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domingo, noviembre 11, 2012

EL CASTILLO DE SAN MARCOS




 Dice el refrán que « En casa del herrero, cuchillo de palo». Se refiere sin duda al hecho común de interesarse  más por las cosas externas que por las propias. Y en mi caso viene como anillo al dedo dado que en los últimos años me he dedicado a visitar monumentos de otras  ciudades despreciando los del lugar en que vivo. Como los veo a diario, me digo: Estos no se me van a escapar, comenzaré por ver los de otros lugares.

Y resulta que por una razón u otra El Puerto de Santa María, la ciudad que me adoptó en 1982 es casi una desconocida para mí: de los tres monumentos importantes que posee, dejando aparte sus numerosa bodegas visitables, sólo conozco dos: la Iglesia Prioral y el Castillo de san Marcos. En el otro, la Real Plaza de Toros, no se me ha perdido nada: amo a los animales y, por consiguiente, soy antitaurino.

El castillo, ubicado en el  centro de la ciudad, lo he visitado en dos ocasiones, invitado  a asistir  a una conferencia sobre  Seguridad Ciudadana en la capilla del castillo, y otra acompañando al Secretario Local del sindicato CC. OO a una degustación de vino en la bodega del castillo. Éstas son las únicas piezas que he visto del interior. Mi esposa nunca ha entrado, a pesar de que llevamos 30 años viviendo en la ciudad.  

Y ayer, sábado día 10 de noviembre leo en el Boletín de Ocio de El Puerto que había jornada de puertas abiertas a las 13`30 horas, con visita guiada y copa de vino incluidas.

Esa hora no nos convenía y decidimos ir al centro de la ciudad a  las once, para realizar unas compras y visitar el castillo.

Primera sorpresa: aunque el Boletín declaraba el sábado Día de Puertas Abiertas, el vigilante me dijo que se trataba de un error y que  había de pagar una entrada de 6 euros por persona.  La visita gratis era la de las 13`30, pero ya se había cerrado el número de invitaciones, copadas sin duda por las autoridades y sus amigos, como sucede siempre.

Bueno, de acuerdo, pagaré las   dos entradas— le dije. Entré en el recinto, pero antes de dirigirme a la taquilla  quise hacer algunas fotos del patio interior y el vigilante se acercó y me dijo:

— Las fotos en el interior del castillo están prohibidas.

O sea: 1º  Pagas una entrada en un día declaración de puertas abiertas. 2º Al ser el castillo una propiedad privada, no hacen descuento en el precio de la entrada, como conceden en todos los museos y monumentos  públicos. 3º Y encima no permiten hacer fotos para el recuerdo

Me quedé pasmado. Yo no tenía mucho interés en la visita porque ya había visto lo principal y sólo me faltaba por ver la sala  restaurante reservada a celebraciones de bodas y comidas de empresas, pero ya que había venido hasta allí  deseaba que mi esposa disfrutara de la visita guiada..

Fue mi esposa la que habló primero: Juan, vámonos y que le den al castillo. El interior ya lo conocemos por las fotos y videos  de los reportajes turísticos y las que hiciste las dos veces que has  entrado. Prefiero que nos sentemos en una terraza en pleno centro y nos tomamos el aperitivo.

Así que pensaba compartir con vosotros un reportaje de la visita; pero como no se llegó a realizar solamente os mostraré las fotos del exterior del castillo y un resumen de su historia


El castillo de San Marcos es el  más importante y atractivo monumento de El Puerto de Santa María. Actualmente  pertenece a Bodegas Caballero, ya saben la del Ponche Caballero y el vino fino Pavón. El castillo se puede visitar todos los día de 10 de la mañana previo pago de una entrada. También se puede usar para celebraciones de bodas ,comuniones y otros eventos en sus dos salones. Contiene zonas ajardinadas

                                                                   HISTORIA

El Castillo de San Marcos de El Puerto de Santa María se construye sobre una antigua mezquita islámica, transformada en iglesia fortificada en tiempos de Alfonso X El Sabio hacia el año 1264, quien fortificó el santuario con cuatro torres, dos de planta hexagonal y las otras dos de planta cuadrangular, utilizándose la planta baja de las primeras como capilla mayor para la Virgen de los Milagros.

El castillo sirvió de defensa contra nuevas invasiones del norte de África. Más tarde pertenecería a Guzmán El Bueno, quien a su vez lo dona a su hija Leonor de Guzmán en 1306 con motivo de su matrimonio con Luis de España, dando comienzo así a la Casa de los Medinaceli.
 
