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viernes, junio 25, 2010

!QUÉ DURO ES AMARTE!

A veces, uno se da una vuelta por los blogs de los amigos y se queda pasmado ante la belleza de sus creaciones, preguntándose por qué sus obras no se publican y se pierden en la nebulosa del ciberespacio, sin reconocimiento alguno.Son tantos... Algunos ya los he presentado aquí, pero tengo más nombres: DUNA, CONCHI POSTIGO, TOMÁS MIELKE, y un largo Etc.
Ayer entré por vez primera en el blog de una nueva amiga argentina. La conocí hace muy poco en Facebok: María Susana. Y este poema es el primero que leí:




En algún recodo
de cualquier camino
en alguna calle
de un pueblo cualquiera,
bajo un cielo abierto
plagado de estrellas
quisiera encontrarte,
para así abrazarte
sin que nada importe
ni lugar ni escena.

Pero si tus besos
quisiera, no puedo,
no tengo tu boca,
y si mi alma enferma
de querer caricias
buscara tus manos
nunca las tendría.
¡Que duro es amarte!

Si por un instante
supieras, que este
amor que siento
no sé como vino
si lo trajo el viento
del mar una tarde,
y por mis pupilas
se quedó escondido.

No puedo decirte
por qué te amo tanto
quizás sea ese karma
que estaré pagando.

Por eso te digo:
¡Qué duro es amarte!
qué largo el camino
para no encontrarte,
pues andando vivo
sin verte siquiera
tan solo en mi mente
recuerdos que llegan,
qué duro es tenerte
que amar para siempre!

Publicado por María Susana en http://enelsilenciolafelicidad.blogspot.com/

miércoles, junio 23, 2010

EL ENIGMA DE ZARAGOZA



El enigma de Zaragoza es un título que atrajo mi atención en la estantería de la Biblioteca Municipal de El Puerto, y lo cambié por el que ya había escogido para llevarme.


Una historia ambientada en Zaragoza y Mallorca, unos años antes del Descubrimiento, una época en que los Reyes Católicos habían encargado al inquisidor Torquemada la eliminación de los disidentes y herejes.


Torquemada, ebrio de poder, aplicará su ley de forma escandalosamente injusta y cruel, concediendo certificados de inmunidad a los informadores anónimos que acusaran de cualquier palabrota, gesto o acto inmoral a los ojos de la Iglesia sin necesidad de aportar pruebas ni dar la cara.


A los acusados los torturaba hasta que declaraban y firmaban lo que el Inquisidor quería oír, y luego los tribunales los juzgaban sin posibilidad de defenderse ellos mismos ni asistidos por abogados, y los enviaba a la hoguera, apropiándose de todos sus bienes. Nadie estaba libre de su brazo, sus redes de información eran enormes, y sus presas preferidas eran, obviamente, las pertenecientes a clases nobles y ricas, las que más riquezas podrían proporcionarle.

La nobleza de las islas baleares se rebela y Torquemada decide enviar a su representante para buscar a los cabecillas y dar un escarmiento.

Pero el representante de la Inquisición aparece asesinado en la catedral de Zaragoza y esto enfurece a Torquemada y a la reina, Isabel la Católica, quien exige atrapen a los asesinos.

Las primeras cien páginas del libro (tiene 387) son muy interesantes y atrapan al lector, pero luego la trama se desplaza desde Zaragoza a Mallorca y se produce una bajada de tensión: demasiadas explicaciones, historias muy simples y un poco ñoñas sobre recuerdos de infancia y lazos amistosos entre una monja, que resulta ser la jefa de la mejor red de espionaje, y un caballero judío- converso, a quien se pretende encausar para quitarle sus bienes.


Demasiado paternalismo el del caballero converso, que intenta salvar la vida de su hijo, un joven revolucionario que se ha trasladado a la península para matar a Torquemada.

No entiendo de palomas mensajeras y tal vez sea yo quien está equivocado; pero me parece increíble que la monja intercambie información entre Zaragoza y Mallorca con estas aves en el mismo día. Eso no lo consigo yo ahora, cinco siglos después, ni con la ayuda de Correos Españoles ni con Seur Express.



