En
las altas esferas de la España corrupta del inicio del siglo XXI se debate
sobre si el caballo blanco de Santiago era realmente blanco o gris, las bondades del cambio de sexo gratuito, el
aborto de niñas sin autorización de los padres, las embajadas autonómicas en el
extranjero y la prima de 300,000 euros concedida a los jugadores de la Selección por ganar el Mundial, corriendo así una
densa cortina de humo para ocultar la realidad del país: la clase política goza
de enormes privilegios y sobresueldos, se enriquece descaradamente a base de pelotazos
y comisiones corruptas. Mientras tanto, España se hunde en el paro, en los desahucios y en la
pérdida de derechos adquiridos.
La
situación es tensa, insoportable, y la gente, decidida a cambiar las cosas, se
lanza a la calle indignada.
Es entonces cuando de las entrañas de la Tierra resurge, como Ave Fenix, la bestia que
creíamos muerta para siempre: El capitalismo salvaje del siglo XIX con sus
interminables jornadas de trabajo por un salario miserable, sin derecho a descanso, a sindicarse ni a
protestar, y menos aún a ponerse enfermo o envejecer. Los hombres dejan de ser personas para el
empresariado y se convierten en herramientas prescindibles y renovables.
Previamente, la bestia ha preparado el terreno
presentando un programa en que se
reducen las jornadas a 35 horas semanales para que la familia disponga de más
tiempo para disfrutar; se anuncian
millones de puestos de trabajo, se ofrecen posibilidades para adquirir viviendas a las jóvenes parejas,
prometiéndoles un maravilloso futuro si trabajan los dos, facilitando el
trabajo de la mujer con la posibilidad
de disponer de guarderías y comedores para sus hijos…
Para
los que ya disponen de vivienda les ofrecen
otra más, con parcela y piscina para disfrutar con los amigos los fines de semana. Para ello se conceden
créditos impagables y de por vida, hipotecas plagadas de letra pequeña.
De
pronto el mundo tiembla: No hay dinero.
Los bancos han invertido todo el que tenían
en la construcción de viviendas y no les queda para prestar a las
empresas; las empresas no pagan a sus
obreros y éstos a su vez no pagan las hipotecas y son desahuciados. Los bancos
se quedan con la vivienda, con el dinero pagado y obliga a los hipotecados a
seguir pagando de por vida.
Es entonces cuando reaparece la bestia salvaje,
colocando en el Gobierno a sus administradores con falsas promesas y prometiendo
trabajo, reducir impuestos y salvar al mundo.
Lo primero que hace es reponer el dinero en
los bancos. Ahora éstos, que ya han recuperado el dinero de las viviendas y por
lo tanto éstas ya están pagadas y pertenecen al Gobierno, se quedan con ellas y
con el dinero, y además exigen que se continúe pagando las hipotecas.
No bastando con eso para saciar la voracidad
de la bestia, obliga a sus representantes en el Gobierno a decretar que todos los ciudadanos paguen de
su bolsillo el dinero entregado a la banca, Su banca. Para ello reducen los
salarios, los gastos en escuelas y maestros; cierran hospitales y consultas
médicas, recortan pensiones y subsidios, ordena pagar los medicamentos, aumenta
los impuestos y el IVA… Y como todo eso produce más desempleo y más gastos
sociales, elimina el subsidio y recorta
los derechos de los desempleados.
La película es un Thriller. No recomendada
para menores de 18 años. No hace falta comprar las gafas para verla en 3D, sientes cómo te envuelve y vives
una pesadilla.
- España 2012
- Título original: CRÓNICA DE UN ENGAÑO
- Director: Ángela Merkel
- Intérpretes: Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santa María y Cristóbal Montoro
- Guión: FMI, UE, BCE, PP
- Música: Cara al Sol
- Producción: Partido Popular
- Una película de RICHARD EYRE.
Firmo y rubrico cada una de tus palabras mi querido amigo.