En este castillo se recibieron a dos ilustres marinos: Cristóbal Colón y a Juan de la Cosa. Fue aquí donde en el año 1500 Juan de la Cosa pintó sobre pergamino de 93 x 183 cms el Mapa-Mundi cuyo  original  se conserva en el Museo Naval de Madrid.

 


 

El puerto de Santa María fue incorporado a la Corona de castilla en 1729, pero la Casa de Medinaceli retiene la propiedad del castillo. En el año 1868 el castillo fue abandonado y no fue hasta la década de los 40  del siglo pasado  que fue restaurado.

Actualmente pertenece a la famosa firma bodeguera portuense Bodegas  Caballero.

Fotos del castillo y su entorno




Abajo: Fotos del interior del castillo sacadas de internet


sábado, agosto 04, 2012

VISITAR ROMA

 Mis querid@s amig@s: Si  a pesar de la crisis tenéis proyectado  ir de vacaciones a Roma, os invito a leer mi experiencia en esa bella ciudad para que tengáis una idea  realista de lo que os vais a encontrar, pues los folletos turísticos sólo mencionan lo mejor.
 Pinchad en este enlace, son tres entradas seguidas. Aunque  de eso ya han pasado algunos años, y algunas cosas posiblemente hayan cambiado, en ellas encontraréis fotos y  opiniones sobre Roma:

http://ellugardejuan.blogspot.com.es/2006_11_01_archive.html

lunes, julio 05, 2010

PASEANDO POR LA SIERRA: SETENIL

A mí no me gustan las aglomeraciones playeras, ni permanecer estrujado entre miles de personas estiradas al sol llenas de grasas y cremas escuchando diferentes emisoras de radio; ni que me salpiquen de arena. Soy muy raro, pero es así.

Por eso el domingo 4 de julio, a pesar de que vivo a cinco minutos en coche de la playa, le pregunté a mi Carmen si se encontraba bien para ir a dar un paseo por la sierra de Cádiz y detenernos en uno de los llamados «Pueblos blancos» que aún no conocemos.

Le propuse Zahara y Setenil, y eligió el segundo.

Setenil es un pueblo situado a 640 metros de altitud sobre el nivel del mar y a ciento treinta kilómetros de mi casa; cuenta con tres mil habitantes a quienes se les llama setenileros/as

Poco antes de llegar me encontré con un desprendimiento del firme en la estrecha carretera comarcal, que llegaba hasta el centro de la calzada. Sucedió el pasado invierno con las fuertes lluvias que produjeron inundaciones en Jerez. Han pasado seis meses y aún está esta carretera semicortada, con unas balizas que señalan el boquete, y que obligan a pasar de uno en uno. Curioso que en la capital se gasten miles de millones de euros en un puente que cuesta casi lo que vale la ciudad entera , y en fastos para celebrar el bicentenario de la Constitución de 1812, y no haya dinero para reparar un socavón de dos metros en la única carretera que conecta Setenil con el resto del mundo. Pobre del conductor que viaje por allí de noche y se despiste un segundo. Ignoro quién es el alcalde que permite eso en su municipio, pero es lo mismo: son todos unos mandados, obedecen a sus jefes de partido, que no viven ni pasan por la zona.

A ver cuándo se espabilan los paisanos de la sierra y se dan cuenta de que los políticos sólo se acuerdan de ellos unos días antes de las elecciones, y que piensan que los que viven en los pueblos sólo son unos paletos que no sirven para otra cosa que para recibir limosnas como el PER para que les sigan votando, y por tanto no tienen derecho a progresar ni a recibir educación como los Cádiz capital. ¿Dónde están el presidente de la Diputación y sus diputados ahora? ¿Dónde la Junta de Andalucía?¿Qué hacen, además de debatir sobre el sucesor y las elecciones, por atender las necesidades de la provincia?

Hacedme caso: cuando os pidan el voto, un buen corte de mangas y que se vayan a tomar por culo.

Pero bueno, a lo que íbamos: SETENIL

Al parecer, según los folletos informativos de Turismo, la conquista del pueblo, considerado casi inexpugnable, era fundamental para avanzar hasta Granada. El nombre SETENIL proviene del hecho que fue sitiado siete veces por los ejércitos cristianos hasta conseguir la victoria sobre los nazaríes. ¡Siete veces!, a contar desde los tiempos de Juan 1º de Castilla, hasta el reinado de los Reyes Católicos, siendo el 21 de Septiembre de 1484 el día de la victoria.

El Rey católico premia a sus soldados y concede a la villa la Carta de Privilegios en 1501, que otorga un elevado número de beneficios equiparables a los que disfrutaba la ciudad de Sevilla.

