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domingo, noviembre 20, 2011

¡TODOS A VOTAR!



¡Ea, ya he votado! Ahora espero que mi voto sirva para algo y no se lo lleve el partido más votado, pues, merced a esa puta Ley de Hont con que los dos partidos mayoritarios se blindan ante la competencia, una candidatura debe de sacar más del 3% de los votos para que éstos sean válidos.
El tiempo lluvioso no me ha desanimado a salir, para eso tengo un chaquetón guay, comprado en Hipercor, aprovechando la oferta de "Compras 2 y pagas 2". ¡Venga, no os quedéis en casa! Alguien me ha preguntado por quién he votado. ¿Se puede decir en público el partido que he votado?
Pues vale. Yo me he hecho la pregunta siguiente: Si estás desengañado y enfurecido por los recortes, subidas de impuestos y el imparable paro, ¿cómo voy a votar a los partidos que han propiciado esa situación o no han hecho nada para evitarlo?
Pues eso.
 Después de votar he ido con mi mujer al Bar Carlos a desayunar por segunda vez café y tostadas de pan con aceite puro de oliva, y  ojeando el Diario de Cádiz del bar he leído la entrevista que le hacen a don Manuel Caballero Bonald, reconocido  escritor y poeta, al que detesto por su forma de ser,  y le guardo inquina porque nos tomó el pelo a un centenar de asistentes a una de sus conferencias.
Resulta que vino al Hotel Monasterio a darnos una conferencia sobre el vino de Jerez y después de estar soportando  la larga y presuntuosa retahíla de sus logros y medallas, y una breve exposición de sus conocimientos en el tema de la  elaboración de vinos, nos entregó en recuerdo de la conferencia  una caja de cartón que contenía una botella de vino de Jerez. 





Al abrirla, un señor se dio cuenta de que estaba vacía y así se lo dijo, creyendo que había sido defecto de fábrica. Pero, no,  no era un fallo: estaban todas vacías. Entonces, el señor  Caballero Bonald explicó que el vino de Jerez era algo tan único, tan excelente, que no se podía regalar: las cosas buenas tienen su precio. 
La madre que lo parió. 
La crónica de la conferencia la publiqué en este enlace:


 Bueno, pues después de desayunar he vuelto a mi ordenador (Lógico, si no, no estaría aquí escribiendo), y como no se me ocurre nada para escribir he mirado las estadísticas de las visitas, lo cual ha sido lo peor que he podido hacer.
 Me pregunto si vale la pena atarse a una silla y emplear su tiempo ante el ordenador  en vez de salir a la calle a pasear o ir  jugar con los amigos a la petanca o al dominó para pasar el tiempo. Actualizar un blog  conlleva muchas horas de trabajo leyendo noticias,  buscando y creando historias y poemas; de recordar viajes y fotos y plasmarlo todo sobre la pantalla.
Y  ver que sólo una docena de lectores  asiduos dejan constancia de su interés en lo que he escrito sería motivo suficiente para abandonarlo todo y así ahorrarme  de pagar la cuota de  Internet.
Lo que pasa es que uno escribe por vicio, porque el deseo de comunicar se lleva en las venas, porque el sueño de publicar lo que uno escribe es demasiado fuerte, y porque entre blogueros se aprende mucho, se comparte conocimiento y amistad. Por todo ello y porque uno es consciente de que además de los amigos fieles existe mucha gente en el mundo virtual que entra  por azar, siguiendo una palabra tecleada  previamente en el buscador Google, y que al descubrir lo que has escrito, aunque no sea lo que ellos buscan, se quedan  curioseando y regresan más veces aunque no dejen constancia de ello, uno continúa en la brecha.
Por eso me  satisface saber que el cuaderno que publiqué en Calameo a finales de mayo sobre mi visita a  «La Alhambra», ya  ha sido leído por 6,547 personas, aunque sólo he recibido una decena de comentarios.
Que mi homenaje a mi perro Lucero  es el segundo con 526 lecturas, lo cual muestra que existe una gran sensibilidad por los animales.
Sorprende que la gente se incline por determinadas crónicas y pase de largo ante otras de similar importancia:   mi reportaje sobre « Las Alpujarras» sólo ha recibido 294 lecturas, siendo éstas tan famosas y bellas.
Los cuadernos de «El Generalife», sólo 12 lecturas.
El de «El Albaicín», 30.
Mi reportaje sobre el bellísimo pueblo gaditano, Setenil de las Bodegas, lleva 174 lecturas.
El  «Concurso de patios portuense »,  224 lecturas.
Y, por último, mi poemario ha sido abierto 103 veces, lo cual me indica que estoy lejos, muy lejos de entrar en  la Historia como poeta.


