Fotos bajadas de Google Images
Se ha apagado la luz que
iluminaba mi alma, me han despertado de mi sueño en el momento en que besaba a mi
princesa, y me enfrenta bruscamente la
realidad señalándome mi sitio, aquél que nunca debí abandonar: el del jardín de los
estigmatizados.
Mi musa ha descubierto mi secreto y huye. Como la anterior. Se aleja
presurosa hacia el Poniente y se pierde entre la bruma. Hoy no habrá una bella
puesta de sol.
Yo me giro a mirar las siluetas de los bloques que lindan con el paseo marítimo. Algunas ventanas están iluminadas, parecen ojos de vigilantes jurados. Las palmeras del paseo agitan sus ramas como brazos, intentando echarme de la playa. Un camarero de pie en una terraza desierta me observa, preguntándose por qué diablos he dejado a medias la caña de cerveza y me he ido al paseo. Un paseo que hoy está desierto y barrido por el viento. Un paseo cuyas farolas proyectan en el suelo un círculo de luz cansada.
Yo me giro a mirar las siluetas de los bloques que lindan con el paseo marítimo. Algunas ventanas están iluminadas, parecen ojos de vigilantes jurados. Las palmeras del paseo agitan sus ramas como brazos, intentando echarme de la playa. Un camarero de pie en una terraza desierta me observa, preguntándose por qué diablos he dejado a medias la caña de cerveza y me he ido al paseo. Un paseo que hoy está desierto y barrido por el viento. Un paseo cuyas farolas proyectan en el suelo un círculo de luz cansada.
Tengo ganas de que pase el domingo. Todos los domingos. Los
domingos y festivos la gente se va, se esconde o viaja. Todo está cerrado y uno
se encuentra las calles, parques y paseos desiertos. Cuando llega el lunes, se
ve actividad: la gente habla, trabaja, se enamora, se citan, se toman un
café y se dan unos besos. Ay los besos... Esos son los que me
han desquiciado.
El camarero continúa observándome, pero no me sacará otra
caña. Me voy a casa.
Amigo querido, o sé si esto es cierto o creación, pero puedo asegurarte que en mi caso he leído tu prosa y me he visto yo en ella. Tengo una tristeza profunda que me aqueja y los fines de semana se acrecienta, es como que no sé hacia donde ir , ni que hacer. la llaman depresión, yo no sé como llamarla, solo sé que al leerte era yo la estaba en esa oscuridad era yo amigo mío. Un abrazo. Como hay que hacer ¿lo sabes tu? para salir de esto. Un abrazo!
ResponderEliminarQuerida amiga Susi, por algo somos almas gemelas. Es real, por desgracia. Los fines de semana me deprimen, apenas salgo de mi casa. Por otro lado sabes que yo a mis amigos les abro el corazón, no tengo secretos para ellos, confío en ellos porque eso es la amistad: la confianza plena. Pero no se muestran ellos así, y los pierdo unos tras otros.Soy incomprendido. Estoy rodeado de gente pero la soledad me invade. Ojalá tú y Mario estuvieseis más cerca. Un beso fuerte, amiga.
ResponderEliminarAquí llueve, el tiempo te obliga a encerrarte y como tu dices los amigos....
ResponderEliminarsiempre estos otoño invernizos te dan un puntazo de tristeza.
que procuro sacudirme un poco leyendo a aquellos que me leen.
Saludos desde El Bierzo
Juan me quedé con los ojos humedos. Por Dios, que te pasa?? En el texto no veo a Carmén en donde está ella que no te está acompañando en tus paseos????? El bar Andalucia también está cerrado a los domingos??? Pero que pasa, la gente no quiere trabajar?? Con la crisis todo debería estar abierto. Acá las cafeterias, bares y restaurantes estan todos abiertos.
ResponderEliminarAdopta a un perro o perrita, hay tantos para adopción. Ya conoces el amor y compañia de una mascota. Mira un galguito que está esperando que lo adopten. Va hasta allá y mira los perritos. Ellos ya los entregan, con las vacunas y castrados lo que es bueno ya que te ahorras unos euros buenos. Anda!! si no hay chiquitos hay medianos o hasta puede que ellos sepan de alguno pequeñito. Hazlo ya!!! http://www.sosanimales.com/adopcion/galileo-precioso-galguito-en-adopcion-en-cadiz/.
Besos querido amigo!!!
Hola, Paco Lainez: aquí esta lloviendo ahora. Llevamos unos días nublado, por la calle del centro ni un alma. Uno le da vueltas a la cabeza y llegan los recuerdos y con ellos la tristeza. Eso es lo que me pasa. Un abrazo
ResponderEliminarMaría Isabel, Son rachas de nostalgia que se van tal como llegan. No te preocupes. Adoptar un perrito sí que me gustaría y lo llevamos pensando desde hace tiempo; pero eso nos ataría aquí y no podríamos viajar. Tampoco estamos para levantarnos con lluvia y frío a sacarlo por la noche cuando se ponen malitos como me pasaba con Lucero. Mi nuera ya ha querido traerme uno y le hemos dicho que de momento no. Gracias por tu interés, amiga. Un beso
ResponderEliminarCuando queremos un perrito tenemos que dejar muchas cosas. Por ejemplo yo en las vacaciones cuando voy para Algarve ni siquiera pongo un pié en la arena porque no dejan entrar los perros si bien que mi hijo me dijo que vio uno en el mismo lugar donde él estaba pero era más chiquito que el mio. El mio con lo nerviosillo que es y ladrando para todo y todos daría un espectaculo en la playa jajajajajajajajaja. Yo casi no viajo, y si lo hago lo llevo, es como si fuera un familiar más.
ResponderEliminarBesos y cariños.
Flor
Por eso mismo no he recogido otro perrito: nos impide viajar y dejar muchas cosas. Los ojos se nos van de trás de ellos cuando lo vemos en la calle con sus dueños; pero es lo que tú dices, cada día hay menos sitios para sacarlos, y aunque yo recoja sus cacas otros la mayoría no lo hacen, y pagamos unos por otros.Muchas veces, cuando iba con mi perro, algunas personas me soltaban alguna palabrota porque habían pisado lo que no debían, como si fuera de mi perro. También hay que sacarlos aunque llueva o nieve, y mantenerlos sanos y limpios. En fin... Besos
EliminarLa melancolía de los domingos, sobre todo los domingos por la tarde son tristes y melancólicos, ni siquiera encerrarte en un café a leer te alegra el rato.
ResponderEliminarllegando el lunes la vida es otra todo se anima, te entiendo perfectamente porque yo ... padezco lo mismo .
hasta pronto mario
Así es, Mario. Ni entrando en un café o en el cine se soluciona la soledad. Un fuerte abrazo
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