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martes, abril 20, 2010

EL PUEBLO DE LAS TRES MB





Yo soy del pueblo de las tres MB: muy bruto, muy blanco y muy bueno.

En lo alto de una colina tenemos lo que parece ser un repetidor de telefonía, pero que no es otra cosa que una torre de comunicaciones para vigilar el espacio aéreo y espiar a los americanos de la Base Naval de Rota, que son a los únicos a quienes los lugareños tememos.


En mi pueblo no hay crisis del ladrillo, todas las casas se construyen bajo pedido: hacen algunas con muchas habitaciones; otras más pequeñas, como ésas que la gente llama “studios”, con una sola habitación y un cuarto de baño tan pequeño que tienes que bajarte los pantalones fuera porque dentro no puedes moverte.

Allí no usan planos, ni metro ni el nivel: no hace falta. Para saber dónde va un pilar lanzan la gorra, y el punto en donde cae lo señalan y dicen: “Aquí va uno”.

Para que las paredes queden bien rectas y a plomo, invitan al maestro albañil a una botellita de vino fino de Jerez, pues cuando se pone a tono es cuando mejor ve las cosas. En cambio, si no bebe, le tiemblan las manos y las piernas.


Cuando celebramos la fiesta del pueblo traemos una banda de música para el baile, que se hace en la plaza. Normalmente siempre suele acabar bien, excepto aquella vez en que las mozas no quisieron bailar con los chavales del pueblo porque estaban hartas de verlos y olerlos a diario y quisieron cambiar de plato. Se lió una trifulca grande, y todos los forasteros se fueron señalados: el uno con el brazo partido, el otro la nariz aplastada o rota; a otros les faltaban los dientes superiores, a otros los inferiores. Desde aquel día, cuando hay baile, los forasteros se traen a sus parejas.

¡Ah!, se me olvidaba: también hubo un hombre ya madurito (tenía setenta y cinco años, más o menos), que le cogió el trasero a la Dolores, la camarera del “Bar el Tendío”, y ella se giró con tal velocidad que le estampó la teta derecha sobre la mejilla, con tan mala fortuna que su dentadura salió despedida al centro de la pista y la pisaron los chavales sin querer. Y como no la tenía asegurada, porque ya estábamos en crisis y la pensión no da para tanto, todo hay que decirlo, el hombre va ahora con la nariz tocando la barbilla, y cuando abre la boca parece la cueva de Ali Babá.


Antes, el alcalde era del PSOE y forastero, y la gente lo quería mucho; pero no cumplía sus promesas porque el jefe del partido le decía que había otros pueblos más necesitados, y él decía: “Sí, jefe. Entiendo, jefe. A sus órdenes, jefe!” Lo comprendía todo, a pesar de que en el pueblo no teníamos ni ambulatorio ni cine ni colegios ni campo de fútbol ni metro ni tranvías ni local para echar las quinielas. Y los vecinos nos dimos cuenta de que sólo se acordaban de nosotros en las elecciones. Entonces se reunieron los más sabios en la plaza y decidieron por mayoría elegir a un alcalde en condiciones. Un hombre nacido en el pueblo, capaz de gestionar todos sus problemas sin necesidad de pedir favores a nadie.


El candidato debía ser el hombre más alto, fuerte e inteligente del término municipal, y para seleccionarlo había de superar las pruebas pertinentes consensuadas por el consejo superior del pueblo: El que más alto lanzaba el chorro de orina; el que lanzaba más lejos los escupitajos, el que más peso cargaba sobre su espalda, el que tenía la palma de la mano más grande y gruesa, por si había que poner orden; y el que mejor sabía leer y de hacer cuentas.

La pregunta más difícil, y que supo responder el candidato, provocando la admiración del jurado y de todo el pueblo, fue ésta:

—Si un automovil sale de aquí para Madrid a las siete de la mañana a una velocidad de 90 kmts/hora, y otro sale de Madrid hacia aquí a las doce del día a 120 kmts/ hora, ¿dónde se encuentran?

¡En la carretera!—, respondió sin dudar un segundo.

Eligieron al señor Sebastián, "El Trabuco" (Lo apodaban así por la forma alargada y en forma de trompeta de su miembro viril) porque era fuerte como un mulo y sabía escribir cartas de amor.


Al poco de ser elegido, le escribió a una eurodiputada alemana una carta (Sebastián había trabajado en la Wolsvaguen, en Frankfurt, y conocía el idioma), adjuntando una foto de la piscina municipal, toda desconchada y agrietada. En la foto también aparecía él en pantalón de deportes, posando como Butragueño en el Diario Marca: con sus partes nobles asomando por la pernera, y adjuntó al escrito una invitación para pasar unos días de vacaciones en el pueblo a costa del Ayuntamiento. Al cabo de dos meses, se presentó en el pueblo la eurodiputada, y se la disputaron todos los mozos. Luego, muy contenta después de haber comprobado las necesidades del pueblo, salió al balcón del Ayuntamiento cogida del brazo del alcalde para anunciar que nos habían concedido un millón de euros para arreglar y pintar las fachadas.


Ahora el pueblo aparece en la guía de la ruta de Los Pueblos Blancos.

Sale en los anuncios del dentífrico Profidén, porque el pueblo, visto desde lejos, parece una sonrisa pintada en la montaña.


Como la Junta de Andalucía no nos concede subvenciones para actos culturales, en venganza por haber elegido a otro alcalde, hacemos nuestros propios trabajos: escribimos, silbamos canciones, jugamos a la comba o al aquí te pillo, o construimos esculturas en la arena de las obras. Ésta de la imagen gustó tanto que los mozos montaban guardia a su lado para que el viento o la lluvia no la destruyera.