Pero en fin, aquí estamos. Poco a poco voy ampliando mi mundo virtual y la lista de blogs  amigos, recibiendo visitas y correspondiendo a ellas a pesar de que en once meses he recibido 17, 374 visitas, cinco mil menos que el pasado año. ¿Se habrá extendido la crisis a los blogs?

sábado, noviembre 19, 2011

YO FUI PRESIDENTE


Es frecuente  oír la expresión « Yo estoy de vuelta de todo», que  entiendo  significa que uno tiene  experiencia en cualquier ámbito.
Yo no es que me crea muy listo, al contrario: tengo tal ensalada de recuerdos en mi mente que éstos se mezclan sin previo aviso y como consecuencia me doy de ostias por todos lados. Un ejemplo de que «ya  estoy de vuelta» es que yo he sido Presidente de una mesa electoral. Fue el año 1986. Entonces yo trabajaba en una fábrica, y aunque me venían bien las casi 7 mil pesetas que pagaban por la doce horas de jornada (en las Elecciones Municipales del pasado mayo pagaron 62´61 euros a cada miembro de las mesas electorales), no me hizo mucha gracia perder mi  descanso dominical.

Recuerdo que al recibir la carta oficial con el nombramiento me llené de orgullo; luego maldeciría a quién me puso en la lista. ¿No había otro más competente entre los 2000 ciudadanos del distrito electoral nº1 de la Zona Norte que reuniese los requisitos? 


«La mesa electoral será formada por el presidente y dos vocales. Deben ser  menores de 65 años y que sepan leer y escribir. El presidente debe tener título de Bachiller o el segundo grado de Formación Profesional, o subsidiariamente, el de Graduado Escolar. Su presencia será obligatoria y recibirán una remuneración».

Aún recuerdo la experiencia: el día anterior al sufragio,  todos los elegidos para ocupar cargos en las múltiples mesas electorales de El Puerto de Santa María fuimos citados en  la sala de la Junta Electoral, sita en el Juzgado, para asistir  a una reunión informativa sobre los procedimientos a seguir, en la cual se nos dijo que durante la jornada electoral siguiente seríamos la máxima autoridad en la sala de votaciones, y nos entregaron un folleto con las normas  que debíamos aprendernos cuanto antes. Suena muy bonito, ¿verdad?  Bueno, pues sepan que no siempre lo es.
 Al grano: Al día siguiente, tras constituirse la mesa, comenzaron a llegar los representantes de los partidos políticos que asistían en calidad de controladores y espías, interventores llaman eufemísticamente a esa gente que están todo el día incordiando sobre si procede hacer eso o aquello de esa manera.

 Al principio todo marchaba sobre ruedas, pero al cabo de cinco horas comenzó a afluir la gente y yo sólo  pensaba en la comida. Acostumbrado como estaba a comerme un bocadillo a las diez de la mañana y  la comida a las dos, el estómago me  chirriaba como la rueda de una carreta cargada de grava.  A los espías, sus respectivos  partidos políticos se encargaban de llevarles bocadillos y bebidas de vez en cuando; pero a mí nadie me traía nada y, no podíamos abandonar la mesa: al menos dos personas debían permanecer  al frente de ella en todo momento.
  A las cuatro de la tarde, aprovechando que no votaba casi nadie a esas horas,  dejé  la mesa a cargo de los vocales, y éstos a cargo de los controladores, y me fui a casa a comer.

