Anoche, día del expectador, me invitó mi esposa al cine. Fuimos a ver «Criadas y señoras», la película de la que tanto hablan y que ella hubiera preferido ver el otro día cuando yo la convencí para ver la de Tin Tin.
Nada que ver la una con la otra. Si bien la de Criadas y Señoras, basada en el bestseller de Kathryn Stockett, por tercera semana consecutiva ocupa el tercer puesto en la lista de películas más vistas, no logra desbancar a la de Tin Tin, que está batiendo todos los récords en España al contar más de un millón de espectadores en una semana.
Y es normal que así sea. El Cine es un arte, y como en todo arte destacan las obras originales, esas que muestran magia, algo único, fuera de lo común, que sorprende al espectador no sólo por su mensaje sino también por su belleza y espectacularidad. Hay películas que dejan huella. La escena del barco pirata sacudido por el viento que surge en las dunas del desierto, que se convierten poco a poco en olas de un mar embravecido, es única, inolvidable.
Señoras y criadas es, una película ambientada en Missisipi en los años 60, donde aún impera una velada forma de esclavitud. Es un tema fuerte, impactante y bien realizado, cuyos actores son formidables; pero no deja de ser un tema repetido en las salas de cine, un drama racial de los muchos que se ven las cadenas de televisión. Un tema manido el del racismo, magistralmente llevado a la pantalla en películas como La esclava libre, o Arde Missisipi, Adivina quién viene a cenar esta noche, Rebelión en las aulas...
Además, me quedó la misma sensación de las películas de indios en las que siempre debe de ganar el hombre blanco, dejando claro que es así, que no hay otra opción.
En esta cinta, que aboga por la igualdad de derechos de blancos y negros, se ve a los propios negros animando a la señorita blanca a marcharse en el momento más difícil para ellos, para que ella ocupe un puesto importante en una editorial y librarse así de la venganza por haber publicado un libro que acusa a las señoras de crímenes racistas, mientras ellas se aprestan a sufrir las insidias, maltrato y vejaciones en ese pueblo. Es como asumir que no hay manera de cambiar las cosas, que deben seguir así, y ellas, las criadas, lo expresan con un «Váyase usted, señorita, y disfrute de la vida; se lo merece. Nosotras la recordaremos siempre»
En resumen: me gustó mucho. He sentido diferentes emociones ante la alternancia de escenas de humor, violencia, injusticia, amor y ternura; pero si tuviese que recomendar una película para este fin de semana, ésta no admite comparación con la de Tin Tin.
ARGUMENTO PUBLICADO
Skeeter, de veintidós años, acaba de volver a su casa en Jackson, en el sur de Estados Unidos, tras terminar sus estudios en la Universidad de Misisipi. Pero como estamos en 1962, su madre no descansará hasta que no vea a su hija con una alianza en la mano.
Aibileen es una criada negra, una mujer sabia e imponente que ha criado a diecisiete niños blancos. Tras perder a su propio hijo en un desafortunado accidente, siente que algo ha cambiado en su interior. Se vuelca en la educación de la niña que tiene a su cargo, aunque es consciente de que terminarán separándose con el tiempo.
Minny, la mejor amiga de Aibileen, es probablemente una de las mejores cocineras de todo Misisipi. Pero como no sabe controlar su lengua, acaba de perder otro empleo cuando, por fin, parece encontrar su sitio trabajando para una recién llegada a la ciudad que todavía no conoce su fama.
A pesar de lo distintas que parecen entre sí, estas tres mujeres acabarán uniéndose para llevar a cabo un proyecto clandestino que supondrá un riesgo para todas. ¿Y por qué? Porque se ahogan dentro de los límites que les imponen su ciudad y su tiempo. Y, a veces, las barreras están para saltárselas.
Gracias por la reseña.
ResponderEliminarNo creo que vaya a verla.
Saludos.
Creo que no es de las películas que me llamen la atención, es mas si soy sincero tengo un muy buen rato que no me para en una sala de cine.
