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Lloraba un niño desconsolado cuando acabaron sus
vacaciones. Mas no era porque regresaba
a la escuela, sino porque dejaba a una nueva amiga que había conocido en la
playa.
Sus padres le animaban diciendo que la vería al año siguiente
cuando alquilaran de nuevo aquella casa, pero él intuía que nunca más volvería
a encontrarla.
¿Por qué los padres eran tan crueles?, ¿por qué de su amiga lo separaban?, se preguntaba.
¡Cuánto la quería! ¡Más que a su propia hermana!
Le gustaba cogerla de
la mano y los dos juntos caminar hacia el agua. Admiraba su larga y sedosa melena enmarcando su bonita cara. Jugaban a enterrarse en la arena, a hacer castillos
y a las damas. Y, por la noche, ambos escribían cartas para intercambiárselas a
la siguiente mañana.
Ella decía que le gustaba el cine, leer cuentos y soñar con
hadas: ¡quería ser maestra!
A él le gustaba el
fútbol. De hecho, quería ser futbolista para comprarle a sus padres
un barco velero y una bonita casa. También le compraría otra a ella, ¡no faltaría más!, para
tenerla cerca y que lo viera cuando entrenaba.
Un día el chico se
aprovechó de que su amiga estaba distraía y le estampó un beso en la mejilla. Ella
le miró perpleja, luego sonrió y le devolvió el beso.
Desde entonces él le pasaba el brazo sobre los hombros y
ambos caminaban por la playa.
Un amor inocente, como inocentes eran sus palabras. Un amor
que nunca se olvida, aunque por sendas distintas sus vidas caminaran.
Han pasado los años y
nunca han vuelto a estar juntos. Se escribían cartas cada día, al
principio; luego más espaciadas, hasta que se perdieron las ganas.
Ella nunca llegó a
ser maestra, dejó de estudiar y se convirtió en mamá. Ama a su marido y vive
para sus hijos. Él tampoco llegó muy lejos en el fútbol: una torcedura de
tobillo mal sanada dio al traste con sus ilusiones, y acabó trabajando en una
fábrica.
Pero a veces, en la largas noches de insomnio a causa de los
problemas que vivir conlleva, sus pensamientos vuelan, y ambos se encuentran en alguna parte del
cosmos. Y se besan. Y en el beso ponen todo el calor y el cariño que en la vida
echan en falta.
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