viernes, abril 20, 2012

EL EJE IMAGINARIO, por ROSARIO TRONCOSO




«Los amigos de verdad son los que te acompañan en los funerales y en las presentaciones de libros»
Con esta curiosa y divertida frase inició la bella y simpática gaditana Rosario Troncoso la presentación de su poemario « El eje imaginario». La joven poeta estaba radiante de felicidad al verse arropada por medio centenar de amigos en el salón de actos de la Fundación Rafael Alberti, en El Puerto de Santa María.
Rosario Troncoso es gaditana, tiene 34 años y es Licenciada en Humanidades, tiene un Master de Periodismo y ejerce de Profesora de Enseñamza Secundaria y Bachillerato de Lengua Castellala y Literatura.
Aunque como es preceptivo en tales encuentros el autor y los organizadores leen algunos poemas del libro presentado, lo que más me impactó fue la espontaneidad de Rosario al contar sus experiencias y sensaciones, tanto en el momento de escribir los poemas como al presentarlos ante el público.
Nos decía Rosario durante su intervención que este poemario significa algo muy especial para ella porque lo escribió a medida que sentía crecer en su vientre el precioso bebé que hace poco la convirtió en madre y que ayer la miraba desde el pasillo del salón de actos en los brazos de su abuelo y la interrumpía con su parloteo.
Y no sé por qué (o tal vez sí: el libro está inspirado en esa fase del embarazo y el milagro de la vida), nos confesó la inquietud y la extraña sensación de culpa que había sentido al ser madre sin parir, pues el bebé se lo habían extraído mediante cesárea y no había sentido ni conocía por tanto lo que eran los dolores de parto.
Nos reveló que durante un tiempo se sentía rara, pues, como a todos los bebés que ven la luz gracias a la cesárea, su bebé, aunque nacido, era considerado «no nato» (no nacido), porque no había venido al mundo de forma natural. Esa circunstancia la ponía nerviosa y le producía desasosiego; se odiaba a sí misma ante el espejo cuando su mirada chocaba con la cicatriz que lucía su vientre, una cicatriz que convertía a un nacido en un no nato y que siendo madre la sumía en un mar de dudas.
Hasta que un día todo cambió. Fue cosa de mentalizarse, de llamar Puerta de la Vida a lo que antes llamaba fea cicatriz, de admirarse en el espejo y encontrarse sumamente bella y atractiva siendo madre, con la capacidad de amar y dar felicidad y vida. De tener un bebé lleno de vida que la llenaba por completo.
Nos dijo que hay un antes y un después del día en que se convirtió en madre:
«No es que ahora yo haya perdido mi libertad ni me sienta encadenada; soy libre y felizmente puedo actuar, decidir, pensar y soñar en nuevos proyectos como éste; pero ahora pienso en el otro más que en mí, procuro el bienestar del bebé antes que en el mío, y no puedo pasar sin él, no puedo dejar de pensar que está solo aunque alguien me lo cuide y prefiero llevarlo siempre conmigo y verlo y darle cariño. Por eso esta noche está aquí con nosotros.»
El poemario, el IV que publica Rosario, está dividido en dos partes: una implicada en los temas sociales y otra rezumando sensualidad y ternura.
La acompañó el concejal de Cultura de El Puerto, entre otros. Y la guinda la puso en cantautor, Fernando Lobo.
Como anécdota señalar que en un principio el acto se iba a realizar en una sala con capacidad para unas treinta personas, donde habían preparado micrófonos y diversos aparatos de sonido, pero que finalmente, habida cuenta de que muchas personas permanecían de pie y fuera de la sala, decidieron cambiar de lugar y celebrar la presentación en el salón de actos de la Fundación. Por consiguiente nos fuimos todos al piso de arriba donde se hallaba el salón de actos, pero al no haber tiempo para prepararlo todo, Fernando Lobo hubo de cantar en directo y sin artilugios electrónicos. 
Pero no estuvo mal. 
Si a eso le añaden que yo estaba lejos y grabé con el zoom de mi móvil, que resta calidad a la imagen, comprenderán el porqué de la mala calidad del video. Les pido mil perdones, y siendo como soy mileurista y sin otros recursos (desgraciadamente no cuento con los contactos de Udargarín), espero que alguna persona caritativa me obsequie con un teléfono móvil del último modelo para que les pueda en lo sucesivo regalar mejores imágenes.
Al finalizar el acto, y mientras Rosario firmaba libros, nos ofrecieron una copa de jerez.
El libro lo pueden adquirir por 10 euros en ventas@edicionesenhuida.es


