NCH ALÁ
Llueve sobre Bagdad metal y fuego,
empapando una vida que se va
y mientras muere el niño se oye un ruego:
la guerra ha de acabarse...Inch Alá.
Y ante el núbil cadáver pasa un ciego
y tropieza y se cae mas ¿Qué hará?
En su oscuro y total desasosiego
susurrarle al oído...Inch Alá.
¿Acaso el niño -mártir inocente-
del odio impersonal -pero terrible-
entiende la razón –Inconcebible-
que con discurso asaz grandilocuente,
explica a un auditorio indiferente,
la causa de esta guerra aborrecible?
KARIM
La verdad, es un soneto muy crudo. Pero me ha gustado. Felicita a Karim de mi parte.
ResponderEliminarSaludos!
Gracias, PHausto, lo haré; se alegrará mucho. Un abrazo.
ResponderEliminarJuan:
ResponderEliminarQue bonita poesia, algo triste pero realista, las guerras no tiene justificación, felicita tambien a Karim de mi parte
hasta pronto mario
Lei el comentario en mi blog en el que me invitabas a leer esta poesía.
ResponderEliminarComo la mía, cuenta una triste realidad de la que todos sabemos, y nadie evita;)
que alegria encontrar esto despues de tantos años, saludos amigo
ResponderEliminarKARIM