El problema vino al final de la jornada, una vez cerrada la urna. Resulta que era la primera vez que mis compañeros y yo desempeñábamos esa función, y por tanto   ninguno teníamos experiencia en el recuento de votos, ni mucho menos en rellenar todos los documentos que debían de acompañar la urna hasta la sala de la Junta Electoral del Juzgado.
En las mesas de  al lado, sin embargo, sí  había algunos que repetían como  presidente o vocal de precedentes elecciones y a lo largo de la jornada habían aprovechado las horas bajas en afluencia de público para rellenar todos los documentos, a falta solamente de poner la cifra del número de votos válidos, los nulos y los blancos en cada uno de los más de veinte folios, cuyas copias debíamos entregar a cada uno de los interventores presentes. Por consiguiente, una vez contabilizadas las mil y pico de papeletas, abierto los sobres del voto por correo y anotado las abstenciones, pusieron las cifras en sus respectivos recuadros en los documentos y apenas  media hora después de cerrar las urnas ya habían terminado. Seguidamente acudieron a mi mesa, sorprendidos por mi retraso y el guirigay que se había formado.

Los interventores ya tenían en mano los resultados de las otras mesas y me exigían sus hojas par poder marcharse, criticando a voces  nuestra incompetencia. Los periodistas locales  llegaron entonces  preguntando por los resultados y la sala estaba a rebosar de gente,  todos hablando o criticando, hasta que se me inflaron las pelotas y les dije que o guardaban silencio o  desalojaba la sala y cerraba la puerta. Entonces entró uno de los  agentes de policía que vigilaban el proceso  en la puerta. Se dirigió a mí y me dijo que la puerta  no se cerraba, que el recuento era público. Yo llamé por teléfono a la Junta Electoral y expuse mi problema. Les dije que con tanto jaleo y los incordios a los componentes de la mesa no nos aclarábamos y podíamos tardar toda la noche. Me dijo el Juez que se pusiera la policía al teléfono y así lo hice. Segundos después, un agente de policía, fulminándome con la mirada, cerró la puerta de la sala. Los asistentes guardaron silencio, y  entonces, con la ayuda de algunos interventores de distintos partidos, rellenamos los documentos que  debíamos entregarles y pudimos concluir el recuento.

 Pero eso no acabó ahí. Yo, como presidente, era el responsable de  las urnas y de  las actas  originales, y  debía entregarlas en el Juzgado. Le dije al policía que me llevase en el coche hasta el Juzgado, a lo que él me dijo:
—¿Usted no tiene coche?
Sí, pero es mucha mi  responsabilidad y quiero que usted me lleve y me traiga luego a casa.
— Es que...
—Es que usted está hoy a mi servicio. Y si no lo cree, espere y llamo a que se lo confirme la Junta
— No. No...  Si a mí no me importa; yo le llevo. Como otros se han ido en sus coches...
— Allá ellos si les sucede algo y pierden la urna.

 Y esa fue mi triste experiencia como presidente de mesa electoral. En los días siguientes me encontré alguna vez en el bar con los agentes de policía (Solían dejar conectada  la emisora a toda voz en la calle para enterarse si los llamaban desde la central y ellos entraban en grupo a tomar café en el Bar El tejar), quienes me miraron despectivamente y ni me saludaron. Yo anduve mucho tiempo temiendo encontrármelos en un control.  Luego ya me olvidé de sus caras y supongo que ellos de la mía.

Pero ahora me alegro de estar jubilado y no reunir los requisitos para formar parte de una mesa electoral, sabiendo a lo que tienen que enfrentarse algunos presidentes, como el muy sonado escándalo de Alfaz del Pí, caso que fue llevado a los tribunales:
  

lunes, noviembre 14, 2011

"LA FRUTA EXCELENTE"

Hace ya 31 años, por estas mismas fechas, acudía yo a Madrid desde Valencia para realizar un test profesional que realizaba el  Lloyd para  que una empresa inglesa pudiera  contratarme para trabajar en Secunda, Sudáfrica. El test salió bien y hube de regresar a Madrid el 8 de diciembre,  el mismo día en que asesinaban a John Lenon, para firmar el contrato. Me enteré del crimen por la radio mientras conducía.
Lo recuerdo bien porque iba escuchando la canción Noelia, de  Nino Bravo, y de pronto pararon la canción para decirlo. En seguida entré en el túnel del embalse de Alarcón y no pude oír el final del comunicado; pero luego cambié de emisora y lo repitieron hasta la saciedad.
 En aquel año se habían producido una serie de atentados del CNA en la refinería Sasol y en diferentes comisarías y líneas férreas, que  auguraban un cambio en la política del Apartheid del Gobierno sudafricano. El cómo y por qué de la llegada de un numeroso grupo de profesionales españoles a Sasol lo cuento en capítulos anteriores en este mismo blog bajo el título de Sudáfrica. Recuerdo haber visto una película sobre Sudáfrica realizada en la misma refinería  de Secunda en  que trabajé. Trata sobre el famoso atentado, pero no recuerdo el título.

