
Media España luce vestida de blanco, y nerviosa, como una novia avanzando hacia el altar, recibe críticas variadas de los asistentes a la ceremonia.
Los unos son felices porque las pistas de esquiar están buenas y se augura una buena temporada para el sector de la hostelería y negocios de deportes invernales; los niños, que juegan a lanzarse bolas y a hacer muñecos en los patios de las escuelas; los maestros, que disfrutan de unos días más de vacaciones...
Pero son más los que reniegan de esta alfombra inmaculada que impide trasladarse adonde se necesita, y que deja aislados a muchos pueblos y casas rurales, donde los enfermos no reciben asistencia ni los alimentos llegan a su debido tiempo.
Valga como ejemplo lo que le ha pasado a mi hijo: Regresaba ayer de unas cortas vacaciones en Lisboa y se dirigía a Alcázar de San Juan , 480 kms de trayecto, cuando al llegar a Mérida la policía de tráfico lo obligó a desviarse a Sevilla porque más adelante la carretera estaba cortada, y resulta que en Sevilla también había problemas, y en Jaén, Ciudad Real... y decidió venirse a pasar la noche a casa.
Esta mañana temprano salió hacia su puesto de trabajo; los 450 kms se han convertido en 800, y el riesgo no ha desaparecido, sino todo lo contrario.
Y como él, miles de personas se han visto perjudicadas por este manto blanco tan bello como nefasto
¡Cuán cierto es que nunca llueve a gusto de todos!
La verdad es que yo nunca fui aficionado a la nieve, como demuestra el artículo « El tabaco», que publiqué aquí y en otros foros a los pocos meses de inaugurar este blog:
viva el cambio climatico!!!
ResponderEliminarconsecuencias lógicas del daño que le estamos haciendo al planeta...
ResponderEliminarhace unos años nevó en Buenos Aires, después de muchísimos años; y ese mismo año cayó granizo del tamaño de pelotas de ping pong, que destrozó tejas y autos....para algunos fue maravilloso y para otros resultó un desastre.
Besos
Juan! De verdad que linda es la nieve pero como todo en la vida todo lo que es demasiado...
ResponderEliminarPara quien quiere y puede disfrutar de la nieve es excelente pero lo peor es para quien necesita trabajar, debe ser muy dificil.
Muy oportuna tu entrada.
Besiños
Flor
Esto va a ser que viene el fin del mundo ese, niño :-D
ResponderEliminarUn abrazo, Juan.
Anónimo,¿sí? Vas en contra de todo el mundo, que lo teme.
ResponderEliminarBuen, Claudia, el hecho de que ya ocurriese antes hace muchos años, demuestra que lo que sucede son ciclos naturales, ¿no?
ResponderEliminarNo entiendo mucho de eso, pero lo que sí sé es que hace muuuuuuuuuuuuuuuuucho frío.
Un beso fuerte
Efectivamente, Flor, el que tiene que trabajar, y más si es a la intemperie, sufre lo insoportable.Yo trabajé hace años en Guijuelo a diez grados bajo cero y con diez centímetros de hielo en las calles y creí que me moría.
ResponderEliminarBonita es la nieve desde una ventana al calor de la chimenea.
O sobre el portal de Belen en postal.
Un beso, amiga
Eso, Ana, eso debe ser. Esta mañana he sacado al perro y me han abordado dos Testigos de Jehová y me preguntaron si no veía las señales.
ResponderEliminarYo no sabía a cuales se refería, si a las de tráfico o las de los vaivenes de la bolsa; pero ahora que lo dices...
Un beso,amiga.
Juan, me ha gustado eso que dices de la novia vestida de blanco. Se hará más el amor. El frío deja a la gente en casa, el contacto da calor y el intercambio amoroso produce ese fuego pasional tan necesario, que apunta la novia blanca. Aunque igual no es así y está cambiando el clima (la última vez que nevó en Sevilla creo que fue en 1954, cuando yo tenía tres años y vivía en la Roda), es la venganza del planeta, o se aproxima el fin del mundo, o es culpa del gobierno y ZP…
ResponderEliminarYo lamento no tenerla en Málaga, me gustaría jugar a tirar bolas de nieve, volver a la infancia en una regresión climática.
Año de nieves, año de bienes. A ti te trajo a tu hijo a casa por unas horas y pudiste abrazarlo…
Un cálido abrazo que derrita la nieve
Todo tiene las dos caras Juan, algunos disfrutan lo que a otros les fastidia.
ResponderEliminarpero no cave duda que la nieve tiene su encanto.
un abrazo mario
Hola, Antonio, tu comentario también me trae recuerdos.Fue por esas fechas tan lejans que también nevó en mi pueblo, Algar. Yo había venido a pasar las vacaciones de Navidad y me helaba de frío.No ha vuelto a nevar allí desde entonces.
ResponderEliminarCuano tú vivías en La Roda, supongo que la de Albacete, vivía allí un hmbre analfabeto que tocaba la guitarrra flamenca de oído y era un fenómeno tocando instrumentos de cuerda: laud, bandurria y guitarra. Lo invitaban a las bodas y las fiestas de los ricos para amenizar las veladas.Con el laud, él tocaba cualquier canción y su mujer lo acompañaba con la guitarra. Yo lo conocí en la provincia de Alicante, me apreciaba mucho como yerno; pero la cosa no cuajó, y depués de dos años de noviazgo, su hija y yo nos dejamos.
Tienes razón, si no hubiera sido porque la nieve cubre toda Europa, tanto Rajoy como Llamazares, le hubieran echado la culpa de los problemas causados en las carreteras y ciudades estos días por la nieve en toda España a Zapatero.
Sí, mi hijo vino a casa y me dejó una botella de Oporto Ferreira, ¿lo conoces?
Bueno, pues él se fue temprano y ya está en su casa trabajando. Un abrazo.
Por supuesto, Mario. La nieve también me trae buenos recuerdos. Pincha en la palabra en rojo de abajo y recordarás el tema que escribí en BV. del Tabaco, que cuenta una aventura en la nieve.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
No Juan, yo viví en La Roda de Andalucía (Sevilla)... Bueno en una aldea o pedanía que se llama Los Perez. Me marché de allí en 1960 y he vuelto en un par de ocasiones en plan visita turística y de recuerdo. Mi padre era manijero en un cortijo en ese tiempo. La vida era dura, muy dura para la clase currante, el campesino. Mantengo un recuerdo agridulce de la nevada. El espectáculo increíble para un niño de tres años y el tremendo frío desarropado que sentí. Corrí, salté y jugué para entrar en calor, eso me dejó un buen recuerdo.
ResponderEliminarLa nieve te dio la oporto-nidad de ver a tu hijo y tomar un o porto.
Un abrazo
¡Ja,ja,ja,! Buen juego de palabras: Oporto-nidad.
ResponderEliminarNo la he abierto todavía,no sé si es como el Oporto clásico, es decir: dulce como el Málaga Virgen.
En París acostmbran a regalar OPorto a los enfermos cuando se les visita. Parece ser que es reconstituyente, como la Quina San Clemente. (¡Anda, me ha salido un pareado!)
Al igual que los tuyos, mis padres también pasaron lo suyo en las labores del campo.
Un abrazo.