Se ha arrodillado en el confesionario, y mi amigo , que estaba al lado protegiéndole, que para eso le pagan, ha escuchado lo siguiente:
—Ave María Purísima.—dijo Rajoy.
—Dime, hijo,¿qué has hecho?— respondió el cura.
— He pecado de soberbia y por eso he perdido el poder.
—No te preocupes, hijo; los últimos serán los primeros.
— ¿Y eso qué significa, padre?
— Que cuanto peor, peor y mejor para ti
— ¡ Esa frase es mía, la dije para que nadie me entendiera!
— Lo mismo sucede con el Señor: Sus designios son inescrutables, sólo Él se entiende.
— ¡Pues vaya plan! Encima que yo he ayudado a la Iglesia
— Eso no se dice, es el pecado más grande que has podido cometer, hijo mío. Está escrito, y lo sabes: «Lo que haga tu mano derecha que no lo sepa la izquierda». Y de lo que ha hecho tu mano derecha se ha enterado la izquierda, el centro y hasta los chinos en Pekin. Vamos, que el jodío Inda sabe hasta el color del tanga que usas.
— ¿Y ahora qué penitencia me va a poner? Estoy hundido
— Suficiente tienes con la que carga que llevas, hijo mío.
— Ya me está usted tocando las narices con tanto hijo mío, óiga, que mi apellido me honra.
— ¿Rajoy?
— Rajohoy y mañana, si hace falta.
— Mira, hij.. Rajoy, tienes que iniciar una nueva vida, si quieres salvarte: déjalo todo y dedícate a meditar un tiempo en un monasterio. «Deja que los muertos entierren a sus muertos»
— ¡¡¡ ¿En un monasteriooo?!!! ¿Y estará segura mi virginidad con tanto fraile?
— Tranquilo, hijo. Ya sabes: cuanto peor, mejor para ti. Ego ti absolvi in nómine patrix, et filius, et spiritu sancti...
Muy bueno. En tiempos convulsos, una buena sonrisa es la mejor arma que podemos esgrimir.
ResponderEliminarEs cierto, Lola, las risas alejan las penas. Un beso
Eliminar´de que hace honor al apellido es cierto, y seguirá dando para bromas por buen rato.
ResponderEliminarun gusto leerte Mario
Muchas gracias, Mario. El placer es mutuo. Un abrazo.
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