Llueve este último día de enero. En una escampada he visto
que en una mierda de vaca ha brotado un trébol de cuatro hojas, un musgo rojizo en un tronco seco, y entre las
piedras amontonadas de lo que parece una tumba en la pradera, un lagartija tomaba el sol.
La vida renace también de los excrementos: hay esperanza.
Un rayo de sol me ha dado de lleno en la cara y ha penetrado
en mí llenándome de vida; la oscuridad ha desaparecido en mis entrañas y ahora
rezumo amor y ganas de vivir por cada uno de mis poros. Y entre las paredes angostas
que flanquean la sima en que se hallaba presa mi alma resuena el eco de una voz
cálida que la despierta del profundo sueño en que el miedo la había sometido:
¡Levántate, hermana! Sal a la calle y mira al sol; respira el aire que da vida...
Vamos que la vida continúa...
ResponderEliminarBien dice el refrán: "después de cada tormenta saldrá de nuevo el sol".
Abrazo querido amigo Juan.
Hermosa la foto!
Una de las cosas que me hacen vivir es saber que estás ahí,querida genessis. Y no pierdo la esperanza de conocerte en persona un día. Besos y feliz fin de semana.
ResponderEliminarMuy bueno!
ResponderEliminarMi muy querido amigo, levántala y que ande!! que mire el sol, las calles , la gente . Tu alma es hermosa y yo por ser tu amiga deseo de corazón querido Juan que (porque lo he pasado y lo paso), deseo que renazcas en la alegría que la vida pese a todo te da cada amanecer.
ResponderEliminarMi abrazo apretado justo en tu corazón!
Gracias, Mercedes
ResponderEliminarMuchas gracias, M. Susana. Tus palabras, amiga mía, son siempre un bálsamo para mi alma.Un beso fuerte.
ResponderEliminarLa naturaleza nos sobrevivirá.
ResponderEliminarEso me gusta.
Saludos.
De eso no tengo ninguna duda, Toro Salvaje. Gracias por tu visita. Saludos
ResponderEliminarque poético
ResponderEliminarno cave duda
eres un corazón lleno de poesía
Mario
Sí, Mario, hay días que uno se levanta inspirado. Un abrazo
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