jueves, abril 19, 2012

LA FAMILIA, QUÉ GRAN TESORO

Once meses llevaba sin ver a mi familia de Castellón y cada vez que decidíamos ir a visitarla surgía un contratiempo: la enfermedad se había instalado en mi casa y exigía sin pudor la mejor atención, agotando nuestros recursos. Mi familia por su parte debía hacer frente a otros temas como son el colegio de mi nieta, el desempleo y sus secuelas: escasez de dinero y de tiempo. Un parado no puede viajar ni para buscar empleo en otra ciudad, debe estar disponible a cualquier llamada de la oficina del INEM sufriendo, como si de un delincuente se tratase, arrestro domiciliario. En otra ocasión escribiré sobre el INEM y sus abusos.
La semana pasada, mi mujer y yo cogimos un día el coche y salimos para Castellón.
¡Cómo ha crecido la niña! ¡Ni que la regaran con abonos como a los melones! Recien cumplidos los seis añitos, aparenta tener ocho. Fue encontrarnos con ella y besar su carita de piel cálida y fina como la porcelana y olvidarnos del mundo y sus problemas.
En los días siguientes la hemos acompañado a su clase de patinaje, hemos ido de compras, a comer una parrillada en el parque de las ardillas del Grau de Castellón, a Valencia a ver a sus primos, la entrada a clase en el colegio… Mi yerno se encarga de la cocina y no deja a nadie acercarse a ella mientras hace la comida.Nos hace churros para desayunar, paellas, carne al horno, parrilladas...
Mi yerno es muy trabajador y atento con mi hija, y como todo compañero moderno colabora en las faenas de la casa. Yo también colaboro en casa, a pesar de que me criaron con otra mentalidad: subo y bajo las persianas, levanto los pies cuando pasa la fregona, ayudo a hacer la cama, me como sin rechistar todo lo que guisa mi Carmen... Nunca es tarde para cambiar de actitud.
No existen palabras para expresar la felicidad que sentimos los abuelos cuando podemos disfrutar de la compañía de nuestros nietecitos.
Mi nieta y sus mascotas: "Bobi", un perro muy noble que tiene dos años más que ella, y "Guala", una codorniz criada a mano con papillas.
Una tarde quedé con Amelia, una amiga que conocí en el Encuentro de Poetas en la Red, celebrado en Sigüenza el pasado septiembre. Esa tarde llovía a cántaros en Alcora, el pueblo en que vive mi familia, ubicado a unos 50 kms de la capital. Había quedado con Amelia en el centro de Castellón para merendar. Amelia es Licenciada en Matemáticas, y poeta en sus ratos libres. Es una mujer muy activa y pertenece a una asociación de artistas castellonense que además de a excelentes poetas acoge en su seno a escultores, pintores y escritores. Mientras merendábamos intercambiamos nuestros regalos: yo le ofrecí mi novela « La pista del Lobo», y ella me entregó un ejemplar del poemario que al sábado siguiente presentaría en la cafetería "Diablos Azules", en Madrid.
Luego me invitó a la clausura de la exposición de pintura de una amiga: Maite Cuartero.
Se trataba de pintura abstracta, un género para entendidos, que no es mi caso. Pero como pueden apreciar en las fotos son cuadros muy coloridos y armoniosos que
quedan muy bien en la pared de un salón.

Amelia y Maite Cuartero.