No son museos ni edificios históricos ni actividades culturales lo que se puede ver en Setenil; lo más interesante que el visitante puede hacer es recorrer el pueblo. Su encanto reside en el diseño de sus calles. La principal de ellas se inicia en la carretera y baja en elevada pendiente hasta el centro urbano y sigue luego pegada a la roca hasta el río, lo que le confiere una singular disposición a sus calles trasversales con diferentes niveles de altura.

En la parte baja los vecinos han aprovechado el hueco creado en la roca por el río para construir un tipo de vivienda que se diferencia de otras casas cuevas que he visto en Andalucía en que no excavan la roca, sino que se limitan a cerrar la pared rocosa y desarrollan una vivienda estrecha, alargada y alta (algunas he visto de tres plantas).

Como vi la calle tan estrecha y tan pendiente, supuse que el aparcamiento estaría escaso en el centro urbano. Dejé mi coche en la entrada, cerca de la carretera, y bajamos caminando para hacer ejercicio y, de paso, fotografiar las cosas de interés.


Mientras descendíamos, fotografiando y admirando la belleza del lugar, yo pensaba en el esfuerzo que supondría luego volver hasta el coche, pues el desnivel era considerable. La entrada al pueblo es fea: una calle con muchas pendiente con casas bajas y de dos plantas, como en todos los pueblos, y coches aparcados en fila de cualquier manera. Pero al llegar al centro urbano la cosa cambia: hay una plaza, y, al lado izquierdo, un estrecha calle en cuesta con un arco que da acceso a la iglesia y a los restos de la muralla árabe. Una vez arriba, hay una pequeña plaza con miradores a dos lados, desde donde se disfrutan de preciosas vistas del pueblo, de la sierra y de las casa-cuevas construidas en el fondo del tajo que tras millones de años de erosión ha construido el río Guadalporcún.

En la plaza había algunos restaurantes de gran calidad, pero pensamos que, si nos deteníamos a comer allí, luego no tendríamos ganas de visitar el pueblo. Y decidimos verlo todo primero y luego comer en algún lugar típico del lugar. Nos indicaron unos bares restaurante construidos bajo la misma roca, al fondo del pueblo, pegados al río. Y allá nos fuimos.

Bajamos por calles tan estrechas que el sol no llegaba a las aceras y se mantenían en permanente penumbra, con un frescor que se agradece en el caluroso mediodía de julio.

Impresionaba pasear por aquellas estrechas y escalonadas calles bajo un techo de roca, que nos conducía al río. Cruzamos un puente y pasamos a una calle de casas edificadas de tal manera que parece que sostienen ellas solitas la enorme roca que las cubre y las protege del sol y de la lluvia.

Llegamos a la zona de las tabernas típicas llamadas “De sol y de sombras” porque en unos pega el sol y debe de ser maravilloso sentarse en una de sus terrazas en invierno, resguardados bajo el techo de arenisca, y en los otros, como el que escogimos para comer, ofrecían una terraza extraordinaria para comer en verano

La diferencia entre estas tabernas y los restaurantes de la plaza estriba en que en éstos había comida caliente o fría a la carta, que ofrecían gastronomía típica local con un primero, segundo, postre, café etc. Y en donde comimos sólo tenían tapas y raciones de frituras. Pero ya estábamos hambrientos y muy lejos de la plaza para volver. Y nos sentamos.

Un entrecot de veinte cms de largo por diez de ancho y dos de grueso y casi crudo con patatas fritas de las que venden congeladas; un plato con diez croquetas de bacalao muy ricas; cuatro cervezas, dos cucuruchos grandes de helado de chocolate (no tenían otros), nos costó 25 euros.

La próxima vez, bajaré en coche hasta la plaza, pues constaté que había aparcamientos, luego descenderé hasta el río a ver todo el paisaje y regresaré a la plaza para comer como Dios manda.

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jueves, julio 01, 2010

EL CASTILLO DE SAN MARCOS

Hoy he tenido que ir al Ayuntamiento para solicitar un documento y he pasado por delante del castillo de San Marcos, uno de los monumentos más visitados de toda la ciudad.

Sus torres se recortaban en el cielo azul, y la brisa marina acariciaba sus muros y llenaba mis pulmones con un aire mezclado con algas, yodo y salitre cuando tomé esta fotografía esta soleada mañana del 1º de julio, a las diez, cuando aún el sol no se había vuelto impertinente.


Este castillo fue construido sobre una mezquita musulmana del siglo X.
Fue transformado en varias ocasiones en siglos posteriores, hasta una última restauración que se llevó a cabo en 1943.
Tras conquistar la ciudad a los árabes, el rey Alfonso el Sabio ordenó, a mitad del siglo XIII, convertirlo en iglesia-fortaleza en honor a la Virgen.

