viernes, febrero 17, 2006

BETHLEHEN



"Enterradme en vuestros corazones y estaré siempre con vosotros”. 

Hoy observo que todos están preocupados, me miran sujetando las lágrimas: mi salud debe de haber empeorado. Mi hermana Alice se encuentra a mi lado, acariciando mis manos, y algún que otro sollozo se le ha escapado. Para animarla, yo le sonrío y le digo:

─Tienes que enviar por email el texto que he escrito sobre la violencia de género. Envíaselo a todos mis amigos; yo no tengo ya fuerzas para hacerlo.

Y mientras lo hace,  miro a través de los cristales del ventanal y me llama la atención un jinete totalmente vestido de negro que se acerca en un precioso corcel también negro; trae una guadaña en su mano derecha y mira hacia mi ventana. Comprendo enseguida la preocupación que he notado en las personas que me rodean y cierro los ojos para ocultar mi pena. Estoy asustada, deseo que todo acabe pronto y sin dolor.

Siento sueño, mucho sueño, y me dejo llevar. De pronto aparece en el cielo un carruaje de fuego resplandeciente, arrastrado por cuatro caballos blancos, que se mueve a gran velocidad y viene a mi encuentro. Un ser alado, vestido con una túnica toda blanca y con cara de hombre, bellísimo, me ofrece su mano y me invita a subir al carro. Acepto con gusto. 
Pero antes de subir miro a mi alrededor: las personas  que me aman están inclinadas sobre mí en el lecho, dando gritos y llantos. Veo en la cama el cuerpo de una joven de apenas treinta años, de cabellos largos y rizados de color plata, como los tenía mi abuela; tiene pecas en la cara y sonríe mientras duerme.
 No quiero molestarles y silenciosamente me subo al coche. Los cuatro caballos blancos de luz intensa vuelan a una velocidad vertiginosa; desde lo alto admiro las blancas cordilleras, las azules aguas de los océanos y el verde color de las praderas y montañas, ¡todo es maravilloso! Cruzo  un mundo de estrellas lejanas y al fin llego hasta un lugar desde donde se irradian todas las luces del universo.
Dos seres alados, idénticos a mi conductor, custodian la puerta de aquel lugar y se apartan para dejar pasar el carruaje. Llegamos a una explanada donde al parecer tiene lugar una asamblea. Miríadas de criaturas aladas se sitúan detrás de un trono, donde se hallan sentados el Señor de todos ellos y el Príncipe. A ambos lados se hallan millones de seres con rostros humanos, llegados allí antes que yo. Todos me sonríen. El conductor de la carroza desciende de ella y me ofrece su mano para ayudarme a bajar; me conduce hasta el centro de la asamblea y se arrodilla ante el trono. Luego se levanta y me presenta:
─Esta mujer se llama Bethlehen, tenía solamente 28 años cuando la rescaté de las garras del cáncer, una dolencia que le hizo sufrir durante largos años…
─¡Es una agnóstica!– gritó alguien desde la puerta, y todos se volvieron a mirar hacia allí. Luzbel, el ángel caído, apareció solemnemente en medio de la explanada. Miró altaneramente a los asistentes y continuó ─: Esta joven no debe de estar aquí, no creía en vosotros; me pertenece. Deseaba vivir alegremente, disfrutar del amor y del sexo sin mesura, incluso alardeaba de ello en sus escritos ante sus amigos… En los foros literarios están las pruebas. Con esos ojos verdes moteados de pintitas naranjas y su eterna sonrisa adornando esa preciosa carita pecosa volvía locos a los hombres.  No pensaba en otra cosa que no fuese disfrutar, sentir el viento en su cara, aspirar el perfume de las flores silvestres y publicar sus sueños y deseos en foros románticos. ¿Es eso suficiente mérito para estar aquí? Si eso es así, todo el mundo vale.

Yo me sentía observada por todas las criaturas presentes, todas guardaban silencio. Yo no sentía miedo ni alegría, ¡no sentía nada! Tal vez un poco de curiosidad por saber qué era todo aquello. Parecían estar todos tan felices...
 Entonces mi acompañante tomó la palabra:

─Yo fui encargado de su custodia durante toda su vida. Bethlehen murió hoy de un cáncer de huesos, contra el que llevaba luchando desde hacía ya tiempo. El lunes próximo, 20 de febrero, habría cumplido 28 años. Murió exactamente igual que vivió, luchando por todo aquello en lo que creía. Fue siempre una  firme defensora de los derechos civiles, y trabajaba activamente en ello. Comprometida con los problemas sociales, se dedicó a la defensa de los valores humanos, a la solidaridad y a promover la justicia  y a…
De pronto, mi ángel de la guarda y defensor ante aquel tribunal guardó silencio, asombrado al ver levantarse del trono al Príncipe, un ser con rostro humano. Éste se acercó a mí y me tomó de la mano, diciendo:
─Ven, querida amiga. Yo sé bien lo que significa el dolor y el sufrimiento. Nadie te comprenderá mejor que yo.
Y llevándome de la mano, me condujo ante el Presidente del Glorioso Tribunal y dijo:

─Padre, he aquí a tu hija.       

                                           FIN

    Juan Pan  García. Registro de la Propiedad intelectual de la Junta de Andalucía, clave CA─ 1632

sábado, febrero 11, 2006

Lucena del Cid




























Cádiz es la provincia de la controversia, del absurdo, de lo increíble… La única capaz de vivir durante seis meses seguidos de fiestas: al puente de la Constitución le siguen la Navidades, los Reyes, los Carnavales, la Semana Santa, las Ferias de Primavera, la Velada… , mientras que al mismo tiempo es la que tiene el porcentaje de  población desempleada más alto de Europa. Dudoso honor el de ser la primera en esa lacra. Sus jóvenes se ven obligados a hacer las maletas y marcharse lejos para buscar trabajo, intentando independizarse de sus padres y aliviar el yugo que supone para estos el tener que proveer a las necesidades, no sólo de ellos, sino también de sus hijos y nietos.
Y se van… Se marchan a buscar en provincias extrañas el puesto de trabajo que en su tierra natal no encuentran porque sus “empresarios” sólo crean trabajo mientras reciben subvenciones del Gobierno o de Europa. No desean arriesgar; si no hay ayudas, no hay trabajo. Prefieren dedicarse a cazar en sus cotos privados y a vivir de las ayudas que la UE da a los agricultores: cuando no llueve,ayudas por la sequía; cuando llueve o hace frío, ayuda por las pérdidas de las cosechas..., incluso reciben ayudas por no sembrar, para que no bajen los precios por saturación del mercado: remolacha,viñedos,cereales,tabaco.
Los primeros se fueron hace cuatro años y cuando encontraron trabajo fueron llamando a familiares y amigos, produciéndose el “efecto llamada”. Hoy son más de cinco mil los gaditanos que trabajan en Castellón de la Plana. Entre ellos está Rebeca, mi hija.

