Hay profesiones infravaloradas que, sin embargo, son de gran utilidad para la Humanidad.En este mundo consumista y competitivo suelen triunfar los que viven extorsionando a los demás (banqueros, altos ejecutivos comerciales de empresas públicas y privadas), los profesionales de la política y los que viven del entretenimiento público, o de lucir sus cuerpos: artistas, deportistas, modelos, presentadores y entrevistadores de radio y televisión, etc.
Mueven grandes cantidades de dinero, es cierto, pero esa riqueza no beneficia a otros, sino a ellos mismos. Dioses por un día, desaparecen luego sin dejar rastro.
Abajo quedan los operarios de la construcción, mecánicos, soldadores y tuberos, electricistas, delineantes, supervisores de calidad y seguridad, y otros especialistas de montajes industriales, todos ellos mal pagados y menos apreciados, pero que además de ganarse la vida honradamente, construyen edificios y máquinas que benefician a todos. Y cuando ven en algún programa televisivo o documental de video el producto que construyeron en pleno rendimiento, exclaman con orgullo: "Eso lo hice yo"
Buen ejemplo de lo que digo es la plataforma petrolífera ODÍN, construida en Puerto Real (Cádiz) e instalada en el mar del Norte, en cuya fabricación y montaje participé y que plasmé en este lienzo en 1984.
Me pregunto cuántos millones de barriles ha extraído desde entonces, cuántos hogares se han beneficiado de la electricidad, el gas, agua caliente y calefacción; y cuántos transportes públicos y privados se han podido realizar gracias al esfuerzo de los que la construimos. Ahí queda eso.
Y sin embargo, a lo más que llegamos, si antes no somos víctimas de las enfermedades profesionales que se adquieren en esos trabajos, es a cobrar una pensión de jubilación que sólo llegará para comer si no tienes ninguna hipoteca ni te permites algún gasto extra ni renovar el mobiliario, porque, además, pierde poder adquisitivo cada día del año.Que me diga un político de los que gobiernan y cobran seis mil euros mensuales más todos los gastos pagados y la pensión máxima asegurada cuando se retiren, aunque no hayan cotizado el tiempo reglamentario, cómo podemos los pensionistas llegar a fin de mes si ellos nos conceden un aumento del dos por ciento en enero y el aumento de los precios ya supera el diez por ciento en el primer semestre.
No es de extrañar que la juventud actual rechace esos empleos. Es más rentable pegar patadas a un balón o presentarse a O T.
¡Buenas!
ResponderEliminarCreo que no puedo decir más que te doy la razón;)
Pero para la gente que vive bien, los problemas de los demás no les importan en absoluto, ni a los políticos, por mucha campaña que hagan... (Pienso yo.).
Un placer, como siempre, pasar por aqui.
¡Un beso!
PD: Escuché la cancion de los pajarillos, muy simpática, sí, jejeje^^
¡Hola, My Lady! Me alegro de verte por aquí. He entrado varias veces en tu blog y lo noto como abandonado. Por otra parte he visto que escribes en Palabras de Sevilla y que conoces a Palabras. Me alegro de que disfrutes mucho en los foros y con tus amigos, pero no dejes de escribir:tienes madera de escritora y toda la vida por delante.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Juan, luego de tu entrada critica y jugosa sobre mi escrito, la curiosidad por saber quien era el que tan bien pensaba y decia, decidi entrar aca, grande mi sorpresa al ver cuanto en comun tenemos pensando de esta manera; en mi pais, Argentina, tu comentario es actual desde las ultimas cinco decadas ... y ni miras de encontrar una linea de pensamiento distinta, un ideal que mancomune a la juventud, hasta diria una utopia por la que hacer.
ResponderEliminarA mi me criaron padres que llegaron con sus padres a hacer "la America" y trabajando de sol a sol lo consiquieron, yo aun me pregunto por que fallamos tanto en esta generacion para no poder haber transmitido los mismos valores ...
Un abrazo
Hola, Marite: Bienvenida a mi espacio,y espero lo hagas a menudo.
ResponderEliminarEscribes muy bien, y voy a seguir tus relatos con atención: aprendo de ellos.
¿En que hemos fallado?
Difícil respuesta.Quizás hemos dado demasiada protección, demasiados mimos, demasiada tolerancia e indulgencia a nuestros hijos y ellos, acostumbrados a la abundancia, no saben apreciar el valor de las cosas ni el esfuerzo que se requiere para conseguirlas.
Confunden la libertad con hacer lo que les da la gana sin tener en cuenta la libertad y derechos de los demás.
No quiero pensar en el futuro que les espera.Porque los errores se pagan siempre.
Un abrazo.
Hola Juan!
ResponderEliminarSolo quería despedirme hasta la próxima, ya que me voy mañana de vacaciones y, mucho me temo, no voy a tener internet ni ordenador, así que hasta septiembre estaré desconectada de los blogs y de prosófagos.
Disfruta del verano!!
Besiños!!
Pues que te diviertas mucho, Lamas, y regreses cargada de ideas. Felices vacaciones. Un beso.
ResponderEliminarVerdaderamente querido Juan así es de lamentable , el reconocimiento a las obras cuando el esfuerzo que en muchos casos cobran vidas anónimas se las lleva el arquitecto de turno o el ingeniero, el gobierno de turno etc…y es así que hoy nuestros jóvenes esos hombres del mañana prefieren lo banal y fácil de moda…triste, me pregunto que base les estamos inculcando en sus vidas, si la culpa es nuestra.
ResponderEliminarMil besitos de agua
merchy
crees que la gente humilde importa a alguien? ayssssssss
"nuestros jóvenes esos hombres del mañana prefieren lo banal y fácil de moda…triste, me pregunto que base les estamos inculcando en sus vidas, si la culpa es nuestra"
ResponderEliminarQuerida Merchy, ésa es la pregunta que todos nos hacemos: ¿En qué hemos fallado si sólo hemos intentado darles lo mejor?
Gracias por pasar. No vemos allí, en el Paraíso de los poetas. Un beso.