De mi viaje a Granada poco queda ya por contar, pues si dicen que una imagen vale por mil palabras, las numerosas fotos que os he mostrado hablan por sí solas.
Quiero, no obstante, hablaros sobre la ciudad, su centro histórico y su gente, por si algún día vais que sepáis lo que os podéis encontrar.
Granada es una ciudad limpia. En una semana sólo he contabilizado 5 cacas de perros, cuando en Cádiz y mi ciudad, El Puerto de Santa María, éstas abundan de tal manera que las aceras parecen tableros de ajedrez, y debes caminar cabizbajo para sortearlas. Y en Granada he visto varios contenedores para excrementos caninos, cosas que no he visto por esta zona.
He podido ver varios urinarios públicos en las calles, cosa de que carece también el lugar en que vivo.
Me ha llamado la atención el elevado número de jardines y fuentes que adornan sus numerosas plazas y avenidas, y los parques rebosando de verdor.
Sus edificios son agradables a la vista, no tienen mucha altura ni son impactantes rascacielos de vidrio como en las grandes urbes, sino que muestran una dulce mezcla de estilos: árabe, renacentista y moderno.
El agua es muy fina, fresca e insípida; se puede beber tranquilamente en cualquier fuente.
Granada conserva la tradición de poner tapas gratis en los bares, y el guía que nos acompañó en la vista a la Alhambra insistió en que si entrábamos en un bar y pedíamos una cerveza o vino, debían de poner una tapa, y en caso contrario exigirla. A nosotros nos la han puesto siempre; pero no es nada del otro mundo: en mi barrio, el Bar Andalucía las pone también y sólo cuesta 1 euro la cerveza o copa de vino. En Granada, la caña cuesta 1`80 y el vino depende de si es vino de Granada o de otro lugar, pero mínimo 2´50 euros la copa.
En Granada te cobran por todo, incluso por entrar en la catedral. Y eso que no es para tanto, es una catedral similar a cualquier otra. La más importante de España, por el número de visitas, creo que es la de Santiago de Compostela, y sin embargo, cuando estuve en ella nada me cobraron por entrar y sacar fotos. En la de Granada, media docena de guardas jurados velan para que no se hagan fotos. Pero yo las hice.
No es por nada, pero las reformas, el mantenimiento de los edificios religiosos, y los sueldos de los curas y obispos salen del erario público, de nuestros impuestos, y por tanto creo que tengo derecho a entrar libremente en ellos. ¡Y tuve que pagar 7 euros por cada uno: 3´50 para ver la tumba de los Reyes Católicos y otros 3´50 por la Catedral! ¡Y encima me prohíben hacer fotos para que ellos puedan vender sus postales!
La verdad es que yo no quería entrar, me indignaba lo que creo que es un abuso; pero un matrimonio amigo, que asistió al IV Encuentro de Poesía en la Red nos dijo: « No se os ocurra marcharos de Granada sin ver la Catedral», y mi esposa hizo el resto. Al final entramos, y hice al menos 70 fotos: dos hice a escondidas en la Capilla Real, a pesar de los seis vigilantes, y el resto en la catedral, que más que una iglesia parecía un mercado: un centenar de personas abandonadas a su aire, dando vueltas por las espaciosas naves y haciendo fotos sin respetar los carteles de prohibición. Nada indicaba que allí se celebrasen ritos religiosos, pues nunca vi las puertas grandes abiertas, sino sólo aquélla por donde había pagado la entrada, que a su vez era tienda de recuerdos.
Otra cosa: si os despistáis y no encontráis alguna calle o lugar, no preguntéis a jóvenes sino a personas mayores, guardias o profesionales de la hostelería. Dos veces preguntamos a jóvenes, estudiantes, a juzgar por las carpetas o libros que llevaban bajo el brazo, y en ambos casos nos enviaron en sentido contrario al que se hallaba la calle que buscábamos. Eso no me había sucedido antes en ninguna ciudad de las muchas que he visitado.
