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viernes, febrero 12, 2021

NADIE ESTÁ A SALVO

 


Cuando Curro Hernández fue a misa el domingo y escuchó decir al cura que él se había vacunado por recomendación de Dios, que vela por sus representantes en la Tierra, lo aceptó en seguida.

Ya podían decir misa los políticos y tertulianos del mundo televisivo, que él solo confiaba en el padre don Julián, el mismo que le había bautizado, dado la primera comunión y lo había unido en matrimonio con la Juana dos años antes.

Dios solo velaba por sus fieles y él no lo era, de ahí que cuando el jueves dio positivo en un test, comprendió que ese era su castigo. Pero estaba equivocado, muy equivocado.
Los síntomas que apreciaba el día siguiente no eran los mismos del corona virus que anunciaban los médicos en la radio y en Televisión Española: dolor de garganta, fiebre, malestar general, dificultad para respirar… Los suyos eran unos granos en el labio, la lengua llena de llagas, su verga inflamada y dolor al orinar.
¡Joder! ¿De qué me han servido las mascarillas?— exclamó

La enfermera que le hizo el test le preguntó:
«¿Dónde ha estado?, ¿Con quién? ¿Ha llevado usted la mascarilla puesta? Tiene que quedarse confinado en su domicilio durante dos semanas. Un médico estará, en contacto con usted por teléfono y le irá dando instrucciones. Si empeora, tendremos que hospitalizarle.»
¡Y hospitalizado estaba!
«¡¿Pero qué he hecho yo para merecer tal castigo, Dios mío?! », pensaba mirando al techo blanco y   desinfectado esterilizado de la UCI, tendido en una cama con goteros pinchados en el brazo, un tubo grueso en la tráquea y una sonda en el pene, que manipulaba en ese instante una enfermera para extraer una muestra de los fluidos y analizarla.
Pensó en su mujer, encerrada en su casa sin poder salir ni a comprar. Ella no estaba tan grave como para hospitalizarla, fue él quien la contagió.
Fue la voz de una periodista dando las Noticias de la 3 en una radio, colocada piadosamente en la sala por una enfermera para que no se hicieran tan largas las jornadas, las que respondió a sus preguntas.
«Dos docenas de feligreses han sido víctimas del Covid 19 durante la celebración de la misa dominical. La Iglesia está precintada y los enfermos confinados en sus domicilios. Así mismo, el bar de alterne, "El Paraíso", ha sido cerrado por el mismo motivo, hallándose sus trabajadoras en la UCI del hospital de la ciudad ».
¡La Lola en la UCI! La misma que satisfacía periódicamente todos sus deseos por muy retorcidos que fueran. Recordó que, siguiendo la normativa, mientas se consumía en el bar no hacía falta llevar la mascarilla. Y él no la llevaba puesta, ni siquiera llevaba una en el bolsillo. Condones, tampoco.
Y una reflexión se fue abriendo camino en su mente:
«Tal vez Dios perdone los errores cometidos; pero el coronavirus y la sífilis, no. »
Juan Pan García. 12-2-2021

1 comentario:

  1. Bom dia gostaria de agradecer a Deus nosso senhor Jesus Cristo por me abençoada junto com as virgens Maria eu peço oração para mim minha família é irmãs é irmãos amigos é vizinhos peço oração para aqueles que tenham me ajudando é aqueles que precisam também

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