Al final hubo que quitarla, porque había muchos con las manos desolladas y la farmacia no daba abasto a traer cremas, y eso hacía que muchos hombres faltaran al trabajo.



El día del Carnaval hubo un pequeño problema que el señor Sebastián supo solucionar empleando adecuadamente su fuerza y spicología: resulta que los mozos del pueblo le colocaron un grueso y potente petardo, de esos que suena al final de las tracas, debajo del asiento de la moto de un chaval, un niño presumido que siempre presumía (claro, por eso era presumido) de tener la moto más bonita del pueblo. Conectaron el petardo al cable de la bujía, y cuando el “Presumido” arrancó el motor, explotó y saltaron en pedazos la moto y su dueño. La cabeza del chico fue a parar al balcón de la farmacia, y el policía municipal se apresuró a denunciarlo por allanamiento de morada, y menos mal que llevaba el casco puesto, que si no la denuncia hubiera sido doble.

La madre del motorista, que había visto todo lo sucedido, pues siempre estaba mirando desde la ventana lo guapo y elegante que estaba su hijo, salió dando voces intentando arañar a los chavales y llamándolos asesinos. Se armó tal revuelo, eran tan fuertes sus gritos, que salió el alcalde a poner orden en el litigio.

“Señora —le dijo a la madre—: Estamos en carnavales, y lo normal es que los jóvenes se gasten bromas. Al que no le gusten las bromas, que se quede en su casa.”

La madre se puso las manos a la cabeza para evitar que se le escaparan sus razonamientos y poder pensar mejor. Al cabo de un minuto y cuarenta y tres segundos, entendió los argumentos del alcalde y pidió disculpas a los jóvenes.

Pero el asunto no había terminado aún: el alcalde se dirigió al que había puesto el petardo y lo acusó de cómplice en el allanamiento de morada efectuado por el chaval de la moto, y le arreó tal bofetada que le hizo dar veintitrés vueltas sobre su eje, como la bailarina de una cajita de música, pero más rápido



Hace dos años hubo una sequía tremenda y el alcalde dijo que debíamos ahorrar agua y no gastar más de lo imprescindible, organizándose en las casas para compartir el agua, duchándose de dos en dos, por ejemplo, aunque fuese con la vecina para hacerlo más llevadero. Para mostrarnos cómo ahorrar agua en la colada, ordenó al secretario que enseñara sus calzoncillos a los asistentes El secretario nos aclaró que él no los lavaba nunca, sino que cada mes los cambiaba por unos nuevos.(Ver foto de la prenda que usaba antes de arrojarla al cubo de la basura)

Pero este año tenemos agua en abundancia, los pantanos de la zona están a rebosar y no hay problemas de abastecimiento.Tenemos un hotel de cuatro estrellas, con piscina y solarium.


Y ahora que ya sabéis cómo es mi pueblo os invito a venir de vacaciones y a dejaros vuestros dineros para que sigamos caminando hacia adelante sin necesidad del Parlamento, dejando así que los diputados usen su tiempo en arreglar los problemas de corrupción o de encarcelamiento de Garzón, que vaya tela, ¡qué papelón!: vergüenza para España todos ellos son.

Menos mal que como salimos en Internet, todo el mundo mundial sabe que nosotros, los del pueblo, en esas inmundicias politiqueras, ni estamos ni se nos espera.


sábado, abril 17, 2010

5º ANIVERSARIO DE YU TUBE

Hace cinco años, tres amigos inauguraron la página YuTube.

Estos fueron Chad Hurley, Steve Chen y Jawed Karim, quienes en febrero de 2005 en San Bruno, California, se reunieron para intentar solucionar un problema: no sabían cómo compartir sus videos con los amigos por internet.
El dominio fue activado el 15 de abril de ese año y Youtube se inauguró el 23 de abril de 2005 con un vídeo de uno de sus fundadores:Me at the Zoo





A finales de 2005, los internáutas visitaban las páginas de YouTube unas 50 millones de veces al día. Sin embargo, luego de que el vídeo musical Lazy Sunday, transmitido originalmente en el show Saturday Night Live, fuera cargado a YouTube, las visitas se dispararon de nuevo hasta alcanzar las 250 millones de visualizaciones diarias.

Para mayo de 2006, según Alexa.com, YouTube alcanzó los 2000 millones de visualizaciones por día, y para mediados de agosto había alcanzado la marca de 7000 millones en diversas oportunidades.

En octubre de 2006, Google compró YouTube por 1650 millones de dólares en acciones
En el momento de la compra 100 millones de vídeos en YouTube eran visualizados y 65 mil nuevos vídeos era añadidos diariamente. Hurley y Chen mantuvieron sus cargos, al igual que los 67 empleados que en ese momento trabajaban en la empresa

Al día de hoy, el video Bad Romance, de Lady Gaga, ha batido todos los récords al alcanzar los 180 millones de visitas:





Vemos así como unos jóvenes emprendedores, que tenían dificultades para mostrar sus videos a sus amigos, pusieron en práctica una idea que ha revolucionado el mundo de la música y de la comunicación.
Miles de jóvenes titulados salen cada año de las universidades españolas para engrosar las listas de parados. Mentes privilegiadas, cerebros desaprovechados que vagan dando tumbos sin esperanzas. ¿Quién dice que entre ellos no hay genios emprendedores que sólo necesitan que alguien apueste por ellos o que se les ayude con subvenciones o créditos para sacar adelante sus proyectos?