Sin embargo, en las dos ocasiones, después de caminar durante un buen rato y dándonos cuenta de que nos habían tomado el pelo, pues según el mapa que habíamos olvidado en el hotel, nos alejábamos del lugar que buscábamos. Le preguntamos a unas personas mayores y éstas fueron tan amables, que estaban dispuestas a acompañarnos hasta el sitio, que estaba no más lejos de cincuenta metros de donde antes le habíamos preguntado a los estudiantes.
No deseo aburriros con casi 300 fotos de Granada ciudad, y además, aquí me cogería mucho espacio y ralentizaría aún más el ya lento blog. Por eso os invito a elegir el tema que os interese pinchando entre los que os indico a continuación:
1º Catedral, Real Capilla y Monasterio de la Cartuja.
3º Parque de Tecnológico y de la Ciencia.
Espero que os guste.
Hola Juan,
ResponderEliminar¡qué recuerdos me has traído con las fotos de tus anteriores entradas fotos!
Yo comparo Granada con Salamanca, sobre todo por el ambiente estudiantil y, eso sí, con estilos arquitectónicos y de vida completamente diferentes. Pero estoy un poco enfadado contigo, ¡anda que irte a un hotel de la competencia! Je, je.
Un abrazo, compañero.
Todo perfecto Juan, te felicito por tu trabajo y estoy contenta que hayan paseado tanto en vuestras vacaciones.
ResponderEliminarDejaste buenas dicas para quien pueda visitar esa bella ciudad.
Besos
Flor
Pues a mí en varios enlaces sólo me sale un gatito muy ojiabierto :-)
ResponderEliminarPero sí, es una ciudad de ensueño, yo dudo mucho que las lágrimas de Clinton fueran sinceras, Juan, ese señor era muy dado al "teatro", le recuerdo en otra escena de lagrimeo viendo un espectáculo de Gospel. Una lágrima largota le recorría la cara, y él allí muy tieso, sin secársela, por supuesto, mirando de reojo a ver si se la estaban enfocando las cámaras. No me gusta ese señor. Pero Granada no necesita a ningún presidente corrupto y pichabrava para ser grandiosa. Ella ya era grandiosa, deslumbrante y culta cuando el país de Clinton sólo era un extenso paraje por civilizar.
Gracias por estas entradas dedicadas a la eterna ciudad de Boabdil. Besos.
Lo de Clinton viene a que leí tu poema sobre este asunto :-) que no lo he explicado. Abrazos.
ResponderEliminarmuy bueno leerte Juan un guso pasar por tu blog besos!!
ResponderEliminarEn Londres me pasó lo mismo.
ResponderEliminarCasi todos los museos gratuitos y en las catedrales había que pagar.
Si Dios bajara del cielo algunos iban a tener que esconderse.
Saludos.
Hola, Jesús, me alegra mucho tu comentario.
ResponderEliminarLa verdad es que escogí el Saray porque me lo aconsejó la novia de mi hijo, que vive en Granada. Además, en él se celebraba el encuentro de poetas en la red y casi todos nos alojamos en él; pero ahora he visto que en el Ibis,con las mismas condiciones,hubiera ahorrado dinero para dos días más.Aunque está más alejado del centro, lo tendré presente si vuelvo.
En Salamanca estuve varias veces,pues trabajé un año en Guijuelo, y de ella tengo 1 cinta de video VHS, con todo lo que pude grabar, incluida la rana, el barco restaurante que hay en el río, ect. Son dos ciudades muy importante, pero diferentes en todo.
Abrazos.
Hola, Florecilla, gracais por tus comentarios en ambos blogs. Me alegro de que te gusten las fotos que has visto, poco a poco puedes ver todos los archivos que he puesto.
ResponderEliminarUn beso
Hola, Anita: la gatita que sale era mi Elsa. Esa es la cabecera del blog, sólo tienes que darle para abajo y salen las entradas.
