«Los descendientes» es una excelente película; de las mejores que he visto en el último año.
Hay películas que logran entretener durante un par de horas para llenar la tarde, a la espera de mejores sensaciones. Otras, sirven para comerse a besos a la pareja tras acabarse el voluminoso paquete de palomitas con Coca Cola. O tal vez para distraer una tarde lluviosa. Películas que se olvidan al día siguiente cuando han cumplido su misión.
La película Los descendientes no solo entretiene: te hace amar al Cine, te convierte en adicto, te deja con ganas de ver más y te hace reflexionar.
Los descendientes te atrapa desde el inicio con la primera imagen del protagonista, un abogado que está sentado en su despacho y explica el argumento: Su familia, compuesta por una docena de primos, es la propietaria de media isla paradisíaca y virgen ubicada en el archipiélago de Haway, y debe reunirse para decidir si se la venden a una cadena hotelera. Ellos ya son todos ricos, pero la venta de la isla a unos les duplicaría o triplicaría sus riquezas; a otros, les permitiría continuar viviendo como jeques árabes ociosos y entregados al vicio. Los hay a favor de la venta y los que prefieren dejarla en estado natural para disfrute de sus descendientes. Deben votar democráticamente; el resultado decidirá.
Pero el argumento podría ser distinto: La esposa de un abogado que vive dedicado a su profesión, la cual le obliga a viajar frecuentemente por asuntos profesionales, se encuentra muy sola y pasa su tiempo practicando deportes náuticos de riesgo. Un día sufre un accidente y se queda en coma irreversible. La precavida esposa ha dejado escrito un testamento vital en el que dice que en tal caso deben desconectarla de la máquina que la mantiene con vida. ¿Qué hará el marido? ¿Qué dirán la familia y amigos? ¿Estarán de acuerdo los médicos?
Otro argumento podría ser este: Un abogado que vive inmerso en su trabajo para mantener el nivel de vida lujosa que disfruta su familia de pronto se halla solo porque su esposa está en coma permanente y debe asumir el cuidado de la casa y la educación de sus hijas ¿Cómo se puede recuperar a una hija de 17 años a quien sus padres han «aparcado» en un internado para que se encarguen de su educación, ignorando que ello la ha convertido en una joven rebelde y descarada, dada al vicio, mientras ellos disfrutaban de la vida en libertad?
Pero la película aborda otros temas más importantes que los anteriores: La fidelidad y el perdón.
La interpretación de los actores me ha cautivado.
Hasta ayer, no me gustaba mucho George Clooney. Estaba convencido de que, al igual que otros galanes de la pantalla, su atractivo físico era el único mérito que le mantenían en la cúspide de la fama y que, aparte de mostrar su rostro en grandes planos y su torso atlético desnudo para dar rienda suelta a los suspiros ensoñadores de las féminas, sólo servía para hacer anuncios de buenos trajes o de máquinas de café. Pero ayer me convenció de que es un gran profesional, un artista enorme que supo transmitir todas las emociones del personaje que le tocó interpretar, removiendo todos mis sentidos. Reí con él cuando había que reír; se me saltaron las lágrimas cuando lo vi llorar; sufrí con él la actitud de su hija, y me emocioné ante tanta ternura y deseo contenido.
El final no me lo esperaba, no fue el que yo intuía viendo las secuencias de la trama y que hubiera sido demasiado predecible. Fue mejor, perfecto.
El final no me lo esperaba, no fue el que yo intuía viendo las secuencias de la trama y que hubiera sido demasiado predecible. Fue mejor, perfecto.
No busquèis sexo ni desnudos en esta cinta: no los hay; no hacen falta esos ingredientes para realizar una excelente película cuando se dispone de una buena historia, un maravilloso escenario, buena fotografía, buena banda sonora y, sobre todo, de la gran calidad en la interpretación de los actores.
Es una película que os recomiendo. No dejéis de verla. Pudiera ser una de las mejores películas que se proyecten este año en las salas de cine. Su merecido currículo la avala:
PREMIOS2011:
Globos de Oro: Mejor película dramática, mejor actor (Clooney). 5 nominaciones
2011: Premios BAFTA: 3 nominaciones: mejor película, actor (Clooney) y guión adaptado2011: National Board of Review: Mejor actor, actriz sec. (Woodley) y guión adaptado
2011: Critics Choice Awards: Mejor actor (George Clooney). 7 nominaciones
2011: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor película. Finalista para mejor guión
2011: Satellite Awards: Mejor película y guión adaptado. 6 nominaciones
2011: Independent Spirit Awards: 4 nominaciones, incluyendo mejor película y director
2011 Premios Gotham: Nominada a Mejor película, reparto y actriz (Shailene Woodley