Pero claro, España está en crisis y el dinero lo tienen los banqueros, y éstos no se fían de nadie y sólo lo prestan a quienes tienen avales y pueden devolverlo por triplicado. Mientras tanto los jovenes cerebros, desahuciados y sin esperanzas, ahogan su decepción empapándose en alcohol y alucinógenos reunídos con otros junto a botellones que no llevan a ninguna parte.

Datos hallados en Wikipedia

miércoles, abril 14, 2010

SIN TI



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Un día de primavera
En el patio de tu casa
Geranios y paredes blancas
Yo te besé en la cara,

Mirándome en tus ojos
Temblaban mis rodillas
Cautivó mi corazón
El rubor en tus mejillas

De seda era tu piel
Mágica tu mirada
Tu boca entreabierta
Tus labios temblaban.

Agua que entre zarzas
Baja por la colina
Susurro fresco de vida
Ésa es tu risa

Desde el día en que perdí
La posibilidad de verte
Por un arrebato infantil
Lo que vivo es un sin vivir
Y prefiero la muerte

¡La vida sigue, olvídala!
Grita una voz dentro de mí
Pero han pasado los años
Y aún no he logrado
Dejar de pensar en ti

La verdad sólo es una
Sólo tiene una cara
Una sola, sólo una
Tengo que enfrentarla

Vivo sin vivir
Vida muerta,
Sin esperanza
Vivir lejos de ti
Ni es vida
Ni es nada.


lunes, abril 12, 2010

¡FELICIDADES, AMIG@S!

Con la llegada de la primavera no sólo han florecido los almendros y cerezos; no sólo se ha ido el frío y ha aparecido el buen tiempo; no sólo en los árboles y plantas los capullos se han abierto para mostrar la belleza que llevaban dentro: a los hogares de dos amigos internautas, que me acompañan por estos caminos virtuales que cruzan el firmamento, han llegado dos criaturas del Cielo: Ángeles y Carmen, dos angelitas encantadoras, desmintiendo así que los ángeles carezcan de sexo

Ángeles le han puesto por nombre a la hijita de mi amiga Bárbara Riera, (Fuyur en los foros literarios).Hace casi un mes, y después de un embarazo dificultoso,la niña vio la luz en Mallorca, una isla bañada de sol.

Carmen es el nombre de la niña que ha nacido en la Costa del Sol, convirtiendo en abuelo al amigo Antonio Porras, ilustrado malagueño que comparte con nosotros tanta sabiduría y buenas cosas en su blog “Cosas de Antonio”.

Fue con mucha alegría que ayer recibí la noticia de tan felices acontecimientos y del buen estado de salud de las madres y de los bebés; y hoy quiero felicitar a las dos familias dedicándoles este poema de Luis Chamizo: La Nacencia





jueves, abril 08, 2010

LA REALIDAD SUPERA A LA FICCIÓN.


Portada de libro "Mentiras", realizada por Juan Kalvellido.
Estamos ahítos de ver películas donde los investigadores y jueces son expulsados de sus cargos, asesinándolos o usando tretas legales o información privada para evitar que descubran lo que no interesa que salga a la luz pública. Todos conocemos el caso del juez italiano Giovanni Falcone, que en 1993 fue asesinado por la mafia.

"Garzón es un hombre
que no tiene agujetas
en el alma"

Es lo que dijo Pilar Urbano en una entrevista que le hicieron al presentar su libro “Garzón, el hombre que veía amanecer”. Yo leí ese libro y me emocionó: Es el mayor homenaje literario que se le puede hacer a una persona. En sus páginas se muestra al juez como un superhombre, un dios que no siente temor a nada que no sea dejar una injusticia impune sea quien fuere el infractor.

Pilar Urbano lo decía cuando Garzón investigaba a los grandes cargos del gobierno de Felipe González involucrados en el caso Gal, el caso Roldán, y otros personajes cercanos al Partido Socialista.

“Pilar, articulista de lujo en los diarios El Mundo y ABC durante varios años, esta supernumeraria del Opus Dei, de talante conservador, pequeña como un ratón pero sagaz como un zorro y con un finísimo olfato periodístico, se define como una periodista independiente, implacable, y que sólo se vende a la verdad”. Así la presenta el entrevistador Nacho Rodríguez-M. Pedrol


Pero aquí y ahora, en el siglo XXI, los miembros de la extrema derecha, apoyados por jueces conservadores, intentan eliminar al juez Garzón y apartarlo de sus investigaciones para que no se conozcan cosas que avergüenzan a todo ser humano civilizado como las que siguen:

En mi calle, un par de edificios más abajo, vive un amigo llamado José Antonio Álvarez. Hace tiempo que se quedó sin trabajo y ahora es de los que pasan los lunes al sol, y no sólo los lunes, sino todos los días de la semana y de los meses. Yo lo observaba desde mi balcón e intuía que intentaba olvidar sus problemas laborales distrayéndose con la lectura tras pasar la mañana buscando un trabajo.

Ayer lo vi contento, radiante, con ganas de compartir lo que sentía. Y no podía ser menos:

Tras años de infructuosa búsqueda había encontrado, al fin, el paradero de su abuelo.

