Había un rosal en el bosque, perdido entre un mar de tonos verdes y de sombras.
Arriba, las copas de los árboles dejaban entrever un cielo de añil en el que flotaban, como espuma, nubecillas blancas. Lo descubrí un día de primavera.De sus tallos espinosos se elevaba un capullo de rosa. Al instante me enamoré de él y cada día iba a verlo y a cuidarlo, procurando que ninguna rama le hiciera sombra y recibiera la luz del sol.
De vez en cuando llevaba agua y la regaba. Humedecía sus pétalos y sus hojas. La rosa se abrió y brilló con luz propia, siendo admirada por todas las plantas. Su belleza se comentaba hasta en los confines del bosque y todos deseaban conocerla.
Y la rosa dejó de sonreírme cuando acudía a verla. No deseaba que la asociaran conmigo: siempre fui un don nadie, pobre gnomo, anónimo e insignificante habitante del bosque, y me convertí en un estorbo para ella.
Un día, al intentar acariciar sus pétalos, me pinché con una espina oculta y manó sangre de mi dedo. Tanta, que me desangré a su lado y fui absorbido por la tierra que alimentaba sus raíces.
Hoy, convertido en escarabajo, camino por el subsuelo esquivando su mirada.
¡Buenas, Juan!
ResponderEliminarUn relato corto, sencillo, a mi parecer, melancólicamente precioso.
Me ha gustado la forma en la que lo cuentas. Lo he leído 4 veces ya, y ahora la volveré a leer, jeje.
Un beso grande^^
Qué triste es que la gente a la que tanto aprecias y ayudas te dé la espalda cuando ya no te necesita...
ResponderEliminarSaludos!
Gracias, Lady luna.Comentarios como el tuyo, animan a seguir escribiendo. Un beso.
ResponderEliminarHola, Adrián,pues sí, también se puede interpretar así el texto.El lector,imaginando distintos significados, también crea historias. Un abrazo.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarEncontré tu blog a través de la página de Ladyluna, y ha sido un agradable descubrimiento.
Me gustó este microrelato: sencillo, romántico, botánico.
Un saludo y, con tu permiso, me seguirás viendo por aquí
Ah, y decirte que, si quieres, puedes pasarte por mi blog:
ResponderEliminarhttp://palabrasmicrobioticas.wordpress.com/
Hola, Vitolink, encantado de verte por aquí. Lady Luna, esa chica maravillosa.¿Ha sido un gran descubrimiento el descubrir mi blog o a Lady?¡Ja,ja,ja! No te esfuerces en responder, es obvio y te comprendo. Y no me enfado, yo también me quedé prendado al conocer sus escritos, su simpatía y su hermosura en las fotos del blog.
ResponderEliminarBueno, tomo nota de tu blog y te agrego. Saludos.
bello y sí estoy de acuerdo es muy triste que nos dejen de lado cuando nos sacaron todo el jugo...pero así es la vida de m.....
ResponderEliminaren fin que ya volvi de mis vacances y entré a darte mil besitos de agua
esa rosa es divina pintor!
merchy
Hola, Merchy, ¡Uf! Ya creí que no te vería más, hace un mes que no sé nada de ti y pensé te había molestado por lo de la foto.
ResponderEliminarBueno, pues me alegro mucho de que haya sido por motivo de vacaciones. Gracias por la visita. Un beso.
El cuento no está mal, pero creo que el gnomo, como nos pasa a las personas se creyó con plena potestad sobre la rosa y eso no es así,. Nadie es de nadie, ni debe demasiado a nadie. Si, como el gnomo, nos sentimos así pues es que somos personas, claro, pero también pelín egoistas y, probablemente envidiosos,,,no sé.
ResponderEliminarEl cuento me gusta, pero el mensaje no tanto. Es como si la rosa tvuiera una culpa que yo creo que no tiene
¿Envidioso de haber dado todo por ella?
ResponderEliminarEl nogmo murió. La rosa le debía lo que era porque sin él hubiera muerto.
¿nadie debe nada a nadie? Deje de pagar al banco su hipoteca y ya me contará.
Es cierto que las cosas se deben hacer desinteresadamente, pero también es de bien nacidos ser agradecidos.
No sé, cada cual interpreta las cosas de diferente manera.
Y yo respeto la suya.
Saludos.
8:29 PM