Rebeca se cansó de enviar currículums, de hacer cursos programados y trabajos en prácticas… Y cogió su recién estrenado título de Licenciada en Químicas y se fue a Castellón con unas amigas, que trabajaban en un restaurante.
A las dificultades que tenía en Cádiz para trabajar como Licenciada en Química, se le añade allí el que no puede acceder a la administración pública porque no conoce el idioma valenciano. Lo mismo le sucede en la empresa privada, donde esas plazas son reservadas para los que manejan perfectamente esa lengua. Al final, se quedó con sus amigas en el restaurante, pero como los horarios no tenían límite, se cambió a una de las miles de fábricas de azulejos que existen en esa ciudad.
Ya hace tres años que se fue. Vive en un pueblo perdido en la montaña, cercano a la fábrica: Lucena del Cid, un pueblo de 1500 habitantes, que fue cruce de civilizaciones desde la edad del bronce; campo de batallas entre iberos y romanos, entre moros y cristianos, entre gabachos y españoles, entre éstos mismos... Tanta historia mereció ser  distinguida con el título de Muy Noble Villa por la reina Isabel II por su heroica defensa durante las guerras carlistas. El pueblo está edificado al borde de un barranco; sus casas parecen que se van a resbalar por la ladera y desde sus ventanas y terrazas se contempla un paisaje maravilloso y relajante, propio para escritores, poetas y pintores. Vive junto con su novio, Daniel, y de tal unión nos ha llegado, el pasado día 24 de enero de 2006, Carolina, mi nietecita.
Esta niña nos llena de alegría, tanto a sus padres como a  sus abuelos. Sólo le pido a Dios que se críe bien, que herede nuestros principios y valores humanos y que sea tan feliz que su alegría y amor alcance y contagie a las personas que la rodean.

domingo, enero 01, 2006

FOTOS DE RONDA

No sé que tiene Ronda, esta maravilla... Cuando vengo, siento alegría; cuando me voy, fatigas.










sábado, diciembre 31, 2005

MI VIAJE A RONDA




Ronda es una ciudad preciosa, toda ella está invadida por los turistas. Su economía gira en torno de éstos y sus calles están plagadas de comercios para recibirlos: museos, restaurantes y bares, tiendas de arte, cerámicas, ropas, muebles autóctonos, aparcamientos… Y sobre todo, el tajo: un enorme barranco que la divide en dos partes, unidas por su famosísimo puente.
Los turistas que llegan proceden de la Costa del Sol. Son dirigidos desde sus hoteles de Málaga o Marbella en cientos de autobuses fletados por las agencias de viajes, que han introducido una visita a Ronda entre las actividades de sus ociosas ofertas.
Todo está invadido por ellos, todos viven de ellos, se encarece por ellos, se cometen abusos hacia ellos que todos los sufrimos por ellos…
Ayer volví a Ronda después de cuatro meses y noté una diferencia en los precios en relación a mi anterior visita. Más caro aún. En el parque, una banda de niñatos arrojaban petardos al lado de nuestro grupo, impidiendo que escuchásemos al guía turístico. Una taza de porcelana con el nombre de la ciudad, que el verano pasado costaba 4 Euros –ya demasiado cara-, costaba ahora 5 Euros. El menú del día en el mismo sitio que comimos la última vez no sólo había aumentado, sino que la bebida, el pan y el café no entraban en dicho menú y se cobró aparte, lo que hizo que el precio aumentase un 40% sobre el anunciado en la entrada.
Todos sabemos que los museos en España ya no son gratis y hay que pagar por entrar en ellos; pero lo que no sabíamos es que se pueda llamar Museo a cualquier cosa. Ronda es una ciudad situada en medio de la Sierra que lleva su nombre, y ha sido cuna y refugio del bandolerismo andaluz. Por eso no es de extrañar que si te dan un folleto donde te indican la existencia de un museo dedicado a los bandoleros, la gente acuda. Eso hice yo, acompañado de mi familia.
El mencionado museo es una casa pequeña, en cuya puerta hay un pequeño mostrador atendido por una bonita muchacha que te pide 3 Euros por entrar y te señala un cartel donde dice que no se permite hacer fotografías ni grabaciones en el interior del museo. ¿Museo? Lo que allí se encuentra son multitud de libros, recortes de prensa, tebeos y revistas que tratan sobre los famosos bandidos que fueron utilizados como héroes en el cine y la televisión:”Pasos Largos”, José María el Tempranillo, Luís Candelas. Recordemos la serie televisiva de “Curro Jiménez”.
Unos maniquíes, vestidos con las ropas típicas de los bandoleros, y una colección de cuchillos y escopetas antiguas. Eso es todo lo que encierra el “museo”. ¿El precio de la entrada? : 3 Euros por persona, casi la misma que la de El Prado en Madrid.
Te cobran una entrada por visitar cualquier cosa: La casa del Bosco: 2 E; la plaza de toros: 6 E. El jardín del Moro otros 6, ect… Sumando solamente las cantidades pagadas por entrar en cada una de estas “maravillas” -visita que se realiza en menos de un cuarto de hora en cada sitio-, te puedes dejar los 60 Euros en menos de dos horas entrando en los diferentes lugares recomendados en los folletos turísticos.
Me acordé del cuento de “La gallina de los huevos de oro” y pensé que aquí en Ronda al final lograrán matarla. Es una lástima, porque la ciudad es bellísima.

viernes, diciembre 23, 2005

MERCEDES ES UNA AMIGA MÍA.


