Ya sé que vas diciendo de mí lo que no sientes, herida en tu orgullo ante mi apatía.
Creías que sin ti mi vida no sería eso y que la noche me cubriría eternamente con un manto de añoranza de caricias y ternuras...
Hoy has pasado ante mí colgada del brazo de otro. Pensabas, tal vez, que mi corazón se sublevaría y rasgaría mi pecho, dejando escapar la savia de la pena o del odio.
Pero no he sentido nada. ¡Nada!
Puedes continuar tu senda veleidosa, volando de una flor a otra, cual mariposa. Nada me importa. Hace tiempo que dejé de sentir dolor, y el que sufrí por tu culpa me inmuniza contra nuevas heridas.
Puedes decir de mí lo que quieras, puedes casarte o seguir soltera, tener hijos o cuidarte, puedes celebrarlo con vino y rosas... ¡Me importas un bledo!: Ya no te quiero.
Dibujo cedido por ANA MÁRQUEZ, compañera del colectivo Aldaba y la revista El Diván
http://coneltiempoenmisbrazos.blogspot.com/
Gracias Juan por tu visita a mi casa (blog). Anduve por aquí sabiendo que los amigos de mis amigos son mis amigos, y rulando por la vida se encuentra uno gente especialmente interesante... o sea, que te causan interés. Me ha gustado tu blog. Yo, que soy un neófito en estos menesteres, voy aprendiendo por la vida y te visitaré más a menudo si no te importa.
ResponderEliminarCon relación a la nota que dejaste en mi blog: en aquellos tiempos, mi amigo Antonio López, que también anduvo por la llamada "Escuela Franco", visitó el Caminito del Rey y coincide con tus observaciones (a ver si os conocéis e ibais en la misma excursión).
Un afectuoso saludo y tienes mi casa y bodeguilla virtual abierta.
Gracias , Antonio, por incluirme entre tus amigos.Ésta es tu casa, y será un placer verte por aquí cuando se te apetezca.
ResponderEliminarSí que hubo un Antonio López en mi clase, un chaval de Málaga ciudad (los internos eramos alumnos becados procedentes de los pueblos de la provincia y algunos enchufados, como yo, de otras ciudades lejanas: Valladolid, Zamora, Cádiz y Teruel). Antonio era muy noble y valiente.Tenía el pelo claro, casi rubio, cortado al cepillo como los soldados americanos; los ojos celestes. Al parecer, disfrutaba de una posición económica acomodada, por la variedad de trajes a medida y buena ropa que usaba.
No sé si tu amigo es el mismo que había en mi promoción: IX promoción, año 1959.
Yo estaba en la sección D, era el único de la provincia de Cádiz. No sé ahora que raking tenemos los gaditanos con la salida masiva de los armarios, pero en aquel tiempo en Málaga decían que todos los de Cádiz eran "monos", y así me lo decían para provocarme.Un día me lo dijo en la clase Antonio López y le respondí que si yo era mono él era un hijo de p...
Él no dijo nada, pero luego, al salir, me dijo que fuesemos a los servicios, que tenía que decirme algo. Cuando nos quedamos solos en los lavabos, me dijo que si era hombre le repitiese lo que le había dicho, y lo hice. Y nos ensarzamos en una pelea a puñetazos y rodando por el suelo.Me ganó.
Pero de lo que sucedió allí nadie supo jamás nada. Él guardó silencio hasta que acabamos los estudios, dos años más tarde; y yo, esta es la primera vez que lo cuento.
Como puedes ver, recuerdo perfectamente a mi compañero Antonio López. Si coincide con las señas que te doy, salúdalo de mi parte.
Un abrazo para ti.
He disfrutado leyendo todas estas historias de adolescencia...me refiero a estos comentarios. Yo también he encontrado tu blog, a través de Ana y de Antonio que son amigos míos y la verdad que me ha gustado lo que escribes. Así que si no te importa, Juan, yo también entraré de tanto en tanto y me gustaría saber tu opinión sobre el mío. Yo vivo en Barcelona desde hace muchos años, pero soy de Jerez de la Frontera.
ResponderEliminarUn abrazo, y enhorabuena por tu blog.
Inma
Bienvenida a mi blog, Inma, paisana. Me encantará verte pasar por aquí.
ResponderEliminarLa memoria es un gran invento: nos permite recrear a la carta los mejores años de nuestra vida.
Y algunas personas dejan huella y sus rostros aparecen nítidos a pesar del tiempo.
Me alegro mucho de que seas amiga de Ana y Antonio, y como a ellos te agradezco que me incluyas en su grupo de amistades.Entraré en tu blog y ya te diré.
Un abrazo.
¡Uf! Te veo despechado.
ResponderEliminarLa verdad es que no te creo.
Todavía me quieres.
¿Despechado dices?
ResponderEliminarY cómo quieres que me sienta si te veo colgado de otro brazo y si no me salen cuernos es por falta de calcio.¿Es que no lo entiendes?
Mi mujer me dijo el otro día: Manuel García Sánchez.. ¡Se llama como tu tío! ¿Es primo tuyo?
Y yo le dije:No, no es mi primo, pero él me ve cara de primo y por eso me hace estas cosas.
Un abrazo, amigo.
PUFF!!!! JUAN,SI ALGUN DIA UN HOMBRE ME DEDICARA ESTAS PALABRAS CON TANTA INDIFERENCIA,ME MORIA DE LA PENA...JUAN TRASMITES MUY BIEN LO QUE QUIERES EXPRESAR ¿SABES? HE SENTIDO RABIA Y PENA !!!
ResponderEliminarGENIAL!!!!UN ABRAZO.
Siento haberte causado malas sensaciones, mari. Lo que pasa es que así cambio de personaje,una de cal y otra de arena, todo no van a ser penas para el pobre hombre enamorado. Esta vez es él quien gana. Gracias por tu lectura y buena opinión de mis textos.
ResponderEliminarUn abrazo.