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domingo, marzo 03, 2013

DE PRINCESAS Y ASPIRANTES VA LA COSA...


Esta noche, mientras esperaba a Morfeo, recordaba un cuento de Calleja que leí en mi niñez. Dice así:

Érase una vez un rey muy poderoso y rico que tenía una hija muy bella. Todos los príncipes de la tierra acudían al palacio a pedir su mano. El Rey, que no quería alejarse de su hija, emitió el siguiente bando por todo su reino:

« Ante Dios y  todos mis vasallos, prometo lo siguiente: La princesa será concedida en matrimonio al que encuentre estas tres  cosas: Nada, No nada, y ¡Ay,ay ay!».

 Y todos los pretendientes regresaron a sus países decepcionados, pues intuyeron que el Rey no deseaba entregar a la princesa y por eso pedía cosas imposibles de hallar.
Pero hete aquí que Perico, un pastorcito que cuidaba un centenar de ovejas,  bajó de la montaña para comprar víveres  en la tienda de la aldea y escuchó el bando del paje real:

«La princesa será concedida en matrimonio al que encuentre estas tres  cosas: Nada, No nada, y ¡Ay,ay ay!».

¡Caray, qué oportunidad para dejar de ser pastor y convertirme en príncipe!, exclamó Perico. Y se puso a pensar en qué podían ser las tres cosas que pedía el rey.

Cuando fue a llenar su cantimplora en una fuente se le cayó el tapón en el agua y vio que éste  no se hundía sino que flotaba. ¡NADA!, exclamó lleno de júbilo.
Seguidamente arrojó una piedra al agua y ésta  se fue al fondo:
¡NO NADA!
Y el pastorcito guardó en su mochila los dos preciados trofeos. Ya sólo le quedaba encontrar una cosa para poder aspirar a la mano de la bella princesita.

Al cabo de tres días de intensa búsqueda se dio por vencido: era imposible hallar una cosa que se llamase Ay,ay, ay.

Abatido, se sentó bajo una encina para comer el pedazo de pan y tocino que llevaba en la mochila: ¡Qué pena, con lo cerca que estaba de casarme con la princesa! Debo poner los pies en tierra; un pastor está condenado a guardar ovejas toda su vida – pensaba el chico.
Le dio el último bocado a su bocadillo, bebió un trago de agua de su cantimplora y luego se  tumbó sobre la hierba para echar la siesta.
De pronto sintió un escozor tan fuerte que se le saltaron las lágrimas,  y dio un brinco gritando: ¡AY,AY,AY...!

¡Se había tumbado sobre un rodal de ortigas y tenía el cuello y las orejas  hinchadas!

De pronto tuvo una idea: cogió un manojo de ortigas, una piedrecita y el corcho de su cantimplora y se fue a la ciudad para ver al Rey.

Los guardias del palacio no querían dejarle entrar, pero él comenzó a gritar diciendo que traía las tres cosas que pedía el Rey. Una multitud de personas se congregó en la plaza  al instante y el rey no tuvo más remedio que salir a verle.
–Veamos qué traes ahí – dijo el monarca
Y el pastorcillo sacó el tapón de corcho, lo arrojó al estanque del palacio y dijo:
–Majestad, ¿el corcho nada o no nada?
El Rey respondió: Nada.
Luego el chico sacó la piedrecita y la arrojó al estanque.
– Majestad, ¿la piedra nada o no nada?
– No nada.
 Y por último el pastorcillo sacó su ramo de ortigas y golpeó con él el rostro del monarca.
– ¡Ay, ay, ay...! ¡Maldito seas, te voy a matar!– gritaba el rey.

– Majestad esas son las tres cosas que vos pedíais para conceder la mano de vuestra hija.

Y todo el mundo se quedó pasmado ante el ingenio del pastor. El rey no pudo negarse a cumplir su palabra delante de la multitud que presenciaba la escena. La princesa estaba encantada de tener por esposo a un hombre tan inteligente, tan joven y apuesto y se entregó a él. Y fueron felices y comieron perdices, y colorín colorado este cuento se ha acabado.


 Y como todo cuento, éste tiene su moraleja. Yo te la explico, y  si no te gusta la dejas.
Seis siglos más tarde en un lugar llamado España, el Rey quería casar a su hija y la envió a las Olimpiadas de Atlanta para encontrarse con Udargarín.

¿Qué le exigió el Rey a Urdagarín como dote para la Infanta?
 Nada
¿Aportó algo Udargarín a la Corona?
 No, nada.
Y qué dijo el Rey al enterarse de que el juez podía encarcelar a su yerno y a su hija?


¡Ay,ay, ay  maldito seas, yerno, yo te cuelgo, joío, mala sangre....!

miércoles, febrero 27, 2013

LA AGENDA OLVIDADA




 Esta mañana,  buscando un objeto en el trastero, me he encontrado con esta vieja agenda. Es una de las que usaba en Francia como  Diario. Hubo otras muy interesantes que contenían  declaraciones y datos proporcionados por antiguos combatientes  republicanos en nuestra sangrienta Guerra Civil, los cuales utilicé para escribir mi novela «La pista del Lobo».
Y tal como hice con aquéllas, voy a pasar a limpio las notas que contiene ésta antes de deshacerme de ella. Poco a poco iré publicando en este blog el resultado de la transcripción, que formarán parte del libro que estoy escribiendo sobre mis memorias como emigrante, un proyecto que tengo un poco abandonado.
En esta agenda tengo las siguientes notas sobre el pueblo El  Vergel (Alicante):

1 Mi familia  se instala en Vergel
2 El cura que se apoderó  de una finca que una anciana donó a la iglesia del pueblo.
3 Cuidados que necesitan los naranjos.
4 Don José María  Oriol, Marqués de Urquijo, mi primer empleador.
5 Discriminación hacia los castellanos
6 Mis escarceos amorosos, la oposición de los padres y las consecuencias.
7 El mal de ojo o el poder de la mente.
8 La emigración española.

Sobre mis primeros pasos en  París:

1 Mi aventurado viaje en autocar a Francia.
2 El Star Hotel.
3 La dificultad de encontrar trabajo.
4 Isabel, la novia del Moro
5 Nicole, la novia de Paquito.
6 El Chato y Suzianne.
7 Sobreviviendo sin trabajo en París
8 Ladillas a granel
9 ¡Al fin un contrato!
10 La multinacional Carnaud Basse Indre.








martes, febrero 26, 2013

"EL VUELO", LA PELÍCULA


 


Considero que soy un privilegiado por vivir en la Bahía de Cádiz. Basta con mirar los telediarios y comprobar que el centro y norte de España se ha levantado bajo un manto de nieve y una temperatura gélida: carreteras cortadas por aludes o por la intensa nevada. 