Hoy me ceñiré al paisaje espectacular que disfruté durante el trayecto de Johannesboug  a Secunda, en la provincia de Transvaal.


Imaginad una extensa llanura que parece no tener fin, en la que no se divisa ninguna montaña por ninguna parte. El coche, un Mazda,  avanza por una carretera  que divide en dos la campiña. En el lado izquierdo, tras la cerca de alambres, abundan los rebaños de avestruces, de vacas, de ovejas, ect. El lado derecho, aparece todo verde, como si hubieran extendido  una  alfombra de varios kilómetros de extensión, totalmente sembrada de una clase de planta que yo nunca había visto, en la que centenares de mujeres, todas negras o mulatas,  inclinadas sobre las plantas recolectan el único fruto  que destaca en el medio de cada mata: La piña
  

 Esta piña, que procede de Puerto Rico, ha pesado 2kgs tal como está. Lo malo de esta fruta es que tiene mucho desperdicio de hojas y corteza. Mi esposa la eligió por su bonita presencia, desechando otras más tiernas y marrones. Un error, son ésas las mejores y más dulces.Están así porque las han dejado madurar en la mata hasta última hora.

 ¡Y yo creía que esa deliciosa fruta que comí por primera vez en Francia se criaba en  los árboles!
 La variedad que se cultiva en Sudáfrica se llama  “Queen” (Reina), y es una de las más antiguas.   La piña sudafricana no es tan ovalada como la de la imagen, es casi esférica, y tiene un color dorado amarillento y la  pulpa de intenso color amarillo. No es tan jugosa como otras, pero se conserva y huele muy bien.
En casa  comemos piña muy a menudo.
Muchas veces me pregunto qué comían en Europa antes de que regresara de América Cristóbal Colón, pues muchos de los alimentos que hoy consideramos imprescindibles en nuestra dieta, los trajeron los españoles de allá: el tomate, la patata, el tabaco, el cacao y el  tazón de chocolate... y la piña.

La piña, también llamada Ananás, que significa “fruta excelente”, fue Cristóbal Colón quien la trajo a España en 1493 después de su segundo viaje y le dieron el nombre de piña por su parecido con el fruto del pino; pero en la Península su cultivo no dio el resultado apetecido. Por este motivo, tanto españoles como portugueses decidieron cultivarla mejor en sus colonias. 
En el siglo XIX sus cultivos se propagaron por Australia, Sudáfrica y Hawai. Actualmente, la mayoría de las piñas consumidas en Europa provienen de Sudáfrica y de Hawai, considerados unos de los principales productores de piñas en el ámbito mundial, junto con Tailandia y Brasil.
La piña tiene un elevado contenido de agua y un bajo valor calórico.
Según leo en la etiqueta la piña contiene  fibra y por tanto es buena como laxante y diurético. No engorda, pues 100 gramos de piña proporcionan sólo 55 calorías. Este aporte calórico se debe a su contenido en hidratos de carbono, ya que el porcentaje de grasas y proteínas es casi inapreciable. 

-  La piña contiene alrededor de un 11% de hidratos de carbono, la mayor parte de los cuales son azúcares. Estos azúcares (sacarosa y fructosa, principalmente) son hidratos de carbono de asimilación rápida y su contenido aumenta a medida que el fruto madura.

La piña madura únicamente si está en la planta. Si se recolecta antes de tiempo, tendrá sabor ácido y escasos nutrientes.

Para saber si una piña está madura, al adquirirla  debe comprobar lo siguiente:

- Su pulpa cede ligeramente al ejercer una suave presión con los dedos.
- Su aroma es intenso.
- La punta de las hojas son anaranjadas o marrones y se desprenden con relativa facilidad.
- La piel es de color amarillo anaranjado uniforme.
(Si presenta un color más bien verdoso, la pieza está inmadura y si tiene manchas marrones, la piña está "pasada").