A mi amiga Mercedes le han hecho una entrevista que hace que me sienta honrado y orgulloso de encontrarme entre sus amigos.

Entrevista realizada por Marilyn Ventura para el Diario La Información.

MERCEDES GONZALEZ, UNA ESCRITORA FECUNDA.

Las vivencias y experiencias de la doctora Mercedes González son fuente de inspiración para cualquier generación. Sus años le han enseñado a mirar la vida desde un cristal transparente y lleno de luz.

Reside en los Estados Unidos desde hace 45 años y esto le ha permitido valorar más el país que la vio nacer. Según ella, arrastrará su patria en el alma y en sus pies todavía con­serva el rocío de esta media isla.

Desde muy niña tuvo inclinación por el arte y la literatura; sus primeros pasos en estos menesteres fueron en la pintura con el profesor Yoryi Morel, donde tuvo como com­pañero a don Guillo Pérez.

En una visita a este diario recordó con nos­talgia que su primer artículo fue publicado en LA INFORMACION hace ya más de sesenta años.
Escribió el libro "Pinceladas Folklóricas Dominicanas", el cual es una recopilación de cuentos europeos y dominicanos, canciones, juegos y refranes para niños.

También redactó "La Luna fue Testigo", y actualmente se encuentra dándole las últimas pinceladas a su novela "María Luisa", la cual se pondrá a circular en noviembre de este año.

"María Luisa, se desarrolla en Sábana Iglesia, donde frecuentaba a pasar mis vaca­ciones y allí conocí a esta joven que no quería vivir en la pobreza como sus hermanas y alrededor de esto se forman muchas situa­ciones interesantes, al final encuentra su des­tino, se casa con un médico y vive felizmente en La Florida", narró Mercedes.

La escritora es una dama bastante activa, porque además redacta cuentos semanales para la página de Astrolabio en Internet, escribe "Cosas de Mujeres", trabaja en pro­gramas de radio y televisión en la ciudad de New York con Rafael Motolío en el canal 35, donde ayuda a personas que tengan problemas de inmigración.
Pero su trabajo no sólo ha sido en la parte literaria, sino que fue voluntaria por muchos años de NUCUSANNY, una institución de los Estados Unidos que se encargaba de traer ayuda al país a personas y entidades necesi­tadas como los hospicios, los no videntes y a cientos de niños de escasos recursos.
Además, Mercedes fue madre de más de veinte niños, que quedaron a su cargo de una fundación para la cual colaboraba, y a los que tuvo que criar hasta que se hicieron profesionales universitarios.
Confiesa que su vida ha sido muy accidentada en Estados Unidos, pero a este país le debe sus cuatro tesoros, que son sus hijos: Mayra, Milagros, Francisco, María Teresa y Virginia.
Esta mujer está llena de vivencias y anécdotas. Es doctora en Farmacia, y prácticamente su vida la ha dedicado a escribir y ayudar a los más desposeídos.
En sus años mozos pintó un cuadro para el Hospital Monte Sinaí en Estados Unidos, el cual aún se conserva. Plasmó en su lienzo un juego en el parque con niños de diferentes razas.
Agradece sobremanera a Dios, quien dice le ha dado la fuerza y el talento para poder escribir lo que siente y piensa.
No quiso dejar de mencionar a la licencia­da Mary Jerez, quien es su fiel amiga y quien le ayuda en las correcciones de sus obras y artículos.
Mercedes es de esas dominicanas que un buen día salen de su país a buscar un mejor futuro, pero que siempre han puesto en alto nuestra bandera y nuestras costumbres.
Tiene una gran vocación poética y un amplio potencial literario, su genio y su talento sobresalen al conversar con ella, es una mujer de muchas palabras, pero todas con una sapiencia que te ayudan a comprender más la vida.
En resumidas cuentas: Mercedes González nació en Santiago y se graduó de doctora en Farmacia en la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Sus primeros cuentos fueron publicados en el periódico LA NFORMACIÓN de Santiago y en Vanguardia, de la ciudad de Pimentel.
Desde hace 45 años reside en New York, donde fue miembro del Círculo de Escritores y Poetas Santiago y se graduó de doctora en Iberoamericanos (CEPI).
Trabajó como voluntaria en Godard Education. Perteneció a la directive de Strikers Bay Community Plarining Project. Escribió artícu­los en la revista Merengue y Ahora y en el periódico La Prensa. Fue presidenta por varios años del Núcleo Cultural de Santiagueses en Nueva York.
Es pintora y poetisa y ha incursionado en el periodismo y la televisión.
Publicó un libro de cuentos: "La Luna fue Testigo" y uno de los cuentos "El Péndulo" obtuvo mención honorífica y "El Sueño de Juan" ganó un segundo premio en La Esquina de las Letras en la ciudad de Nueva York.

martes, diciembre 20, 2005

¿ADÓNDE VAS, ESPAÑA?



