LOS PILARES DE LA TIERRA

Sinopsis publicada:

Los pilares de la tierra de Ken Follett:

El gran maestro de la narrativa y el suspense nos transporta a la Edad Media, a un fascinante mundo de reyes, damas, caballeros, pugnas feudales, castillos y ciudades amuralladas. El amor y la muerte se entrecruzan vibrantemente en este magistral tapiz cuyo centro es la construcción de una catedral gótica. La historia se inicia con el ahorcamiento público de un inocente y finaliza con la humillación de un rey. Los pilares de la tierra es la obra maestra de Ken Follett y constituye una excepcional evocación de una época de violentas pasiones.

Ayer terminé de leer esta novela. Me la regaló mi hijo por mi cumpleaños, hace tres años.Todos los comentarios que he leído sobre la obra son maravillosos, ni una sola crítica negativa. Los hay que afirman se han leído la obra en menos de una semana, a pesar de sus 1038 páginas.

Pues lamento ser la oveja negra entre tantos halagadores. Me ha costado casi tres años leerlo tras sucesivo abandonos de la lectura. Sinceramente, creo que le sobran al menos 500 páginas.

Lo que menos me ha gustado es que contiene una enorme cantidad de explicaciones de albañilería, incomprensibles para los lectores profanos en la materia. Por ejemplo, dice textualmente en la página 824:

“Sabían que si se trazaba un círculo alrededor de las cuatro esquinas de un cuadrado, el diámetro del círculo será mayor que el lado en la proporción de la raíz cuadrada de dos a uno. Esa proporción, raíz cuadrada de dos a uno, era la fórmula más antigua de los albañiles, porque en una construcción sencilla, era la proporción entre el ancho exterior con el interior, lo que daba en grosor del muro”

¿Ustedes se han enterado? Yo no. Lamento mi ignorancia al no tener ni puta idea de lo que significa raíz cuadrada de dos a uno. Recuerdo las fórmulas para hallar superficies y volúmenes de figuras y superficies geométricas, la raíz cuadrada de PÍ, o sea: 3´1416, y poco más; yo sólo pretendía entretenerme leyendo una historia, no aprender matemáticas ni sacar el diploma de albañil.

Datos parecidos, explicaciones tan incomprensibles como innecesarias para mí abundan por todas partes, ocupando cientos de páginas. Y si no comprendo lo que leo, no puedo decir que el libro es maravilloso.

Lo dejé tras leer unas 350 páginas, lo retomé de nuevo al comprobar el éxito del libro y la fama que había reportado a Kent Follett, autor de Rebeca y otros excelentes títulos de aventuras que tengo en mi vitrina desde hace varios años, pero lo tuve que abandonar de nuevo y se lo presté a un amigo. Éste me lo devolvió el mes pasado y me sugirió que no dejase de leer la IV parte. Y así lo hice. Y ya no pude dejarlo, me ha enganchado hasta el final.

Las últimas cuatrocientas páginas me han atrapado, son muy interesantes, contienen acción, misterio y aventuras confeccionadas con todos los ingredientes necesarios para encandilar al lector: amor, pasión, odio, venganzas y conspiraciones.

Aunque también he leído cosas infumables: Al enterarse por un espía de que su mayor enemigo viene con un ejército de gerreros para destruir la catedral y la ciudad entera, el maestro constructor pone a las mil personas que la habitan, incluidas mujeres, ancianos y niños, a construir una muralla y fosos que impidan que los invasores puedan acceder; al mismo tiempo construyen un puente levadizo o giratorio sobre el río para poder pasar al otro lado. Y lo logran. No esperan a que frague la argamasa y la muralla es tan fuerte que permite subirse a ella y defender la ciudad con flechas y piedras y vaciando calderos de agua y aceite hirviendo sobre los asaltantes. ¡Todo eso en veinticuatro horas!

Es sencillamente imposible. No entiendo por qué el autor ha puesto tan poco tiempo. Si hubiera dicho que tenían un plazo de una o dos semanas sería creíble: mil personas trabajando noche y día realizan un gran trabajo y la argamasa habría endurecido; pero sólo veinticuatro o treinta horas.... Todas las obras, sean puentes, viviendas o murallas necesitan varios días para que frague el cemento o la argamasa antes de poder usarla.

Hablemos del tiempo en que se ha tardado en edificar la catedral. Cualquier catedral conocida: la Sagrada Familia, la Catedral del Mar, la Catedral de Málaga, de Burgos, ect, han tardado en construirse varias generaciones. Ninguna de ellas las finalizó el mismo arquitecto que la comenzó. La catedral de Los Pilares de la Tierra, es derribada y quemada una vez; y la segunda vez se hunde durante la misa de inauguración de una parte del edificio, causando una gran matanza. El monje prior se derrumba ante tantas dificultades y la obra queda abandonada.

Y entonces aparece un chaval de 23 años que ha venido de París y ha trabajado en la famosa catedral de Saint Denis, y se compromete a construir una catedral gótica del mismo estilo que aquélla y más alta que todas las que se conocen en Inglaterra. Y el joven maestro albañil consigue llevar a cabo el proyecto e inaugurarlo en apenas 40 años. Y, además, luego se aburre sin hacer nada y estudia la forma de efectuar algunas reformas.

No sé. O aquí la gente se traga todo lo que le echen, diciendo que "es maravilloso, lo mejor que he leído", o yo soy demasiado quisquilloso. Pero una catedral como la de Burgos, León, Barcelona, Madrid o Málaga no se han hecho ni en 40 ni en 100 años.

Los personajes principales: Tom, Aliena, Jack, Ellen, Philip, Valeran y Williams son fascinantes; la historia de amor entre Aliana y Jack es enternecedora, para mí, lo mejor del libro.

Pero en fin, el libro de gustos está en blanco, y si tantos millones de lectores dicen que no sobra ni una sola coma y que se lo han devorado en tan poco tiempo será por algo. Yo es que suspendí en Matemáticas y tampoco entiendo muchas de las explicaciones referidas a herramientas y componentes de la catedral. Y me molesta sobremanera tener que acudir a cada instante al diccionario, eso me saca de la historia. Me gustan los libros más concisos, de un máximo de 500 páginas; estos tochos rellenos de detalles, en mi opinión superfluos, no me atraen.

Y ahora tengo que elegir entre un libro de humor del escritor franquista Vizcaíno Casas o acabar otro que también dejé a medias hace un año porque ya veía virus hasta en la sopa: Apocalipsis. ¡Otro tocho de mil páginas por lo menos!