sábado, enero 30, 2021

AVISO PARA QUIENES COMPRARON MI NOVELA "CUANDO ESPAÑA DESPIERTE":

 


AVISO PARA QUIENES COMPRARON MI NOVELA "CUANDO ESPAÑA DESPIERTE":

¡Buenos días, amig@S!
Me complace avisaros de lo siguiente:
Acabo de publicar mi autobiografía :“Carretera y manta, memorias de un emigrante español”, en sustitución de mi novela “Cuando España Despierte”, la cual he cancelado y ya no está en la línea de ventas de Amazon.
El motivo es que mi primera idea en 2018 fue publicar mis memorias, pero una amiga mía, que revisó el manuscrito, me aconsejó que no lo hiciera con este argumento: "Dado que no eres una persona conocida y famosa, a nadie interesará tu vida."
Por eso escribí una historia novelada con un 30% de ficción, donde presento a un jubilado, cuya esposa fallece a causa de la violencia policial, que le impulsa a atentar contra el Parlamento y acaba en la cárcel.
Pero mi conciencia me decía que esa no era la historia que yo soñaba con publicar para que mi descendencia y mis amig@s supieran de mis andanzas y sacrificios como emigrante en España y el extranjero.
Por consiguiente, en esta nueva obra he eliminado toda referencia a la ficción anterior y he escrito mis vivencias reales, triunfos y fracasos, interese o no al público en general.
Es por eso que, sabiendo que vosotros me apoyasteis comprando “Cuando España despierte” (que contiene el 70% de mi nueva novela, ”Carretera y manta”), mereces que te advierta de que son dos historias iguales. Solo difieren en que la anterior contiene tres capítulos de ficción política, y "Carretera y manta" es la verdadera historia de un emigrante español retornado, que soy yo, el autor.
Agradecido por tu apoyo y atención a esta carta, te envío un fuerte abrazo. Juan Pan García

viernes, enero 15, 2021

EL HOMBRE DEL FRAC

 


Mi pensión no me llega a final de mes y me he visto en la obligación de buscar un trabajo extra. En todas partes me rechazan por la edad al no poder realizar los esfuerzos físicos que exigen ciertos trabajos; además está en contra de mí el el hecho de ser un jubilado. Es por eso que vi el cielo abierto cuando el día 5 de enero del presente año me llamaron desde Madrid para proponerme un empleo de cobrador de morosos.

No necesitaba ser fuerte ni mostrar un abdomen ondulado cual tableta de chocolate, ni tampoco presumir de juventud; solo necesitaba tener el valor, el duro corazón y la poca conciencia de presentarme en las viviendas a exigir a las personas señaladas en mi lista el pago de las deudas pendientes, siguiéndolas si fuere necesario por todas partes vestido con un frac, como si fuese al teatro de la Opera,

Cuando la semana pasada la empres me envió el dossier de mi amiga del alma, mi amor secreto a voces, aunque no pueda desvelar aquí su nombre por eso de la defensa de los datos privados, el corazón me dio un vuelco, un "sursaut", un brinco, ¡joder ya me entienden!

Mi amiga del alma, mi musa, inspiradora de mis poemas amorosos, la culpable de mis desvelos (ahora mismo son las cuatro de la mañana y mientras ella duerme apaciblemente y sin sospechar nada, cansada después de haber echado un polvo que ya quisiera echarle yo, me encuentro aquí pensando en ella, escribiendo sobre ella, sobre nosotros). ¡La niña de mis ojos está endeudada y me envían a mí a cobrar la deuda!

Me viene a la mente su belleza, su sonrisa eterna, su trasero divino... y su orgullo luciendo a su maridotreinta años más joven y más alto que yo, y mucho más atractivo (tiene el aspecto de un cónsul romano) presumiendo siempre de su nuevo y lujoso todo terreno Kia Sportage, mucho más caro y potente que mi Seat Ibiza del 99...

