Esta miércoles ha sido esa película la que
atrajo nuestro interés en la cartelera de cine, y entramos a verla.
Previamente habíamos recibido recomendaciones
de nuestros amigos cinéfilos para no
dejarla escapar, y efectivamente, hubiese sido un error imperdonable: la película
es preciosa, histórica, pedagógica e
intemporal: las luchas de clases por los derechos humanos y sociales continúa
hoy tanto como ayer.
La trama es la lucha de un grupo
de mujeres por tener derecho al voto en una sociedad en que son meramente objetos
al servicio de los hombres.
Sorprende leer al final de la película
que Suiza, un país rico y europeo, al que se consideraba adalid de los derechos
humanos porque en ella buscaban refugio los perseguidos por los nazis en la II
Guerra Mundial, no concedió el derecho al voto femenino hasta medida la década
de los 70.
¡Evidentemente! ¿Cómo no se me
había ocurrido antes? Suiza es el refugio de los capitales mundiales, sean cual sea el modo en que se han conseguido. Es
decir : refugio y protectorado de traficantes, gobernantes y empresarios corruptos, paraíso de las clases dominantes, las
mismas que explotan a los trabajadores en diversas partes del mundo haciendo
trabajar hasta a los niños. Es lógico que fueran reacios a conceder el derecho
al voto a las mujeres que ocupaban sus fabricas y oficinas y podían obligar a
cambiar su sistema machista.
Y muchos otros países importantes
de la UE no lo han concedido hasta mediados del siglo XX: Francia, Inglaterra,
Alemania...
Me complace saber que en España
ese derecho lo tienen concedido desde 1934,
en tiempos de la Segunda República, un dato a tener en cuenta. No han sido los
sistemas liberales ni absolutistas monárquicos quienes concedieron ese derecho,
sino la República de nuestros padres y abuelos. Los mismos que nos dejaron el
derecho a la Sanidad creando la Seguridad Social, a la Educación, a la
vivienda, y el derecho a disfrutar de una jubilación. Cosas que nos están
quitando poco a poco desde comienzos del siglo XXI estos mangantes que se
llevan nuestro dinero a ¡oh, sorpresa!, a Suiza.
Califico de pedagógica la película
porque nos muestra que los derechos no te los regala nadie, ni el Rey ni los Parlamentos:
hay que luchar por ellos aun arriesgo de perder la vida.
En España hoy rige la Ley
Mordaza, una ley propia de los tiempos en que está ambientada la película. De
hecho se ven hoy día las mismas imágenes represivas por la policía cuando los
ciudadanos salen a la calle a expresar pacíficamente sus quejas.
No os la perdáis, por favor. No
en vano está nominada a media docena de premios.
Juan: no me la perderé
ResponderEliminarno se desde cuando en méxico las mujeres votan pero es antes de los 70 estoy seguro.
un gusto leerte Mario
ya me informe y el voto femenino data del 17 de oct de 1953
ResponderEliminarMuchas gracias, amigo Mario. Te va a gustar, te lo aseguro. Está nominada para muchos premios y lleva más de un mes en carteleras. En México también lo decía al final, y de otros muchos países; pero no lo recuerdo. Si ya lo has visto mejor, gracias por la información. Un abrazo
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