Su abuelo trabajaba en los astilleros de Puerto Real y un día fueron a buscarlo y se lo llevaron. Ya no se supo nada más de él. Dejó esposa y cuatro hijos, entre ellos una niña, y mi amigo me cuenta:

"De los cuatro hijos que dejó desamparados, mi tía murió al poco tiempo de tuberculosis, y mi abuela desde entonces vivió como en otro mundo, con una enorme tristeza y pena durante el resto de su vida. No salía de casa nada más que para trabajar para poder mal comer. Yo nunca la vi sonreír. Mi padre, con sólo doce años, estuvo trabajando en donde podía: en un puesto en la plaza del mercado, en una lechería, como albañil etc. Me contaba que lo llamaban para desatascar fosas sépticas y que hacía cualquier trabajo donde ganar unas pesetas para llevárselas a su madre. Y, al igual que sus hermanos, no volvió más al colegio.
Esto es todo lo que puedo decir, pues en casa se hablaba muy poco de mi abuelo, la pena la llevaban en el corazón. Lo que si puedo decir es que destrozaron la familia y que, salvo los gritos de mi padre maldiciendo a los asesinos, poco o nada puedo aportar.
Sé que trabajaba en Los Astilleros de Puerto Real, que era muy trabajador y que sólo vivía para su mujer y sus hijos. No sé como lo apresaron ni porqué motivo, y si alguien pudiera decirme qué ocurrió realmente, despejaría la incógnita que siempre he intentado descubrir”.

Jose Antonio hace años que intentaba encontrar la verdad. En los años setenta quiso arreglar los papeles para que su abuela cobrase una pensión y fue al Registro Civil de El Puerto de Santa María a solicitar la partida de defunción; pero no pudo hallar nada, no constaban sus datos en ninguna parte.

Después de más de treinta años, hace unos días lo intentó otra vez, y el funcionario le advirtió que esas cosas son muy complicadas, pero le sugirió que indagase en el Registro Civil de Puerto Real, ya que el desaparecido trabajaba en esa localidad, y que también podía dirigirse a la Plataforma de la Memoria Histórica de esa misma ciudad o comprobar si se hallaba inscrito en la obra de D. José Pizarro Fernández “Fusilados en Puerto Real durante la II República”.

Y añadió que no era la primera vez que él inscribía a fusilados por el Régimen, y que uno de estos expedientes le puso los pelos de punta.

Fue un día en que un conocido corredor de coches le llevó una tarjeta de visita toda manchada de sangre con una nota escrita al dorso:

“A quien pueda interesar. María, mañana me van a fusilar. Que no entre ningún hombre en mi casa, y cuida mucho de los niños. Un beso muy fuerte.”

Al parecer, se la dieron a su madre en el penal cuando fue a llevar algo de ropa y comida para su padre. El corredor de coches afirmó que aquél era el único documento que tenía para iniciar el expediente.
Esa tarjeta mi vecino no la había visto nunca, pero su padre le había contado que ésas fueron las mismas palabras que escribió su abuelo para su esposa antes de ser fusilado, y que ese corredor de coches era su tío Manolo.

Al decir eso José Antonio, el funcionario se levantó de la mesa, se acercó a una estantería de libros, agarró un tomo del R. C. y dijo: “Aquí está la inscripción de tu abuelo, está registrada con fecha de treinta de septiembre de mil novecientos ochenta y uno”.


Acta de defunción. Ficha del listado de Nombres de Fusilados en Puerto Real

“Se practica la presente inscripción en virtud de auto de veintitrés de septiembre de mil novecientos ochenta y uno dictado por el Sr. Juez de Primera Instancia del Partido con expediente tramitado en este Registro Civil bajo el nº 21-81”.


Fue inscrito cuarenta y cinco años después del criminal asesinato. No coincide la fecha del fallecimiento del Registro Civil, pues pone 26/08/1936 en vez de la real, que fue tres días más tarde. Lo único que han puesto bien es la causa del fallecimiento: fusilado.


Mi amigo y vecino, José Antonio Alvarez, también ha descubierto que en la iglesia de San Fernando existe un registro secreto de las personas que habían sido fusiladas, entre quienes halló el nombre de su abuelo.

Registro del fusilamiento en el Libro Secreto de la Iglesia Mayor de San Fernando


Y con la voz trémula y los ojos cargados de emoción, me dice que todo lo que me cuenta lo han publicado hace un par de días en la revista de AMERE, por si deseo recabar más información.

Otros casos más de los que se intentaba dejar en el olvido son estos, publicado en la misma revista:

Fue en Fuentes de Andalucía...


Yo espero y deseo por nuestra propia dignidad como pueblo y como personas humanas que cada caso se aclare y el honor de las víctimas y sus familias sean restaurados y compensados por los daños sufridos. Y, sobre todo, que nos sirva de lección y nunca jamás vuelva a suceder algo parecido en este país.


lunes, abril 05, 2010

EL SÍMBOLO PERDIDO


Acabo de leer EL SÍMBOLO PERDIDO, un libro que ha supuesto para Dan Brown cinco años de trabajo.
La trama está ambientada en la ciudad de Washington, concretamente en sus cámaras, túneles y templos. Langdon abandona la vieja Europa y penetra en los secretos de la capital estadounidense, que nos muestra como es la ciudad de los masones, llena de símbolos ocultos, pasadizos secretos, edificios masónicos con sus rituales.


Quien persigue a Langdon es Mal’akh, un hombre terrorífico, masón sádico, calvo, musculoso y con el cuerpo completamente tatuado, que se disfraza con maquillaje y peluca rubia.