Aquí hemos disfrutado de un día soleado y templado, unos 17º a media tarde, y no ha sido hasta la caída del sol que se ha notado el aire frío. 

Después de comer, mi mujer y yo hemos salido a dar una vuelta a recibir el cálido sol en nuestros cuerpos, luego hemos tomado café en el Centro Comercial Bahía Mar y finalmente hemos entrado en los cines. 

No había mucho donde elegir, habida cuenta de que seis de las películas que se proyectan en las doce salas que contiene el centro comercial Bahía Mar ya las habíamos visto, hemos descartado tres o cuatro de dibujos animados y otras de terror o de planetas imaginarios que no son de nuestro gusto, y luego sólo nos quedaba una: « El vuelo», que ya habíamos rechazado la semana anterior influenciados por la nefasta crítica que publican en la red. 



Vean algunas  críticas de «El vuelo»: 

1ª «Dada la pesadez y aburrimiento de la trama – es un continuo: lo dejo / no lo dejo-, y dada su postura ultra conservadora y moralista al respecto, sólo le queda al espectador disfrutar de la interpretación de un Denzel Washington conscientemente embotado, feo y antipático».

2ª « La película cae en muchos lugares comunes. Primero aborda la locura de un piloto alcohólico que causa un accidente mortal y luego su paulatina redención. Todo ello lo adereza con una bonita moraleja para cautivar al público americano. Parece que el gran Zemeckis se ha acomodado y que sus giros argumentales no son tan arriesgados como antaño. Su cinta no aporta nada nuevo al género, salvo 20 minutos iniciales cargados de tensión que mantienen a los espectadores ojipláticos. ©CINE54» 

3ª «A partir de ahí la película (y el avión) caen en picado. La primera media hora es una película con acción, entretenida... luego, como dicen en su crónica, cae en picado convirtiéndose en un melodramático film moralista. El personaje protagonista resulta tan irreal como el final de la película.» 

Sinopsis de El vuelo (Flight): 

El thriller "El vuelo (Flight)", tiene como protagonista a Denzel Washington, que interpreta al capitán Whip Whitaker, un piloto comercial con una larga experiencia, que consigue aterrizar milagrosamente su avión tras una catástrofe en el aire, salvando a casi todos los pasajeros. Tras el accidente, Whip es vitoreado, pero según se va sabiendo más del incidente, surgen más preguntas que respuestas a cerca de quién o qué es responsable y qué ha ocurrido realmente en ese avión. 

Mi opinión sobre «El vuelo»:
Una vez más he comprobado que los críticos profesionales caminan muy alejados del sentir la sociedad. La película me ha gustado y me ha mantenido expectante durante las dos hora de duración. Yo no creo que el mostrar crudamente los efectos devastadores de la cocaína y la bebida en una persona sea un film moralista, sino un drama real de plena actualidad, que sufren millones de familias. 
Los primeros minutos, con el protagonista borracho y una mujer de bandera dando vueltas por la habitación totalmente desnuda no es el único aliciente de la película; también está la entrega de una tripulación que ante el peligro no duda de proteger a los pasajeros aun arriesgo de perder sus vidas. 
La lucha de los adictos al alcohol y a la drogas duras por dejarlo y las malas artes de ciertos abogados para ganar los pleitos son buenas razones para clasificarla como una película buena, entretenida e interesante. 
Si a ello añadimos la genial  interpretación de Denzel Washington, tenemos asegurado el acierto de haberla elegido. 

Algo que decir en contra: no me gustaron nada las excesivas escenas esnifando cocaína para solucionar el agotamiento por insomnio y borracheras. Se podía creer que promocionan el producto. Ello demuestra, precisamente, de que no es un film conservador y moralista, como dicen las críticas anteriores, sino un drama, el de la droga, que ya alcanza a demasiada gente en el mundo. 

domingo, febrero 24, 2013

NO OS PREOCUPÉIS POR EL MAÑANA....

En París  yo tenía una compañera de trabajo francesa que decía: «Les jours se succèdent les uns aux autres, mais  ils ne se  ressemblent pas".  «Los días se suceden unos a otros, pero en nada se parecen». Lo decía porque su marido había días en que le echaba tres polvos y otros en que le daba la espalda.
 Nada nuevo bajo el Sol, eso ya se lo había oído decir al franciscano que nos daba clase de Religión y oficiaba misa en el colegio. Leyendo el Evangelio decía:
"Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas".
Y  cada día que pasa compruebo que es verdad.
Ayer, mi mujer estaba triste como el día. Miraba la lluvia con ojos apagados (sin duda pensaba en sus hijos) y permanecía sentada en el sofá sin ganas de nada. En cambio esta mañana, ella se ha  levantado, se ha tomado el desayuno que yo le había preparado, ha  metido en su bolso el disfraz para ir a cantar con el grupo chirigotero de su asociación, "Pintoras con arte" en un festival benéfico, me ha dado un besito y se ha marchado. Yo, que no deseaba quedarme solo,  la he acompañado hasta la puerta del local de la asociación "Los Geranios" y he continuado mi camino hasta el Bar Paternero, uno de cuyos socios es aficionado a la lectura y con el cual  me encanta compartir impresiones  sobre  libros.

De pronto, a medio camino, he visto que llegaban los bomberos y la policía con gran estruendo de sirenas  y me he preguntado, como todo el mundo, qué demonios sucedía en mi barrio.
El camión de los Bomberos se ha detenido frente a un bloque de pisos, a desplegado su escalera y ha penetrado en una vivienda de la 3ª planta ante la mirada de medio centenar de curiosos.
Al cabo de diez minutos el bombero que había entrado en la vivienda volvió a salir y, recogiendo brazo,  la escalera lo puso de nuevo en tierra. La gente, que esperaba asistir a un suceso terrible, se mostraba algo decepcionada de que nada grave hubiera sucedido. Como en la película.