Al acto asistieron una docena de personas, entre ellas tres amigas de Amelia dedicadas al “Bel canto”, eran sopranos y actúan en diversos actos culturales de la ciudad. También me presentó al pintor y poeta Marcelo Díaz, que fue con ella a Madrid para la presentación de un libro. Pasé un par de horas muy feliz con ellos, degustando un vino acompañado de dulces y embutidos típicos de la zona.
Otro día, mi hija me llevó  a comer al parque del Golf, en el que abundan las ardillas, unos preciosos animalitos asustadizos e hiperactivos que trepaban por los pinos y se acercaban a unos metros para ver si les daban algo de comer o para coger con sus manitas lo que la gente dejaba en las mesas. El tiempo amenazaba con lluvia cuando salimos de casa, pero se portó bien con nosotros y nos regaló un sol espléndido durante todo el día para que disfrutásemos de momentos inolvidables.

El domingo siguiente fuimos a Valencia para ver otra rama de la familia: mis hermanas y sobrinas, mi hijo mayor, su esposa y mi nieto Ivan.
Ivan tiene doce años y está en la fase de la pubertad, la del Acné y el cambio de voz. Está creciendo sin parar y se le ve muy delgado. Como todo hijo único que se precie, Ivan es un chico mimado que disfruta de una habitación exclusiva repleta de juguetes, artilugios para hacer deporte y toda clase de aparatos electrónicos e informáticos. Es un chaval muy noble, pero un poco reservado. En Valencia no podía faltar la típica paella, y mi nuera se la encargó a un bar para las dos de la tarde.
No es por nada, pero las paellas que hace mi Carmen le dan cien vueltas a la que ven en la foto, hecha por valencianos profesionales.
Y eso es todo lo que quería contarles. Ahora de vuelta en mi casa, a tantos kilómetros de distancia de ellos, me pregunto cuándo podré verlos de nuevo.

miércoles, abril 18, 2012

LA VIDA SIGUE

foto de noticiasburgos.com

Después de pasar unos días felices con la familia, vuelvo a esa rutina que llamamos vida.

Pero estoy muy enfadado con el Gobierno por el duro y desagradable viaje que he realizado. Once horas y media tardé ayer en recorrer los novecientos kms de carreteras y autovías jalonados de obras interminables y de voraces radares dispuestos a enriquecer las arcas de la Guardia Civil de Tráfico. Porque ¿quién permanece insensible ante la distribución de las estúpidas señales de tráfico que llenan nuestras carreteras? En un tramo recto de autovía sin ninguna anomalía visible te indican que puedes circular a 80 km/hora, y diez metros más adelante te lo cambian por otro de 40kms, y 50 metros más adelante te ponen otro de a 100, para volver a los 60 un centenar de metros después. Y así sucesivamente.

Si al menos hubiera gente trabajando… Pero no, no es eso. Es cierto que a veces te encuentras un grupo de hombres y máquinas trabajando y es lógico que reduzcas la velocidad para su seguridad y la nuestra; pero seguidamente recorres ocho o diez km. sin ver a nadie, excepto radares, bandas amarillas y las señales de tráfico, las putas señales que siguen limitando la velocidad sin ton ni son, a su aire.

La mayoría de conductores, hartos de las retenciones injustificadas que provocan esas limitaciones me adelantaban echándome al pasar una mirada asesina por respetarlas. ¡Y lo peor es que luego, a llegar a casa, casi siempre recibo una carta con una denuncia de 100 euros por circular a 80 en un tramo de 60! Ya estoy temiendo la llamada del cartero.

Y todo esto pasa desde hace un par de años en la A4, a su paso por Castilla la Mancha.

Nada más salir de Andalucía por Despeñaperros comienzan las obras, y éstas continúan hasta llegar a Manzanares, donde me tengo que desviar para Valencia. ¿Se imaginan ustedes lo que significa ir en fila de a uno sorteando conos de plástico y cambiando de carril continuamente a una velocidad de entre 40 a 80 km/hora durante 170 kms? Uno aprovecha una recta y acelera para pasar de 80 a 100, y en ese momento te caza el radar. Estoy seguro, tras comprobar en mí mismo y en los demás conductores el estado de nerviosismo que provocan las obras, que nadie se libra de la foto del radar.

Para que entiendan el afán recaudatorio de nuestro Gobierno cojan un boli y hagan números: Si pasan 100,000 vehículos diarios por ese tramo de la autovía de Andalucía y Tráfico les envía una multa de 100 euros a cada, supone una recaudación de 10,000,000 euros cada día, que nunca vienen mal para pagar las nóminas.