Me parece increíble que un caballero se suba por la noche a una barca en Mallorca y alcance la costa española al amanecer, y que luego se monte en un caballo y llegue, cambiando de montura cinco veces, a Zaragoza en el mismo día.

En 1975, antes de que aparecieran los nuevos catamaranes que se deslizan sobre el agua a mucha velocidad, fui desde Valencia a Palma de Mallorca en un el buque de pasajeros que cubría esa línea, el Ciudad de Valencia, y salió a las 9 de la noche y arribamos a las nueve de la mañana.¿Puede una barca de remos y una vela hacer ese recorrido en el mismo tiempo? No lo sé, no entiendo de eso; pero no me lo creo. El libro se me hacía cuesta arriba con esas cosas. A la autora le bastaba con que hubiera alargado los tiempos para hacerlo creíble y mantener la atención del lector, que se escapa con esos detalles.


Se produce, además, confusión cuando en muchos diálogos no se pone la raya al inicio de la frase del que responde, y es el lector quien intuye que el texto corresponde a la respuesta del segundo personaje.

El final se ha querido rodear de mucho misterio, pero se diluye entre explicaciones innecesarias, despedidas, remordimientos y buenos deseos.



























domingo, junio 20, 2010

UN DÍA DE GLORIA EN EL GASTOR,

Hace ahora dos años que fui invitado a viajar a la Sierra de Cádiz para participar en una fiesta cultural organizada por la Asociación de Mujeres La Ladera, con sede en El Gastor.
Fue un día inolvidable que quedará grabado para siempre en mi memoria, y que quiero recordar con todos ustedes, mis amig@s, compartiendo este album.








martes, junio 15, 2010

ÉRASE UNA VEZ UN PUEBLO…

HACE 6000 AÑOS...
Cansadas de ir de un lado a otro y de sobrevivir a duras penas de la caza, unas tribus nómadas se habían instalado en las montañas del sur de la península.
Debido al notable crecimiento del número de miembros de las familias habían decidido dedicarse a la agricultura y la cría de ganado, asegurándose así el alimento, la estabilidad y el calor del hogar sin tener que arriesgar la vida enfrentándose diariamente a las bestias, como los osos pardos y los lobos. Los lobos eran seres a quienes admiraban por su inteligencia y su poderío, y los mataban y se los comían creyendo que heredarían sus cualidades

foto de internet
Construyeron chozas unas al lado de otras y las rodearon con empalizadas de troncos para su defensa. Se organizaron para dirigir la vida en la aldea de forma que se respetasen los derechos y deberes de cada miembro, y se eligieron hombres poderosos para dirigirlos y dividirlos en clases sociales: guerreros, pastores, agricultores y constructores. También eligieron sus reyes


Foto de internet

Trabajaban todos en las faenas de la aldea: las mujeres ayudaban en los campos, preparaban la arcilla para hacer vasijas, lavaban la ropa y hacían la comida para sus familias. Los hombres talaban árboles y ramas y con ellos edificaban viviendas, muebles y lugares de reunión para el consejo de los ancianos. También fabricaban cuchillos y hachas afilando láminas de piedra, que luego usaban como armas para la guerra y la caza y como herramientas



Imágenes de Google

Las escaramuzas contra los invasores extranjeros que arribaban a las costas mediterráneas y se adentraban en las montañas era el pan de cada día, desde que los iberos habían dejado de ser nómadas y se habían establecido en aldeas para cultivar las tierras y criar ganado
Las mozas casaderas corrían a recibir a los jóvenes que regresaban de la guerra o de la caza y elegían entre ellos quiénes serían los padres de sus hijos.
Aunque las tribus intercambiaban sus productos entre ellas, las trifulcas por apoderarse de los bienes o ensanchar los límites de los territorios se sucedían constantemente. Como la que tuvo lugar aquel nefasto día, en la aldea de Irippo (El Gastor), ubicada en la ladera norte del monte Algarín, a cuatro leguas de Arunda (Ronda)…