La piña no debe guardarse en el frigorífico puesto que no aguanta temperaturas inferiores a 7ºC, y pierde todo su sabor y aroma.
La mejor manera de aprovecharla con todas sus propiedades nutricionales es consumirla al natural,  sola o acompañada; pero existen otras formas:
1)     En conserva en almíbar, pero  entonces aporta más calorías que al natural
2)     Cocida o al horno, con lo cual se intensifica su aroma y su sabor.
3)     En repostería como ingrediente de tartas, pasteles y mermeladas.
      4º) En forma de zumo, sola o acompañada de otras frutas.


En Sudáfrica la solían poner en el buffet libre cortadita en trocitos junto a otras frutas y verduras, componiendo una ensalada  mixta: mango, plátano, aguacate, remolacha, pepino, zanahoria. Estaba rica, rica
 

 Cuchillo preparado para trocearla en rodajas o cuadraditos y llenar un cuenco


Mi copa preferida durante el tiempo que estuve en Sudáfrica fue Wodka con zumo de piña. Luego me tomaré una a vuestra salud.



sábado, noviembre 12, 2011

¿A QUIÉN VOTAR ?


Metido ya en la recta final de la campaña electoral  y saturado del bombardeo publicitario de los medios sobornados por el poder oculto que dirige este país a través de  maniquíes  colocados  al frente de los dos partidos mayoritarios, quienes intentan eliminar las demás opciones, me siento inclinado a no votar en blanco esta vez y  luchar contra el bipartidismo entregando  mi voto al personaje de un partido minoritario que haya demostrado su honradez luchando porque en España se aplique la Justicia, la Equidad y los Derechos Humanos.

Porque no todos los políticos son iguales, aunque en sus programas prometan  respetar los valores que proclama la Constitución. Nos basta recordar lo que hicieron algunos durante sus años de mandato en el Gobierno o en su actividad como parlamentarios,  y echar una mirada a sus actuales  privilegios para determinar  si lo que perseguían era el bien común o el suyo propio.
Porque si a un parado que cobra 400 euros no se le permite realizar ninguna clase de trabajo para llegar a fin de mes, ni un jubilado puede cobrar otra nómina que no sea la de su pensión, ¿por qué demonios un político puede cobrar su sueldo  o la pensión como diputado, y además estar como Consejero en la nómina de una empresa, y además dedicarse a dar conferencias remuneradas, y además escribir y publicar libros durante las horas en que debería estar en el Parlamento intentando solucionar los problemas de quienes les votaron y les pagan?

Vaya por delante que estoy convencido de que el desaguisado que han creado estos vividores no lo arregla ni Dios -llámese Johová, Mahoma, la Virgen Santa o Teresa de Calcuta-, y que en los próximos años vamos a sufrir la peor crisis que hemos conocido desde los años 40. Que sea el que sea el que gobierne, los únicos que van a notar la crisis serán los trabajadores, sean por cuenta ajena o autónomos, y los pensionistas. 
Los bancos, los especuladores, la aristocracia, los muy ricos y los políticos, pasarán otros cuatro años de fiesta y banquetes  y  enriqueciéndose a nuestra costa, asegurando su futuro mediante el tráfico de influencias y buenas pensiones vitalicias. Ayer leí el caso de Urdagarin, el yerno del Rey.¡Vaya tela!

Pero aun intuyendo lo que va a suceder, me veo obligado a olvidarme de la abstención o voto en blanco y votar a un partido cuya voz en el Parlamento no podrá impedir que nos la metan bien doblada y sin vaselina;  pero que puede convertirse en la mosca cojonera de los dos partidos que nos gobiernan, pataleando y dando voces cada vez que éstos decreten algo en contra de los ciudadanos para que les quede claro que el que nos violen tan salvajemente, sin tener en cuenta nuestras necesidades, preferencias  y derechos, nos  hace mucho daño.  

¿POR QUIÉN VOTAR EL 20 DE NOVIEMBRE?