Y lo que más odio es que digan que lo hacen “Por nuestra seguridad.”

¡Venga ya, hombre! ¿Piensan que somos idiotas? Lo que quieren es dinero y nada más. ¿Qué le importa a un ministro que alguien se mate en la carretera? Lo único que cuenta para él es lo que aumenta el saldo de su cuenta corriente cada mes. De lo que cuesta retirar el cadáver y limpiar el asfalto se encarga el seguro del fallecido.

¡Vaya viaje! No se lo deseo a nadie. Y luego está la radio. Todas las emisoras anunciando las medidas que va a tomar nuestro Gobierno contra Argentina por haber osado atacar a España al nacionalizar a Repsol. ¿Desde cuando atacar a una empresa privada formada con capital internacional significa atacar a España? ¿Debemos empuñar las armas para defender las acciones de un grupo de especuladores de origen desconocido? ¿Ha tenido la delicadeza REPSOL de rebajarnos el precio del combustible a los españoles sabiendo que desde hace varios años estamos en crisis? No, ellos a lo suyo. Ayer, pagué el litro de gasoil a 1´40 euros.







http://universomarino.com/2010/06/18/plataformas-petroliferas-peligro-en-el-mar

Pues que se jodan. Que se jodan lo mismo que me jodí yo cuando invertí en un fondo que me ofreció Bancaja prometiéndome grandes ganancias y perdí la mitad de mi inversión en dos años. Y no salió el Gobierno a defenderme ni a amenazar con enviar a la Armada ni a boicotear las exportaciones de carne y soja argentinas.

No nos sentimos tan patriotas cuando Marruecos invadió nuestro Sahara. Salimos corriendo con los calzones bajados y limpiándonos el culo por el camino.

Más nos está expropiando el Gobierno a nosotros, los españolitos de a pie, aconsejado por los mercados, que obedecen a especuladores y accionistas de empresas como REPSOL, Telefónica y el Santander. Curiosamente esas empresas aumentan sus beneficios en tiempos de crisis.

Ahora resulta que también es mentira lo que desde hace cien días iba prometiendo Rajoy en televisión y los periódicos: No habrá copago.

La realidad es que hasta los jubilados tendremos que pagar las medicinas.

No entiendo a los españoles. Sabían lo que el PP estaba haciendo en Cataluña y Castilla la Mancha y la Comunidad Valenciana, lo sabían y le han votado en masa.

¡Pues que nos jodan! Eso sí, hay que exigirles que se pongan el condón, no sea que nos dejen dentro el bichito del sida.

¿Qué nos queda por saber de los planes del Gobierno? ¿Tendremos que volver a aspirar vapores de hojas de eucaliptos para curarnos los resfriados? ¿Y dónde encuentro yo un eucaliptus ahora?

Y luego me entero de que el Rey ya puede dormir bien. Menos mal. Me daba pena saber que este pobre hombre, tan querido y aclamado por los españoles, perdía el sueño a causa de los cientos de miles de familias desahuciadas y de los cinco millones de desempleados. Ahora, con la reforma laboral que ha impuesto Rajoy, ya se puede ir tranquilo a África para matar animalitos en peligro de extinción. Creo que fueron osos pardos los que mató en Hungría la última vez que estuvo. Total, sólo le han recortado el 2% de su sueldo, ¿qué son para él los 60,000 mil euros que ha costado el safari? Con lo que gana, pura calderilla. ¡Debe tener un monedero...!

Y es que el hombre se lo merece, digan lo que digan, pues, de no ser por él ¿quién nos hubiera salvado de una nueva dictadura militar cuando lo de Tejero? Sí… que ya lo sé, no me seáis pesados…. Que los mismos laboratorios que crean el virus luego ofrecen la vacuna para curarnos, pero…

En fin, la vida sigue. Prefiero hablar de las cosas buenas de mi viaje. Pero eso será la próxima entrada cuando me organice un poco.

domingo, abril 08, 2012

¡CÓMO BAILAN LOS CABALLOS ANDALUCES!