Ella sabe que la amo. Lo sabe por mi forma de mirar con la mirada extraviada, pensante, extraviada ( ¡Uy, esto ya lo he dicho!), por las palabras melosas que le he dedicado, por los poemas encendidos que me ha inspirado y he publicado sin poner nombres, pero que ella sabe que va dirigido a ella, ¡y porque se lo he dicho, joder, que todo hay que decirlo aquí para que entiendan ustedes!

Le dije:

―Te quiero, musa mía, te adoro y quiero hacerte mía.

¿Zí?, y tu muhé, ¿lo zabe ella? ¡Anda y largate lla! Má vale que la cuide y la quiera pue ella é la que te mantiene tan apuecto y tan zano. Y no me güelva a decíl ná de ezo, Juan, que no me quiero enfadá con uctede.

!Qué corte por Dios! No sabía adonde meterme. ¡Y yo que creía que ella me correspondía!

Y ahora tenía en mis manos el poder y la ocasión de bajarle los humos.

― Buenos días, morenita mía, vengo a cobrar una deuda de tres mil trescientos cuarenta y seis euros a una tienda de mueble. Me lo vas apagar o te amargo la vida.

― ¡¿Quéeeeeeeeeee?! ¿Que ezo hioputa te han disho que llo le debo dinero? ¡¿A tiiiiii?!

― Po zí, a mí. Y no me voy sin cobrar.

― Ay, Juan, no me haga ecto, por favó, que ezo de la deuda no lo zabe ni mi marío.

― Pues a ver qué hacemos, porque ese es tu problema, yo cumplo con mi trabajo...

― ¿Y no podemo arreglal-lo tú y yo, zin que ze entere naide?

¡Wauuu, por fin! Ya se le ha olvidado el orgullo, ya no me mira por encima del hombro. Ahora voy a tener la ocasión de obtener compensación por sus anteriores desprecios. ¡Voy a ir a por todas! Sí, ya sé que no es ético aprovecharse de una mujer débil que no razona impedida por el miedo a que la gente sepa que no es lo que aparenta.

― Tú ya sabes la única cosa que deseo en la vida, corazón. Si me la das, me olvido de cobrar; pero te advierto que vendrán otros, la compañía quiere cobrar...

― Oye,,, Juanito...tú no me ectará proponiendo acoctarte conmigo, ¿verdá?

― Pues... Si no quieres deshacer la cama, no hace falta que nos acostemos; aquí de pié te como a besos

― Bueno, zi é zolo comparí uno bezo, vale. Má no porque tengo la regla.


¡La madre que me parió, para una vez que... !


― ¡Un abrazo y unos besos, y acariciarte y comerte entera, chiquilla que me tienes loco! Venga ya que es tarde!

Y en el momento de abrazarla e ir a besarle los labios recibo un golpe en el ojo que veo las estrellas. ¡¿Coño, qué pasa, dónde estoy?!

Mi mujer me ha dado un codazo en el centro del ojo al girarse en la cama. Y encima me pregunta:

¿Qué ta pazao, cariño? Anda y duermete otra vé que é mu temprano

sábado, enero 09, 2021

LOS EFECTOS DE LA CRISIS

 


Me he enterado en la radio de que el aeropuerto de Barajas está a tope de viajeros esperando anuncien la salida de sus aviones.

Después de pasar la noche durmiendo en los bancos y sobre sus maletas, la compañía ADENA les ha ofrecido un café con magdalenas y donust. Había un señor que se bebía el café, se comía los donust y guardaba las magdalenas en la mochila: Luego se cambiaba de sitio para volver a desayunar. A la tercera vez la azafata lo ha descubierto:

—¿Usted no ha desayunado antes? Creo que lo he visto, yo misma le he servido.

—Sí, es que estoy recopilando vitaminas y energía para poder volver a mi casa

—Pero su vuelo saldrà dentro de unas horas, seguramente. Ya le darán su almuerzo en el avión. ¿A dónde se dirige usted? ¿Nueva York, París, Berlín...?

—No, no; a mí me dan miedo los aviones. Yo estoy esperando a que las máquinas quitanieves limpien la calle para dirigirme al cajero de Bankia del pueblo, que es donde vivo.


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