amigo!

En fin, qué les voy a contar que ustedes no sepan ya.
Como dice el proverbio: " Siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el cadáver de tu enemigo". Y cada día el españolito de a pie ve pasar un féretro al asomarse a su televisor.
Pero de nada valdrá el esfuerzo de los investigadores ni el trabajo de los jueces instructores si después alguien en las altas esferas ordena archivar las causas y permite que nadie devuelva un solo euro robado y pueda pasearse libremente por las calles.
¿Cuántos delitos criminales van a ser archivados por haber prescrito?
— Sancho, con la Iglesia hemos topado
— Y la Justicia nos ha follado.

viernes, abril 14, 2017

¿CONSTITUCIÓN O CUENTO DE HADAS?

Dónde vas, España nuestra
dónde vas triste de ti
la Democracias está muerta
y volverás a sufrir

Dos interpretaciones opuestas de la Constitución Española obligan a reflexionar sobre la autenticidad de nuestra Democracia.


Constitución Española, articulo 16.3:
"Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones".

Por un lado, y alegando un artículo de la Constitución, el Gobierno obliga a retirar la bandera republicana que el alcalde de Cádiz colocó en la Plaza de la Constitución de su ciudad en conmemoración de la instauración, el 14 de abril de 1931, de la Segunda República.
Para ello moviliza a los jueces y las fuerzas de seguridad del Estado.


Por otro lado, el Ministerio de Defensa ordena izar la bandera española a media asta en duelo por la muerte de Jesucristo, contraviniendo el artículo 16.3 de la citada Constitución, y sin tener en cuenta las creencias individuales de los miembros de las Fuerzas Armadas.


Personalmente me importa un bledo que la bandera ondee a media asta o entera. Incluso si no hay bandera.
Lo que si me preocupa es comprobar que la Constitución se interpreta según los intereses de los herederos del Régimen anterior, convirtiéndose en una prolongación de la Ley Orgánica del Estado.

lunes, abril 10, 2017

HA MUERTO CARMEN CHACÓN

foto del diario EL PAÍS

Había una mujer guapa en el Gobierno y era ministra.
Cuando visitaba las tropas, España  quedaba indefensa:
babeaban los generales, soñaban los soldados, bailaba la bandera...
Y es que aun con uniforme, ella  estaba buenísima.
Era además inteligente, culta, amable y madre...
Pero lo que más llamaba la atención en el Congreso
era su dignidad, su decisión, su credibilidad, a pesar de ser socialista.


Siempre te admiré, Carmen Chacón. Qué pena que te vayas, y tan joven. Tenías tanto que decir y hacer todavía...
 Lo siento en el alma.
Descansa en paz

lunes, abril 03, 2017

AÑOS LENTOS, DE FERNANDO ARANBURU




Le estoy tomando gusto al estilo literario de Fernando Aramburu. 
El primer libro de él "Patria", que leí el mes pasado, me llamó poderosamente la atención su forma de narrar, diferente a cuanto yo había leído hasta entonces. 
Por eso he repetido con otro libro suyo. "Años Lentos", cuyo tema es el mismo: el gusano del independentismo inoculado por los curas en las almas inocentes de los jóvenes vascos.
Pero es que en este Aramburu usa una técnica desconcertante aunque resulta amena:
El narrador es el mismo protagonista que le va dictando al escritor Aramburu lo que debe escribir, algo así: " Esto te lo digo confidencialmente, pero no lo pongas, no sea que... Lo otro sí, pero sin tantas descripciones para no cansar al los lectores, se supone que son adultos". Y poco a poco va surgiendo la Historia.
Y así, en tres días, leyendo a ratos, me he leído esta interesantísima novela que nos acerca más al pueblo rural vasco cuando debía soportar la presión de la ETA, que a través de sus espías, los curas conocían al detalle la vida y pensamientos de cada paisano.

