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jueves, mayo 21, 2009

Ángeles y Demonios.


Ayer vi la película Ángeles y Demonios.

Fui acompañado de mi esposa. Ella no ha leído el libro; yo sí. Por ello nuestras opiniones difieren un poco.

Para el que no tiene la referencia del libro, es una película de misterio y acción bien conseguida y con unas imágenes preciosas de Roma y sus monumentos, tomadas desde ángulos que no permiten ver las visitas guiadas de turistas. Yo, sin ir más lejos, he visitado varios de esos lugares en Roma y no los aprecié tanto como ayer: no es lo mismo ver desde unos metros una escultura de un ángel y sacarle fotos que verla detalladamente con grandes planos mientras se observa a sus pies a un hombre que se está muriendo desangrado en la misteriosa penumbra del edificio que la contiene. No es lo mismo fotografiar la cúpula de San Pedro desde la plaza, que ver la plaza desde la posición del protagonista sobre la cúpula.

Resumiendo: las imágenes y efectos especiales, son extraordinarios. La trama, misteriosa, apasionante y didáctica, con un final inesperado, no permite un momento de respiro en las dos horas que dura la cinta


La interpretación de Tom Hanks, para mi gusto, es floja y sosa, no cuaja. Le viene ancho el papel. No es la mejor interpretación que he visto de él. Hubiera sido un papel idóneo para alguien acostumbrado a los temas policiacos o las aventuras, como Clint Eastwood o Hugh Jackman, el protagonista de Australia, por ejemplo. La protagonista tampoco me ha impresionado, ni siquiera recuerdo ya su nombre.

Mi esposa salió encantada del cine; yo también, aunque presencié una historia diferente a la del libro que guardo en mi vitrina. En el original, el profesor es despertado a las cinco de la mañana en su casa de New York e invitado a subir en un avión privado, un modelo único que vuela a 15 veces la velocidad del sonido y lo deja en una hora en Berna, Suiza. Se describe con detalle a la aeronave, propiedad del dueño del laboratorio de aceleración de partículas y ensayos nucleares más importante del mundo.

La película comienza con el profesor nadando en una piscina a las cinco de la mañana, y recibe la visita de un emisario que viene para llevarlo a Suiza, y nada se menciona ni se aprecia del avión que lo lleva, sino que él sale de la piscina y luego aparece ya en Suiza visitando el laboratorio.

En el original de Dan Brown, el lector adquiere unos conocimientos notables acerca del lugar donde se halla el laboratorio, de la seguridad enorme que lo protege de miradas indiscretas, y las investigaciones que se llevan a cabo en su interior. De forma muy amena y sencilla, se aprende lo que es la materia y la antimateria, las ventajas para la humanidad y los inconvenientes, y los intentos que se vienen realizando para conseguirla.

En cambio, en la película, nos muestran deprisa cientos de metros de tubería entre paneles metálicos y pantallas de televisión mostrando destellos y luces que viajan de una a otra mientras una voz va explicando algunos detalles del experimento. Mi esposa, que no ha leído el libro, no se enteró de nada; yo entré en el laboratorio que ya conocía por las descripciones del libro y comprobé con agrado que, gracias al trabajo de documentación de Dan Brown, yo tenía más datos acerca del proceso que el profesor que habían llevado allí para descubrir la trama: el robo del artefacto que contiene la antimateria conseguida en el experimento tras años de pruebas.

En la película, uno de los asesinos es descubierto gracias a una grabación de las videocámaras de seguridad, y el asesino se inmola allí mismo al verse descubierto. En el libro, el mismo personaje sale al balcón de la plaza de San Pedro, abarrotada de gente que espera la fumata blanca de la elección del nuevo Papa. Todo el mundo lo saluda creyendo que es el elegido, mientras éste vierte líquidos inflamables sobre su cabeza y se inmola ante ellos.

En la novela surge un bonito romance entre la pareja de protagonistas; en la película es una relación fría, exclusivamente profesional, y no se ve ni un solo gesto que indique algo más. Es más: no vi ni un solo beso, ni siquiera en la mejilla.