Ayer, Sábado de Gloria, mi esposa y yo con nuestros hijos Rubén y Paula, que han venido desde Orense, y Moisés y su novia Mari Carmen, una simpática jienense, hemos ido a presenciar el magnífico espectáculo de los caballos andaluces.


Al impresionante conjunto arquitectónico del Palacio de las Cadenas hemos acudido  en torno a mil personas para asistir a lo que ha sido un acontecimiento especial, pues, debido a que estamos en época de vacaciones y se nota una mayor afluencia de público en la ciudad, el Ayuntamiento y la Fundación Cómo Bailan los Caballos Andaluces acordaron celebrar una sesión especial ayer como atractivo turístico para quienes la visitan en Semana Santa.

El precio de 25 euros por persona (18 euros los jubilados) parecía algo elevado en comparación al precio habitual de 10 euros; pero he de reconocer que ha valido la pena, pues hoy no se escuchaba música grabada sino que los caballos bailaban al son de la música que interpretaba en vivo al piano el gran músico Antonio Carrasco.
Es una pena que no permitan hacer fotos ni grabaciones, una norma que se está extendiendo en muchos museos, grutas y catedrales para facilitar la venta de objetos, postales y videos en las tiendas de recuerdos instaladas en el mismo edificio. Varias azafatas vigilaban desde las esquinas y escaleras de acceso a las tribunas que se cumplieran esas normas.Pero alguna hice, aunque de mala calidad por las prisas.
La Real Escuela de Arte Ecuestre de Jerez se halla en el interior del Recreo de las Cadenas, cuya historia intentaré explicar muy brevemente para no desviarme del tema que nos ocupa: Cómo bailan los caballos andaluces. Vamos allá:
Entre el año 1861al 1868 el empresario francés, don Julián Pemartín, el principal hacendado de Jerez en aquella época, encargó a un compatriota suyo, el arquitecto francés Samuel Revel, la construcción de un palacio que no tuviese nada que envidiar a los “chateaux” que añoraba de Francia. Revel construyó un palacio estilo Luis XV, que fue inaugurado en 1865, en el cual se instaló don Julián en el año 1869.

La finca ocupaba una gran extensión de terreno a las afueras de la ciudad, junto a la carretera de Lebrija, a la cual daba la fachada principal del palacio. Toda la finca fue vallada con una artística reja; el palacio estaba rodeado por un jardín botánico compuesto de variadas clases de árboles, flores y plantas verdes, estanques con puentes de hierro, varias fuentes y grutas, donde se paseaban libremente pavos reales y avestruces. De todo eso hoy apenas queda nada, yo sólo he visto el jardín de la entrada a la finca luciendo una bonita fuente en medio que lanza espectaculares chorros de agua hacia el cielo.
Se dice que a la inauguración del palacio asistió don Francisco María de Asís, esposo de la reina Isabel II, quien le otorgó el derecho a usar cadenas, de ahí el nombre de la finca.
Y dicho todo eso, vayamos al tema de los caballos:
Según la información que ofrece la Fundación, el espectáculo que hemos presenciado con el nombre "Cómo Bailan los Caballos Andaluces", es un ballet ecuestre con música netamente española y vestuario a la usanza del siglo XVIII, montado sobre coreografías extraídas de la doma clásica y vaquera y de otros trabajos de la equitación tradicional.
Lo primero que hemos visto ha sido un jinete que cabalgaba con la rienda en una sola mano y conducía al caballo por la pista al paso y al galope. De pronto salía al galope y luego cambiaba de ritmo y daba giros y paradas en seco. Ésta es la doma que se usa en el campo, necesaria para el manejo de las reses.
A continuación hemos visto una demostración de doma clásica: un grupo de caballos ejecutando diversos ejercicios de equitación avanzada al compás de la música clásica.
No podía faltar una demostración de enganches de carruajes, pues los caballos también se dedican a ello, y hemos podido disfrutar de la exhibición de tres ejemplares de carruajes tirados respectivamente por tres, cuatro y seis caballos. Los carruajes se usaban en la antigüedad para el transporte de pasajeros, y en la actualidad han quedado para exhibiciones en bodas y ferias, así como para la competición deportiva.
Otro ejercicio precioso ha sido el denominado “Trabajos con la mano”, donde vimos al jinete desmontado y dirigiendo al caballo en su danza. El bellísimo animal realizaba cabriolas, caminada con diferentes pasos, realizaba levadas de las patas delanteras y se mantenía así y luego caminaba en esa postura dando saltitos en el aire. Los jinetes también los hacían marchar al paso de la música española, lo mismo a rienda corta que a rienda larga.

