Editorial: Alianza
Esta novela es un alegato a la tolerancia cultural y política. En las guerras, los vencedores no suelen mostrarse magnánimos con los vencidos; pero la crueldad demostrada por los Reyes Católicos con los reinos moros del Ándalus tras conquistarlos no tiene límites y sólo es comparable al intento de exterminio del pueblo judío por los nazis.
La Conquista de Granada fue una capitulación, un contrato:Granada se rinde a condición de que les dejen vivir en ella conservando su culto y tradiciones; pero al cabo de ocho años la reina Isabel la Católica incumple su contrato y concede al Cardenal Cisneros el poder de apoderarse de todas las tierras y bienes de los vencidos, arrasando los pueblos y aniquilando todo vestigio árabe.
Lo primero que hizo el Cardenal al llegar a Granada fue requisar 300 mil libros que conservaba la ciudad en sus bibliotecas particulares (los cuales contenían toda la cultura árabe: sus libros religiosos, su historia, sus tratados de Medicina y los descubrimientos científicos) y prenderles fuego en una plaza pública ante la mirada consternada e impotente de los granadinos.
Novela histórica ambientada en la Granada inmediatamente posterior a su ocupación por los Reyes Católicos. Tarik Ali nos muestra la diferencia entre la tolerancia y la moderación musulmana cuando ellos dominaban España y la intolerancia, el fanatismo y la violencia mostrada por los soldados cristianos dirigidos por el Cardenal Cisneros y su Inquisición.
El comienzo de la novela atrapa al lector rápidamente, situándolo en la plaza en la que arden en una gigantesca hoguera, custodiada por un ejército de soldados bien armados, cientos de miles de libros; a partir de ahí, la tensión va bajando y la magia se diluye entre escenas y nostalgias familiares que para mí se hicieron demasiado largas. No fue hasta llegar a las últimas cien páginas que de nuevo me sentí atrapado y continué mi lectura hasta acabar el libro. Si hubiera de puntuarlo, le pondría un 6
Lo malo de esta novela es que trata de un tema abordado de manera magistral en La mano de Fátima, un betsellers traducido a varios idiomas, al cual esta obra no puede hacerle sombra. Es como dice el dicho: «Qué bonito sería el burro si no existiera el caballo»
Me ha parecido un tema interesante.
ResponderEliminarNo he leído "La mano de Fátima", cuando pueda empezaré por ese.
Saludos.
¿Ya has leído otro? Me recuerdas mi etapa de antes de empezar a escribir, un par de años en los que leía como un poseso.
ResponderEliminarUn abrazo
Toro Salvaje, te encantará la mano de Fátima. Saludos
ResponderEliminarJuan Risueño, pues ya llevo otro por la mitad, lo que pasa es que no me está gustando.De joven me leía todas las novelas del oeste que caían en mis manos. Un abrazo
ResponderEliminarMaría, si a tu marido le gusta la novela histórica que no deje de leer ésta que comento ahora y "Dime quién soy", que trata sobre Madrid inmeditamente antes y después de la Guerra Civil. Un beso
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