EL GIGANTE


El sol huía hacia el oeste, escondiéndose entre brumas escarlatas. El cielo comenzaba a teñirse de oscuro sobre la aldea y poco a poco aparecían perezosamente las estrellas. El brujo de Irippo elevó los brazos al cielo y gritó unas palabras incomprensibles para el grupo de guerreros que danzaba alrededor de una hoguera, observados desde la orilla del bosque por un nutrido grupo de mujeres de diferentes edades y de niños que aguardaban turno para llenar sus vasijas de agua en una fuente de agua fresca y limpia que manaba de la roca. El grito del brujo resonó en todo el valle, repetido por el eco del enorme peñasco que presidía la montaña, logrando que los buitres que anidaban en los riscos abandonaran sus escondrijos y salieran espantados a reconocer el terreno.
Horas antes, el vigía había hecho sonar la alarma con un cuerno y todos los pobladores de la aldea salieron con sus lanzas y flechas dispuestos a defender cara sus vidas y pertenencias.

Un numeroso grupo de guerreros provenientes de Arunda se acercaba dispuesto a arrasarlo todo y a llevarse a las mujeres. La batalla que siguió había sido feroz: el rey, un hombre muy alto y fuerte, salió al encuentro del enemigo, seguido de todos sus hombres, y aun luchando en proporción de cuatro contra uno consiguieron rechazar al enemigo; pero el rey, que destacaba por su tamaño entre todos, fue alcanzado por una flecha que le atravesó el corazón. Ahora yacía en medio del poblado sobre un altar de troncos junto al cual lloraba una mujer y un par de niños abrazados a su cintura.

El hechicero, ataviado con un disfraz de ave que cubría el cuerpo de plumas y luciendo una máscara con un gran pico curvado sobre el rostro, descendió la colina que dominaba todo el valle y se dirigió a la asamblea. Todos los asistentes guardaron silencio. Y el brujo les anuncio que los dioses le habían escuchado y le mostraba los signos: «El color rojo fuego del poniente significa la sangre de la venganza. El nuevo rey será fuerte y vengará las muertes y ultrajes recibidos». Luego elevó los brazos al cielo y pronunció una palabra que todos repitieron, y seguidamente se giró hacia un hombre joven y corpulento, y, señalándolo con el dedo, dijo: «Tú serás nuestro Rey». Y todos se arrodillaron ante él.

Luego los hombres se retiraron a deliberar en una cabaña, mientras las mujeres permanecieron untando con hierbas y ungüentos el cadaver del rey hasta el amanecer.

Al día siguiente, en una meseta apartada del poblado situada en las cumbres, cerca de las estrellas, desde donde se dominaban los bosques que ocupaban las montañas, un grupo de hombres arrastraría sobre una rampa de tierra las enormes losas de granito que habían traído tirando de ellas y deslizándolas sobre rodillos de troncos con la ayuda de bueyes
Ayudándose de largos y gruesos postes enclavados provistos de cabrias rudimentarias, y tirando de cuerdas hechas con las fibras de pita machacada levantaron dos muros de enormes piedras colocadas verticalmente, y sobre ellas, enlazándolas unas con otras, deslizaron unas losas para cubrir el espacio. En pocos días, el sarcófago quedó construido y en su interior colocaron al difunto y sus pertenencias: sus armas de guerra, y unas vasijas con perfumes, alimentos y abalorios


Unma, su viuda, se abrazó al cadáver, histérica, y pedía que la enterrasen junto a él, pero el nuevo jefe la aferró por el brazo y la arrastró afuera, momentos antes de que los hombres dejasen caer, despacio, la losa que cerraba por completo el acceso al interior del mausoleo.


En los días siguientes, la joven viuda fue presa de la depresión y se encerró en su choza, negándose incluso a tomar alimentos.