España. Año 2010.
Carlos se hallaba mirando un expediente en su despacho de la planta 29 de la Torre de Madrid cuando, de pronto, escuchó un ruido raro en la fachada del edificio. Vio el helicóptero parado frente a él durante unos segundos; luego, el aparato fue ascendiendo, hasta perderlo de vista sobre su cabeza. Carlos se preguntó qué estaba ocurriendo. Desde hacía unos días, notaba algo raro en la conducta de sus compañeros, que apenas le dirigían la palabra, esquivando su mirada y su compañía con pretextos torpes, inventados deprisa sobre la marcha. De pronto, un hombre enmascarado con una capucha y vestido totalmente de negro irrumpió en su despacho, dando una patada en el cristal de la ventana, que saltó hecho pedazos. Casi al mismo tiempo, escuchó unas carreras en el pasillo exterior de la oficina, seguidas de una pequeña explosión, que hizo trizas la puerta de entrada a su departamento. ¡Joder!, exclamó. Carlos se levantó rápidamente y corrió hacia el cuarto de baño. Apenas tuvo tiempo de lanzar el objeto al interior del water, cuando fue empujado bruscamente y lanzado contra la pared.
No había tenido tiempo de tirar de la cisterna y el agente del grupo especial de operaciones (GEO), sonrió al ver flotando en el agua la prueba del delito. Se puso unos guantes de látex e introdujo su mano en el receptáculo, cogió el diminuto objeto, lo miró detenidamente y sonrió diciendo:
– Te tenemos, de ésta no te libras.
– Eso no es mío; lo has puesto tú ahí dentro - contestó, desafiante, Carlos.
El agente le propinó un rodillazo en el bajo vientre que le hizo doblarse en dos con un gemido. Luego le puso las esposas y le empujó hacia fuera del cuarto.
–Ya veremos lo que dices cuando encontremos tu ADN en esa prueba.
– ¿Sí? ¿Podrá sacarla estando empapada de agua? dijo Carlos, con una sonrisa irónica.
El agente le dio un puñetazo en el estómago y otro en el costado. Procuraba pegar donde no dejase marcas: no deseaba enfrentarse a una demanda judicial por el detenido. Carlos cayó al suelo hecho un ovillo. En eso llegó otro de los agentes que habían entrado por la ventana y con una sonrisa mostró un objeto, prueba irrefutable del delito.
–Lo he encontrado dentro de una carpeta de archivos, en el armario-dijo, enseñándole a su jefe la cosa que llevaba dentro de una bolsita de plástico transparente.
–¡Perfecto!
Al ver aquello, Carlos se desmoronó, no tenía escapatoria posible: la prueba era contundente, irrefutable, condenatoria. Pensó que todo había terminado: su vida en la comunidad, su trabajo en una importante empresa, sus amigos, su familia… Todo se había ido al carajo por no ser capaz de controlarse.
–Sí, es mío confesó–; pero no lo uso, lo guardaba como un recuerdo, como un objeto para coleccionistas. Dentro de unos años, tendrá un valor incalculable…
–Eso se lo cuentas al juez. Vamos. ¡Andando! –ordenó el policía, empujándole.
Todos los agentes abandonaron el despacho de Carlos, cruzaron el pasillo que comunicaba con el resto de las oficinas de la planta 29 y se dirigieron a los ascensores. Mientras esperaba la llegada del elevador, Carlos vio cómo se abrían todas las puertas de las oficinas contiguas y los empleados se asomaban para mirarle, sonriendo con cara de satisfacción por su detención. Algunos incluso aplaudieron a los agentes. Uno de los GEOS llevaba cuidadosamente en la mano la bolsita de plexiglás que contenía la prueba acusatoria: un paquete de tabaco, de la marca Ducados.


Fin


El 1 de enero de 2006 entró en vigor la Ley Contra el Tabaco en los espacios públicos y los centros de trabajo. Los bares y restaurantes tuvieron que dividir su espacio entre los fumadores y no fumadores, habilitando salones separados entre unos y otros. Las empresas no aceptaron crear salas para fumar durante las horas de trabajo y prefirieron prohibir tajantemente fumar dentro de ellas. Hubo enfrentamientos en lugares públicos entre fumadores y no fumadores; los bares no respetaban la Ley y las sanciones no parecían acobardar a nadie. El Gobierno, que ya no consideraba rentable su Monopolio de Tabacalera, al comprobar que los ingresos de éste no superaban a los gastos en sanidad pública que las enfermedades del tabaco producían, optó por endurecer las penas a los fumadores, cambiando las sanciones económicas por condenas en la cárcel.