Lo que ha sucedido es que una mujer octogenaria se ha caído de la cama y no podía moverse. Su marido, oficial jubilado de la Guardia Civil y  enfermo de Alzheimer, que  vive en silla de ruedas, no podía ayudarla. Los vecinos escucharon los gritos de auxilio de los  ancianos, pero no podían entrar en la vivienda porque estaba cerrada, y no podían llamar a los familiares del matrimonio enfermo porque desconocían el número de teléfono. Finalmente  optaron por llamar a los bomberos. Ante esta desgraciada anécdota uno se  hace varias preguntas:
 ¿No sería mejor que el matrimonio emplease  su pensión en pasar sus últimos años bien atendido en una residencia?
 O si no quiere abandonar su casa, ¿no sería bueno dedicar parte de la pensión en contratar una asistenta interna que los cuide día y noche?
 Todo mejor que encontrarse solo en un caso de emergencia, por que ¿qué hubiera sucedido si en vez de caerse de la cama se hubiera producido un  incendio?
El dato contrastado de que ningún vecino guardaba llave de la vivienda demuestra la desconfianza o el individualismo existente hoy en día en los bloques de viviendas.
Antiguamente los vecinos vivían de otra manera.
 Recuerdo que yo me paseaba por las calles de Jerez en verano y veía las puertas de las viviendas abiertas, incluso algún miembro de la familia durmiendo en un colchón en el suelo. Había mucha familiaridad y una comunicación constante entre los vecinos, cosa que ha desaparecido en los últimos cuarenta años. Yo mismo desconozco el nombre de 16 de las 20 familias que habitan mi  edificio.

También he observado esta mañana que una caída de la cama no provoca la misma  reacción entre la gente; depende de las circunstancias: no es lo mismo errar el salto del tigre desde el armario y romperse una pierna contra el suelo, que ser ya  viejo y caerse por accidente al girarse en el lecho. En el primer caso, la víctima se convierte en héroe y es bien acogida entre sus iguales; en el segundo, provoca lástima.

Terminada su labor, los bomberos recogieron sus enseres y se marcharon. La vida sigue.

 Y hete aquí que me voy al Bar El Paternero a tomarme el aperitivo, me tomo tres riojas con tapa mientras comento con Manolo,  el dueño, sobre  los últimos  libros que hemos leído, y al salir del bar después de una hora de charla me encuentro otro grupo de conocidos admirando la moto que se ha comprado un vecino. Una Harley Davison, que según dice, le ha salido por los 12,000 euros.



Como pueden ver ustedes, la vida es diferente para cada individuo. Mientras unos sufren la crisis y otros son desahuciados, los hay con suerte y pueden permitirse un capricho. Dice que su sueño es acudir a la Motorada de los Pingüinos en Valladolid.  Se lo merece, para eso se lo ha currado. Es gracias a eso que el sistema  sigue adelante, aunque dando coletazos y permite augurar que algún día podremos salir del pozo en el que unos cuantos políticos y banqueros sinvergüenzas nos han metido.

 Nada que ver con la facilidad de ganar dinero a espuertas de la señora  Cospedal, Rajoy,Urdagarín o Bárcenas.
Y bueno, ya os dejo porque acaba de llegar mi esposa y supongo que tiene muchas cosas que contarme. Adeu, Wai wai, adiós,



sábado, febrero 23, 2013

ANTOLOGÍAS DE ENCUENTROS ENTRE POETAS

Ayer  recibí  mi ejemplar de la Antología de poemas recitados en el II Encuentro de Poetas Andaluces, celebrado en Málaga el pasado mes de octubre, en el cual  participé leyendo tres poemas que ya publiqué en mi blog de Poesía: Gritos del alma silenciosa.

El libro es una monada: preciosa portada,  letras grandes y páginas bien configuradas. Contiene un hermoso  prólogo de los organizadores del Encuentro y maquetación del libro, seguido de dos poemas de cada autor y algunas páginas con el currículo de cada uno al final.


Estas son las 5 Antologías en la que participo:
Poetas del 15 de Mayo, una recopilación de poemas en apoyo a las reivindicaciones de los Indignados que  ocuparon la Puerta del Sol madrileña.
V Encuentro de Poetas en la Red, celebrado en la ciudad medieval de Sigüenza
VII Encuentro de Poetas en la Red, celebrado en la ciudad de Peñíscola
I Encuentro de Poetas Andaluces de Ahora, celebrado en octubre de 2011 en Córdoba
II Encuentro de Poetas Andaluces de Ahora, celebrado en octubre de 2012 en Málaga.

La realización de  estos eventos ha supuesto un gran esfuerzo para los organizadores, que hubieron de detraer horas a la familia y a sus actividades habituales para dedicarse desinteresadamente y con mucha ilusión al Encuentro.
No siempre han recibido  el reconocimiento a su dedicación, pues el ego, la soberbia y la falta de colaboración de algunos participantes fue la pequeña mota negra en el blanco mantel de los ágapes literarios. Ya se sabe: donde se cocina para mucha gente es difícil que el menú  le agrade a todos; pero, en general, los Encuentros han cosechado un gran éxito y los asistentes han salido felices y agradecidos.  Prueba de ello es los  encuentros culturales entre amantes de la Poesía  se repiten cada vez más y a plazo más corto debido a que la idea original se ha copiado a niveles regionales, provinciales y comarcales, por lo que actualmente se celebran encuentros entre poetas en un lugar u otro casi cada mes.



Las Antologías que muestro en la imagen corresponden a los Encuentros que organizan dos grupos:
1º Poetas en la Red, que reúne a poetas a nivel nacional.
2º Poetas Andaluces de Ahora, que reúne a poetas residentes en Andalucía.
Para la edición de  las Antologías cada grupo procede de modo distinto:

El grupo   Poetas en la Red solicita con dos o tres meses de antelación una copia de los poemas que se van a leer en el Encuentro, y llegado el día cada autor recoge en el mismo  lugar del evento los ejemplares que previamente había encargado. De este modo se ahorran los costes de envío, los compañeros poetas  pueden firmarnos  ejemplares  y uno se trae para casa un hermoso recuerdo del recital por el módico precio de dos o tres euros ejemplar.

El grupo Poetas Andaluces procede de manera totalmente distinta: al igual que el primer grupo, solicita con antelación los poemas y el pago de los ejemplares y costes de envío con la intención de entregarlos en el recital. Pero en los dos Encuentros que llevamos nos hemos venido con las manos vacías, pues todo dependía de la editorial. La Antología del Encuentro de Córdoba tardó casi un año en enviarse, pues casi se junta con el segundo Encuentro en Málaga, y creo recordar que  costó 9  euros con gastos de envío incluidos. La Antología del Encuentro de Málaga la recibí ayer, cuatro meses después del recital, y me ha costado 14´50 euros.
Esta diferencia de plazos y precios tiene obviamente su explicación:
Uno de los miembros del grupo Poetas en la Red, el poeta gallego Ángel Marcelo, es editor y se encarga desinteresadamente  de maquetar, imprimir y entregar los libros en el Encuentro. Sólo se pagan los costes de materiales.