ResponderEliminarMercedes.
Espectacular crónica Juan, estoy segura que nadie lo podría haber hecho mejor Felicidades.
ResponderEliminarMuy buena reseña.
ResponderEliminarDesafortunadamente, lo quiera o no, todos estamos obligados a verla.
Yo estoy en el grupo de los desesperados, quiero decir, los desempleados, que ya no saben a qué puerta llamar ni para qué narices han estudiado carreras y Másters.
Género: Terror.
ResponderEliminarSaludos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe temo que no sólo voy a tener que ver la película, es que me están dejando que no tengo ni para las palomitas.
ResponderEliminarMaravillosa crítica cinéfila.
Con ese elenco ya tienen seguro el oscar y todos los demás premios de las academias.
ResponderEliminarMario
Muy buena tu cronica. Esa "pelicula" debria ser vista también por los menores de 18 años.
ResponderEliminarLa foto acá la cambiaría por Passos Coelho; Miguel Relvas; Vitor Gaspar.
Hoy habrá una grande concentración en Lisboa y en todas las ciudades del país para manisfestarse contra el nuevo persupuesto y por las medidas in-populares y desastrosas para el pueblo portugués.
Hay que cortar y siguen cortando en los que poco tienen.
Esto todo está un horror.
Besosssssss! Buen finde.
¡Muchas gracias, Mercedes! Me alegra que te guste. Besos
ResponderEliminarHola, Issi: al igual que tú, cientos de miles de jóvenes no saben para qué les sirve sus títulos. Entre ellos está mi hija, Licenciada en Químicas en 202 y nunca encontró otro trabajo que el de camarera, canguro o peón en una fábrica.Y desde hace dos años, ni eso.
ResponderEliminarEs vergonzoso.
Y mientras tanto, cualquier matao inculto se mete a político y se hace rico en dos años.
Un abrazo
Así es, Toro Salvaje: un tema terrorífico.Saludos
ResponderEliminarHola, Mamen: Me alegro de tu vuelya. Las palomitas hace tiempo que no las pruebo, cuestan más que las entradas del cine.A veces las llevamos de casa escondidas en el bolso. También la bebida. Lo malo es que al paso que vamos ya no vamos a poder pagar entradas tampoco.
ResponderEliminarBesos.
Hola, Mario: un oscar a los mayores traidores a la patria y una patada en el trasero les daría yo: estos malnacidos nos han vendido a Alemania y a los inversores internacionales.
ResponderEliminarUn abrazo
Florecilla, ya he visto la manifestación de Portugal.Seremos también hermanos en la lucha contra el abuso del capital internacional.
ResponderEliminarTerrible lo que se avecina. Un beso
Buen guion para una película de terror, pero del género negro, "mu negro" ya veremos como sigue el próximo capitulo.
ResponderEliminarAbrazos
Así vivimos y así nos va...
ResponderEliminarEs una lástima países y pueblos con riquezas naturales abundantes y gobernantes perversos...
Nos merecemos??
El mal cunde en todas partes, no sólo en España.
Un abrazo Juancito
y feliz semana.
Hola, Higorca! Mejor cambiar de película, esta produce dolores de cabeza. Un beso y feliz semana.
ResponderEliminarHola, genessis! No nos merecemos eso, no tenemos culpa de nada. O quizás sí, por bajar la cabeza y aguantarlos.
ResponderEliminarSi miro hacia atrás,todas las generaciones han conocido alguna guerra.Me temo que vamos irremediablemente hacia otra: la gente no soportará tanto sacrificio y abusos de los dirigentes. Un beso
esta guerra será u
ResponderEliminarla III guerra mundial, es decir, una guerra económica que desplazará al tercer mundo al abismo y a la pobreza del primer mundo al infierno
Hola, Tomás. Creo que si finalemente la guerra es económica, los billetes se imprimirán con sangre.
ResponderEliminarUn abrazo.