martes, diciembre 13, 2005

HISTORIAS DE NAVIDAD



COLEGIO DEL PALACIO DE LA SAGRA. CHAPINERÍA (MADRID)
El día de Nochebuena de 1955 fue algo especial en el colegio. Por la tarde no hubo clases y asistimos a un partido de fútbol entre el equipo del pueblo y el nuestro. Al terminar el partido se entregó el trofeo por el Sr. Alcalde; después las niñas completaron la tarde con una demostración de coros y danzas populares: jotas, sevillanas, malagueñas, ect. La cena fue algo excepcional: un menú especial que culminaba con unos postres buenísimos confeccionados por las monjas del centro.
Después de cenar la madre superiora me llamó y me dijo que esa noche la misa del gallo se iba a celebrar en la capilla del colegio y no en la iglesia del pueblo, como era costumbre, y que mi compañero Anselmo y yo oficiaríamos una vez más de monaguillos en aquella ceremonia cristiana. Nos llevó hasta la sacristía y nos dio las instrucciones de todo lo que debíamos de realizar: tocar la campana de la iglesia del pueblo, mantener la bandeja en el sitio apropiado en el besa pies del Niño Jesús, ayudar a las personas mayores que no pudiesen levantarse del reclinatorio al arrodillarse para dar el beso...
Nos pusimos un traje de monaguillo de terciopelo todo blanco y preparamos las jarritas del vino y del agua para la misa (qué bueno estaba el vino del cura, una mezcla de Moscatel y Cream). Luego nos fuimos a reunirnos con el resto de escolares al salón de actos para esperar la hora de la misa cantando villancicos y acompañando con panderetas y zambombas. También se ponían dos cucharas de espaldas apretadas una contra la otra y por en medio se hacía pasar continuamente el mango de otra cuchara. Eso producía un sonido que armonizaba con las panderetas.
A las once y media de la noche los dos monaguillos salimos del colegio y entramos en la iglesia, situada al otro lado de la plaza. Braulio, el sacristán, nos estaba esperando. Una vez dentro fuimos hasta la escalera que subía hasta la torre, miramos hacia arriba por el hueco libre y cogimos cada uno una de las sogas que bajaban desde la cumbre y comenzamos a tirar con fuerza de ellas. Las cuerdas nos levantaban del suelo a cada vuelta de las campanas. No hacíamos ningún esfuerzo, la inercia del movimiento nos hacía subir y bajar durante los tres minutos que tardaba cada toque: el primero a las once y media; el segundo a las doce menos cuarto y el tercero a las doce en punto. Casi todo el pueblo acudió a la misa del colegio. Como no cabían todos abrieron las puertas de la capilla, que comunicaba con el salón de actos, y se habilitaron bancos y sillas para los asistentes.
La misa comenzó y continuó su curso en latín hasta el “Ite misa est” final. En ese momento el cura bajó hasta el reclinatorio central con el Niño Jesús en las manos, mientras el coro del colegio entonaba los villancicos.El Alcalde, don Juan, fue el primero en arrodillarse para besar los pies del Niño; luego se levantó, dejó un billete de 25 pesetas en la bandeja dorada que yo mantenía a su derecha y se fue a su asiento. Al instante se formó una fila y todos los asistentes imitaron a su Alcalde. Unos ponían un billete de cinco pesetas, otros dos, una peseta, veinte… Nadie superaba al Alcalde. Mi compañero y yo llevábamos la cuenta de quienes eran los que más habían dado: el boticario, el zapatero, el de los ultramarinos Casa Duque, los maestros del colegio público, los guardias, ect.
Una ancianita dejó un billete en la bandeja y se le cayó otro al suelo: ella no se dio cuenta y cuando se fue me agaché y lo recogí. Me lo guardé en la mano y con disimulo lo metí en el bolsillo de mi sotanita. Miré si alguien me había visto, pero todos estaban pendientes del avance de la fila. Además, la luz en donde yo estaba era escasa y sólo estaba iluminado el altar mayor con una docena de cirios. Nadie me había visto, pero los ojos del niño Jesús parecían decirme lo contrario. Me miraba fijamente, con las manos extendidas y una sonrisa en la boca. Me dio vergüenza de lo que había hecho y saqué el billete del bolsillo y lo puse en la bandeja. Entonces vi con horror que la Superiora me estaba observando y me había visto devolver el dinero. Pensé que ya estaba listo, que al día siguiente sería expulsado del centro. Me puse muy nervioso, tanto que la bandeja temblaba en mis manos. Respiré con alivio cuando la fila llegó a su fin y me pude volver de espaldas a todo el mundo: no podía sostener la mirada de la Superiora.
La misa terminó y el sacerdote cogió el cáliz y salimos los tres hacia la sacristía.Una vez dentro fuimos separando los billetes cada uno según su valor y contando las monedas. Acabado el recuento el cura le dio un duro a mi compañero y otro a mí, y nos quitamos el traje. Luego nos fuimos a nuestros dormitorios. En el reloj del pasillo pasaban algunos minutos de las dos. Todos los compañeros estaban ya acostados cuando llegamos nosotros.
Al día siguiente, cuando estábamos desayunando en el comedor, llegó la Madre Superiora y nos pidió un momento de atención. Todos callamos. Ella me dijo que me levantase y fuese a su lado; yo obedecí, muerto de miedo. Entonces dijo:
– Quiero que miréis a Juan un momento. Anoche sacó de su bolsillo el poco dinero que tenía y se lo entregó al Niño Jesús. Ese dinero se lo había dado su familia para otras cosas, sin duda, y él prefirió donarlo. Nos dio un gran ejemplo de solidaridad. Demos un aplauso a nuestro compañero. Y todos aplaudieron.
¡Yo no salía de mi asombro! Me puse muy colorado mientras todos me miraban y aplaudían, y recordé la sonrisa del Niño Santo. Parecía un milagro: ¡Apenas había nacido y ya me había perdonado! ¡Cosas de la Navidad!

¡FELICES FIESTAS NAVIDEÑAS Y AÑO NUEVO PARA TODOS USTEDES!

jueves, diciembre 01, 2005

NAVIDAD, DULCE NAVIDAD.


  Faltaban unas horas para la Nochebuena.Las luces del escaparate de la tienda más importante de la ciudad destacaban sobre el alumbrado de la calle; el interior de las grandes vitrinas estaba lleno de juguetes y regalos; una música pegadiza se escuchaba por los altavoces, situados en la cornisa que cubría totalmente la acera a todo lo largo del escaparate.Sobre ella, con letras grandes e iluminadas, se leía: ¡Feliz Navidad!
  La canción navideña, acompañada de campanillas, panderetas y zambombas, se escuchaba en toda la calle:

¡Parrampín, parrampín parrampíaaaaa!
¡Parrampín, parrampín parrampánnnnn!
Que en Belén, con José y María
Hay un niño en el portal…

  En un lado, junto a la entrada del establecimiento, una estrella de luces atraía a los paseantes hacia un Belén viviente: José le daba paja al burro; María amamantaba al niño Jesús, que movía las manitas nervioso porque, quizás, la leche de la madre no llegaba con la cantidad que él deseaba.Frente al cristal del escaparate, varios padres con sus hijos miraban sonrientes y emocionados la escena. Entre ellos estaba Laura, una niña de ocho años, que cogida de la mano de su madre sonreía y señalaba al niño Jesús, que pataleaba cuando se le escapaba el pezón del seno de María.
  De pronto, un niño de diez años, de tez oscura, vestido con un chándal del Real Madrid y con un ramo de claveles rojos en la mano, se acercó a la niña y le dijo:
  –¿Tú comprar uno? Sólo me quedar este ramo para me poder ir a casa con padres.
  La niña lo miró; vio como temblaba de frío; tenía las manos moradas y los labios cortados por el viento glacial que soplaba en aquella calle. Laura sacó un pequeño monedero de su bolsillo y le dio un Euro al niño a cambio de una flor. El chico le dio las gracias y se fue a ofrecerle otro clavel a una señora que estaba mirando sola el Belén; pero ésta le dijo que no quería nada. El chico continuó ofreciendo sus flores a otras personas por la acera.
  –Mamá  –dijo la Laura–, ese chico no puede irse a su casa hasta que no venda todas las flores. Aún le quedan muchas… ¿Tú puedes comprarle algunas más para que él pueda celebrar también la nochebuena con su familia?
  Y la madre, enternecida por el corazón tan bueno de su niñita, llama al chico y le compra el ramo de claveles. El niño miró a la niña y a la madre, y les dijo:
  –¡Muchas gracias, muchas!
  –Feliz navidad  –respondió la niña.
Madre e hija se fueron caminando hacia su casa, contentas de haber hecho una buena obra: esa noche el niño también cantaría villancicos al lado de su familia.
Los altavoces continuaban proclamando la música del villancico. Antes de volver la esquina, Laura se volvió para ver por última vez las luces de la tienda, justo en el momento que un hombre grande y fuerte, de unos cuarenta años, le arreaba un tortazo al niño, que se cubría la cabeza con los brazos, y le obligaba a coger en sus manos otro ramo de claveles. La niña tiró del brazo de su madre, mientras un grito se le escapó de la garganta:
  –¡Mamá, mira!
  Vieron al niño ofreciendo una flor a una señora, vigilado desde la acera de enfrente por su padre, que se apoyaba en la pared mientras fumaba.
  La música continuaba, ajena al drama:
¡Parrampín, parranpín, parrampía…!
¡Parrampín, parrampín, parrampán…!
Que en Belén, con José y María
Hay un niño en el portal…