El grupo Poetas Andaluces no cuenta con tan valiosa colaboración y encarga el trabajo de edición a una editorial, cuyo fin es ganar dinero, y es ella quien pone los precios y la que decide el momento de impresión de nuestra Antología, según los trabajos que tenga pendientes. Al precio del coste de edición le añade el porcentaje de beneficio y los gastos de envío, lo cual explica la diferencia de precio indicado arriba.

Pero en el caso de la Antología del Encuentro de Poetas de Málaga, la que recibí ayer,  debo decir que la Editorial Celya se ha pasado tres leguas.
 Resulta que a unos les ha enviado la Antología a través de Mensajería Urgente, a otros el cartero se la ha entregado en mano  y a otros, como es mi caso, se las ha enviado por correo ordinario, debiendo desplazarme hasta la oficina de Correos para retirar el paquete.

Habitualmente recorro los dos kilómetros y medio que me separan de la oficina de  Correos  a pie, pues cada día me obligo a caminar al menos una hora; pero llevamos dos o tres días  lluviosos y ayer hube de coger el autobús  para ir a por el libro: 2´50 euros a añadir al coste del ejemplar, que me los hubiese ahorrado si me lo hubieran entregado a domicilio.
Le pregunté al funcionario la razón por la que el cartero no me ha dejado el libro en casa  sino el aviso, siendo que nos hallábamos en el domicilio y  habíamos visto entrar al cartero en el edificio.
Me respondió que el paquete postal ordinario no se entrega a domicilio, sino sólo los paquetes azules y urgentes. Le mostré el recibo de lo que había yo pagado por el envío: 12 euros = 5´75 por el libro y 6´25 por gastos de envío. Y, al comprobarlo, me dijo: «Caballero, le han estafado, la editorial le habrá cobrado como Paquete Azul, pero se lo ha enviado como Paquete Postal para ganar más, pues  cuesta la mitad».



No contento con esto, el empleado midió el ancho, largo y grueso del paquete, le dio a la tecla  y me enseñó el precio que había pagado en Correos el editor: 3´25 euros.



Esta descarada acción  me obliga a plantearme si debo continuar  o no participando  en Antologías de grupos andaluces. Lo que sí tengo claro, desde ya, es que jamás compraré un libro que lleve el sello de esa editorial.

viernes, febrero 15, 2013

QUE LA ALEGRÍA NO DECAIGA

Querid@s amig@s: os pido perdón por mi dejadez de los últimos días. Sé que entro poco a comentaros aunque os prometo que suelo leer todas vuestras entradas. ¿Que qué me pasa? Pues nada, que mi parienta lleva unos días entregada por completo al Carnaval. Y lo malo es que también me implica a mí, que tengo abandonado mi cuchitril virtual y no escribo nada, sino que voy como un corderillo detrás de ella haciendo las crónicas de sus actuaciones por el mundo mundial. ¡Ea! Ahí queda eso:

1ª Parte


2ªparte







En el local de la Asociación "Los Geranios" celebrando el éxito de la presentación en el Carnaval



martes, febrero 12, 2013

LA VERDAD SOBRE LA DIMISIÓN DEL PAPA





Ayer, mientras yo asistía al entierro de un pariente mío en Algar, el pueblo que figura en mi DNI como lugar de nacimiento, el Generalísimo Franco, que al parecer está sentado a la diestra de Dios Padre, envió según su costumbre a un motorista celestial  al Vaticano para entregarle en mano al Papa el documento que ordenaba su cese.
Y desde ese mismo instante todas las televisiones y emisoras de radio del planeta nos han estado bombardeando con la noticia, y esta mañana todos los periódicos del mundo traen en la portada la foto del Papa con el anuncio de su dimisión.
Y los obispos, que  han sido estrellas por un día concediendo entrevistas, han copado los minutos destinados a las Noticias diciendo que se han sorprendido con la decisión del Papa, que nadie se lo esperaba. El portavoz de los religiosos del Vaticano, quienes para no ceder a las tentaciones de la carne  pasan el día arreándose latigazos y  golpes entre ellos —que por eso tienen tantos cardenales— en el telediario matizaba esas palabras afirmando que «Casi nadie sabía que el Papa iba a dimitir».

Yo lo sabía

Amig@s, nunca queréis hacerme caso cuando os digo que es bueno ser de carácter abierto y afable para lograr  tener amigos hasta en el infierno, ¿verdad?  ¡Aynssss, qué pena la de  ser incomprendido! Yo tengo un confidente en el Cielo y me comunico con él a través del facebok.
Pero bueno, como reconozco que el ser humano es débil os perdono y, olvidando vuestro desaire, os voy a poner al día de lo que realmente sucedió ayer:

Resulta que el domingo, a la hora del Ángelus, se reunió como es costumbre la Asamblea celestial para debatir y reordenar en su caso el orden mundial.
Y Paquito el Triste (así llaman familiarmente a Franco allá arriba) tomó la palabra y dijo que,  tal como él había pronosticado, no se nos puede dejar solos. Argumentaba que en menos del tiempo del que él había empleado para levantar a España de las ruinas, sus herederos  la habían arruinado, y que los masones y comunistas habían vuelto a las andadas sacando a relucir  los trapos sucios de sus discípulos. La prensa urgía a los jueces a investigar y encarcelar  a las más altas personalidades, la calle clamaba por la Justicia y los partidos de izquierda proclamaban una revolución social.
En las próximas semanas se tomarían graves decisiones sobre Udargarín, la Infanta, Bárcenas y todos sus compinches del PP, lo cual dejaría un vacío de poder que había que evitar por todos los medios.
— ¡Y qué quieres que haga yo!, la Ley  Divina no se puede cambiar a capricho, como hacen ellos con  la Constitución —exclamó Dios, enfurecido —. El que la hace la paga; así está escrito.
— Es cierto, mi Señor—alegó Franquito— , pero permitidme que exponga mi plan para ver que Os parece.
—¡Allez- y! (últimamente, Dios utiliza mucho el Francés en agradecimiento a que el Presidente François Hollande  está realizando una Cruzada contra el Islam en Mali)

