"Hay un momento extraño,
apenas sin saber cómo ha llegado,
en que todo se rompe
el ídolo se cae del pedestal
y ocupa su lugar
en el mundo que habitan los mortales". Ana Montojo.
Los días se siguen unos a otros pero en nada se parecen; cada uno escribe su propia historia.
Sucede que a veces una persona se siente respetada, querida y ensalzada, flotando en lo más alto y de pronto, sin mediar aviso, el reloj del tiempo se detiene un momento y quien momentos antes era un dios para sus amig@s, aparece como un ser normal, con todas sus virtudes y máscaras.
Y para eso es suficiente con un desliz, una palabra a destiempo, divulgar cosas íntimas o unirse a tus enemigos. Cosas estas que por sí solas no rompen la relación, pero la debilita: ya nunca será de la misma calidad ni fortaleza que antes, porque el dios que adorábamos se ha revelado como un mortal cualquiera.
Juan:existe una canción de José Alfredo Jimenez que dice "no soy monedita de oro pa caerle bien a todos, así nací y así soy si no me quieren... ni modo "
ResponderEliminares ley de vida.
hasta pronto mario
Esa es la actitud correcta; hay quien quiere cambiarte para que seas a medida de sus caprichos; pero al final es peor. Mejor es ser uno mismo, como dice esa canción.Un abrazo, Mario. Gracias por pasar.
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