  La mujer le puso la mano en el hombro a su hija y le dijo:
  Vamos, cariño. No podemos hacer nada. No podemos evitarlo...
Laura miró de nuevo al chico y, con los ojos bañados por las lágrimas,musitó:
   ¿No podemos, mamá? ¿De verdad no podemos?

viernes, noviembre 25, 2005

RELIGIÓN EN LA ESCUELA








Hace una semana, las calles de Madrid se vieron colapsadas por una masiva manifestación de personas que reclamaba libertad de enseñanza, y para decir NO a la reforma del Gobierno en materia de Educación. Los informativos de las televisiones privadas españolas, y las páginas de la prensa escrita publican notas a favor de la inclusión de la Religión al mismo nivel que las otras asignaturas en todos los centros docentes del territorio español. Apelan para ello al "derecho constitucional de los padres a proporcionarles a sus hijos una educación religiosa acorde con sus creencias y a elegir libremente el centro educativo" para recibir la enseñanza elegida. Por ello acusan al Gobierno de todos los españoles de actuar de forma anticonstitucional porque ha decidido que la educación religiosa es una cosa personal y no colectiva, y que por ello el que la quiera tener que se la pague de su bolsillo, además de declarar la asignatura como opcional y sin relevancia en cuanto a la nota final del curso escolar. Hoy, viernes 25 de noviembre, los representantes de la Iglesia, de los padres, y de los partidos políticos que convocaron la manifestación –una cita a la que acudieron cientos de miles de personas–, han roto las negociaciones.
Viendo el panorama, no dejo de preguntarme cómo puede haber tanta caradura y tanta desfachatez para exigirle esas cosas a este Gobierno. Intento comprender el por qué de las cosas que están sucediendo y llego a las siguientes conclusiones:

1º Hay que remontarse a los hechos ocurridos en España en la mitad del pasado siglo para entender mejor lo que está sucediendo en nuestros días en relación a este tema.
Hay que decir por qué la asignatura de Religión estaba evaluada anteriormente con la misma potencia, con las mismas consecuencias para el alumno, que las Matemáticas, la Física o cualquier otra asignatura.

2º Hay que decir también el porqué de que el Estado financie a los profesores de Religión, aunque éstos no tengan el título oficial universitario para poder impartir esas clases en los centros escolares (son sacerdotes o miembros de la Iglesia los que imparten la asignatura).

3º También hay que conocer lo que dicen las leyes y acuerdos salidos del Parlamento para saber si se están cumpliendo en relación con esta materia.

Retomando los puntos anteriores uno a uno, encuentro que:
1º En los años inmediatamente posteriores a la segunda Guerra Mundial, los países aliados vetaron la entrada de España en la ONU y la dejaron en estado de aislamiento cultural, político y comercial por haber ayudado y pactado con los representantes máximos del fascismo, Hitler y Mussolini, enviándo tropas para luchar junto a los alemanes contra todos los ejércitos aliados: La División Azul.
Anteriormente, en nuestra horrible Guerra Civil, la Iglesia se puso a lado del Dictador, que aprovechó esa ayuda para presentarse ante los españoles como el salvador del país en una Cruzada contra los infieles ateos y comunistas. En muchos centros escolares religiosos se colgaban cuadros en los que se ve a Franco vestido con el uniforme de los cruzados y con la espada, rodeado de símbolos celestiales y religiosos tales como el caballo del Apocalipsis, que el cielo le envía para acometer su lucha exterminadora.
En los colegios religiosos, al menos en el que yo estuve durante siete años, se hacían oraciones y peticiones a Dios a favor de “Nuestro glorioso Caudillo”.
No se aceptaba el culto de otras religiones. A los testigos de Jehová, principalmente, por su eficaz labor de proselitismo, se les metía en la cárcel y se arengaba desde los púlpitos a los creyentes para que los expulsaran de sus casa y los denunciasen a la policía cuando les viesen llegar. Incluso los tildaban de traidores, porque estaban en contra de las guerras y se negaban a hacer el servicio militar. Fueron los primeros objetores de conciencia que fueron a la cárcel por ese motivo. Luego la objeción se extendió a otras organizaciones.
No se aceptaba la celebración de bodas de otras confesiones religiosas hasta la llegada de la Ley de Libertad Religiosa, en octubre de 1967. Hasta esa fecha, a esos contrayentes no se les consideraba casados legalmente, sino "arrejuntados". No se reconocían tampoco ni los derechos ni la validez de los matrimonios que no fuesen celebrados por la Iglesia Católica. Un matrimonio civil no tenía derecho a cobrar los puntos por matrimonio ni por los hijos nacidos en ese matrimonio (Como si el dinero de esas ayudas sociales fuese de la Iglesia en lugar de las cotizaciones de los trabajadores a las arcas del Estado). No tenían derecho a solicitar viviendas protegidas, ni a ser enterrados en el cementerio común (Como si el campo santo le perteneciera a la Iglesia en lugar de al Ayuntamiento), y eran enterrados en un lugar aparte, junto a los ajusticiados, suicidas y protestantes.

