La semana pasada vi
el programa Salvados, en la Sexta,
en el que entrevistaban a uno de los autores del libro Reacciona. La entrevista
no tiene desperdicio, ni el entrevistado pelos en la lengua.
Me apresuré a bajarme
el libro a mi ereaders, y lo
acabé de leer hace unos momentos.
El libro, escrito por varios autores, todos ellos de reconocido prestigio tal como avalan los
respectivos currículos que muestran cada uno al iniciar su colaboración,
detalla el origen de la crisis, los responsables, las consecuencias y la solución.
Es la obra que todos, absolutamente todos los ciudadanos del mundo, deberíamos
leer.
Lo que el Gobierno nos dice sobre la crisis en la prensa, la
televisión, o a través de tertulianos sobornados en
debates en la radio y televisión… ¡TODO
ES MENTIRA!
Lo que está sucediendo es consecuencia del desarrollo en estos últimos años de un programa
iniciado por Margaret Thacher y Clinton en los años 80 para instaurar el capitalismo total en el
mundo.
Pero al final Reacciona me deja un sabor amargo al
comprender por mi experiencia que lo que propone es una utopía, no sirve de nada.
Nada nuevo bajo el Sol. El origen de la crisis más o menos ya
la sabíamos, sus responsables aparecen en las noticias a diario y encima les
premian con cargos y remuneraciones más altos; las consecuencias ya la estamos
padeciendo, y la solución es utópica.
Porque pensar que todos los españoles nos vamos a unir a
través de las redes sociales y organizarnos para hacer frente a los gobiernos y construir un
mundo nuevo, no deja de ser una utopía.
Mi experiencia me dice que eso es imposible. El año pasado se
convocaron dos manifestaciones contra los recortes en Cádiz y Jerez, (ciudades con un 34% de
parados) y solamente fuimos a
manifestarnos 3000 personas de las 350,000 habitantes que suman entre ambas ciudades.
¿Qué significan para los que mandan el que un millón de personas se manifiesten en toda España cuando somos 47 millones los que la habitamos?
Nada, absolutamente nada. Para tenerlos en cuenta deberían estar todos o al menos la mitad.
Y luego, apesar de que nos están machacando, en las elecciones
los partidos que representaban a los indignados, los que se negaban a someterse
a los mercados y a bancos y gobiernos extranjeros
que nadie ha votado, salieron mal
parados.
Así, nunca seremos capaces de solucionar nada.
El español suele mirar
para otro lado, piensa que son problemas de otros, no el suyo. Hasta que no
siente el filo de la navaja en su propio cuello, no siente miedo. Pero entonces
ya es tarde para defenderse y esperar ayuda.
Dentro de veinte años
habrá desaparecido la generación de pensionistas que ahora somos una carga para el Estado, los mismos que
construimos con nuestro esfuerzo el
sistema de bienestar que conocíamos y
que se nos está robando a pasos agigantados, los mismos que hoy ayudamos a la familia en paro.
Entonces l a generación perdida, la de los ni ni, se
darán cuenta que no tienen ni trabajo ni derechos ni pensión, y se verán obligados a lanzarse a las calles a robar o
delinquir para comer. Porque lo que es derribar al Gobierno de los mercados, eso
ya nunca podrán hacerlo. Los gobiernos que
obedecen a los mercados habrán tenido
tiempo para rodearse de perros dóbermans
dispuestos a devorar a todo el que se
ponga por delante. Para muestra de ello
lo que sucedió en plaza de Catalunya con los Mossos de Esquadra.
Ojalá que la gente joven y en edad de trabajar lea y escuche la voz de quienes teniendo el problema resuelto y sin necesidad de buscarse problemas, se preocupan
por la situación que atraviesan otros e
intentan despertarnos y obligarnos a reaccionar a tiempo. Los jóvenes tienen ante si el dilema de vivir como ciudadanos o sufrir
como esclavos
http://www.lasexta.com/lasextaon/salvados/completos/salvados__al_filo_del_rescate/616923/1