Yo había presentado La pista del Lobo en El Puerto de Santa María, en Puerto Real y en otros cuatro municipios de
Dos semanas antes vinieron a verme Manuela y Paco, representantes de una asociación algareña, llamada Asociación Cultural Comeletras, y tomamos café juntos. Recordé con ellos algunos aspectos de mi infancia, las condiciones de vida que se daban en aquellos años y los diferentes domicilios que mi familia había ocupado en aquel pueblo.
Ellos me informaron de que todos los asociados habían leído y analizado mi libro en el taller de lectura, y que les gustaría mucho que fuese a conocerles y hablar un poco sobre mí y mi novela.
Acepté encantado la invitación y quedamos para el sábado día
Maria José,
Yo tenía dos cosas en común con ellos: afición por la lectura y ser algareño. Habían pasado muchos años desde que abandoné el pueblo, y sólo tres personas del auditorio recordaban a mi familia.
Les dije que mi primer libro me lo compraron a los nueve años. Fue un regalo por sacar buenas notas en el colegio: El Cid Campeador. Luego coleccioné los tebeos del Capitán Trueno, Diego Valor y Roberto Alcázar y Pedrín.
A partir de ahí, en mis años adolescentes leí las obra de Emilio Salgari y Julio Verne, para pasar luego a otras más actuales, siempre de aventuras, espionaje o de
No les quise hablar del contenido del libro (Me consta que casi todos en Algar lo han leído: ha sido muy vendido allí y, además,
El encuentro fue muy agradable, la gente se mostró en todo momento exquisitamente amable y atenta. La señora Presidenta, en nombre de
Antes de finalizar el acto respondí a las preguntas que formularon sobre la novela, firmé todos lo ejemplares que habían traído consigo y, después de compartir con ellos unos minutos de presentaciones y saludos, nos fuimos a tomar unas cervezas a un establecimiento que destaca por sus sabrosas especialidades gastronómicas.
Manuela, la secretaria de la asociación, leyendo uno de mis poemas: AVES DE HIERRO
http://ellugardejuan.blogspot.com/2009/01/aves-de-hierro.html
Pensando en el camino de vuelta —Aunque la asociación Comeletras nos había ofrecido una habitación en el hotel, no podíamos quedarnos—, a las 11 de la noche mi esposa y yo nos despedíamos de tan grata compañía y regresamos a casa
Les estoy muy agradecido por la oportunidad que me han concedido de hablar ante mis paisanos de mi novela, y por las atenciones recibidas. Hemos prometido volver en cuanto podamos y también poner en contacto el Colectivo Aldaba con el de Comeletras para intentar colaborar juntos en la divulgación de la cultura.
Cervezas, vino y refrescos acompañaron el ágape: ensalada mixta, raciones de queso curado de la zona y embutidos ibéricos; revuelto de espárragos trigueros algareños, jamón y chorizo a la brasa con una guarnición de patatas fritas y pimientos.
Pasada la media noche llegamos a nuestro hogar, justo a tiempo de ver en el programa “Se llama Copla”, de Canal Sur Televisión, el grandioso éxito de Laura Gallego, la joven artista algareña, que fue capaz esa noche de oprimir las gargantas de cientos de miles de andaluces emocionados ante su magitral interpretación. Fue una velada redonda. ¡Y es que Algar está que se sale!