El Símblo perdido tiene varias similitudes con anteriores novelas del mismo autor. En Ángeles y demonios, el profesor recibe una llamada de teléfono y lo llevan en avión privado ante su amigo para realizar una investigación. En el Símbolo perdido también es llamado y trasladado en avión para dar una conferencia. En el Código también recibe una llamada intempestiva para que se presente en un lugar señalado. Y en las tres, la historia comienza de forma violenta.
En las tres novelas los protagonistas corren de un lugar a otro sin descanso para descubrir en cada sitio al que llegan algo que les pondrá los vellos de punta.
Al igual que la edición de las dos primeras novelas fomentó en las agencias de viajes una idea particular de turismo, creando círculos de visitas a los lugares señalados en las obras, en Washington también se editaron guías especiales explicativas de la simbología que ofrece el Símbolo perdido de su edificios y monumentos.
Al parecer, los fundadores de la ciudad quisieron tener los mismos tesoros artísticos y monumentales que posee Europa, pero a lo grande: Si el obelisco de la plaza de la Concordia de París mide treinta metros de altura, ellos construyen uno que alcanza 170 metros. ¿Que en Alemania hay una biblioteca enorme? Ellos construyen una con diez millones de libros con capacidad de intercambio automatizado con otras bibliotecas del entorno a través de túneles con cintas transportadoras. ¿El Vaticano tiene una cúpula que destaca sobre Roma? El Capitolio tiene una cúpula más alta y mas amplia que destaca sobre Washington, con el techo interior pintado como la capilla Sixtina pero con otros temas más modernos. ¿Que Roma posee catacumbas milenarias? Debajo del Capitolio, a decenas de metros de profundidad, se extiende una superficie de miles de metros cuadrados llena de pasillos, túneles y cámaras. Y así todo por el estilo.

Leyendo las guías editadas tras el libro, el visitante descubre que hubo catorce presidentes de Estados Unidos masones, entre ellos George Washington, Andrew Jackson y Harry Truman. También lo eran los arquitectos que diseñaron la Casa Blanca, el Capitolio y el monumento de
Washington.




MI OPINIÓN SOBRE EL LIBRO:

¿Qué puedo decir yo, humilde lector que carece de conocimientos de crítica literaria entre otros, de una obra tan esperada y de un autor tan famoso que ha logrado vender más de 80 millones de ejemplares de cada una de sus obras anteriores?

Pues esto: sin pretender dar lecciones a nadie, puedo opinar sobre lo que me ha parecido, lo que he sentido. Creo que tengo derecho a expresarme. Lo digo porque en anteriores reseñas de libros recibí correos y comentarios soeces en los que me sugerían que si no tenía titulación académica ni estudios sobre literatura me abstuviera de criticar a los buenos escritores. Algo así como si para decir que la comida de un restaurante me ha gustado o no, debo poseer un título universitario. Si para decir que me duele el pecho al toser, debo ser médico.

Pues no, yo me gasto el dinero en adquirir un libro y tengo perfecto derecho a decirles a ustedes si me ha gustado o no, y las cosas que me mueven a afirmar lo que digo.

Y lo que he percibido leyendo esta obra es lo siguiente:

El ritmo es trepidante y no deja respirar al lector, que, atrapado por la historia, se decepciona luego a medida que se acerca el final.

El libro me hace pensar en la montaña rusa de un parque de atracciones, por sus subidas y bajadas de tensión. Desde el principio atrapa la atención de lector, para luego pasar casi cien páginas llanas, de explicaciones y preparación de la trama.

No fue hasta haberme leído pausadamente un tercio del libro que comencé a sentir la necesidad imperiosa de leer sin descanso siguiendo a los protagonistas en una loca y precipitada carrera contra reloj, buscando la clave de los diferentes signos que indicaban el lugar donde se escondía el secreto de la pequeña pirámide de granito de treinta centímetros de altura que el doctor llevaba a cuestas en una bolsa de deportes durante casi doce horas. Tenía un plazo señalado para encontrarlo, si no quería que muriese su amigo.

El lector no puede evitar sentir un gran respeto y admiración ante la enorme investigación realizada y las indicaciones que facilita el autor para la comprobación de los datos.
Pero es imposible que tantas cosas puedan sucederles a los protagonistas en una sola noche.
Es inverosímil que una pareja de cincuentones puedan pasar varias horas corriendo de un lado a otro, subiendo y bajando escaleras, tomando el metro y taxis, helicópteros, mientras son heridos, golpeados, torturados con corrientes eléctricas, incluso sumergidos en agua durante demasiados minutos y que puedan recuperarse para continuar en la investigación e impedir a tiempo que estalle la tragedia.
Cansa a veces la reiteración de tanto símbolo, repetición de sus significados para luego conducir a otros diferentes.

Me ha llamado la atención la estructura de la novela, creo que la misma no se la aceptaría ninguna editorial a otro autor que no fuese tan famoso. Me refiero a la distribución de la novela en capítulos de una o dos páginas de extensión. Incluso los hay de seis o siete líneas.

Un fallo garrafal creo ver en la página 349 cuando uno de los protagonistas, Peter, que persigue con una pistola al malo, Andros, lo acorrala en el borde de un precipicio, le dispara y Andros se despeña por el barranco. Luego dice: «Allá arriba, los ojos helados de Peter miraban más allá del cañón de la pistola de Andros...»
Veamos: Si el que tenía la pistola era Peter, que le había disparado con ella ¿cómo dice ahora que éste miraba el cañón de la pistola de Andros cuando caía? No lo entiendo.

En otro lugar el profesor, que tiene los ojos vendados para que no sepa dónde se halla, sale del ascensor y entra en una sala herméticamente cerrada, conducido del brazo por su amigo. Éste lo acerca a una barandilla y le quita el pañuelo que cubre sus ojos. Aparece entonces un pozo oscuro con una escalera de caracol que se hunde en las oscuras profundidades.Cuenta numerosos descansillos en la escalera, que se pierde difuminada en lo oscuro. El amigo masón le explica el significado de la escalera al profesor y luego lo invita a bajar por ella hasta abajo del todo. Y seguidamente leo que la escalera de caracol está construida alrededor del ascensor que los ha llevado hasta allí arriba. O sea: Si está alrededor del ascensor no hay pozo oscuro, y la descripción tenebrosa anterior no me sirve.

Una enorme nave contiene en su interior un laboratorio secreto. Para entrar es necesario pasar controles de guardias, tener la tarjeta de acceso y conocer la clave que abre la puerta de acero. Pero, además, para impedir el acceso a extraños que logren pasar los primeros controles, la nave está completamente a oscuras, y hay que caminar por una alfombra, sin salirse de ella para no perderse hasta llegar, tras más de cien metros de camino en la oscuridad, al muro del laboratorio.

Mientras leía todas estas medidas de seguridad me preguntaba: Si yo enciendo mi linterna al entrar en la nave ¿de que sirve tanta alfombra y tanta oscuridad? ¿No venden linternas en Washington?


Pero lo peor es el final: leerse 616 páginas temblando, mordiéndose las uñas imaginando a los protagonistas de noche corriendo perseguidos por el más terrorífico de los personajes que he leído, y por la CIA, por la policía urbana, el FBI con sus equipos detectores especiales de infrarrojos y térmicos y detectores de móviles, intentando todos descubrir un secreto que si se divulgase sería el fin del sistema mundial que conocemos… y cuando al fin se descubre lo que buscaban, el supuestamente tan peligroso objeto que podía desestabilizar el orden mundial, resulta que yo lo tengo en mi casa. Y quizás usted también. Es algo tan corriente y usual que el lector se siente engañado, burlado.

Me queda una sensación rara, como la del que cae en la trampa de una adivinanza fácil. Me gustaron mucho más el Código y Ángeles y demonios.
Me he saturado de Dan Brown. Con tres libros, tengo suficiente.

Respeto al autor y su inmenso trabajo de investigación. Quizás haya sido presionado para terminar una obra en un plazo de tiempo determinado (ha salido a la venta en época cercana a la Navidad y Reyes, días para regalar libros) y se haya visto obligado a escribir con prisas y esas aguas han traido estos lodos. Me ha pasado lo mismo con Pérez Reverte.

sábado, abril 03, 2010

¿A DÓNDE VAMOS?

Diario Córdoba. Edición Digital

Más noticias:
http://www.diariodecadiz.es/article/andalucia/668693/es/una/guerra/y/te/vamos/matar.html


Con los sucesos de la Mezquita de Córdoba quedan de manifiesto las contradicciones de nuestras leyes y de quienes nos gobiernan en estos últimos años.
El otro día, un grupo de musulmanes, procedentes de Austria, entraron en la Mezquita y comenzaron a orar arrodillados según sus ritos religiosos. En otro lugar del mismo edificio se estaba celebrando una ceremonia religiosa católica. Acudieron los guardias de seguridad y la policía y todo acabó con varios heridos y la detención de los árabes. El juez los acusa de desórdenes públicos y de intento de homicidio. Los árabes se quejan de la brutal paliza recibida y de vejaciones por sus creencias, entre las que incluyen que les ofrecían de comer carne de cerdo.

Es solo una muestra de lo que nos espera en un futuro más próximo de lo que nos pensamos.
Todo tiene una explicación relativa, nada es lo que parece y las opiniones divergen según los puntos de vista.

Si lo que pretendían los turistas árabes era demostrar que el Ándalus les pertenece y lo hacen boicoteando una ceremonia católica, es apropiado que la policía lo impida con todos los medios, deteniéndolos si es necesario. Y si en el cumplimiento de su deber los agentes son atacados es lógico que se defiendan, para eso llevan armas y reciben formación adecuada.

Pero no parece que fuese ésa la intención de los musulmanes, pues obviamente ellos visitaban Córdoba y no podían saber que se iba a celebrar un rito de Semana Santa en la catedral en esos momentos. Lo que ellos dicen que sucedió parece lógico: Impresionados por la majestuosidad del monumento y lo que representa para la cultura árabe, se sintieron movidos a rezar.

Si yo estuviera visitando la Mezquita y un grupo de árabes se arrodillara en un rincón y se posiera a rezar seguramente yo les hubiera hecho algunas fotos, nada más. No me hubiera molestado ni sentido ofendido, puesto que considero la Mezquita un monumento de interés mundial. Un museo, y no una iglesia para celebrar culto. La misma Iglesia lo entiende así al cobrar una entrada como si de un museo se tratase.
Y si se cobra una entrada para visitar el edificio no se puede imponer que se asista y se guarde silencio mientras se celebra un acto religioso cuando muchos visitantes, que han pagado su derecho a visitar el monumento, pueden tener creencias diferentes.

A ver, un ejemplo: Si yo le alquilo mi apartamento a usted, ¿puedo quedarme yo con mi familia a vivir en él y exigirle a usted, que ha pagado el alquiler, que respete mis normas?
Convendrá usted conmigo en que yo debo irme y dejar que usted viva como quiera siempre que no destroce la vivienda.
En el caso de la Mezquita, si la Iglesia me cobra una entrada para visitar el edificio no debe realizar ninguna ceremonia mientras dure mi visita y obligarme,además, a guardar silencio y asistir a una misa mientras que para mí está prohibido rezar a mis dioses.