El acto finalizó al cabo de 90 minutos con la irrupción en la pista de ocho caballos de color castaño montados por jinetes luciendo trajes andaluces camperos de época, los cuales realizaron a lo largo y ancho de la pista diferentes ejercicios de equitación avanzada: caminaban en dos filas, trotaban, corrían, se cruzaban entre ellos, se cambiaban de fila y giraban al unísono… todo ello siguiendo el compás de la bellísima música que interpretaba Antonio Carrasco al piano.
Ha sido un acontecimiento precioso, un día inolvidable para nosotros.
Al salir a la calle nos encontramos a un policía local dirigiendo la circulación montado en un caballo. Se nota la crisis: el gasoil cuesta cerca de 1´50 el litro y con las deudas que arrastra el Ayuntamiento de Jerez eso de que los agentes pasen el día dando vueltas en sus coches se ha terminado. Quizás sería bueno que todos los políticos tomasen ejemplo y cambiaran sus coches oficiales por caballos. No sé. Los caballos producen boñigas y ensucian las calles y dado que los ayuntamientos andaluces no pagan las nóminas de sus empleados de limpieza, obligándolos a ponerse en huelga a cada instante... Sería cosa de estudiarlo. Sólo sé que los coches oficiales están reforzados de planchas de acero y cristales anti balas, pesan toneladas y por eso gastan tanto. Bueno, y digo yo: ¿por qué necesitan coches oficiales con chófer y guardaespaldas si antes de ser elegidos no lo necesitaban y vivían felices? El que algo teme, algo debe.
Si algún día bajáis al Sur, no podéis dejar de pasar por Jerez y entrar en el bello palacio de Las Cadenas para admirar cómo bailan los caballos andaluces. No es lo mismo verlo en televisión que desde la tribuna, os lo aseguro.
Más fotos aquí:
https://picasaweb.google.com/105761334661577377784/RECREODELASCADENASENJEREZ03

martes, abril 03, 2012

ARDE EL PARQUE NATURAL DEL EUME

Todas las imágenes de este artículo provienen de diferentes medios publicados en internet.

Entre el crepitar de las llamas se oyen graznidos y lamentos. Empujadas por el fuego y el humo, que uno o varios criminales prendieron en el más hermoso bosque gallego, las almas de los seres vivos ascienden, abrasadas, a los cielos.

No vacilan los hombres en quemar el monte verde y convertir el paraíso en un infierno cuando sus intereses están en juego, hurtándole a sus propios descendientes disfrutar del privilegio de vivir en un parque tan bello.

Un contrato rescindido, un recorte en el Ministerio de Medio Ambiente…, y la venganza clama en las enajenadas mentes. El bosque se inflama, corren despavoridas las especies de mamíferos protegidas que lo habitan: jinetas, gatos monteses, conejos, zorros, martas, jabatos y ciervos. En el aire caliente caen abrasadas las aves que intentan escapar del infierno. Mueren también bomberos que luchan contra el desastre.

Ya no se escucharán voces de niños traviesos en los senderos del parque, ni sus risas embelesadas al ver las ardillas saltando entre las ramas de los robles, abedules y castaños de las frondosas orillas del Eume.Ya no se sorprenderán al ver trepar a los árboles a las jinetas para atrapar sus presas. Ni se sobresaltarán al pasar cerca de un arbusto y ver salir espantado al gato montés...

Ya no se regocijarán en las copas de los árboles el búho y el halcón mientras observan a las parejas de enamorados paseando por la hierba cogidos de la mano y besándose entre helechos. Y en las alturas ya no dibujará círculos el azor…

Ya no.