Su memoria retrocedió unos años antes, a la época de las lluvias y del renacimiento de las flores, cuando ambos corrían el uno tras el otro, riéndose, para acabar retozando en la hierba. Otras veces descendían la montaña para bañarse en el río, vigilados de cerca por las ardillas y las aves que ocupaban los ramajes de los árboles, y escoltados por centenares de peces que huían escandalizados al ver los tocamientos y caricias que se prodigaban bajo el agua, y luego se tumbaban en la orilla y se secaban al sol. Una vez permanecieron varios días en una gruta escondida en la cañada, alimentándose de peces y de la caza, sin otra cosa que hacer que el amor.

Foto de internet
Al ver la triste y angustiada mirada de sus hijos, que no la dejaban nunca sola, Unma decidió pasar a la acción: Dejaría los niños al cuidado de su hermana y ella intentaría vengar a su marido.
De pronto escuchó un ruido en la puerta...

En ese momento, alguien puso la mano sobre su hombro y la zarandeó. Cristina, la encargada de la sección de Senderismo del Ayuntamiento de El Gastor, abrió los ojos, estiró los brazos desperezándose y preguntó:

¿Qué hora es, mamá?
Hora de desayunar y salir corriendo: Son las nueve, y habías quedado con ese grupo de turistas para llevarlos a ver el dolmen del Gigante y la Garganta Verde. Ellos ya están en la plaza.


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martes, junio 08, 2010

MÍRAME

Foto de la película Francia • Israel Adrián Caetano


MÍRAME

Ayer pasaste por mi lado, mirando al frente
y seguiste tu camino sin decirme nada…

Miraste para otro lado para no verme

Pasaste por mi lado como una extraña
y me diste la espalda para ofenderme.

Yo me quedé mirándote, te comprendía.

Maldije mi orgullo, que no te merecía.
Fui yo quien causó la dolorosa herida
y el único culpable de tu partida.

Ven conmigo, niña, y mírame a la cara,
Díme qué te pasa que estás tan pálida.
Dónde está tu risa, dónde tu alegría.
la perdiste para siempre por culpa mía

Bajas la mirada para no decirme ¡hola!
pasas de largo sin pronunciar palabra.

Antes que conmigo, prefieres estar sola.

Yo te quiero mucho y me partes el alma

No temas, mi niña, y alegra esa cara...
Si quieres pasar de largo, sin una mirada,

si ya no quieres verme… ¡Sigue tu camino!
que yo daré la vuelta y me iré a mi casa.

Me iré a mi casa, si tú no quieres verme.
Esperaré la muerte... me dejaré morir,
porque, cariño, sin ti,
mi vida es un sin vivir


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domingo, junio 06, 2010

« El DOLMEN DEL GIGANTE»



Esta mañana he ido en mi coche a El Gastor, un pueblo muy bonito situado a unos 140 km de mi casa. Es la cuarta vez que lo visito en los últimos tres años. Y, desde la primera vez, decidí que debía subir al monte Algarín,y hoy tenía la mejor ocasión

Había quedado con un vecino mío, un joven militar destinado en Madrid que había venido a pasar el fin de semana. El objetivo era visitar el Dolmen del Gigante y luego subir hasta la cima del monte Algarín, para hacer un video panorámico del paisaje que se contempla desde lo alto.

Pero mi joven amigo ha pasado la noche del sábado de fiesta y ha llegado a su casa a las seis y media de la mañana, y, con voz pastosa y compungida, me ha dicho algo así: «Lo siento, Guan, mentretenío un poquillo má de la cuenta, y creo que no va a podé sé»

¡Y yo que lo tenía todo preparado!

Durante la semana había tomado nota en los mapas del itinerario a seguir; había llamado por teléfono al ayuntamiento para informarme de si estaba permitido subir a los particulares sin guía del ayuntamiento. Supe que el acceso a El Gastor estaba cortado porque este domingo celebraban la fiesta del Corpus, y que debía desviarme por la circunvalación y dejar el coche en un carril a un centenar de metros del pueblo.