— Sigo, pues: dado que existe una denuncia y  el Papa va a tener que acudir al Tribunal de la Haya para dar cuenta del porqué ocultó los crímenes de los curas y obispos pederastas, yo propongo que lo cesemos en su cargo y de esta manera atrape la atención mundial en su persona mientras que nosotros ayudamos a la Justicia española para que busquen entre todos la manera de sacar impunes a los defraudadores y ladrones del caso Gurtel, del caso NOOS y de Bárcenas. La gente, preocupada hasta la primavera por quienes van a dirigir ahora la Iglesia,  ni se dará cuenta de las maniobras que dará a luz la sentencia exculpatoria. Es vital que un personaje sumamente importante cargue con todo el peso de la actualidad para salvar al resto de la voracidad de la prensa y de la opinión púbica. ¡Uy,  perdón! Quise decir, pública (en que estaría pensando)
Y el Todopoderoso, tras arrascarse un poco la coronilla y hurgarse en la nariz con el dedo índice, exclamó:

—Je suis d' accord. Que ainsi s'accomplit

— En castellano, Señor: el pobre no era muy listo para los idiomas: prefirió prohibir el uso  de  las lenguas vernáculas en   España antes de aprenderlas– le susurró el ángel Gabriel al oído.

— Me parece bien, que así se cumpla.

 Y  seguidamente, el Caudillo, que es el que más puesto estaba en esos menesteres, redactó un texto agradeciendo los servicios prestados.
El ángel Gabriel tomó el documento de la mano de Franco y se dispuso a   arrancar la moto Harley de los años 70 que usa Franco para pasear por el firmamento, para ir a entregárselo en mano al Papa Ratzinger.

—¡A ver cómo me la devuelves! Como me la arañes...— gritó, Paquito


 Para  que el Papa aceptara sin  armar mucho ruido, le prometía 3 cosas:

1ª  Que le evitaría tener que pasar la humillación de presentarse en la Haya.

2ª Que le enviaría, vía email, el Wargame 1942 y el Angry Birs Atar Wars,  los mejores juegos que ofrecen actualmente  en el mercado para el Ipad que se había comprado.

3ª Que cuando él lo solicitara, jugaría con él en la intimidad del convento de clausura que será desde ahora su confortable y seguro lugar de retiro.


Y el resto ya lo saben ustedes, para qué les voy a entretener más, pues soy consciente de que están todos muy ocupados, a pesar de que casi todos estáis  apuntados al paro y supuestamente no tenéis nada que hacer.

El caso es que mi pobre pariente, que sufría una enfermedad que lo ataba a una botella de oxigeno desde hacía más de treinta años, manteniéndole preso en su propia alcoba, descansó al fin de su sufrimiento y decidió irse al Cielo el mismo día en que, por vez primera desde mucho  antes de que se descubriera América, dimitía de su cargo un Papa.

¡Ele ahí, con dos cojones!

domingo, febrero 10, 2013

«EL LADO BUENO DE LAS COSAS», la película


Según decía mi mujer, la película estaba nominada para no sé cuántos oscar y merecía la pena verla. 


Además, esta semana le tocaba elegir a ella , y ya desde el miércoles había decidido ver «El lado bueno de las cosas» 

La verdad es que la primera hora se me hizo pesada y lamentaba haber hecho caso a mi esposa. Me parecía que estaba viendo una de esas series americanas que nos presentan las televisiones en la sobremesa. De buena gana me hubiera levantado de mi butaca para marcharme; pero por respeto a mi Carmen aguanté. Y me alegré de ello. 

La segunda hora de proyección se puso entretenida, incluso me emocioné por momentos. La película se convirtió en una comedia tierna y romántica, con una actriz bellísima que no había visto antes, Jennifer Lawrence, y que ya no pienso olvidar. La interpretación en su difícil papel de Bradly Cooper es sobresaliente, pero la película es algo flojilla, en general, y el final se intuye mucho antes de que llegue. 
Aunque el tema de los siquiatras y la mente es complicado, los actores cumplen a la perfección con su trabajo, creo que a eso se refieren las nominaciones a los oscars. 

Quizás sea el nombre de Robert de Niro en el cartel lo que atrae a los espectadores, pero él tiene un rol secundario y no está a la altura en esta película: se le nota ya viejo y repetitivo en sus gestos. Es la interpretación de la joven pareja, Jennifer y Bradly, la que a mi entender merece las nominaciones. 
Yo le pondría un 7 como mucho.




SINOPSIS : 
"El lado bueno de las cosas"

Tras pasar ocho meses en una institución mental por agredir al amante de su mujer, Pat (Bradley Cooper) vuelve con lo puesto a vivir en casa de sus padres (Robert De Niro y Jacki Weaver). Determinado a tener una actitud positiva y recuperar a su ex-mujer, el mundo de Pat se pone del revés cuando conoce a Tiffany (Jennifer Lawrence), una chica con ciertos problemas y no muy buena fama en el barrio. A pesar de su mutua desconfianza inicial, entre ellos pronto se desarrollará un vínculo muy especial que les ayudará a encontrar en sus vidas el lado bueno de las cosas.

 


PINCELADAS DEL CARNAVAL DE CÁDIZ


En la madrugada del sábado se concedieron los premios del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz en el Gran Teatro Falla.
 En la modalidad de "Cuartetos", que es lo que más me gusta del concurso, "Los que están al pie del cañón",  fueron los que ganaron el primer premio. Por gentileza de Canal Sur, he aquí su actuación:




También me gusta mucho esta chirigota:"Las verdades del banquero":


sábado, febrero 09, 2013

EL INVIERNO DEL MUNDO, de Ken Follet

Poquito a poquito y durante un trimestre, me he ido leyendo el libro «El invierno del Mundo» de Ken Follet, última entrega de la trilogía «The Century», que inició con "La caída  de los Gigantes".
 
La novela trata los hechos acaecidos en todo el mundo en la época comprendida entre el crack de la Bolsa americana de los años 30 hasta el año 1950. Incluye por tanto la Guerra Civil española y la II Guerra Mundial.
El autor va narrando los acontecimientos a través de las vidas cruzadas de varios personajes, quienes, empujados por el deseo de aventuras, a veces por el desamor, y también por el patriotismo o la defensa de sus ideales, participaron activamente en la contienda pagando un precio enorme por ello.
Daisy, una chica joven, rica y malcriada, que disfruta de la vida y va destrozando corazones por doquier, no es aceptada en la alta sociedad americana debido al rechazo que produce la actividad de su padre, un ruso afincado en EE.UU. que se ha convertido en multimillonario con negocios turbios. Daisy, despechada, se marcha a Inglaterra con el único fin de merodear en la Corte y aparecer en las portadas de las revistas con la Reina para presumir ante los que la rechazaron.
 
