


Hay días en que todo te sale mal, te levantas con el pie izquierdo y luego no paras de tropezar.
Un día, hace ya muchos años, fui con una amiga mía a ver la nieve a Chamonix. Nos hospedamos en el Hotel du Bois, situado a los pies del Mont Blanc. Mi amiga me sorprendió al llegar, pues de su coche comenzó a sacar artilugios deportivos de invierno: esquíes, guantes, gorro, botas, gafas de sol, cremas solares, ect. Yo no llevaba nada más que una maletita con un “neceser”, dos mudas de ropa exterior y cuatro interiores, pues sólo íbamos a quedarnos el fin de semana.
El hotel era un edificio acogedor, moderno y bonito. A través de sus grandes ventanales podíamos apreciar el maravilloso paisaje de la montaña helada, de sus pistas de hielo y de sus contrastes claroscuros a la luz del sol. Al día siguiente, después de un buen desayuno, comencé a sacar fotos mientras mi compañera se montaba en una telesilla y se elevaba rápidamente hacia la cima, cargada con su equipo deportivo. La fui siguiendo con el zoom de la cámara hasta que su imagen se difuminó. Luego entré muerto de frío en el hotel y me recosté en la barra del bar, ¡eso era lo mío: un buen cubata de ron Barceló con Cola y no menos de 23º de temperatura! A mi lado sólo había un señor leyendo el periódico y fumándose un puro, cuyo olor y humo invadía la sala. Todo el mundo se había marchado en el teleférico a disfrutar de la nieve. El camarero me observaba como a un bicho raro, pues no es normal llegar hasta una lejana estación de esquí para quedarse en el bar mientras mi compañera se marchaba sola a la montaña, donde abundaban los merodeadores humanos que sólo venían a ligarse a la primera fémina que se pusiese a tiro.
Al cabo de un rato y sin poder soportar más el silencio del local, le dije al señor que leía el periódico, para cortar el hielo, nunca mejor dicho:
– Huele bien ese puro, ¿de qué marca es?
– Es de la casa Cohíba. No son comercializados: se fabrican muy pocos de éstos. Están numerados, y me los envía exclusivamente a mí un amigo desde La Habana, en Cuba.
– ¿Y vale mucho un puro de esos?
– Seis francos suizos.
– ¡Caray! Un poco caritos, ¿no cree usted?
– Sí; son caros.
¡El tío no gastaba mucha saliva hablando, que digamos! Pero eso no me iba a disuadir: yo era un cliente del hotel, y tenía derecho a molestar a quien sea; para eso pagaba.
– Y… ¿Cuántos se fuma usted cada día?
– Cinco puros.
Yo encendí mi calculadora mental y calculé: 5X6= 30 Francos S. al día, ¡una barbaridad!
– ¿Fuma usted desde hace mucho tiempo?
– Desde hace cuarenta años.
Mi calculadora vuelve a entrar en acción: 40x30x365= 440000 FS.
– ¿Se da usted cuenta? Si hubiese usted guardado ese dinero, hoy sería usted el dueño de este hotel.
– Sí; es cierto. ¿Usted fuma?
Entonces vi la ocasión soñada desde hacía tiempo, ¡siglos!, de poder expresar mi desprecio a los fumadores:
– ¿Fumar yo?, ¿llenar las habitaciones de humo y de mal olor?, ¿obligar a tragar el humo que ha recorrido el estómago y los pulmones llenos de microbios a bebés, ancianos y niños sin preocuparme de ellos?, ¿impregnar las ropas de la gente con ese asqueroso olor? ¡Jamás!
– Entonces…, es usted el dueño del hotel
– No…, no.
El hombre se llevó el puro a la boca, aspiró un momento el humo y luego lo expulsó, y mirándome a la cara dijo:
– Yo sí
Me dejó cortado .Subí a mi habitación y me puse a ver la tele hasta que mi amiga volvió. Le conté lo sucedido y le dije que el tío me había dejado completamente helado. Entonces ella sonrió y me dio todo su calor. Menos mal, que si no…
hola Juan:
ResponderEliminarYa vez lo que pasa cuando uno no sabe con quien platica en el bar de un hotel (claro que tambien los hoteles deverian tener la foto del dueño en la recepcion, para no meter la pata).
Me ha gustado la narracion es increible y muy fria.
pig
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar¡Hombre, Pig!Fría sí que tiene que ser: está rodeada de montañas heladas.Me alegro de que te gustase. Un abrazo, amigo.
ResponderEliminarhola...me gustò el hilo que le diste, hasta llegar a la sorpresa que nos llegò de "sorpresa" valga la redundancia, a los lectores igual. felicidades, y està padre tu pàgina y tus cuadros, yo estoy en el foro igual...y tambien pinto y dibujo, bueno,,,,,,,desde mi punto de vista, eres bueno "maestro" saludos y hasta luego
ResponderEliminarHola,amigo anónimo: me alegra de que te hayas pasado por aquí.Hacemos lo que podemos para continuar en activo. Me gustaría ver tus cuadros.A ver si algún día te decides a concederme el honor de conocerte. Saludos.
ResponderEliminar