Así que a las ocho salí de casa yo solito hacia la sierra, y a las diez me hallaba subiendo a la montaña


La única señalización que existe del dolmen es un letrero a la entrada del camino de acceso. Es un camino con bastante pendiente que al principio está pavimentado, pero luego da paso a un carril de tierra erosionado por las lluvias.


El dichoso camino sube tan pendiente, que debía detenerme a cada instante para que las pulsaciones y la respiración no hicieran estallar mi tórax. Desde el cartel anunciador, situado a 650 metros de altitud sobre el nivel del mar, hasta el dolmen, que está a 800 metros de altura, hay que subir un kilómetro en línea recta, lo que resulta un desnivel del 25%.



A mitad de la subida me detuve a la sombra de un algarrobo para tomarme un zumo, pues lo necesitaba.


Llegué a una meseta donde había una cancela verde, tal como me había dicho el funcionario del ayuntamiento, la abrí y entré en la finca. Pasé junto a una alberca escondida entre frondosos árboles,


y seguí hasta una casa en ruinas;

luego rodeé la casa y me dirigí al lugar señalado por una cerca de alambres en cuyo interior se hallaba el dolmen del Gigante


Es el monumento megalítico más grande de la provincia de Cádiz, según presumen los gastoreños. A pesar de esta cualidad, no está protegido ni cuidado, y, según dicen, ha sido ya expoliado repetidamente.

El "Dolmen del Gigante", según dicen los entendidos, cuenta con unos 6000 años de antigüedad. En él se encontraron hachas pulimentadas, puntas de flechas y restos de cerámica.

Tiene unos ocho metros de largo, y está construido con pesadas losas de granito sobre pilares del mismo material. Le faltaba la penúltima losa y por allí me descolgué al interior. En aquel hueco pude estar de pie, pero para atravesarlo tuve que agacharme, pues no tendría más de metro y medio de altura. Saqué las fotografías del interior y salí caminando en cuclillas por el otro lado

Yo lo encontré mal cuidado, sucio, peligroso, pues estaba lleno de rendijas, entre las piedras, y proliferaban los yerbajos altos y espinosos en torno al monumento, donde bien puede esconderse una serpiente o cualquier otro bicho.

Al salir de la finca seguí un camino que debía llevarme a la cima del monte.

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Pero cuando había ascendido unos trescientos metros me dio por pensar que yo estaba solo en la montaña, que todos los gastoreños estaban de fiesta en la procesión, y que si me picara una serpiente o tarántula no me daría tiempo ni a sacar el teléfono móvil y nadie podría venir en mi auxilio.

Y regresé.

Si este lugar estuviese en Francia, les aseguro que estaría protegido y conservado en condiciones apropiadas para los millares de visitantes que sin duda alguna recibiría. Lo digo porque en las cercanías de París estuve en un bosque en el que había un dolmen, y había bancos y mesas entre los árboles para que pudiesen merendar las familias, pistas para pasear a caballo y en bicicleta, un hotel- restaurante y caminos con los troncos de los árboles señalados para evitar perderse.

España es diferente.

El regreso fue mucho más fácil pero no menos peligroso, porque la pendiente me arrastraba y tuve que ir con mucho cuidado para no resbalar y caer.A las doce, estaba en la plaza en medio del gentío sacando fotos de las bonitas calles de El Gastor, engalanadas de jaras y geranios para la ocasión.

Pasé un día muy agradable, pues en el pueblo me encontré con una persona a la que quiero mucho y desde hacía dos años no veía. ¡Misión cumplida!


EL CORPUS EN EL GASTOR

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En mi juventud, visité un grupo de dólmenes en la Fôret de Rambuillet, no muy lejos de París, y vi como desde 1910 lo habían declarado monumento nacional y a todo el bosque "zona protegida".