Ella, a su vez, despreciará el amor que le ofrece Williams, un joven apuesto pero humilde, hijo bastardo de un lord, nacido de la inconfesable relación de éste con su sirvienta. Daisy contrae matrimonio con el hijo de un lord.
Williams, despechado, se irá voluntario con varios amigos a España para luchar con los republicanos contra el fascismo.
 
Daisy tiene un hermanastro en Rusia, Wolodia, que será educado en el Ejército Rojo y alcanzará un puesto encumbrado en el servicio de espionaje. 
Además de la de éstos, conoceremos la historia de Maud, una profesora inglesa casada con un alemán, madre de dos hijas y dos hijos, a quienes la subida de Hitler al poder y la guerra sorprenden en Berlín. Su hija Carla luchará con todas sus fuerzas contra el fascismo . Un hermano la ayudará, pero el otro se afiliará a las juventudes hitlerianas...
 
La vida de todos los protagonistas se entrecruzan por momentos.
El ataque a Pear Harbor, el paso del Ebro, la Resistencia francesa, el paso de refugiados y espías por los Pirineos, el sitio de Berlín, los campos de la muerte, Hiroshima y la rendición de Japón, la liberación de los campos de exterminio por los rusos... todo ello novelado y escrito de forma amena y cautivadora, es lo que podemos leer en esta interesante entrega de la trilogía. 
 
Me ha gustado mucho.
Una cosa en contra para aquellos que, al igual que yo, no leen de seguido: siendo tan voluminoso (1020 páginas en formato epub, 960 en papel), y no leyendo seguido sino a ratos, me perdía a veces con los nombres y la relación que unía a los protagonistas, lo cual me obligaba a retroceder al comienzo para salir de dudas.

miércoles, febrero 06, 2013

MI ARROZ FRITO



Esta mañana, aprovechando que mi mujer había ido al centro urbano, avisándome de que tardaría un par de horas en hacer sus gestiones, quise darle una sorpresa: prepararle un menú que solía comer en París cuando yo estaba soltero: arroz frito.
El arroz frito es un plato antiquísimo, originario de China, donde se cree que ya se comía hace 6000 años. Recibe diferentes nombres según el país donde se consume: en América Latina se le llama "Arroz chino", en España también se conoce como "Arroz frito a las tres delicias"

Existen varias formas de cocinar el arroz frito, cada uno con su propia lista específica de ingredientes. A lo largo del tiempo las recetas han ido adaptándose al gusto de los turistas. Actualmente en China ofrecen: "el arroz frito con huevo", "arroz frito picante de Singapur"  y “arroz frito especial” que se encuentra por todas partes.
Los ingredientes empleados en la elaboración del arroz frito varían enormemente: zanahoria, apio, guisantes, cebolla, ajo, tomate, huevo duro, carne de pollo, cerdo, gambas...
El huevo cocido y cortado en trocitos se echa al final sobre el plato ya preparado.
Yo ,  como estoy delicado del estómago, no he añadido ninguna clase de picantes.
INGREDIENTES: cebolla, ajo, tomate, pimiento, chorizo, panceta, 1 vaso de arroz, aceite de freír, tres vasos de agua.

Lo primero que he hecho es poner a cocer el arroz en una cacerola.
Mientras se cocía el arroz, me he dedicado a pelar y cortar en pedacitos dos dientes de ajo, media cebolla, un trozo de pimiento rojo y un tomate. He puesto aceite en la sartén, he echado primero los ajos, el pimiento y la cebolla y cuando ya estaban casi fritos he añadido el tomate. Con todo ello ha salido un buen refrito, que he apartado en un plato.

Había pasado  un cuarto de hora, el arroz había consumido toda el agua y ya estaba tierno. He añadido un poco de aceite en la sartén del refrito y cuando estaba ya bien caliente he vertido en la sartén el arroz.
Cuando notaba que ya estaba dorado por debajo, puse un plato sobre la sartén y le di la vuelta al arroz, como se suele hacer con la tortilla de patatas. Esperé unos minutos a que se dorase por esa parte y apagué el fuego, dejándola reposar.
Finalmente, eché el arroz en un plato y vertí el sofrito sobre él. No he espolvoreado con trocitos de huevo duro porque el huevo lo prefiero frito con patatas, y es lo que he hecho de segundo plato.

 El arroz frito me quedó así:



Cuando llegó mi mujer, se quedó pasmada al ver el plato: ¡creía que yo le había preparado una tortilla de patatas!
Es la primera vez que hago esa clase de arroz en los 40 años que llevamos casados, y como es natural, se lo hice probar a ella antes (otra cosa que aprendí en París: Nerón, Napoléon y en general todos los gobernantes, hacían probar la comida a un criado como medida de seguridad) y viendo la cara de satisfacción que puso, sonreí y me serví mi plato. ¡Me ha pedido que repita la receta otro día!

domingo, febrero 03, 2013

LINCOLN, la película

 
 
Ayer, después de comer, mi esposa y yo fuimos a tomar café junto a los multicines Bahía Mar y entramos luego a ver la película de Spielberg: Lincoln
Realizada sin la grandeza de medios que nos suele regalar Spierber y arropado por un elenco de actores de primera fila, quienes, quizás movidos por la importancia que supone para los patrióticos norteamericanos el presentar al mundo la grandeza de su sistema democrático, se superan en esta película.
La función se me hizo corta a pesar de durar 2 horas y 27 minutos.
Es una obra histórica y pedagógica. Enseña los entresijos del poder y de la política. En este caso, el fin justifica los medios: sobornos, amenazas y trucos para conseguir el número de diputados dispuestos a votar una enmienda a la Constitución: la nº XIII, que abolirá la esclavitud para siempre en territorio estadounidense.

En una sociedad machista y esclavista, que le niega el voto a las mujeres y considera a los negros seres inferiores a los blancos, igualándolos a los animales, Lincoln consigue mediante una treta sacar la enmienda adelante, logrando dos objetivos a la vez: poner fin a una guerra civil, que ya ha ocasionado seiscientos mil muertos en 4 años, y abolir la esclavitud.
Pagará cara su victoria: Lincoln fue el primer presidente de EE.UU. asesinado durante su mandato.
 