¡OJO! AUNQUE ACTÚEN DENTRO DE LA LEGALIDAD,  NO TODOS LOS POLÍTICOS SON HONESTOS: ALGUNOS  NO TIENEN ESCRÚPULOS  Y AHORA DISFRUTAN SIN  VERGÜENZA DEL PREMIO POR LOS SERVICIOS PRESTADOS. 



Juan López de Uralde,  ex-presidente de Green Peace España y  recientemente condenado por allanar el palacio de la Corona Danesa durante la cumbre del G 20 es cofundador del partido EQUO, que por vez primera se presenta a unas elecciones: una nueva opción que podremos votar el 20 N. 

¿Qué decía  Juan Uralde hace un año? 
http://servicios.renr.es/entrevista-chat/932/Sociedad/juan-lopez-de-uralde/entrevista.html

 ¿Pero quiénes son éstos de  EQUO? Existe abundante información en internet (obviamente en la televisión y radio no encontrarás mucha). Teclea el nombre y busca quiénes son, qué programa ofrecen, de dónde provienen, etc. Una tarjeta de visita puede ser ésta: http://www.tuenti.com/equo

 De lo que estoy seguro es de que no voy a  votar a opciones que ya conozco y que han demostrado a lo largo de los años que yo  les importo una mierda. 

jueves, noviembre 10, 2011

MI NIETA

Hemos recibido una foto de mi nieta y a la vez que nos ha llenado de felicidad verla tan bonita y sana, se nos ha roto el corazón porque se encuentra tan lejos que no podemos disfrutar de su presencia ni de su cariño. No la  vemos desde el mes de mayo. La última vez que estuvo aquí, hace un año, fuimos tan dichosos que en los días siguientes a su partida fuimos presos de la depresión, tal era nuestra desgracia. De aquellas fechas procede este poema:



Esta mañana temprano
la niña se ha despedido,
con unos cuantos besos,
y en un coche se ha ido.

La abuelita se ha quedado
Mirando desde el balcón
con lágrimas en sus ojos
Y destrozado el corazón.

"Abuelita yo te quiero
Ven conmigo a Castellón
Para darte mi cariño
y alegrarte el corazón"

Su nieta es lo más bonito
que lleva en el corazón
Viva como una gacela
Y tierna como una flor.

"Abuelita yo te quiero
Ven conmigo a Castellón
Para darte mi cariño
y alegrarte el corazón"

El reloj siguió adelante
Sin ninguna compasión
Llegó el cruel momento
De la separación.

"Abuelita yo te quiero
Ven conmigo a Castellón
Para darte mi cariño
y alegrarte el corazón"

"No llores más abuelita
Porque pronto volveré
No llores más abuelita
Yo te daré muchos besos
Y en tus brazos dormiré."


lunes, noviembre 07, 2011

EL VETERANO, por FREDERIK FORSHITE

Durante el pasado fin de semana he tenido el placer de leer otro libro de mi autor favorito, Frederik Forshite. Y con este ya  van ocho.
 
"El veterano" no es una novela, sino un conjunto de relatos escritos con la maestría que caracteriza al autor. Cinco relatos de misterio, de venganzas, engaños y, sobre todo, de intrigas que atrapan al lector desde el inicio gracias a su arte en provocar el inesperado final, el suspense en todo momento. Por eso no es de extrañar que de las ocho novelas que he leído de Forshite, cuatro han sido llevadas al cine y han cosechado clamoroso éxito. No sé si existen más obras de él convertidas en películas, aún me quedan muchas que leer, pero al contrario que otras, las que yo he visto no defraudan al que ha leído antes la novela.

En las trescientas cincuenta y dos páginas de este libro he aprendido mucho, os lo prometo: En el primer relato, que lleva el título del libro, es una historia policiaca en la que el autor nos lleva a Londres y nos muestra los entresijos del mundo de la abogacía y del crimen. El final me dejó pasmado.

El segundo relato, “Arte puro”, es una obra magistral en la que nos introduce en el mundo de los coleccionistas, las galerías y las  casas de subastas. Además de aprender cómo funciona el sistema desde que una persona decide vender un cuadro hasta que sale adjudicado en la casa de subastas, pasando por los talleres de restauración, los laboratorios de análisis y establecimiento de la antigüedad de la obra para darle el justo valor, el lector asiste a una historia apasionante en que tres personas estafadas por el director de una galería unen sus conocimientos para  desenmascarar a los culpables y llevarlos ante la Justicia.

