FELIZ NAVIDAD

Fotos de la red

Hoy, mientras desayunaba ricas tostadas de aceite andaluz con lonchas de jamón he  escuchado en la Cadena SER que más de cuatrocientos niños palestinos de entre siete y catorce años se acumulan en las cárceles de Israel sin mantas ni apenas comida.

 Una madre palestina contaba el dolor que sentía al ver a su hijo a través de una ventanilla durante media hora y ver en su cuello las marcas de la tortura.

 Los soldados habían encontrado una bolsa que contenía material para hacer bombas enterrada en un jardín próximo a su vivienda, y se llevaron al niño. 

Podían haber detenido a sus padres o hermanos mayores (tiene seis), pero los niños son más débiles y maleables. Tras un intenso y cruel interrogatorio el niño confesó que unos hombres le habían pedido que enterrara la bolsa en el jardín si no quería tener problemas.

Los soldados israelíes detienen a niños por lanzar piedras contra los invasores y les someten a consejos de guerra, contraviniendo la Ley del Niño, que prohíbe la encarcelación, la tortura y la pena de muerte a los niños.

  

 Me duele saber que mientras en millones de hogares esta noche ha sobrado comida y bebida y las familias se lo han pasado bien reunidas junto a la chimenea o en pisos confortablemente caldeados, en Jerusalén cuatrocientos niños han pasado hambre y frío separados de sus familias y amontonados en celdas sin colchón a la espera de un juicio sumarísimo ante un tribunal militar.

Hoy mi cielo no es azul, mi mar no es azul, la rama de olivo no significa  esperanza.

Las palabras no significan nada, suenan huecas, son falsas.

Hoy es 25 de diciembre, celebro el nacimiento de Cristo; pero no siente alegría mi alma. Él no quería esto