ResponderEliminarEl poema no lo escribí en honor al pichabrava que mencionas ni creo que desmerezca a Granada, al contrario: ¿De qué le sirve a Clinton ser el hombre más poderoso del mundo si no puede admirar ni vivir el embrujo de los atardeceres de Granada desde la Casa Blanca?
Un beso.
María Susana,gracias por tu visita. Sé que dispones de poco tiempo; pero échale una mirada a las fotos de los enlaces, verás qué bien estamos.
ResponderEliminarUn beso
Toro Salvaje,gracais por tu visita. A mí no me importaría que cobrasen entradas en todos los edificios religiosos si la Iglesia no recibiera dinero de los presupuestos del Estado ni subvenciones para las obras de mantenimiento. Pero esto ya se pasa de castaño oscuro. Resulta que estos rojos del Gobierno, que se dicen ateos, agnósticos y aconfesionales, son más beatos que Santa Inés de la Cruz, y nos obligan a pagar la cama y sábanas límpias cada vez que nos joden.
ResponderEliminarSaludos
En Bailén se tapea entre 1 a 1,50 € la caña. Tapas como medias raciones, según los sitios. Esto hace que las terrazas estén todas llenas a pesar de la ruina que hay. Es un contrasentido que no acierto a entender.
ResponderEliminarPor cierto, he visitado el parque de las ciencias de tu mano que me faltaba por ver.
Un abrazo.
GRANADA,,,,,,,ni tierra está llena de lindas mujeres de sangre y de sol. Cuando cantó Plácido Domingo en plena calle con 100.000 asistentes de publico, los argentinos nos volvemos loscos por este tema.
ResponderEliminarFelicitaciones por todo lo que disfrutaste, lo otro, olvidarse.
un beso y un abrazo
Juan siempre que visitamos otros lugares nos damos cuenta que cobran por todo y decimos en mi ciudad no hacen eso
ResponderEliminarpero en ocasiones lo que pasa es que poco visitamos los lugares turísticos en nuestros lugares de residencia que de seguro ya cobran también hasta por el aire que respira el que visita.
un gusto pasar de nuevo por tu blog
mario
Hola Juan Risueño, yo también me pregunto de dónde sacan el dinero para los festejos y bares cuando según dicen estamos en crisis y la mayoría en el paro.
ResponderEliminarUn abrazo
SUSURU,en las Noticias vi una gran multitud de argentinos escuchando a Plácido en la calle, era impresionante.
ResponderEliminarMe alegro de que hayas podido ver las fotos. Un beso enorme
Tienes razón, Mario, vamos a visitar a otros en otras ciudades y nos parecen caros, cuando apenas visitamos los lugares y museos nuestros, que, supongo son igual de caros.
ResponderEliminarNos tendremos que poner mascarillas como los japoneses para que no nos cobren por el aire contaminado.
Un abrazo
Juan, eres un magnifico fotógrafo pues las fotos son muy buenas y además te has recreado en esos detalles que a simple vista es dificil de apreciar aunque hayamos pasado muchas veces junto a ellas. Yo he ido muchas veces a Granada y he decirte que muchas cosas las desconocia. La verdad es que Granada es una ciudad muy bonita y más ahora en primavera,
ResponderEliminarPor otro lado, Juan, veo que eres un magnífico editor, tus relatos y descripciones de las "Crónicas de mi viaje a Granada" me han gustado mucho y son una guía estupenda para quien conozca poco o nada Granada.
Y el formato, en forma de libro, con esas fotos comentadas me ha gustado mucho también , veo que estás muy puesto en esto, yo desconozco totalmente como se hace , así que te doy la enhorabuena y no es coba. Sinceramente he disfrutado el rato que he estado metido en tu blog. Seguiré otro dia y te comentaré mis impresiones.
Finalmente veo que Carmen debe estár recuperada de su operación de rodilla ¿o me equivoco? porque veo que os habeis pateado la ciudad de cabo a rabo y para eso hay que estar en forma. Me alegro que hayais disfrutado de vuestro viaje a Granada. Un abrazo.
MIguel Castilla
Muchas gracias, Miguel.