Antes, como castillo, sirvió de defensa contra nuevas invasiones del norte de Africa.
Más tarde, Sancho IV se lo dio a Alonso Pérez de Guzmán El Bueno, Duque de Medinaceli, quien a su vez lo dona a su hija Leonor de Guzmán en 1306 , como regalo de boda al casarse con Luis de España, de la casa de La Cerda .

Con Luis de la Cerda la iglesia-fortaleza recibe a Cristóbal Colón y a Juan de la Cosa. Fue en este castillo donde Juan de la Cosa creó su Mapamundi, un mapa pintado sobre un pergamino de 93 cm de alto por 183 de ancho, el cual se conserva en el Museo Naval de Madrid.
En una inscripción del pergamino dice: fue hecho por. el marino Juan de la Cosa en 1500 en el Puerto de Santa María (Cádiz). Estaba tan exquisitamente decorado que se cree que se hizo por encargo de algún miembro poderoso de la corte de los Reyes Católicos.

Juan de la Cosa y su mapa han recibido el reconocimiento de los portuenses, quienes han erigido un busto del marino, y una fuente decorada con un relieve del mapa, en un rincón junto al castillo.

Actualmente el castillo pertenece a Bodegas Caballero, la famosa firma portuense. En ella se realizan festivales de música medieval y una cátedra de estudios de Alfonso X.
Se puede visitar gratuitamente todos los martes, de 10 a 14 horas, el resto de los días cuesta 5 euros a los adultos y 2 a los niños, y se obsequia a los visitantes con una copa de vino fino. El domingo y los lunes permanece cerrado.
Este castillo hizo las funciones de Ayuntamiento hasta finales del siglo XVII.

Fue declarado Monumento Artístico Nacional el 30 de agosto de 1920.

Más información en los teléfonos (956) 85 17 51 y 627 56 93 35.


Luego, de camino hacia mi casa, me pasé por la Biblioteca Municipal para coger algún libro y en la planta baja vi una exposición de fotografías antiguas y este magnífico barco, construido en el Centro Penitenciario Puerto 2

Con la masiva llegada de turistas y veraneantes, en verano se duplican las ofertas culturales.

domingo, junio 06, 2010

« El DOLMEN DEL GIGANTE»



Esta mañana he ido en mi coche a El Gastor, un pueblo muy bonito situado a unos 140 km de mi casa. Es la cuarta vez que lo visito en los últimos tres años. Y, desde la primera vez, decidí que debía subir al monte Algarín,y hoy tenía la mejor ocasión

Había quedado con un vecino mío, un joven militar destinado en Madrid que había venido a pasar el fin de semana. El objetivo era visitar el Dolmen del Gigante y luego subir hasta la cima del monte Algarín, para hacer un video panorámico del paisaje que se contempla desde lo alto.

Pero mi joven amigo ha pasado la noche del sábado de fiesta y ha llegado a su casa a las seis y media de la mañana, y, con voz pastosa y compungida, me ha dicho algo así: «Lo siento, Guan, mentretenío un poquillo má de la cuenta, y creo que no va a podé sé»

¡Y yo que lo tenía todo preparado!

Durante la semana había tomado nota en los mapas del itinerario a seguir; había llamado por teléfono al ayuntamiento para informarme de si estaba permitido subir a los particulares sin guía del ayuntamiento. Supe que el acceso a El Gastor estaba cortado porque este domingo celebraban la fiesta del Corpus, y que debía desviarme por la circunvalación y dejar el coche en un carril a un centenar de metros del pueblo.

Así que a las ocho salí de casa yo solito hacia la sierra, y a las diez me hallaba subiendo a la montaña


La única señalización que existe del dolmen es un letrero a la entrada del camino de acceso. Es un camino con bastante pendiente que al principio está pavimentado, pero luego da paso a un carril de tierra erosionado por las lluvias.


El dichoso camino sube tan pendiente, que debía detenerme a cada instante para que las pulsaciones y la respiración no hicieran estallar mi tórax. Desde el cartel anunciador, situado a 650 metros de altitud sobre el nivel del mar, hasta el dolmen, que está a 800 metros de altura, hay que subir un kilómetro en línea recta, lo que resulta un desnivel del 25%.



A mitad de la subida me detuve a la sombra de un algarrobo para tomarme un zumo, pues lo necesitaba.