ResponderEliminarun gusto pasar y ver las novedades.
hasta pronto Mario
Gracias a ti por tu visita, Toro salvaje. Un saludo
ResponderEliminarMario, si tanto tiempo hace que no vas al cine, el día que veas una peli de terror en 3D te va a dar un patatús. Gracias por pasar. Un abrazo
ResponderEliminarLa veré pero no sé cuando, si me dan a elegir tengo otra en mente que en cuanto pueda me escapo a verla.
ResponderEliminarUn besito Juan y recuerdos a Carmen
juan que bueno que te guste el cine.
ResponderEliminarEsta no me llama mucho la atención.
Aqui en Francia hay un cine bastante bueno.
Un abrazo y gracias por tu estimada presencia en mi blog
La última película que vi en el cine fue la de Godzila, claro la versión nueva, pero de todas formas ya fue hace años.
ResponderEliminarHasta pronto Mario
A mí me llamaba mucho la atención esta peli, pero ahora que leo tu reseña es verdad que el argumento está un poco manido. No creo que se acerque a lo que fue "Adivina quien viene..." que es una de mis películas preferidas.
ResponderEliminarEn cuanto a Tintín, esta semana han ido a verla mi marido y mis niños pero a mí no me apetecía. Creo que llevo tantos años viendo películas de dibujitos que, aunque me odien los puristas, ya todo me suena igual...je, je.
Buen fin de semana, Juan y contertulios.
Hola, Oreadas,ya sé que ves mucho cine. No dices cuál es ésa que tienes en mente para que yo la vea.Un beso para ti, guapa,saludos y feliz domingo para toda la familia
ResponderEliminarMarián Gardi, el cine siempre ha sido una de mis pasiones. En los años que pasé en la ciudad en que vives, yo era asiduo del Cine REX, en el boulevar Poissonniere. Seguro que lo conoces.
ResponderEliminarEs sin duda el mejor cine que he visto en mi vida con sus terrazas ajardinadas y el cielo estrellado con las nubes pasando de un lado a otro.Allí he visto estrenos inolvidables como el de "Bambi" "Y Dios crea la Mujer", de Brigitte Bardot; "Le train". Había otra sala en la que siempre se proyectaban películas en Cinerama (tres máquinas a la vez y cada una ocupaba un tercio de la pantalla gigante. Sistema que fue desechado porque salí demasiado caro), donde vi los estrenos de La conquista del Oeste, Desna, el Cielo sobre la cabeza. Hace tiempo que no veo cine francés y las que veo en la tele no me han gustado. Un beso, guapa,y gracias por tu visita
Pues deberías ir más al cine, Mari: No sólo los viajes culturales que haces enseñan; el cine también es Cultura. Un abrazo, amigo
ResponderEliminarMamen, entiendo que estés hasat el moño de dibujitos animados; todas las madres lo están, ja,ja. Pero entre la película de Tin Tin y cualquier otra de ese genero, hay una diferencia enorme.Es como elegir entre un paquete de pipas y un cucurucho de helado de turrón y pasas.
ResponderEliminarYa te habrá contado tu marido.Un beso
Yo sólo he visto la película, no leí el libro. Y la película es interesante (por momentos me recordaba a la gran Tomates Verdes Fritos), aunque desde mi punto de vista, demasiado pastelona (en todos los sentidos posibles). La excusa que pone para denunciar el racismo (creo que para eso no hace falta excusa) de que el servicio utilice un cuarto de baño distinto al de los dueño de la casa, flojea un poco. Hay miles de motivos de mayor peso y menos comprensibles. Es cierto que si alguien es bueno para cuidar de tus hijos, también debería serlo para hacer sus necesidades en tu excusado, pero ¡cuanta gente no hay que es incapaz de hacer nada en un baño público o fuera de su propia casa!. Mucho más importante me parece y, apenas se esboza, el hecho de acusar a las criadas negras de robar, por ejemplo.
ResponderEliminarMuy interesante tu aportación, Tiendas Mueble.Muchas gracias por tu visita y comentario. Saludos
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