
“Háblame de mamá” me solicita
con acentos de miel, su voz de seda,
y mi mano su rubio pelo enreda
mientras presa en dolor mi alma palpita.
“¿Era guapa, verdad? ¿Por qué no quieres
mencionarla jamás. Cómo era ella?”
Y mi mente recuerda a la más bella,
la más dulce y cordial de las mujeres.
No podré contestar pues me lo impide
el sangrante rescoldo de mi herida,
un amor de verdad nunca se olvida…
mas lo debo de hacer si él me lo pide.
Y le cuento que mucho lo quería,
que con él prodigaba su ternura
y en su vida, tan plena de ventura,
un cariño mayor nunca cabría.
Le aseguro, mirando su retrato,
que su boca, tan roja y tan ardiente,
disfrutaba dejándole en la frente
el mejor de sus besos, el más grato.
Procurando mi voz que no se altere
le argumento que Dios con Él la quiso
y hasta allí la llevó. Al paraíso,
pues reserva un lugar a quien más quiere.
“Pues es malo ese Dios, que me la quita”
me responde, llorosa su protesta;
su mirada me deja sin respuesta,
es tan niño... su madre necesita.
Con esfuerzo de vísceras rasgadas
en mi rostro compongo una sonrisa,
“¡vamos! ponte a jugar, que tengo prisa”,
y rehuyo, cobarde, sus miradas.
Sé que debo luchar pues mi deseo
es que olvide, que viva su inocencia.
Yo no habré de lograrlo. En su presencia,
en su pelo, en sus ojos, verla creo.
Y allá dentro de mí su voz me grita
que a los hijos se quiere tras la muerte.
Ella vela por él, su amor se advierte
porque un ángel guardián no necesita.
Autor:
Agustín
Foro "Mar de las 9 musas"
Prendidos de una luz cualquiera
-como quien asegura resistir
eternamente al declive-
adorábamos la tarde con sus dioses.
Tú mirabas desde el filo del abismo
que nos trae noticias
a nuestras espaldas.
Y yo quise morir en tu boca,
una espada mortal, dijiste,
que atraviesa loca, el alma con su instante.
Y era la luz, una luz cualquiera
mordida de rabia por el sueño
de hacernos cicatrices la piel
con el rayo de amor de la existencia.
De mi amiga Sol Ruiz,
de
RAZZIA ARTIS

un algo que jamás sentí en la vida;
recuerdos de una edad que está perdida,
vapores que se escapan de mi mente.
¿A dónde miraré que no lamente
aquellas aventuras
que no olvida mi turbia sinrazón?
Que en ella anida el sueño
de un amor que aún no es presente.
No sé ni lo que haré, cuál mi Destino,
mas pienso que un lugar me aguarda extraño.
Mis pasos van andando ese camino
y así pasando irán año tras año.
La meta no conozco, pero atino
pensando que esta vez no me harán daño.
Autor:
Francisco Escobar Bravo
Foro "Mar de las 9 musas"
Agradezco a est@s amig@s su aportación a este blog, al que honran y engrandecen con tanta belleza.