La película no es la biografía de Lincoln, sólo trata el periodo de debates y negociaciones que tuvieron lugar en los meses previos a la votación en el Senado de la XIII Enmienda, que celebrada el 6 de diciembre de 1865 quedó reflejada así:
 
1. Ni en los Estados Unidos ni en ningún lugar sujeto a su jurisdicción habrá esclavitud ni trabajo forzado, excepto como castigo de un delito del que el responsable haya quedado debidamente convicto.
2. El Congreso estará facultado para hacer cumplir este artículo por medio de leyes apropiadas.
 
Además de su importancia histórica, la película nos muestra a un Lincoln firme y obcecado en la consecución de su objetivo, un Presidente humano, bondadoso, comunicador, que también soporta disputas y presiones conyugales como en todo matrimonio.
 
Para los amantes de la Historia, esta es su película.
Para los amantes de la excelente fotografía y banda sonora, esta cinta no les va a defraudar.
Para los que eligen las película guiándose por el reparto de actores, esta reúne a los mejores. Al menos, viendo a cada cual metido en su rol uno cree que ningún otro podría hacerlo mejor.
Los que prefieren ver películas de aventuras, acción y fantasía, mejor no vayan a verla: la trama se desarrolla casi todo el tiempo en interiores de la Casa Blanca y el Senado.
 
A mí me ha encantado. Del 1 al 10, la valoraría con un 8

jueves, enero 31, 2013

¡HE ESTADO EN EL CIELO!

Foto de internet
Reposición actualizada el día 10 de agosto de 2019

Llevo un par de meses malito yendo al médico, haciéndome pruebas y esperando turno para el especialista, y eso me hace pensar mucho en el viaje definitivo.

Hablar de la muerte no es nada agradable, como que da yuyu; pero tarde o temprano debemos hacerle frente y mejor dialogar con ella ahora que somos conscientes que no luego, cuando nos dé igual lo que digan o hagan con nosotros.

Ustedes habrán observado en infinidad de ocasiones cómo se comporta la gente en un velatorio: lo mismo se ponen a contar chismes y forman un jaleo capaz de despertar al durmiente, que de improviso se pone una a llorar como una magdalena y a decir cosas amables del difunto, cuando la verdad es que en vida le importaba un carajo. O le sacan trapos sucios ahora que el pobre no puede defenderse.

Yo soy diferente, de la antigua hornada, la de la España que no cesa. Y previendo todo eso he citado a la Negra y he firmado un convenio con ella: me ha hecho ver cómo será el día en que yo emprenda mi viaje al otro mundo. Algunos llaman a eso "viajes astrales". El mío lo he realizado junto a varias personas, como si fuera un viaje del INSERSO. Ésa es la razón de mi abandono del blog durante tantos días.  Ahora ya sé a qué atenerme.

Pero no deseo guardar el secreto –que le vayan dando bien a la Negra—, yo siempre he compartido con todos mis experiencias, ¡joder! que llevo 7 años escribiendo en este blog y no va a venir ahora una señora a imponerme límites a la libertad de expresión.

Comenzamos:

El día de mi muerte fue el más aciago de mi vida. Obvio, ¿verdad? Desde que amaneció me sentí mal, fui al médico de urgencias, me recetó unos potingues y todo fueron problemas. Ya en casa, me caí por las escaleras.

Sentí la punzada de sufrimiento en la última fracción de segundo, pero después... ¡Uf! Ya pasó todo. Lo peor fueron los breves segundos de la caída en el vacío, ver cómo el abismo me tragaba a tanta velocidad y sin posibilidad de echar marcha atrás. Luego, nada.

De pronto me vi flotando sobre mi cuerpo. Podía desplazarme rápidamente en cualquier dirección, como los vencejos, y decidí marcharme de aquel lugar para siempre. Los gritos y el alboroto que se escuchaban en el edificio en que vivía no me interesaban. ¡Apañaros vosotros solos; yo ya he acabado con mis problemas!, les dije mientras me alejaba. A los pocos segundos de mi caída, ya estaba a más de un billón de kilómetros de la Tierra.


Llegué a las puertas del Cielo, donde un señor que lucía enormes barbas blancas me preguntó mi nombre y lo tecleó en una especie de máquina de escribir, y lo que escribía aparecía en una pantalla que había frente a él.

–Tú no debías de estar aquí aún, ¿quién te envía?

–La Seguridad Social con sus recortes, ya sabe... –respondí.


Luego tocó otra tecla y me vi yo mismo en el momento de caer al suelo, volando hacia la terraza, corriendo hacia atrás dando un grito, levantándome de la cama... O sea, que toda mi vida estaba grabada en una película y lo que estaba haciendo aquel señor era rebobinándola para verla desde el principio.

Así pude ver todo lo que viví en mi breve estancia en la Tierra.

Me educaron las monjas y me enseñaron a leer, a escribir, las cuatro reglas y a pedir. Sobre todo, a pedir. También hacía de monaguillo en la capilla del convento y cuidaba cerdos y gallinas del centro. En fin, una vida muy ajetreada.

También había jesuitas, uno de los cuales me metió mano. Bueno, a decir verdad, estas cosas son muy serias y no se pueden decir así porque sí, pues por nada te plantan una demanda y habría que probar lo que digo. Y después de 60 años...

Pero yo sólo digo lo que estaba viendo en la pantallita del portero barbudo. Lo que me pasó con aquel padre (mejor dicho cura, pues dudo mucho que aquél fuera mi padre), fue lo siguiente:

Estaba yo leyendo un tebeo del Capitán Trueno y se acercó el cura y me dice: «Quieres un caramelo», y yo le contesto: «Sí padre» (es que si digo Sí, cura, no queda bien escrito. Además, en el cole era obligatorio llamar padres a los curas, independientemente de que hubiesen llegado o no a ser padres biológicos). «Ven y cógelo tú mismo», me dijo. Y yo me acerqué y metí la mano en su bolsillo para coger el caramelo. Resultó que el cura no llevaba ropa debajo de la sotana y lo que cogí no fue un caramelo de menta, ni de fresa.


Yo retiré la mano rápidamente y salí corriendo, haciendo caso omiso a las voces del cura, quien me ordenaba regresar inmediatamente bajo pena de expulsión del colegio.