En este libro, que ganó el VII Premio Tusquet de Novela, el narrador, un niño que vive en casa de sus tíos, nos cuenta la atormentada vida de su primo, un joven reclutado por el cura del pueblo, quien le convence para cometer atentados. Perseguido por la policía, huye a Francia. Después de un tiempo de pasar calamidades y abusos por parte de la organización, le entra la nostalgia de lo que ha dejado en su pueblo y arrepentido, decide volver.
Su hermana es una chica obesa que pasa la vida con una pandilla de chicos, con los que fornica a diario. Se queda embarazada y no sabe quién es el padre. Como no desean escándalo, su familia la casa tres meses antes de parir con el tonto del pueblo como mal menor.
En fin , que me ha gustado mucho y pienso seguir leyendo a este reconocido autor, al que yo, como a tantos otros escritores famosos, desconocía

RESUMEN DE LA CONTRAPORTADA
A finales de la década de los sesenta, el protagonista, un niño de ocho años, se va a San Sebastián a vivir con sus tíos. Allí es testigo de cómo transcurren los días en la familia y el barrio: su tío Vicente, de carácter débil, reparte su vida entre la fábrica y la taberna, y es su tía Maripuy, mujer de fuerte personalidad pero sometida a las convenciones sociales y religiosas de la época, quien en realidad gobierna la familia; su prima Mari Nieves vive obsesionada por los chicos, y el hosco y taciturno primo Julen es adoctrinado por el cura de la parroquia para acabar enrolado en una incipiente ETA. El destino de todos ellos –que es el de tantos personajes secundarios de la Historia, arrinconados entre la necesidad y la ignorancia– sufrirá, años después, un quiebro. Alternando las memorias del protagonista con los apuntes del escritor, Años lentos ofrece además una brillante reflexión sobre cómo la vida se destila en una novela, cómo se trasvasa el recuerdo sentimental en memoria colectiva, mientras su escritura diáfana deja ver un fondo turbio de culpa en la historia reciente del País Vasco. VII Premio Tusquets Editores de Novela.

LA SEMANA SANTA


Óleo de Juan Pan García

Todos se habían marchado de vacaciones menos Pepe y yo, que vivíamos lejos de Málaga. Él era un superviviente del desastre de la presa de Ribadelago (Zamora), donde había perdido a toda su familia y el Gobierno le había concedido una beca en la misma escuela que estaba yo.

El internado nos abrumaba, se nos hacían largas las mañanas en un edificio tan grande. Las tardes no eran mejores, pues a las dos venía un celador por nosotros y nos llevaba a ver las procesiones en una tribuna del Sindicato Español Universitario, sita en mitad de la calle Larios. Allí nos daba un bocadillo de sardinas y un botellín de zumo de naranja y nos dejaba para irse con la novia no sin antes hacernos prometer que no nos moveríamos de nuestro asiento hasta que él regresara por nosotros.
O sea: llegábamos a las tres de la tarde y hasta las dos de la madrugada permanecíamos en la tribuna viendo pasar cristos y vírgenes, nazarenos y bandas de cornetas militares. Un día y otro día, desde el lunes hasta el sábado.

Un día, hartos de ver lo mismo, nos escapamos y nos fuimos a la playa. El agua estaba helada, pero nos bañamos. Como no teníamos toallas, nos secamos luego al sol.
Justamente aquel día el celador decidió ir a la tribuna con la novia a llevarnos un trozo de bizcocho que ella misma había hecho para merendar. Al no hallarnos se puso muy nervioso, y, pensando que nos habíamos cansado de las procesiones y habíamos regresado a la escuela, fue a buscarnos. Aún no habíamos llegado y al no encontrarnos tuvo mucho miedo a que nos hubiese pasado algo y él, como responsable nuestro, perdiese el empleo.
Desde la centralita de la escuela llamó por teléfono a la Guardia Civil para denunciar nuestra desaparición, pero al parecer le respondieron que debía esperar unos días antes de denunciar para ver si nosotros mismos regresábamos.
Cuando aparecimos en la escuela nos arreó tal bofetada que a mí se me hinchó la cara y a mi compañero le partió el labio y sangraba por la nariz y la boca.

A partir de ese día ya no se separaba de nosotros. La novia venía a buscarlo en un coche de caballos y todos juntos nos íbamos a pasar la tarde en la tribuna y, ya de madrugada, nos sentábamos en una terraza para tomar un refresco con chanquetes o chocolate con churros.
Así pasé la Semana santa durante los cuatros años que permanecí estudiando en Málaga.

El mejor día era el Jueves Santo: la Legión con el Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Esperanza llegaban al mismo tiempo a la entrada de calle Larios y ambos se cedían el paso sin descansar, avanzando el uno y retrocediendo el otro. Así una y otra vez. El capataz de cada paso animaba a los costaleros gritando: "Una vez más, les vamos a ganar", y éstos, con los rostros cubiertos de sudor, obedecían acallando los lastimeros gritos de sus sangrantes hombros,