La catástrofe temida está mal realizada, no es creíble. No es creíble que la onda de una explosión de una potencia de cinco megatoneladas, prevista para destruir la ciudad de Roma, que tiene lugar en las nubes sobre la catedral de San Pedro, llegue al suelo, levante violentamente a coches, personas y vallas metálicas en el aire y ni una sola columna ni estatuas de la plaza resulte afectada y todo siga igual después de la explosión. No, no pido que hubieran destruido el Vaticano para hacer la película, pero hoy se utiliza el ordenador para los efectos especiales, y al menos debería verse algún daño en los edificios.

A pesar de todo, la película es impresionante y me ha gustado mucho por lo misterioso y criminal del argumento, por el ritmo trepidante, por lo que cuenta sobre las zonas oscuras de la Iglesia, por las visitas a lugares secretos e inaccesibles para el público como son el Archivo del Vaticano y los pasadizos secretos que unen la basílica con la fortaleza de San Ángelo, y por el recorrido turístico que lleva a conocer la Ciudad Eterna a quienes no la han visitado, o a complementar lo que ya conocimos de ella en nuestros viajes.

Pero yo prefiero el libro.


10 comentarios:

  1. Juan no leí el libro, ni vi la película, pero por lo que contás ocurrió lo mismo que con la anterior "El código Da vinci", que además hasta la novela me pareció predecible...
    Un abrazo inmenso

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  2. Hola, Claudia.
    Tengo las dos obras, el Código y los Ángeles y Demonios(Ésta me gustó más).Y otras del mismo estilo que se publicaron al abrigo del éxito de éstas.
    No entiendo que sean tan denostadas estas obras en los medios literarios. En las tertulias en que he participado me reprochaban leer esa clase de libros, tildados de "comerciales" y de escaso valor literario.

    Pienso que algo tendrán cuando mueve a tantos millones de personas a leerlos. Es gracias a estos libros que se fomenta la lectura, pues la gente, después de una dura jornada de trabajo, tiende a distraerse más que a ilustrarse. No sólo de la Literatura vive el Hombre.

    Te aseguro que el final de esta novela y de su película no lo predice nadie: es una gran sorpresa.
    Gracias por tu visita, amiga. Seguimos en contacto.

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  3. Leí El Código Da Vinci y no me gustó demasiado; de esta me habian hablado bastante mal, asi que ni lo intenté.
    La peli del código no la he visto ni pienso, esta igual la veo, tu comentario me ha despertado la curiosidad.
    Buen finde.

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  4. Feliz fin de semana para ti también. Lola. Ya sabes, el libro de gustos está en blanco, y lo que a mí me ha parecido genial, puede no serlo para ti.
    Ve a verla, chiquilla, y si no te gusta come palomitas y piensa en mí, y me envías tus reproches por telepatía; yo seré receptivo desde las 19 hasta las 23 horas, luego ya corto.
    Un beso.

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  5. Hola, amigo Juan. Bueno, a mí es que Dan Brawn no me gusta. Leí el Código da Vinci y, aunque la acción que narra es interesante sobre todo por eso q nos da tanto morbo como son los trapos sucios de la Iglesia que están empezando a ventilarse en los últimos años (vivimos tiempos interesantes), estaba tan pésimamente escrito que no me permitió disfrutarlo :-( Recuerdo q el autor tenía muy pocos recursos q cualquier escritor principiante tiene más que sabidos, repetía continuamente gestos y frases (por ejemplo, el protagonista cada vez q se asombraba, o sea, continuamente, "se quedaba mudo", Brown siempre decía lo mismo "se quedó mudo", cuando hay mil sinónimos para esa expresión, sólo por curiosidad llegué a contar hasta cinco "se quedó mudo" en tres o cuatro páginas). En fin, q normalmente vas a ver una peli basada en un libro q te ha gustado mucho, y como a mí el primer libro no me gustó, cometí el error de pasar de las películas basadas en ellos. Aún así, es algo q tengo pendiente, porque, como te digo, la historia q narran sí q me interesa.
    Veo q has puesto por ahí un botón enlazándome. Eres muy amable :-) Volveré por aquí a seguir charlando contigo. Un abrazo fuerte, fuerte.

