Acabo de terminar la novela "El juego inevitable", la tercera de Mari Carmen Rubio Betancurt, una mujer gaditana, licenciada en Historia por la UCA.
Me la he leído en tres ratos, tres madrugadas de insomnio que he aprovechado para leer en el silencio de la noche. Es la primera vez que leo a estas horas, las cuatro de la madrugada.
Me ha atrapado, os lo digo de corazón. De día es difícil para mí el concentrarme con los ruidos de la calle, las labores de la casa y el pesado de mi perro, que no me deja tranquilo un segundo. Por eso las lecturas de libros me llevan meses. En este caso, me lo he bebido, tal es la intensidad de la relación entre Oscar, el abogado, y Eva, la joven y preciosa maestra recien licenciada, que por las tardes prepara oposiciones para la próxima convocatoria de plazas de la Junta de Andalucía y por las mañanas trabaja de limpiadora del bufete.
Es un novela romántica, un género muy alejado del de la ficción, al cual había dedicado Mari Carmen sus dos anteriores obras: " Futuro bajo sospecha" y "Lo que calla el alma".
En esta habla de amor, amistad y pasión: El joven y apuesto abogado , quien recientemente ha sufrido un fuerte y doloroso desengaño amoroso y ahora desconfía de toda mujer, y se muestra siempre descortés, malhumorado y exigente con las empleadas, cae rendido ante la belleza y personalidad de Eva, la nueva limpiadora.
Eva, que tiene un novio alto, fuerte y bien parecido, al que desean todas sus amigas, que la envidian por ello, a su vez ha sentido removerse algo en su interior al conocer al abogado. Oscar siente que su vida es un infierno, no merece vivirla sin Eva y lucha por conquistarla. Se inicia un juego cuya meta es desterrar del corazón de Eva a su novio, y ocupar su sitio. Quiere compartir su vida.
Siempre he leído las descripciones de las escenas amorosas y de sexo escritas por hombres, quienes plasman lo que ellos perciben en las mujeres; pero leer de la mano de una mujer las sensaciones que alborotan los sentidos de las mujeres, lo que sienten al sentirse poseídas por el ser que ama y desea con toda su alma, describir la pasión y los sentimientos que conllevan el acto de entrega de sus cuerpos y almas, todo ello con un lenguaje sublime, delicado, no explicito pero apasionado... es una delicia.
La lucha de Oscar por conseguir a Eva, y los problemas de ésta en decidirse entre mantener la relación con su novio, al que ama con locura, quien después de tanto tiempo de noviazgo se comporta en la cama rutinariamente, sin pasión, y el sinvivir que provoca en ella la presencia del abogado, a quien desea con toda su alma, es lo que lleva al lector a devorar la novela y quedarse con las ganas de más.
Os lo recomiendo.
La podéis comprar solicitándolo en vuestra librería, en la editorial Tempus Fugit, o por Internet en La casa del Libro:
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