El tercer relato, “El milagro”, nos cuenta una historia de la segunda guerra mundial cuyo final es sorprendente y nos muestra otra cara de los trucos que utilizan los buscavidas y embaucadores en las ciudades.

El cuarto relato “El ciudadano”, es una historia de tráfico de drogas que se inicia en Hong Kong y acaba en Londres. La policía vigila a unos camellos desde meses antes, intentando detener al cabeza de la banda. Además de disfrutar de la trama, aprendí todo los detalles relacionados con el vuelo de un avión 747, el Jumbo: el diferente trato que se da a los pasajeros según viajen en de 1ª clase, clase club o clase turista; la tripulación que lleva el avión y el cometido de cada cual, los mandos y ordenadores modernos que llevan esos aparatos y para qué sirven; las normas internacionales para despegar o aterrizar en un aeropuerto,  las comunicaciones secretas que intercambian los pilotos con los diferentes cuerpos de seguridad de los aeropuertos para informar si en el avión se halla algún delincuente, etc. El final, siempre el final con Forshite, es sorprendente, inimaginable.

En el quinto relato, “Brisa susurrante”, el autor nos traslada al siglo XIX en el Oeste americano luchando contra los indios. Descubrimos al general Custer, un hombre supervalorado por la prensa y convertido en héroe, y que resulta ser un asesino de mujeres y niños,  un irresponsable que envía a sus soldados a la muerte segura;  y al gran jefe Toro Sentado con su valentía y código de honor indio. Un superviviente de la batalla huye con la india que ama, que está ya comprometida con otro, y se refugia en la cumbre de una montaña venerada por los indios porque, según ellos creen, en ella están sus antecesores con Manitú, su dios. Después de dejar libre a la chica, el chico se queda dormido en una cueva. Por un extraño misterio, el protagonista se despierta en pleno siglo XX  y cabalga en busca de su india en paralelo a  la autopista. Es una obra fantástica que me mantuvo atrapado ayer hasta que la terminé de leer a altas horas de la noche.

Al abrir el libro y percatarme de que no era una novela sino un libro de relatos, me decepcioné; pero ahora, después de leerlo, estoy muy contento y lamentaría mucho el  habérmelo perdido; es una obra genial. Como todas las de Frederik Forshite.


 Obras FREDERIK FORSHITE. En rojo las que he leído: 



2011 Libro con reseñ\Libro con comentarios
2006 (2008) Libro con reseñ\Libro con comentarios
2003 (2011) Libro con reseñ\
2001 Libro con reseñ\Libro con comentarios
1999 Libro con reseñ\Libro con comentarios
1996 Libro con reseñ\Libro con comentarios
1994 Libro con reseñ\Libro con comentarios
1993 Libro con reseñ\Libro con comentarios
1991 Libro con reseñ\Libro con comentarios
1989 Libro con reseñ\Libro con comentarios
1984 Libro con reseñ\Libro con comentarios
1983 Libro con reseñ\Libro con comentarios
1979 Libro con reseñ\Libro con comentarios
1974 Libro con reseñ\Libro con comentarios
1972 Libro con reseñ\Libro con comentarios
1971 Libro con reseñ\Libro con comentarios
1970 Libro con reseñ\

sábado, noviembre 05, 2011

PARA QUE NO SE APAGUE

Tengo en mi  mesa un libro especial. Lo pedí el miércoles a la Editorial Séneca, www.editorialseneca.com  previo pago de 10 euros gastos de envío incluidos. Me lo entregó el cartero ayer. Es una antología de los poemas enviados por más de doscientos autores indignados con la situación que vive nuestra querida España. El grito de un variopinto colectivo de personas  que ve cómo de la noche a la mañana una casta política, que fue votada  por el pueblo para defender y mejorar el estado de bienestar que tanto había costado conseguir durante los últimos 60 años, les impide  vivir el presente y les ha robado el futuro.






