El doctor Alejo murió asesinado.
Indudablemente murió estrangulado.
Todo parecía en orden: la puerta estaba
cerrada con llave, las ventanas tenían rejas y éstas no habían sido forzadas. La
policía había hallado el cadáver sentado en el sofá frente a un gran espejo.
Estaba desnudo bajo una bata de seda.
Junto al sofá, había una corbata en el suelo. La policía había buscado huellas,
interrogado al portero del edificio y a los vecinos; pero todo fue en vano, nadie
había visto ni oído nada anormal en la vivienda del doctor Alejo. Según el
forense, llevaba dos días muerto.
De pronto, una idea cruzó velozmente por la
mente perversa de la inspectora Julia.
— Examinen sus genitales, busquen
restos de semen — ordenó a los agentes del laboratorio.
Efectivamente: en esa zona
encontraron restos de esperma ya seco pegado a la piel y al vello púbico. El
forense afirmó que el doctor Alejo había eyaculado poco más o menos a la misma
hora de su muerte. Entonces la inspectora se dirigió a sus subalternos y
explicó:
— La Autoasfixia erótica es una
perversión sexual importada por los legionarios
franceses de la guerra con Indochina. Pero esta práctica está documentada desde
el medievo: algunos ahorcados alcanzaban la erección mientras morían, incluso
llegaban a derramarse en sus ropas. La erección les duraba a veces algunas
horas después de muerto. Varios personajes famosos han muerto del mismo modo a lo
largo de la Historia: David Carradine, el que hacía la serie televisiva "Kunfú",
ha sido el último.
La técnica contra la disfunción
eréctil que aprendieron los franceses en Indochina consistía en estrangular al
sujeto poco a poco hasta que alcanzaba la erección y podía copular como
cualquier otro. Esta técnica necesitaba la ayuda de otra persona, la cual le
apretaba el cuello vigilando de no propasarse, generalmente la misma persona con
quien acabaría fornicando; pero no era necesario: uno mismo, tras aprender el
método, podía hacerlo.
En la agenda del doctor Alejo verán el número
de teléfono de una masajista tailandesa que anuncia en el Diario de Cádiz juegos sexuales sadomasoquistas. Y si examinamos las llamadas
realizadas con su móvil veremos que aparece ese número varias veces. Creo que
el doctor recibía a domicilio los servicios de esa señora.
El doctor Alejo era un pervertido, pero esta
vez, al estar la puerta cerrada con llave y no hallarse ninguna huella de otra
persona, deduzco que estaba solo y se le ha ido la mano. Señores, el doctor
Alejo se ha suicidado. Caso resuelto.
Tanto deseo de placer que llegar hasta la misma instancia de la muerte?
ResponderEliminarMacabro, pero muy bien llevado.
Un abrazo grande caro Juan.
Pues esos casos existen, amiga genessis. Es tal como lo explico después de haber buscado información en la red. Artistas de cine, cantantes y políticos han encontrado la muerte practicando esa perversión llamada Autoasfixia erótica. Gracias por estar siempre con tus cálidas y amables palabras. Un beso
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