2º Fue en 1955 cuando Franco firma un acuerdo con el Vaticano (El Concordato) por el cuál la Iglesia se compromete a publicar oficialmente su reconocimiento y la legitimación del Régimen, a cambio de que el Estado le concediese un lugar preponderante en los Consejos del Estado, financiase todos los gastos de personal y del mantenimiento de los edificios religiosos, y la actualización de los privilegios que siempre había gozado la Iglesia Católica en España: excepción de impuestos, impartir estudios en centros propios a todos los niveles de enseñanza, otorgando títulos universitarios reconocidos con el mismo valor que los estatales (Universidades del Opus Dei).
3º En los acuerdos firmados durante el consenso constitucional se dejó claro  que el Estado financiaría durante tres años a la Iglesia Católica y que a partir de ahí serían los propios creyentes los que, asignando una cruz en una casilla determinada de su declaración de la renta, financiarían a la Iglesia, aceptando ésta la obligación de autofinanciarse.
Este acuerdo no se ha cumplido al día de hoy, treinta años después de la firma: la iglesia continúa recibiendo sus tres mil millones de euros anuales del erario público, motivo éste de quejas de los ciudadanos y partidos políticos no creyentes, que exigen que se les retire la subvención y que ésta se destine a otros fines sociales: “El que quiera religión que se la pague”, es el lema común.
Además, ¿no tienen el mismo derecho las otras religiones de recibir el mismo trato que los católicos?, ¿no son sus fieles creyentes ciudadanos que pagan sus impuestos al igual que los católicos?, ¿por qué el dinero se le concede solamente a la Iglesia Católica?
Resumiendo: ¿Qué derechos reclaman éstos cuando ellos jamás han reconocido el derecho de los demás? ¿Qué trato de favor esperaban de un Gobierno cuyos miembros vienen de un partido político a cuyos militantes persiguieron hasta la muerte durante los años felices que la Iglesia vivió junto al Dictador?

No hay nada más que ver las fotos de la época para comprender que, como dice la Biblia: “Cada uno cargará con su propia responsabilidad”. La Iglesia sufre desde el advenimiento de la Democracia, las consecuencias de sus actos en contra de las libertades de los españoles.

Para más informacion, ver http://www.fuenterrebollo.com/Gobiernos/iglesia-franco.htmldonde están publicadas los originales de las fotos de este artículo.

martes, noviembre 15, 2005

Los Caños de Meca






























En las cercanías de esta playa salvaje del término municipal de Barbate (Cádiz), quiere su Ayuntamiento, en complot con una inmobiliaria, construir unos hoteles y un campo de golf. Uno más. Ya existen en la bahía de Cádiz media docena en funcionamiento.Este año de 2005, cada municipio de la provincia, incluso los que están situados en lo alto de la sierra, tiene un campo de golf en proyecto o en construcción.¡Claro! ¿Por qué tú lo vas a tener y yo no?, parecen decirse entre ellos.Luego nos dicen que ahorremos agua los gaditanos, porque no llueve y los embalses están a la mitad.

MIS CUADROS









Un día, ya lejano, fui de visita a casa de un tío de mi esposa.Éste trabajaba en una prestigiosa bodega de Jerez, en la casa Garvey, donde tenía un cargo mediocre, pero que le hacía creer que era Dios. También era pintor en sus ratos libres y en las paredes de su casa tenía algunos lienzos preciosos. Yo, que acababa de comprar mi apartamento, que parecía un hospital robado por la escasez de muebles, le pedí que me pintase un lienzo para el salón. No quiso:"Una obra de arte no se regala; son muchos días pensando, estudiando , pintando, retocando...hasta que aparece la Obra para que luego acabe en un rincón anónimo de una casa cualquiera", me dijo. Aquello me dolió tanto, que le dije a mi esposa: mañana mismo compro un lienzo y te pinto yo un cuadro. Ella me miró sorprendida: nunca había pintado yo otra cosa que las paredes de nuestra nueva vivienda. Con el paso de los años, pintando y repintando sobre los mismos lienzos para ahorrarme dinero en comprarlos, llegué poco a poco a llenar mi casa de cuadros pintados por mí mismo, sin necesidad de recurrir a gente tan pija como mi tío. Estos son mis cuadros,¿les gustan ?

lunes, noviembre 14, 2005

SOLEDAD

Qué solos están los muertos
en sus tumbas silenciosas:
sin vida, sin ilusiones,
sin ver cosas hermosas.

Qué solo me encuentro yo
en mi habitación silenciosa,
pensando en tu cara bonita,
soñando sólo en tus cosas.

Quisiera vivir contigo
la vida que tanto sueño:
admirarte durante el día
y amarte aquí, en mi lecho.

Y en mi habitación oscura
besar tu bonito cuerpo
a la luz de la Luna
¡Cuánto te quiero, mi vida!
¡Qué vida ésta… tan dura!

