GLOBOS DE AMOR Y DOLOR

¿Qué son esos globos que suben al cielo?
Son cartas de amor que lleva el viento
Los globos aunque distintos van unidos,
viajan muy lejos, el Sol los admira
las nubes los abrazan, la Luna siente celos
Los globos que suben a la luz del día
al llegar la noche se vuelven luceros.

Un globo se escapa y se va corriendo.
Una nube blanca lo acoge y le da un beso
¿Dónde vas tan ligero, globito? Pregunta.
A encontrarme con Daniel en el Cielo

¿Que dicen la cartas que llevais dentro?
Dicen: « Daniel, en Algar nadie te olvida,
y se te echa mucho de menos»
Y para que no vuelva a suceder
Lo mismo que pasó contigo:
robarte la vida en tu primavera
quitándotela antes de tiempo,
seguiremos luchando y exigiendo
que a estos males pongan remedio»
¿Y qué harás después, globito?
Después... ¡lo abrazaré
y le cubriré la cara de besos!

 El cálido sol se estrella en las  pancartas y en los chalecos reflectantes, y nos acompaña durante la marcha. 

El fuerte viento no amilana el lento y decidido caminar de un pueblo que  exige Seguridad en sus carreteras .

¡No más muertes inocentes, no más desidia en los despachos de aquéllos que, cobrando buenos sueldos, a los problemas no buscan remedio! 

Por la carretera asesina que ellos construyeron, más de trescientas personas caminan en recuerdo de aquel chico, Daniel Sañudo, quien, según el informe de la Guardia Civil, circulaba a sólo 68 kilómetros por hora, y se encontró una balsa de barro en la carretera que hizo patinar  al vehículo, perdiendo el control y empotrándolo contra un poste de hormigón, cayendo luego por un terraplén de 3 metros de altura y muriendo en el acto. Si hubiese habido una valla de protección, como las hay en las carreteras nacionales, Daniel estaría vivo.

Dos años antes, perdieron la vida en esa carretera dos chicas jóvenes al salirse de la calzada en una curva no anunciada y sin vallas de protección, ubicada inmediatamente después de un cambio de rasante. 

 

Los padres de Daniel llevan dos años clamando en el desierto. En vano.
Nadie responde. Nadie asume responsabilidades. Nadie paga por ello
En cambio, los políticos responsables en la materia siguen cobrando, todos se hacen ricos, todos ascienden. Ascienden tanto que se salen del Pueblo, ya no son pueblo. Hablan en congresos y mítines vestidos con cazadoras y sin corbatas, como la gente de pueblo; pero no son Pueblo: son Señores.
Señores que viven como dioses, se creen dioses, actúan como dioses, decidiendo quién debe vivir y de quién pueden prescindir. Pero no son  dioses, y algún día alguien les reclamará cuentas. Y no serán los dioses; será el Pueblo.

Son tres las instituciones encargadas de arreglar las carreteras: Diputación Provincial, Junta de Andalucía y Ministerio de Fomento; son tres  las que cobran por ello, pero ninguna hace nada, ninguna les hace caso. Muchos lobos son para el rebaño. Y a más lobos, más botín.
¿Para qué la Diputación? ¿Para qué la Junta? ¿Para qué el Gobierno? Bastaría con una sola institución,  una donde sus miembros solucionasen nuestros problemas en vez de pasar el tiempo promocionándose entre ellos, para alcanzar mejores puestos y prebendas.

¿Dónde está el dinero de nuestros impuestos? ¿No pagamos los mismos impuestos  que los que viven en las capitales? ¿No pagamos  el impuesto de la Renta, el  IBI, de Circulación, el  de la ITV, el de Matriculación, el del Combustible...? ¿Por qué se gastan miles de millones en puentes y autopistas de circunvalación en la capital y no arreglan los baches y vallas protectoras en nuestras carreteras?
 En Cádiz, desde hace varios años, se está construyendo el Puente de la Pepa, cuyo presupuesto al año 2007, según La Voz de Cádiz,  era de 300 millones de euros, sin contar el tramo de autopista que enlaza el puente con la AP4 Madrid-Cádiz, de unos 4 kms.
300 millones de euros, entre 128 mil habitantes,  lo cuál sale a unos 2,343 euros por habitante.

¿Está justificada tamaña inversión para aliviar el tráfico de 30 mil vehículos al día sobre el viejo puente Carranza? 

 ¿Y no hay un solo euro para arreglar nuestras carreteras comarcales?
La Constitución nos otorga los mismos derechos  a todos los ciudadanos.
 Si se invirtiera la misma proporción de euros para carreteras y accesos en cada uno de los 1700 habitantes de Algar, alcanzaría la cifra de 4 millones de euros, suficientes para solucionar todos los problemas de baches, desprendimientos, señales  de tráfico y colocación de vallas en  las carreteras que unen Algar con Arcos y el Bosque.

 Y luego se extrañan  de que la gente pase de ellos y no vote, o se lance a las calles a protestar. Y encima los llaman "Perroflautas". ¡Tanta lucha, tantos sacrificios, tanta sangre para esto!