Esta noche han cambiado la hora a las dos, o sea: con nocturnidad y alevosía.
Esto ya es inaceptable, se están pasando tres pueblos con los recortes. Hasta ahora sólo habían recortado en Sanidad, Educación y en las pensiones; pero se nota que le han tomado gustito a las tijeras y nos han recortado el tiempo dedicado a dormir robándonos una hora de sueño.
¿Imaginan ustedes el daño que nos han hecho a la mayoría de pensionistas?
No sólo nos han recortado el poder adquisitivo sino que esta pasada noche nos han recortado el derecho a cumplir con el débito conyugal.
A mí, por ejemplo, que cuando voy a Madrid me saludan los leones de las Cibeles, que empatizan conmigo porque llevamos la misma vida sexual, me han quitado mi ración de sexo al quitarme una hora de sueño.
Y justamente ésa era la hora en que solía despertar a mi parienta. Las ocho ya habían pasado cuando la desperté. Yo en eso de "sábado sabadete, camisa nueva y polvete" suelo cumplir bien: hecho los 25 polvos: el 25 de marzo, 25 de abril, 25 de mayo... Mas cuando la compañera se ha despertado y ha escuchado en la radio que eran las nueve se ha levantado rauda dejándome encuero y empantanado.
—¡Pero chiquilla, que hoy toca...!
—Ya es tarde. Tengo muchas cosas que hacer,
—Entonces lo aplazamos para esta noche, ¿no?
—Ni hablar: mira lo que dicen los prospectos de los medicamentos: " Si se le pasa la hora de tomar una pastilla, no se la tome ya, espere a la hora de la siguiente toma". Así que a esperar hasta el 25 de abril.
— ¡Me cagoentó lo que se menea, hacerme esto a mí el Gobierno! Pues que no esperen que les vote, ya estoy hasta el escroto de que me recorten cosas y luego me pidan el voto.
Votaré a Podemos, que en esto de saltarse las reglas (no fornicar los días de cobro, y todo lo demás) que nos han impuesto los peperos, dicen: "Sí se puede"
Mañana lunes, a las doce, estaré en la manifestación de los pensionistas exigiendo, además de recuperar el poder adquisitivo, que dejen en paz a los relojes.
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