Había una antigua y curiosa casa edificada junto a uno de ellos, donde vendían postales y recuerdos. Podéis verla aquÍ:

http://www.stleger.info/les72StLeger/region4/78.pierreardoue/78.pierreardoue.htm




miércoles, junio 02, 2010

NO ERAN TERRORISTAS



NO ERAN TERRORISTAS, tal como anunciaba en una cadena de televisión privada el ex-locutor ultraderechista de la COPE, Federico Jimenez Losantos. Eran personas de diferentes clases y profesiones unidas con un único fin: repartir alimentos y medicinas entre la población cautiva palestina, algo que ya conocimos aquí en la posguerra, como muestra este video.

El mundo asiste impotente a la locura de unos cuantos piratas militares descerebrados que abordan los barcos en aguas internacionales. ¿Dónde están los navíos y aviones de la OTAN que sí defienden a los buques de los piratas somalíes?

La ONU y la OTAN, dos organizaciones que apestan más que una montaña de mierda más alta que el Empire State, hacen el paripé de que se toman en serio el problema. Dicen que van a investigar, que pedirán explicaciones. ¡Hijos de puta, complices asesinos! ¿A quién queréis engañar?

Si ese abordaje lo hubiera hecho un helicóptero somalí en un buque alemán o francés, caería fulminado por los misiles europeos, y todo el mundo, la OTAN y ONU incluidos, aplaudirían la acción defensiva. Y aún más: si lo hubieran hecho árabes de Pakistán, Libia o Turquía, EE.UU les declararía la guerra y los arrasaría.

La balanza de la Justicia está trucada: vence siempre del mismo lado, el del capitalismo salvaje, el del holding de banqueros judíos que pagan las campañas electorales de los candidatos a la Casa Blanca, el de los poderosos empresarios especuladores que necesitan de algún conflicto bélico para enriquecerse vendiendo armas y reconstruyendo luego lo que con ellas han destruido.
Muchas misas, muchas ceremonias, muchas reuniones urgentes, muchas llamadas de embajadores a consulta... Todo es teatro, ya está todo decidido por adelantado: Israel tiene carta blanca para expandirse y apoderarse de los territorios arrasándolo todo, como hizo Moisés y Aarón en la conquista de Palestina, la Tierra Prometida: «Mujeres, niños, ancianos... ¡No dejéis ni uno vivo!»

En este siglo del conocimiento, de avances en Telecomunicaciones, la Medicina y la Ciencia en general, en el que se otorgan premios Nobeles y del Principado de Asturias a los que trabajan por la Paz y a los investigadores que benefician a la Humanidad con sus descubrimientos, causa vergüenza y estupor que se permita a Israel actuar como fieras salvajes. Y provoca rabia e impotencia ver cómo nuestro Gobierno y el de los países europeos miran para otro lado y desvían la atención hacia los mundiales de Sudáfrica, el escandaloso fichaje de Mouriño, la insaciable y borracha Condesa o Duquesa (el título no le lava la cara) de York, o inaugurando cosas y asistiendo a actos donde lucir trajes y cosmética.

Causa sonrojo saber que mientras los palestinos encerrados en Gaza se quedan sin los alimentos que personas bondadosas de todo el mundo les enviaba, aquí, en España, país que ostenta la Presidencia de la UE, sólo preocupa el vestido que llevará hoy la princesa para hacerse la foto en cualquier acto benéfico o protocolario, y la batalla para convencernos de que el desempleo y la crisis se acabará dentro de un mes, cuando los ocho a diez millones de trabajadores que quedan en activo puedan ser despedidos a bajo costo.

Mucho me temo de que al paso que vamos, con esa desidia que nos hace pasar de todo mientras no nos ataña a nosotros, nos veremos todos pronto haciendo colas para recibir nuestra ración de comida. Y si no me creen, pregunten en Caritas cuántas comidas y cuánta gente acude en estos últimos meses a sus comedores.

Así celebraban los israelitas el asalto al buque cargado con ayuda humanitaria:

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From: TurkishNationalism | 31 de mayo de 2010 | 35759 reproducciones

Israelis celebrating attack on Turkish Aid Ship - infront of Turkish Embassy,Tel Aviv

This Video was filmed by me in the night of 31.5.2010 infront of the Embassy.