En busca del Unicornio, de Juan Eslava Galán; Los funerales de la mamá Grande; La hojarasca, ambas de García Márquez, y
En busca del Unicornio me echaba hacia atrás al principio debido a su formato: letra excesivamente pequeña y el texto apretado, apenas sin puntos y apartes. Pero la historia del joven escudero del Marqués me atrapó: un joven que se bate valientemente contra los franceses en una famosa batalla en las cercanías de Bailén llama la atención del Rey, quien, en premio por su lealtad, le nombra caballero y le ordena viajar a África en busca de un caballo que, según decían los nobles y mercaderes que visitaban la corte, tenía un único cuerno en la cerviz, cuyas propiedades afrodisíacas eran inmensas.
Y acompañado por una comitiva de 67 personas: un fraile, una muchacha virgen celosamente guardada en una carroza para ofrecérsela en sacrificio al Unicornio, un grupo de soldados a caballo y algunos esclavos, se lanzó a la aventura.
El caballero atravesará el desierto, luchará contra los Tuareg, contra los negros de Mali, contra las tribus negras de enanos, contra las de los gigantes. Incluso se planta en una ocasión con su ballesta delante de un enorme león y lo vence, lo que lo convierte en dios antes la tribu que lo acompañaba. Atraviesa selvas y picado por mosquitos y arañas coge toda clase de enfermedades. Poco a poco van pereciendo todos sus acompañantes y los que sobreviven desean morir, tales son las calamidades que sufren. Después de atravesar toda África hasta llegar a Mozambique, regresa solo y es encarcelado en un castillo de Setúbal, de donde escapa. Tras 17 años de ausencia, llega ante la corte con un extraño botín.
Es un libro escrito en castellano antiguo, el mismo que usa el autor de Diario de abordo de Cristóbal Colón. Ganó el premio Planeta en 1987

El libro Los funerales de la mamá Grande lo terminé con mucho esfuerzo. Son cuentos, y si uno no te gusta pasas al siguiente; pero la novela La hojarasca la dejé a medias, decepcionado
Ambos libros me recordaron las tomas falsas que muestran al final de algunas películas, tomas que no salen en ellas por defectuosas y que aprovechan para otras cosas: en este caso, al leer los libros, tenía la sensación de estar leyendo capítulos sueltos que hubieran sido desestimados para formar parte de «Cien años de soledad», en los que se habla de Macondo, el coronel Buendía y la mamá Grande con historias inconexas. Eran los dos que me quedaban por leer de García Márquez, y aunque haya otros no los leeré, pues si ya me había decepcionado con «
La Catedral del Mar es un libro cuyas doscientas primeras páginas absorben al lector; luego pasa por un tramo algo monótono para volver a atrapar la atención en las últimas doscientas páginas de tal modo que uno se sumerge en la historia y ésta llega a su fin inesperadamente, dejando un regusto agridulce.
Me ha gustado mucho, es una historia bien documentada ambientada en el siglo XIV. En ella aprendí muchas cosas nuevas sobre Cataluña y me confirmó otras que ya conocía: sus orígenes, sus fueros, sus luchas clandestinas. La Inquisición, que comenzó en Barcelona doscientos años antes que en ninguna otra zona de España; el poder de
Es la primera obra de Idelfonso Falcones, un autor novel, que a pesar de haber recibido desagradables críticas por los puristas en cuanto a su calidad literaria, tal como las recibió el Código Da Vinci, no deja de merecer un gran respeto al conseguir saltar a la fama con su primera obra y que de ésta se hayan vendido millones de ejemplares en todo el mundo. He leído una crítica demoledora hacia el autor en la que se le acusa de "haber acudido a un taller de escritura, lo que demuestra que no es un escritor", y yo reto a este señor a que escriba su propia novela y la publique para que comprobemos si es tan interesante como esta. Es muy fácil criticar intentando destruir el trabajo de cuatro años del nuevo autor, pero yo digo como aquél: «Obras, obras son amores, y no buenas razones», y mostrar sus obras es lo que debería hacer ese crítico endiosado que escribe, intuyo, corroído por la envidia. Creo que tantos millones de lectores como ha conseguido La Catedral del Mar no pueden estar todos equivocados. Significa que la gente lee para distraerse y aprecian una historia absorbente mejor que una sucesión de palabras bellas que no les dice nada. Libros como éste incitan a la lectura, y convierte en lectores asiduos a jóvenes y menos jóvenes que habitualmente ocupan su tiempo de ocio con otras cosas.
Me ha gustado tanto el libro que he buscado en Internet fotos e información adicional de esa bonita y original Catedral del Mar, que se construyó en sólo 54 años. La llamada Catedral del pueblo, porque fue construida por y para el pueblo. Os la recomiendo.
SINOPSIS publicada por la editorial:
Siglo XIV. La ciudad de Barcelona se encuentra en su momento de mayor prosperidad; ha crecido hacia la Ribera, el humilde barrio de los pescadores, cuyos habitantes deciden construir, con el dinero de unos y el esfuerzo de otros, el mayor templo mariano jamás conocido: Santa María de la Mar.
Una construcción que es paralela a la azarosa historia de Arnau, un siervo de la tierra que huye de los abusos de su señor feudal y se refugia en Barcelona, donde se convierte en ciudadano y, con ello, en hombre libre.
El joven Arnau trabaja como palafrenero, estibador, soldado y cambista. Una vida extenuante, siempre al amparo de la catedral de la Mar, que le iba a llevar de la miseria del fugitivo a la nobleza y la riqueza. Pero con esta posición privilegiada también le llega la envidia de sus pares, que urden una sórdida conjura que pone su vida en manos de la Inquisición...
La catedral del mar es una trama en la que se entrecruzan lealtad y venganza, traición y amor, guerra y peste, en un mundo marcado por la intolerancia religiosa, la ambición material y la segregación social. Todo ello convierte a esta obra no solo en una novela absorbente, sino también en la más fascinante y ambiciosa recreación de las luces y sombras de la época feudal.
Ahora ya puedo disfrutar de estos dos libros, regalo de reyes de mi esposa, dos obras de autores que me encantan: