Ayer, después de contemplar un precioso atardecer, me fui con mi esposa a pasear por las calles del centro de la ciudad.
Vimos gente apiñada delante del palacio del Marqués de Purullena y entramos: había un belén viviente, donde unos pastorcillos nos ofrecieron una copa de anís y vino dulce.
Luego paseamos viendo los escaparates de las calles del entorno y al pasar por delante del Centro Cultural Alfonso El Sabio entramos a ver la exposición de coches y motos antiguas, que como cada año organiza el Club de Vehículos Históricos de El Puerto, con ejemplares cedidos por coleccionistas privados.
Mantener un vehículo de estos cuesta muy caro: las piezas de repuesto hace decenas de años que no se fabrican y no se encuentran, y en caso de rotura es necesario construirlas artesanalmente.
Estos vehículos se mantienen en perfecto estado de uso y con los papeles en regla, como prueban las numerosas salidas que realizan en caravana por distintos pueblos de la provincia. Poseer uno de ellos es sinónimo de riqueza, pues obviamente no todo el mundo puede permitirse ese lujo.
Estos vehículos se mantienen en perfecto estado de uso y con los papeles en regla, como prueban las numerosas salidas que realizan en caravana por distintos pueblos de la provincia. Poseer uno de ellos es sinónimo de riqueza, pues obviamente no todo el mundo puede permitirse ese lujo.
Había mucha gente pija mirando los vehículos expuestos, algunos con el distintivo del Club en la solapa. El Centro Alfonso El Sabio es un lugar público, que pagamos entre todos. El Ayuntamiento seguramente subvencionaba el acto, pues todas las asociaciones culturales y vecinales reciben anualmente una subvención del Ayuntamiento.Es una manera de cosechar votos y mantener sumisas a las Peñas y asociaciones culturales. Así que estirando el cuello como hacían los miembros del Club, entramos y disfrutamos del espectáculo y de las copas de vino y dulces que unas azafatas repartieron con el dinero de todos los portuenses.
De modo que pudimos apreciar la belleza del Cadillac Convertible El Dorado, del año 1959
del Jaguar MK4, del año 1938, del Biscuter español del año 1954, del famoso Seat 1500.
De la moto BMW R71 con sidecar que usaban los militares alemanes en la Segunda Guerra Mundial o del Velosolex, la Derbi y la Bultaco Metralla de los años 60.
El Puerto de Santa María tiene una gran tradición automovilística, pues fue en esta ciudad donde se instaló la primera fábrica de coches de la marca Ford, en 1905. En el año 1990 vino el Presidente de Ford Europa a la empresa en que yo trabajaba para inaugurar la nueva factoría de componentes electrónicos para automóviles, que llevaría por nombre Cádiz Electrónica.
Curiosamente, y a pesar de tener beneficios y carga de trabajo hasta 2013, la empresa está decidida a cerrar el 31 de diciembre, haciendo caso omiso de las multitudinarias manifestaciones en contra.
http://www.diariodecadiz.es/article/provincia/1006631/cierre/cadiz/electronica/puede/acabar/con/mil/empleos/la/bahia.html
http://www.diariodecadiz.es/article/provincia/1006631/cierre/cadiz/electronica/puede/acabar/con/mil/empleos/la/bahia.html
Espero que os gusten las fotos.