Otra cosa sería si la entrada fuese gratis. Entonces sí, el que entra sabe que debe respetar las normas y costumbres del propietario que le permita la visita.
Ésa es otra: la propietaria de la Mezquita es la Iglesia, pero los gastos de mantenimiento y reconstrucción los subvenciona el Ministerio de Cultura con los impuestos de todos. Me pregunto si alguna vez en España conoceremos una verdadera democracia que cumpla los artículos de la Constitución en esta materia, donde dice que el que quiera creer en algo que se lo pague de su bolsillo.
¿Cuándo será que las catedrales, iglesias, edificios monumentales y museos pasen a ser propiedad del Estado, que es el que los mantiene, como ocurre en otros países europeos?
Con ésta, ya son dos cosas en las que nos diferenciamos de los grandes de Europa: los sueldos y beneficios sociales y el mantenimiento del clero a costa de todos, aun de los no creyentes.

Pero volviendo al tema de la Mezquita, no se puede legislar Libertad Religiosa e impedir que unos creyentes recen a sus dioses. No se puede proclamar y gastar millones de euros en eso llamado Alianza de las Civilizaciones e impedir por la fuerza que unos mahometanos recen en una mezquita que al parecer representa la convivencia entre los pueblos que poblaron el país.

¿Qué pasará cuando los ayuntamientos y el Parlamento tengan mayoría musulmana? ¡Eso sí es preocupante! ¡Eso sí me aterroriza!
Les hemos dado derecho a voto y son más de dos millones de árabes los que votarán. ¿Quién dice que en el futuro no tengan mayoría en sus decisiones y obliguen al Estado a gastar el dinero de los contribuyentes en promocionar su cultura, sus métodos y sus tradiciones: el velo, ablación de clítoris, circuncisión, abolición del cerdo y del jamón ibérico…?
Yo he sido emigrante en Europa durante diez años y nunca me permitieron votar ni participar en las decisiones políticas del país que me acogía. ¿Somos nosotros más estúpidos que todos juntos? ¿No es suficiente con que ocupen los puestos de trabajo de millones de españoles que ahora son embargados por no poder hacer frente a sus pagos por haber sido reemplazados en sus empresas por la mano barata de los emigrantes? ¿Encima les damos la posibilidad de gobernar el país?

Bien, pues en tal caso no es de recibo que se les impida rezar en una mezquita, no sea que tomen venganza cuando ganen las elecciones y legislen leyes que nos impongan sus normas.
El Presidente Zapatero y su Ministro de Exteriores llevan años proclamando la unidad entre las naciones árabes y el pueblo español, concediéndoles privilegios como el voto y facilidades de acceso a viviendas y puestos de trabajo, y ahora llegan unos policías y machacan a palos a dos docenas de turistas árabes porque se han arrodillado en la mezquita. ¡Increíble!

Como es increíble que se nos imponga el aumento del IVA porque las arcas públicas están en rojo y luego se regalen trescientos cuarenta y seis millones de euros a Haití y 2000 millones a Grecia.
Si la Unión Europea dona a Haití 1700 millones de euros en total, lo que correspondería a poco más de 60 millones por cada uno de los 27 socios, ¿por qué España ofrece tanto?, ¿por qué dar más que otros países que ya han salido de la crisis, cuando tenemos un 19% de desempleo, el más alto de Europa, y la media en ésta es del 10%?
Y 2000 millones de euros a Grecia. ¿No es suficiente para los españoles con asegurarse el pan de cada día en medio de esta crisis brutal de la que nadie sabe cómo salir para, además, tener que sacar adelante a los demás países? ¿Por qué nos mienten diciendo que es necesario subir los impuestos para hacer frente a las pensiones y costes sociales y luego, lo que se pretende recaudar con estas subidas, se regala a otros países? ¿Es que nos sobra el dinero?

Yo creo que antes de ayudar al vecino a reformar su piso debo reparar las goteras del mío. Y aunque me tilden de arcaico o xenófobo, pienso que el Tesoro de España debe ser para los españoles en primer lugar y luego, si sobra, ayudar a los demás.

Todo lo demás son estrategias electorales, buenas apariencias ante los socios comunitarios y sumisión a Obama, con quien el presidente del Gobierno español se empeña en fotografiarse.
Una factura que deberá pagar algún día no muy lejano.

Y entonces sabremos lo que vale un peine.

sábado, marzo 27, 2010

¡NUNCA MÁS!



El pasado día 24 se commemoraba el aniversario del fin de la barbarie en Argentina. Un aniversario más.
Varias escritoras y poetas han expresado de diferentes formas en la Red el sentimiento doloroso por lo sufrido y el mensaje implicito de que ¡NUNCA MÁS SE PERMITA QUE SUCEDAN COSAS COMO ÉSAS!

Claudia Isabel, excelente y reconocida poeta de Buenos Aires, nos invita a leer su poema:
Además del enlace de Claudia, quiero dejarles aquí el relato de Silvia Pereiro, otra argentina conocida en los foros literarios como LENY:



IDENTIDAD

Cuando tomó el colectivo aún faltaba un largo rato para la hora de la cita.