sábado, octubre 29, 2005

EL TABACO






Hay días en que todo te sale mal, te levantas con el pie izquierdo y luego no paras de tropezar.
Un día, hace ya muchos años, fui con una amiga mía a ver la nieve a Chamonix. Nos hospedamos en el Hotel du Bois, situado a los pies del Mont Blanc. Mi amiga me sorprendió al llegar, pues de su coche comenzó a sacar artilugios deportivos de invierno: esquíes, guantes, gorro, botas, gafas de sol, cremas solares, ect. Yo no llevaba nada más que una maletita con un “neceser”, dos mudas de ropa exterior y cuatro interiores, pues sólo íbamos a quedarnos el fin de semana.
El hotel era un edificio acogedor, moderno y bonito. A través de sus grandes ventanales podíamos apreciar el maravilloso paisaje de la montaña helada, de sus pistas de hielo y de sus contrastes claroscuros a la luz del sol. Al día siguiente, después de un buen desayuno, comencé a sacar fotos mientras mi compañera se montaba en una telesilla y se elevaba rápidamente hacia la cima, cargada con su equipo deportivo. La fui siguiendo con el zoom de la cámara hasta que su imagen se difuminó. Luego entré muerto de frío en el hotel y me recosté en la barra del bar, ¡eso era lo mío: un buen cubata de ron Barceló con Cola y no menos de 23º de temperatura! A mi lado sólo había un señor leyendo el periódico y fumándose un puro, cuyo olor y humo invadía la sala. Todo el mundo se había marchado en el teleférico a disfrutar de la nieve. El camarero me observaba como a un bicho raro, pues no es normal llegar hasta una lejana estación de esquí para quedarse en el bar mientras mi compañera se marchaba sola a la montaña, donde abundaban los merodeadores humanos que sólo venían a ligarse a la primera fémina que se pusiese a tiro.
Al cabo de un rato y sin poder soportar más el silencio del local, le dije al señor que leía el periódico, para cortar el hielo, nunca mejor dicho:
– Huele bien ese puro, ¿de qué marca es?
– Es de la casa Cohíba. No son comercializados: se fabrican muy pocos de éstos. Están numerados, y me los envía exclusivamente a mí un amigo desde La Habana, en Cuba.
– ¿Y vale mucho un puro de esos?
– Seis francos suizos.
– ¡Caray! Un poco caritos, ¿no cree usted?
– Sí; son caros.
¡El tío no gastaba mucha saliva hablando, que digamos! Pero eso no me iba a disuadir: yo era un cliente del hotel, y tenía derecho a molestar a quien sea; para eso pagaba.
– Y… ¿Cuántos se fuma usted cada día?
– Cinco puros.
Yo encendí mi calculadora mental y calculé: 5X6= 30 Francos S. al día, ¡una barbaridad!
– ¿Fuma usted desde hace mucho tiempo?
– Desde hace cuarenta años.
Mi calculadora vuelve a entrar en acción: 40x30x365= 440000 FS.
– ¿Se da usted cuenta? Si hubiese usted guardado ese dinero, hoy sería usted el dueño de este hotel.
– Sí; es cierto. ¿Usted fuma?
Entonces vi la ocasión soñada desde hacía tiempo, ¡siglos!, de poder expresar mi desprecio a los fumadores:
– ¿Fumar yo?, ¿llenar las habitaciones de humo y de mal olor?, ¿obligar a tragar el humo que ha recorrido el estómago y los pulmones llenos de microbios a bebés, ancianos y niños sin preocuparme de ellos?, ¿impregnar las ropas de la gente con ese asqueroso olor? ¡Jamás!
– Entonces…, es usted el dueño del hotel
– No…, no.

El hombre se llevó el puro a la boca, aspiró un momento el humo y luego lo expulsó, y mirándome a la cara dijo:
– Yo sí
Me dejó cortado .Subí a mi habitación y me puse a ver la tele hasta que mi amiga volvió. Le conté lo sucedido y le dije que el tío me había dejado completamente helado. Entonces ella sonrió y me dio todo su calor. Menos mal, que si no…

martes, octubre 25, 2005

MI TRABAJO













Hoy, 25 de octubre de 2005, es un día triste, porque a partir de ahora me  quedo sin trabajo.
Mi obra se va, se va cargada en un barco que se ha hundido en la Bahía de Cádiz para cogerla en brazos y partir con ella a lejanos mares. Se va al Norte, al mar de Barents, y ya nadie sabrá que es mi obra y la de mis compañeros. También éstos se han quedado parados y preocupados por la situación laboral.Todos sufrimos de la misma enfermedad, una muy contagiosa: debemos de comer tres veces al día, o por lo menos dos, si no, todo se derrumba, todo se descontrola: las letras de las hipotecas llueven, los niños lloran, las esposas te acosan a preguntas: ¿Y ahora qué? ¿Qué vas a hacer? ¿Adónde irás?, como dice la canción.
Y uno se encoge de hombros porque no tiene respuestas; se compra el periódico aun sabiendo que no hallará nada interesante. Para quienes tienen 62 años no habrá ninguna oferta de trabajo y sí numerosos cursillos de pago, impartidos por agencias que prometen solucionar tu problema; pero eso es mentira: sólo soluciona el problema de ellos, de quienes imparten el cursillo, que ven así cómo suben sus ingresos a costa de la desgracia del que pierde su empleo.
Observo cómo mi obra avanza, llevada casi arrastras por tres remolcadores hasta el centro de la Bahía. El barco rojo ya está hundido, esperando que la gran mole de acero pase sobre él. Entonces se levantará, cual felino que salta sobre su presa, y levantará el fruto de mi trabajo a tres metros sobre el nivel del mar. Luego tocará la sirena para despedirse de Cádiz y partirá rumbo al Norte, a un lugar en que las noches duran seis meses, lo mismo que  los días. Un lugar donde las temperaturas descienden hasta -40ºC.
Mi obra llevará el gas natural a millones de personas desconocidas para mí, como yo lo soy para ellas.¡Pero ahí está! Yo he participado en su creación, en su parto, en todo.
¡Y ahora me quedo sin trabajo! Nadie me preguntará si necesito algo, si me puede ayudar. No, yo ya no existo, no soy nadie; mi obra me supera y se marcha para siempre a un lejano mar, a cumplir con su cometido. Así es la vida.


Algunos se creen el ombligo del mundo y miran a los técnicos y obreros altamente cualificados por encima del hombro porque ellos son funcionarios  y tienen estabilidad en el empleo; pero ellos se benefician de nuestro trabajo, usan la electricidad, los automóviles, los trenes y barcos, que funcionan gracias a nuestra experiencia y dedicación. A un sujeto que me menospreció presumiendo de tener carrera y ser funcionario público le dije:
¿Dónde está lo que has producido durante toda tu vida? ¿A quién has beneficiado con tu trabajo? No puedes mostrar nada, tu trabajo se ha desvanecido, no se ve. En cambio, tú puedes ver el mío: centrales térmicas y  nucleares, buques de pasajeros, buques de carga, petroleros, plataformas petrolíferas, gasoductos… ¡Ahí están! Benefician a la humanidad, y seguirán así  cuando yo muera.

 El Gasoducto del Norte  abastecerá de gas ciudad a las ciudades y pueblos ubicados desde Tarifa hasta Bilbao.