El pasado domingo fui al cine con mi esposa. Ya habíamos elegido la película que íbamos a ver: “Los niños de Huang-Shi”.
Es una película impactante, triste y emotiva que juega con nuestros variados sentimientos, pasando del nudo en la garganta o afloramiento de lágrimas a la sonrisa con el corazón derretido de ternura. Me gustó mucho. Todo: la interpretación, los paisajes maravillosos de China, la banda sonora. Y, sobre todo, la historia que cuenta: un hecho real increíble.
Tras una hora de asistir a la crueldad de las imágenes de la guerra con todas sus miserias: bombardeos indiscriminados, largas colas de civiles fugitivos que son acosados en el camino; tras sentir náuseas ante las barbaridades cometidas por los ejércitos, que llevan a pensar al espectador a lo que sucede pero no ve diariamente en las noticias en lugares como el Congo, llega la odisea del personaje que huye con los niños de un orfanato en busca de un refugio de paz ubicado a …¡mil trescientos kilómetros!
Durante el camino se le dilata y contrae el corazón al espectador a cada instante, según las imágenes que presencia de valor, dedicación, ternura hacia los niños y el amor que surge entre una joven sin ilusiones y presa de la droga que hace todo por estar a la altura del chico que ama.
Una película que recomiendo ver sin demora.
http://www.deaplaneta.com/sites/huang-shi/
Es una película impactante, triste y emotiva que juega con nuestros variados sentimientos, pasando del nudo en la garganta o afloramiento de lágrimas a la sonrisa con el corazón derretido de ternura. Me gustó mucho. Todo: la interpretación, los paisajes maravillosos de China, la banda sonora. Y, sobre todo, la historia que cuenta: un hecho real increíble.
Tras una hora de asistir a la crueldad de las imágenes de la guerra con todas sus miserias: bombardeos indiscriminados, largas colas de civiles fugitivos que son acosados en el camino; tras sentir náuseas ante las barbaridades cometidas por los ejércitos, que llevan a pensar al espectador a lo que sucede pero no ve diariamente en las noticias en lugares como el Congo, llega la odisea del personaje que huye con los niños de un orfanato en busca de un refugio de paz ubicado a …¡mil trescientos kilómetros!
Durante el camino se le dilata y contrae el corazón al espectador a cada instante, según las imágenes que presencia de valor, dedicación, ternura hacia los niños y el amor que surge entre una joven sin ilusiones y presa de la droga que hace todo por estar a la altura del chico que ama.
Una película que recomiendo ver sin demora.
http://www.deaplaneta.com/sites/huang-shi/
Saqué un poquillo de tiempo para ojear tu blog; por cierto, he respondido a tu comentario en mi blog;)
ResponderEliminarVeo que queda recomendada la película, por lo que, cuando acaben las clases, la veré jeje.
Espero que todo vaya bien, ya me pasaré de vez en cuando si el tiempo y los estudios me lo permiten, ¡que me tienen atrapada casi por completo!
¡Un saludo!
(Y mil gracias por tu comentario^^)
Gracias a ti por tu visita, my Lady, Ánimo, estudia, que ya te queda menos.
ResponderEliminarSaludos.