EL PALACIO DE LA LUNA

Hoy he acabado la lectura de El Palacio de la Luna, de Paul Auster. Es el primer tomo de una colección de cien que ha lanzado Anagrama. Además de éste, se le dedica a Auster cuatro tomos más: Brooklyn Follies, Trilogía de nueva York, El libro de las ilusiones, y Leviatán.
No conocía a este autor y la experiencia ha sido bastante buena, por lo que pienso leer alguno más a medida que vayan publicándose.
Comienza contando la vida como indigente de uno de los protagonistas, el narrador. Una vida terrible, que le hubiera llevado a la muerte si no hubiese aparecido la segunda protagonista: Kitty.
Luego encuentra trabajo como cuidador de un anciano rico y caprichoso, medio loco, quien le cuenta una extraña historia que nos traslada durante decenas de páginas al Oeste americano, con los indios y los bandidos.
Después aparece otro personaje, Solomón, una versión humana del muñeco Michelin, con quien el narrador entablará amistad y al hablar sobre él nos lee una extensa sinopsis de la novela que el gordo está escribiendo sobre seres de otros planetas. Finalmente, el anciano invalido desaparece y el obeso invita al narrador a ir con él a visitar los lugares del Oeste que mencionaba el viejo fallecido.
Todo esto, que parecen historias dispersas, el autor lo entrelaza magistralmente en un ir y venir de delante hacia atrás para que las cuatro historias formen una sola y al final todo tenga su razón de ser.

Leí hace poco en un comentario en el blog de Lola Mariné que una amiga suya pensaba hacer una novela uniendo varios relatos, y en este libro de Auster he tenido la sensación de que era así como la había escrito. Veo cuatro grandes historias imbricadas magistralmente por el autor.
La trama te lleva como montado en una montaña rusa, unas veces el interés baja y de pronto coge velocidad y te sube a la cima para luego volver a despeñarte. Cuando estás a punto de dejarlo surge una cosa, algo que te obliga a arellanarte en el sofá y continuar leyendo, expectante y nervioso por conocer lo que sigue.