Todo eso apareció en el informativo que yo estaba viendo en mi pantalla celestial. El señor de las barbas no dijo nada sobre lo que estaba viendo, sólo tosió un poco y miró hacia un lado. Normal, como el cura era un representante de ellos…

¡Ah!, se me olvidaba: nada más llegar a la puerta del Cielo, el conserje me entregó un aparatito extraplano, no más grande que un encendedor, y cuyo frontal era una pantalla en la que siempre aparecía Dios, como el presidente Rajoy en el Telediario. A través del aparatito yo podía hablar directamente con el Juez Supremo. El aparato se llama Comunicador.

«No dudes en usarlo para cualquier pregunta o aclaración. También puedes usarlo para escuchar música celestial. En la parte posterior están las instrucciones. Ahora vete a la zona de espera y ten paciencia hasta que se vea tu expediente. Aquí no hay prisa: tenemos toda la eternidad por delante...», me dijo el funcionario celestial

Como fondo de pantalla, en el Comunicador aparecía un texto bíblico a modo de aclaración: «Él nos hizo a su imagen y semejanza». Es decir: creó en la Tierra una copia de la Sociedad Celestial, con su burocracia, sus funcionarios, sus tecnologías, sus problemas... de forma que a los humanos sólo les transmitía el conocimiento para que éstos inventasen los productos que ya se habían quedado anticuados en el Cielo. Lo mismo que los países ricos venden sus alimentos, medicinas y su tecnología anticuada y pasada de fecha a los países del tercer mundo.

Así llegamos hasta la actualidad, y cuando salieron los casos de Udargarín y de Bárcenas, el contable del PP, San Pedro le dio al botón de Salir.

Me dijo muy amablemente, eso sí, que debía esperar en la cola para entrar en el Cielo, pues había muchas almas que habían llegado antes que yo en la puerta, sobre todo africanos de Ruanda, de Etiopía, etc. Era un hecho insólito, pues, hasta ahora, todos los santos eran blancos. Pero también en el Cielo se necesitaban reformas laborales y había de cambiarse la Ley Suprema para que los africanos negros tuviesen su lugar en el santoral, aunque ellos recibirían menos ruegos. Pero sin prisas, ya se sabe: tenían toda la eternidad por delante. Y los negros se amontonaban en la puerta del Cielo lo mismo que se amontonaban en las puertas de las oficinas de las delegaciones del Gobierno para pedir los visados y los permisos de residencias que les permitieran encontrar trabajo.


Curiosamente, cada vez que uno de ellos encontraba trabajo se quedaba otro español en el paro. Dicen que lo que ocurre es que los españoles no quieren esa clase de trabajo. No lo entiendo, ¡pero si es el trabajo que han hecho siempre! Se lo pregunto a Santiago Carrillo, que pasaba fumando un puro habano por allí cerca, y me dijo: «Lo que pasa es que los españoles son unos señoritos y exigen mucho: estar dados de alta en la Seguridad Social, aumentos de salario anuales con arreglo a las subidas del IPC, ocho horas de jornada, vacaciones… Es demasiado, los extranjeros no piden tanto». ¡Joder, cómo cambia la gente cuando la derecha los mima!

Como aún había mucha gente por delante, aproveché para volver a la Tierra. Pude ver como todo el pueblo iba a mi entierro, y la bandera del Ayuntamiento a media asta con un crespón negro. Observé lo que hacía la gente: los que llegaron antes del entierro, durante el entierro o después. Supe lo que pensaba cada cuál con respecto a mí, quién hablaba de corazón y quién decía lo que no sentía pero que quedaba muy bonito ante los demás. ¡Y la alegría del Perico, que me debía 200 euros!


Seguí a una joven muy guapa que pasaba tumbada en una nube algodonosa y blanca y me encontré en la Zona de Espera, anteriormente llamada Limbo –un chiringuito cercano a la Tierra–, y en el mostrador de Recepción me entregaron un maletín que ocultaba en su interior un teclado, cuya tapadera servía de pantalla. Bastaba pensar en alguien para que en la pantalla apareciera su imagen. Se podía conocer todo sobre su pasado o su futuro.


¿Para qué sirve el teclado?, pregunté. Respuesta del funcionario:


«El teclado te permite: escribir poemas y relatos para que te diviertas y los demás se distraigan, comunicarte con el Cielo y recibir mensajes y datos sobre la marcha de tu expediente, sugerir ideas, presentar solicitudes de traslado, ruegos y preguntas, para acceder al banco de datos universal, etc».


Paseando por la Zona de Espera me crucé con una cara muy conocida: la llevaba impresa en mi memoria, pues, enmarcada en un cuadro ocupó el sitio de honor durante más de cuarenta años en las paredes de mi colegio: en las aulas, en el comedor, en la enfermería, en la capilla... y en los ayuntamientos y todos los centros públicos en los que yo había pisado: se llamaba Franco.


Me pregunté cómo podía estar ese hombre allí y no en el Infierno, con la cantidad de crímenes que los españoles cargaban sobre sus espaldas… ¿O es que es mentira todo eso del Infierno para los malos y el Cielo para los buenos? Si este hombre no merece ningún castigo, con todo lo que ha hecho, ¿quién lo merece?


¡Hostias, la respuesta apareció enseguida en la pantalla de mi maletín!:


Franco está a la espera de ser canonizado, teniendo en cuenta que los obreros que durante cuarenta años lo denostaron y aborrecieron, ahora, después del paso de socialistas y populares por el Gobierno, le echan de menos y alaban las bondades del franquismo: contratos fijos después del período de prueba; despidos, sólo los justificados; vacaciones, escuelas de aprendizaje con colocación para los alumnos al finalizar los cursos; Seguridad Social sólo para cotizantes y sin pago de medicamentos, jubilación; libertad de trabajo en cualquier lugar de España, aun sin hablar Catalán o Vasco, ect.


El Supremo Hacedor, que es de derechas, por eso persigue a los ateos y progresistas, está pensando en hacerle santo y volver a instalar su imagen esculpida en las plazas y jardines de todas las ciudades españolas; le harán un hueco en el Santoral de los calendarios y en el teletexto de TVE. El plazo previsto para culminar el proyecto es sobre el 2021, según el ritmo de decepción democrática de los españoles, su abstención en los comicios y su desprecio hacia las instituciones.

¡Me he quedado helado!


Ahora no sé si debo ir al Cielo para estar con Franco y escuchar sus batallitas, o cagarme en los muertos de todos ellos para que me envíen a dormir con la Marilyn Monrroe en el cálido Infierno.

De pronto mi mujer me zarandea y dice:

«Despierta, Juan, que a las nueve tienes cita en el médico».
 
FIN