Ya sólo quedan cenizas donde había un paraíso.

Todo el mundo clama por que se haga justicia. No hay derecho a que cada año unos cuantos desaprensivos e irresponsables quemen nuestros bosques y hurten el futuro de nuestros hijos y nietos. Líneas eléctricas en mal estado, recortes oficiales en podas y desbroces, inmobiliarias golosas o cuadrillas de montes en paro que intentan forzar sus contrataciones son la causa de tales crímenes. El embargo de todos sus bienes y trabajos forzados durante el resto de sus vidas, repoblando los bosques arrasados, para los culpables es lo que yo pido .

domingo, abril 01, 2012

¡VIVIR!



















Portada de la novela y foto de Yu Hua, su autor.

Acabo de leer la novela «VIVIR», del escritor chino Yu Hua, quien nos muestra a través de ciento cuarenta páginas la vida en una aldea china antes y después de la llegada del comunismo. La manera sosegada y relajada que tiene Yu Hua de contarnos sus historias me encanta.

«Vivir» es un canto a la familia, un homenaje al lazo familiar que la mantiene unida, más bien apretada, diría yo, a pesar de todas las calamidades que sufre y al empeño del destino en castigarla una y otra vez.

« Vivir» es la historia de Fugui, hijo único de una familia adinerada que se dedica a dilapidar toda su fortuna en burdeles y en el juego. Una vez arruinado, sin dinero y sin vivienda, no le quede otra salida que arrendar un trozo de tierra y convertirse en humilde granjero. Su esposa, hija de un rico y poderoso aldeano, jamás le reprochará su mala cabeza y lo seguirá hasta su muerte, ayudándole en las labores del campo.

Son terribles las experiencias que vive esta familia. Citaré como ejemplo la siguiente: Fugui corre hacia la ciudad para comprar medicinas para su hija, que se encuentra muy grave. En el camino se encuentra un batallón de soldados y éstos le obligan a alistarse en el ejército y a tirar de un cañón como si fuera un buey. Pasa dos años en el frente. Las experiencias que sufre en la guerra y las penalidades que pasa la familia en su ausencia, abren las carnes y ponen los vellos de punta.

Cuando regresa a su casa se encuentra con su hija, que se ha quedado sordomuda. Al cabo de unos meses, cuando las cosas comienzan a ir bien, tendrá que enfrentarse a la miseria de la Revolución Cultural. Ya no tendrá posesiones, todo pertenece a la Comuna y tendrá que producir un cupo diario, trabajando toda la familia hasta no poder más. Los pueblos son dirigidos por comisarios políticos ignorantes, cuyo único afán es obedecer y agradar a sus superiores. Son tan inútiles que requisan todos los metales de las viviendas para fundirlas y convertirlas en balas para el Ejército: ollas, cubiertos, lámparas… El pueblo no puede comer porque carece de utensilios para hacer la comida y muchos caen enfermos al alimentarse con hierbas y arroces crudos. Al final, viendo como van cayendo unos tras otros, el comisario ordena comprar de nuevo ollas y cazuelas, que debido a la gran demanda y al escaso dinero que poseen, sube de precio y enriquece a unos cuantos.

«Vivir» es un canto a la vida y al amor. Cualquier problema o desgracia que nos abrace no será nada, apenas un arañazo, comparado con las heridas y los golpes que soporta el protagonista de esta novela.

«Vivir» nos enseña a anteponer la vida por encima de cualquier desgracia o problema que surja en el camino, nos anima a levantarnos y recomenzar tantas veces como sea necesario.

Esta novela fue llevada al cine en los años 90.
«¡Vivir!» y «Crónica de un vendedor de sangre», fueron elegidas entre las diez novelas más influyentes en China en la década de los noventa. Además, Yu Hua fue el primer escritor chino galardonado con el James Joyce Foundation Award, allá en el año 2002.

Yu Hua nació en 1960 en Hangzhou (Zhejiang), actualmente vive en Pekín. Ejerció como dentista durante cinco años antes de decantarse definitivamente por la literatura en 1983. En España, Seix barral es la editorial que publica las obras de Yu Hua.