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  6. "Recuerdo que el autor tenía muy pocos recursos q cualquier escritor principiante tiene más que sabidos, repetía continuamente gestos y frases (por ejemplo, el protagonista cada vez q se asombraba, o sea, continuamente, "se quedaba mudo", Brown siempre decía lo mismo "se quedó mudo", cuando hay mil sinónimos para esa expresión"

    En eso tienes razón, Ana,pero es indudable que ese libro, a juzgar por el éxito enorme que ha tenido, ha despertado la pasión por la lectura en muchas personas que tenían otras aficiones. Y todo lo que sea estimular la lectura es de agradecer, creo yo.

    Me pasó lo mismo que a ti con Ruiz Zafon, el de La sombra del viento:se repite en todas sus obras. Parece que el cielo siempre tiene "ribetes escarlatas", en las cuatro novelas que he leído de él hay una misteriosa mansión al lado de la playa;muy cerca de ella se halla una casa, y una familia que viene de la ciudad la alquila. Sombras y fantasmas idénticos.etc.

    Pero creo que guiarse por las críticas o prejuicios para dejar de ver una película es un error.
    Mejor es que la veas y luego opines en conciencia.
    A mí me ha gustado esta película, aunque reconozco que me gusta más el libro.
    Un abrazo.
    Un abrazo.

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  7. Bué, pero no es lo mismo repetir temas en varios libros q repetir la misma expresión en tres páginas :-) Pero sí, te haré caso y a ver si la veo y ya te cuento. Como los libros no me gustan cómo están escritos, seguramente la peli me gustará más. Besazo grande.

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  8. Ana, si vas a verla dices que te la he recomendado yo,no sea que tenga derecho a una comisión, que en este país están de moda. Beso para ti.

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  9. Juan, qué bueno que estés de regreso. Había leído de tus problemas con Orange, jeje, bienvenido al club, amigo. Yo también estuve todo un verano sin que dieran con mi avería, después, como se echaba encima la entrada en la Uni de mi niña, pues me pasé de nuevo a Telefonica, y me dieron la conexión sin ningún problema, hasta ahora.

    Si que se te extrañaba, hombre. Me alegro mucho de verte de nuevo en activo.

    Yo también fui a ver esa película, y también había leído el libro y me pasó igual que a ti. Que encontré un poco flojo el argumento con respecto al libro. Ves, El código da Vinci está mejor adaptada. Aún así disfruté de la película, por lo que dices, el trepidante ritmo, la intriga con la supuesta secta infiltrada, Los Iluminatis, que solo el nombre se te pone la carne de gallina, jeje, y el recorrido por la preciosa e histórica ciudad de Roma, que no tengo el gusto de conocer, pero espero hacerlo algún día. Es preciosa. Y, ya nos gustaría a más de uno tener acceso a los Archivos Vaticanos, allí tiene que haber la clave para algunos misterios, según se rumorea, y no me extrañaría, porque la Iglesia siempre ejerció este tipo de poder, requisaba libros, los destruía, pero bien que se quedaban con copias. Por no hablar de documentos supersecretos de logias y demás yerbas que nunca han visto la luz para los ciudadanos de a pie, en fin, que debe haber mucho conocimiento entre sus paredes.

    Un gusto poder charlar de nuevo contigo, amigo.

    Un beso para ti y los tuyos,

    Marisol

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  10. ¡Hola, Marisol! ¡Qué agradable sorpresa!
    Me alegro de que coincidamos en todo lo que dices con respecto a las diferencias entre el libro, las películas y todo lo referente a la actitud y secretos de la Iglesia que mencionas.
    De Roma, es cierto, una ciudad maravillosa, toda monumental, vas caminando por el centro y todo son vestigios históricos.Ya viste las fotos que tengo por ahí, creo que en octubre o noviembre del 2007.
    Gracias por tu visita y tus reconfortantes palabras. Sabes que sigo tus blogs y me admiro ante tus creaciones artisticas y literarias.
    Un beso fuerte y saludos a los tuyos.

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