No importaba, bajaría unas cuadras antes y caminaría. Le vendría bien para tranquilizarse y, además, no había lugar para sentarse y ya le dolían las piernas. Recién en la vereda, se dio cuenta de que aferraba aún, junto al boleto y al pañuelo blanco, el rosario de cristal de roca que la acompañaba desde la comunión de su hijo. El más chico.
Comenzó a caminar mezclándose entre la gente que habitualmente paseaba los sábados por Rivadavia, preguntándose si podrían tener alguna idea de la felicidad y la ansiedad que estaba sintiendo. Supuso que no. El gesto adusto que se le había instalado desde hacía tres décadas y que nunca había logrado borrar, disimulaba muy bien cualquier emoción.
Pensó una vez más en el lugar elegido para el encuentro y que, quizás, no era el indicado. Pero él jamás había salido de Trelew y como el amigo que lo hospedaba vivía a pocas cuadras de allí, era posible que no estuviera tan mal.
Además en su última carta, él mismo le había pedido que la cita fuera en algún bar. La haría menos formal, menos solemne.
Cuando le faltaban pocos metros para llegar sintió un aleteo en el estómago, las manos le hormigueaban y las piernas le flaquearon. Debió aferrarse a una vidriera de la galería para no caerse.
Se preguntó nuevamente si alguno se habría dado cuenta, o si intuirían las mil imágenes que poblaron su cabeza como una película en retroceso…

…Cómo la primera carta que recibió de la asociación, en la que le avisaban que él había estado averiguando por su cuenta. Que había dudado toda su vida, pero que sólo se animó a confirmarlo cuando murieron sus padres. Sus padres…
…O el miedo a otro desgarro, a otra perdida, a hacerse ilusiones. Las mismas que se había hecho cuando en el setenta y nueve le contaron que su hijo, el más chico, estaba bien en Uruguay. Y las que le arrancaron cuando se enteró de que era mentira.
Mentiras. Siempre hubo mentiras.
Y lágrimas…
Durante el día, en oficinas inmundas donde los recursos de amparo se apilaban para borrarse. Y en la noche, cuando un país ignorante o cómplice, festejaba el triunfo del último gol de un mundial en el que éramos derechos y humanos, mientras estallaba en bocinazos y saltaba para no ser holandés.
…Tapando sus oídos mientras estrujaba el pañuelo blanco pensando en la Plaza. Y estrenando el gesto adusto y esas venas abiertas que parían la certeza del nunca más.
Nunca más verlo ni abrazarlo.
Nunca más saber si su nieto había nacido para ser, como ella y tantos otros, una víctima absurda y demencial de una guerra oscura y oculta…

Logró recomponerse y caminar los metros que le faltaban. Abrió la puerta de la confitería y los vio.
Y lo vio…
En los ojos francos de él y en la actitud asombrada del niño que lo acompañaba. En el corte de pelo, en la forma de las orejas, en la nariz recta y en la postura de los hombros.
Sus miradas se cruzaron y él se levantó empujando el brazo del pequeño.
— ¡Ahí está! —pareció decir.
Y el miedo al rechazo, a la ignorancia, al desprecio desapareció de golpe. Con la sonrisa de ambos. La misma…
La misma…
— ¡Hola abuela! — Dijo cuando ella llegó. —Te presento a tu bisnieto…

miércoles, marzo 24, 2010

LA PRIMAVERA



Campiña cordobesa foto de Juan Quesada.

Esta foto ha sido seleccionada para Google Earth


La primavera ha llegado y los campos muestran distintos tonos verdes y se han llenado de flores e insectos; el cielo luce más azul y el aire parece que alimenta.


La imagen más bonita que recuerdo de este tiempo es la de los ondulados campos que lindan con la autovía de Andalucía en las cercanías de Córdoba. Componen un lienzo maravilloso de parcelas verdes con docenas de matices. Ni un sólo árbol sobresale entre las líneas verdosas que configuran el horizonte antes de diluirse en la bruma de Sierra Morena, al Este.



Pero no sólo el buen tiempo con los campos reverdecidos y florecidos nos trae la primavera; también los insectos, las alergias y enfermedades. No sé si es casualidad o no, pero el año pasado, en este mismo mes, me llevaron a urgencias. Y hace unos días me ha visitado el mismo dolor y a mi esposa un principio de neumonía que nos tiene enclaustrados desde que vinimos de Olvera, hace casi dos semanas.



Todo eso nos prueba que no somos nada y que el único fin que nos mantiene en este planeta es la lucha permanente contra el mal en todas sus vertientes.

El libro que estoy leyendo ahora, «El símbolo perdido», cuenta que los grandes personajes de la historia, casi todos ellos masones, entre los que se hallaban algunos ex–presidentes de Estados Unidos, tenían un lugar secreto en sus domicilios cuyos símbolos eran comunes en todos ellos: una habitación estrecha y sin comodidades, amueblada con un altar sobre el que luce una carabela, un libro y una vela. Y en un rincón, supervisándolo todo, vigila una enorme guadaña.


Al parecer, los jefes masones visitaban de vez en cuando el lugar y se arrodillaban ante el altar para reflexionar. Los objetos descritos les indicaban que no eran nada, que acabarían secos y vacíos como la carabela; la luz de sus mentes, ésa que los había encumbrado al poder, se extinguiría como la vela. Era una manera de obligarse a bajar de las nubes, a poner los pies en tierra y no dejarse llevar por el éxito al que los han encumbrado las organizaciones humanas.


Y todo esto me lleva a reflexionar en la vanidad que forma parte de nuestra indumentaria. Nos creemos alguien y miramos de soslayo al prójimo cuando las cosas nos van bien y destacamos en cualquier actividad; nos pervierten las lisonjas y honores y nos creemos superiores a quienes nos acompañan. No pensamos que al cabo pasaremos a un segundo plano, y aún al tercero y así hasta el olvido. La guadaña imparte justicia haciendo tabla rasa.


Sabiendo esto, ¿no deberíamos tratar de ser solidarios, de compartir en vez de atesorar, de ser amables en lugar de despreciar, de amar a nuestros semejantes en vez de tratar de pasar sobre ellos a cualquier precio?


«La primavera, la sangre altera». Y a mí me ha alterado la salud y los ánimos. Y también a mi esposa. Pero tenemos que seguir adelante luchando para que el año que viene, en primavera, estemos aquí compartiendo cariño, alegría y conocimientos.