El sábado le habían dejado con su hermanita metido en una caja en la puerta de la Protectora de Animales " Sol y Luna", y esta mañana lo hemos adoptado. Se llama Tomy, y según el veterinario, tiene entre seis y ocho semanas de edad.
Es muy bueno y cariñoso, sólo quiere cariño. Me ha dolido separarlo de su hermana, pero yo con uno tengo bastante, pues he tenido antes otro perro y sé que es una gran responsabilidad. Si alguien quiere un perrito por favor, que adopte a su hermanita, que es igualita que él.
Una vez en casa, lo primero que hice fue llevarlo al veterinario para que lo examinara: tenía parásitos por dentro y por fuera. Le roció con un spray antiparásitos y le dio a beber un medicamento, que luego nos dio para que se lo volvamos a dar durante cuatro días..
Esta tarde cuando ha hecho su caca ya hemos visto que el medicamento le hacía efecto: tenía lombrices. Tal como nos dijo el veterinario, la hemos recogido en un bote y se la hemos llevado para análisis.
A Tomy el medicamento le da sueño y se pasa las horas durmiendo.
Este es el segundo perro que tenemos Carmen y yo. El primero, Lucero, nos acompañó durante 14 años. Esperamos que Tomy también nos dé compañía y cariño durante mucho tiempo.
Le he puesto ese nombre en recuerdo de otro Tomy, el mastín que teníamos en Chapinería, en el colegio de mi infancia.
El centro de acogida de animales está a rebosar. Los hay de todas las razas y tamaños.Los pobres se agolpaban en la puerta esperando que yo los eligiera; pero lamentablemente no puedo.
Miedo me dan estas fiestas, sobre todo el día de Reyes, donde muchos padres regalarán a sus hijos cachorritos como si fueran juguetes de usar y tirar, pues dentro de seis meses habrán crecido y causarán molestias al tenerlos que sacar a pasear y hacer sus necesidades.
La mayoría de las mascotas que se regalan en Reyes acaban abandonadas. Por eso les ruego que piensen que un animal es un ser vivo que tiene sentimientos como nosotros, y si no van a ser capaces de cuidarlo siempre, más vale que le compren al niño un tablet, un móvil 4G u otro juego; pero por favor, no compren un animal para luego cuando el les ha tomado cariño, dejarlo abandonado en la carretera o en una playa.
Le he puesto ese nombre en recuerdo de otro Tomy, el mastín que teníamos en Chapinería, en el colegio de mi infancia.
El centro de acogida de animales está a rebosar. Los hay de todas las razas y tamaños.Los pobres se agolpaban en la puerta esperando que yo los eligiera; pero lamentablemente no puedo.
Miedo me dan estas fiestas, sobre todo el día de Reyes, donde muchos padres regalarán a sus hijos cachorritos como si fueran juguetes de usar y tirar, pues dentro de seis meses habrán crecido y causarán molestias al tenerlos que sacar a pasear y hacer sus necesidades.
La mayoría de las mascotas que se regalan en Reyes acaban abandonadas. Por eso les ruego que piensen que un animal es un ser vivo que tiene sentimientos como nosotros, y si no van a ser capaces de cuidarlo siempre, más vale que le compren al niño un tablet, un móvil 4G u otro juego; pero por favor, no compren un animal para luego cuando el les ha tomado cariño, dejarlo abandonado en la carretera o en una playa.