ResponderEliminarCarmen se portó de maravilla subiendo y bajando calles y colinas. En caliente, mientras paseábamos, no se quejaba de nada; pero Luego, de noche, al enfriarse, le dolía un poco.
Un abrazo y saludos a los tuyos.
Que bueno que tuviste la oportunidad de disfrutar de esa ciudad que yo no tengo el gusto de conocer pero que por lo leído sobre ella debe ser fascinante. Gracias por el tan amplio reportaje que nos has dejado sobre el encuentro. Eres muy generoso por ello.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande para ti y tu familia.
¡Hola, Belkis! Me has alegrado el día desde ya,con tu visita.
ResponderEliminarMe alegro de que las fotos que muestro sean de tu agrado y espero sean la excusa para que, en un futuro no lejano, te decidas a ver la maravillosa y romántica Granada con tus propios ojos. Gracais por tu visita. Un beso
Es una ciudad especial, a mi me encanto y estoy deseando volver. totalmente de acuerdo contigo por el pago para entrar a ver los templos religios. Yo si quede sorprendida en cuanto a la tapa con la caña, en mi ciudad todavia no lo hacian. Un saludo. Me gusto descubrir tu blog
ResponderEliminarNo quería polemizar contigo ni molestarte... Del blog de Antonio, tratando de conocerte mejor, he llegado al tuyo, y me he encontrado con esta maravilla de Granada, una de mis ciudades preferidas. Es una ciudad mágica. La última vez estuvimos cenando en el Albaicín, en uno de esos cármenes con vistas a la Alhambra, con el ruido del agua de una fuentecilla cercana. Y me he acordado de ese versito que hay en la Alhambra: Dale limosna, mujer, que no hay en la vida nada, como la pena de ser ciego en Granada. Pues gran verdad... Y esos tejeringos que he visto en una foto... O esas tapas que dices. Fui a tomar un café (¡un café!) y me pusieron un plato de gambas saladas, va en serio. No daba crédito, como te figurarás.
ResponderEliminarBueno, me alegra haber conocido tu blog ni que haya sido de esta manera. Saludos.
Bienvenida, pues, Vidalocamamen.
ResponderEliminarTambién yo me he propuesto volver a Granada.
Sobre las tapas, pues hace muchos años eran casi obligadas en casi todas partes; pero poco a poco esa sana costumbre se ha ido perdiendo. Aquí en mi ciudad queda algún bar que las pone,Bar Andalucía, como ya ilustré aquí con fotos y todo hace un año.
Donde mejores tapas me han puesto en 2004 ha sido en Mejorada del Campo, en el bar Boston.Eran casi raciones y con dos tapas cenaba.
También las ponían muy buenas en Carboneras(Almería), y en Linares (Jaén).
Un placer tu visita. Saludos
Eastriver, todo olvidado, te he pedido disculpas en el blog que citas y te las pido aquí por mi precipitada respuesta.
ResponderEliminarMe alegro que te haya gustado el reportaje de Granada, por lo visto todo el mundo ha estado allí y sólo faltaba yo, que sólo fui a la Alhambra en autocar con el maestro y mis compañeros de clase en tiempos de Tutankamon, hace siglos.
¡Increible lo del café y las gambas, ja,ja!
Los tejeringos de la foto estaban buenos; pero no eran gratis, costaban 10 euros la ración,o sea: 1 euro cada uno.
Bueno, te agradezco la visita y en cuanto pueda iré a conocer tu blog para ver tus trabajos.
Un abrazo.
Granada es una de mis asignaturas pendientes. Gracias, Juan, por este viaje de palabras..
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias a ti por tu visita, Lía
ResponderEliminar¡Qué hermosa Granada y qué recuerdos se me despiertan ahora! Me encanta regresar a los lugares que me cautivaron, aunque sea a través de la imaginación.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu visita
Gracias a ti, Melibea. Me alegro de haber agitado tus recuerdos y despertado tu imaginación. Un abrazo
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