Llegué a una meseta donde había una cancela verde, tal como me había dicho el funcionario del ayuntamiento, la abrí y entré en la finca. Pasé junto a una alberca escondida entre frondosos árboles,


y seguí hasta una casa en ruinas;

luego rodeé la casa y me dirigí al lugar señalado por una cerca de alambres en cuyo interior se hallaba el dolmen del Gigante


Es el monumento megalítico más grande de la provincia de Cádiz, según presumen los gastoreños. A pesar de esta cualidad, no está protegido ni cuidado, y, según dicen, ha sido ya expoliado repetidamente.

El "Dolmen del Gigante", según dicen los entendidos, cuenta con unos 6000 años de antigüedad. En él se encontraron hachas pulimentadas, puntas de flechas y restos de cerámica.

Tiene unos ocho metros de largo, y está construido con pesadas losas de granito sobre pilares del mismo material. Le faltaba la penúltima losa y por allí me descolgué al interior. En aquel hueco pude estar de pie, pero para atravesarlo tuve que agacharme, pues no tendría más de metro y medio de altura. Saqué las fotografías del interior y salí caminando en cuclillas por el otro lado

Yo lo encontré mal cuidado, sucio, peligroso, pues estaba lleno de rendijas, entre las piedras, y proliferaban los yerbajos altos y espinosos en torno al monumento, donde bien puede esconderse una serpiente o cualquier otro bicho.

Al salir de la finca seguí un camino que debía llevarme a la cima del monte.

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Pero cuando había ascendido unos trescientos metros me dio por pensar que yo estaba solo en la montaña, que todos los gastoreños estaban de fiesta en la procesión, y que si me picara una serpiente o tarántula no me daría tiempo ni a sacar el teléfono móvil y nadie podría venir en mi auxilio.

Y regresé.

Si este lugar estuviese en Francia, les aseguro que estaría protegido y conservado en condiciones apropiadas para los millares de visitantes que sin duda alguna recibiría. Lo digo porque en las cercanías de París estuve en un bosque en el que había un dolmen, y había bancos y mesas entre los árboles para que pudiesen merendar las familias, pistas para pasear a caballo y en bicicleta, un hotel- restaurante y caminos con los troncos de los árboles señalados para evitar perderse.

España es diferente.

El regreso fue mucho más fácil pero no menos peligroso, porque la pendiente me arrastraba y tuve que ir con mucho cuidado para no resbalar y caer.A las doce, estaba en la plaza en medio del gentío sacando fotos de las bonitas calles de El Gastor, engalanadas de jaras y geranios para la ocasión.

Pasé un día muy agradable, pues en el pueblo me encontré con una persona a la que quiero mucho y desde hacía dos años no veía. ¡Misión cumplida!


EL CORPUS EN EL GASTOR

Pinche en el cuadro gris de las opciones para verlo en pantalla completa

En mi juventud, visité un grupo de dólmenes en la Fôret de Rambuillet, no muy lejos de París, y vi como desde 1910 lo habían declarado monumento nacional y a todo el bosque "zona protegida".

Había una antigua y curiosa casa edificada junto a uno de ellos, donde vendían postales y recuerdos. Podéis verla aquÍ:

http://www.stleger.info/les72StLeger/region4/78.pierreardoue/78.pierreardoue.htm




jueves, noviembre 23, 2006

FOTOS DE ROMA


Fontana de Trevi
Sarcófago real en el Panteón
Mi sobrina Patricia, mi guía por Roma
El Vaticano
Castillo de San Angelo
El Vaticano


Vista aérea sobre el Mediterráneo















Monumento a los Caídos por la República Italiana.






Vista interior de El Panteón




























Parte superior de la Fontana de Trevi



Foros Romanos





































El Coliseo









Arco de Tito
Vista interior de El Coliseo















Cuando sobrevolaba las nubes con un pellizco de miedo y el estómago encogido, mirando dónde podría agarrarme en caso de que cayera el avión, no podía imaginar las maravillas que me esperaban en Roma.
A pesar de conocer la historia de la famosa ciudad imperial y de haberla visto muchas veces a través del cine y de los libros, uno no puede impedir quedarse deslumbrado ante tanta belleza. Desde las cuevas de los primeros pobladores del lugar, allá por los años 800 A.C. hasta el grandioso monumento a los caídos ordenado por Mussolini, pasando por el colosal teatro romano Coliseo, el ostentoso Vaticano con sus museos y palacios, los Foros Romanos, el castillo de San Ángelo, el Arco de triunfo que mandó construir Tito en memoria de la destrucción de Jerusalén, en cumplimiento de la profecía de Jesús: "Y vendrán y destruirán este templo, y seréis llevados cautivos a lejanas naciones" (Evangelio de S. Lucas, cap 21,vers 24). Todo ello deja en el visitante una huella difícil de olvidar.