 Una antología en la cual colaboro con un pequeño poema: Tormenta en la Plaza de Catalunya. Me siento muy orgulloso de poder expresar lo que siento. Es un libro excelente, muy bien presentado y con los datos y página webs de cada uno de los autores.
Un libro de 235 páginas  de 21x15 cms, que nace en apoyo del movimiento reivindicativo del  15 de mayo, y quedará como testigo y altavoz de este fuego de esperanza para que no se apague. 

jueves, noviembre 03, 2011

CRIADAS Y SEÑORAS, la película

Anoche, día del expectador, me invitó mi esposa al cine. Fuimos a ver «Criadas y señoras», la película de la que tanto hablan y que ella hubiera preferido ver  el otro día cuando yo la convencí para ver la de Tin Tin.


Nada que ver la una con la otra. Si bien la de Criadas y Señoras, basada en el bestseller de Kathryn Stockett,  por tercera semana consecutiva ocupa el tercer puesto en la lista de películas más vistas, no logra desbancar a la de Tin Tin, que está batiendo todos los récords en España al contar más de un millón de espectadores en una semana.

Y es normal que así sea. El Cine es un arte, y como en todo arte destacan las obras originales, esas que muestran  magia, algo único, fuera de lo común, que sorprende al espectador no sólo por su mensaje sino también por su belleza y espectacularidad. Hay películas que dejan huella. La escena del barco pirata sacudido por el viento que surge en las dunas del desierto, que se convierten poco a poco en olas de un mar embravecido, es única, inolvidable.

Señoras y criadas es, una película ambientada en Missisipi en los años 60,  donde aún impera una velada forma de  esclavitud. Es un tema fuerte, impactante y bien realizado, cuyos actores son formidables; pero no deja de ser  un tema repetido en las salas de cine, un drama racial de los muchos que se ven las cadenas de televisión. Un tema manido el del racismo, magistralmente llevado a la pantalla en películas como La esclava libre, o Arde Missisipi, Adivina quién viene a cenar esta noche, Rebelión en las aulas...  

Además, me quedó la misma sensación de las películas de indios en las que siempre debe de ganar el hombre blanco, dejando claro que es así, que no hay otra opción.

 En esta cinta, que aboga por la igualdad de derechos de blancos y negros, se ve a  los propios negros animando a la señorita blanca a marcharse en el momento más difícil para ellos, para que ella ocupe un puesto importante en una editorial y librarse así de la venganza por haber publicado un libro que  acusa a las señoras de  crímenes racistas, mientras ellas se aprestan a sufrir las insidias, maltrato  y vejaciones en ese pueblo. Es como asumir que no hay manera de cambiar las cosas, que deben seguir así,  y ellas, las criadas, lo expresan con un «Váyase usted, señorita, y disfrute de la vida; se lo  merece. Nosotras la recordaremos siempre»
 En resumen: me gustó mucho. He sentido diferentes emociones ante la alternancia de escenas de humor, violencia, injusticia, amor y ternura; pero si tuviese que recomendar una película para este fin de semana, ésta no admite comparación con la de Tin Tin.


ARGUMENTO PUBLICADO
Skeeter, de veintidós años, acaba de volver a su casa en Jackson, en el sur de Estados Unidos, tras terminar sus estudios en la Universidad de Misisipi. Pero como estamos en 1962, su madre no descansará hasta que no vea a su hija con una alianza en la mano.


Aibileen es una criada negra, una mujer sabia e imponente que ha criado a diecisiete niños blancos. Tras perder a su propio hijo en un desafortunado accidente, siente que algo ha cambiado en su interior. Se vuelca en la educación de la niña que tiene a su cargo, aunque es consciente de que terminarán separándose con el tiempo.



Minny, la mejor amiga de Aibileen, es probablemente una de las mejores cocineras de todo Misisipi. Pero como no sabe controlar su lengua, acaba de perder otro empleo cuando, por fin, parece encontrar su sitio trabajando para una recién llegada a la ciudad que todavía no conoce su fama.



A pesar de lo distintas que parecen entre sí, estas tres mujeres acabarán uniéndose para llevar a cabo un proyecto clandestino que supondrá un riesgo para todas. ¿Y por qué? Porque se ahogan dentro de los límites que les imponen su ciudad y su tiempo. Y, a veces, las barreras están para saltárselas.